![So Simp [Yandere! Uchiha Obito]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
xiv. pregunta
Obito miró a Jin pensativamente mientras ella anotaba rigurosa y seriamente todo acerca de las clases de shinobi, podía observar diversos colores, apuntes, pergaminos y demás alrededor de su mesa mientras sus ojos casi quemaban agujeros en la espalda de su sensei, el cual, con el pasar de los meses, se acostumbró a ser diseccionado vivo por los apasionados ojos fucsias de la niña.
Sus ojos se desviaron a Kakashi, el cual continuaba estudiando en la academia a pesar de estar sobrecalificado y que varios de los maestros lo recomendaran para una promoción adelantada, pero que él se negaba a cursar con una cara ligeramente amargada.
Para su incomodidad, de alguna manera, le línea de hechos había cambiado bastante desde que los tres se juntaron en ese picnic en conjunto con Sakumo. Kakashi decidió quedarse en la academia por consejo de su padre debido a que el Hatake mayor le confesó que la situación entre las naciones era menos que ideal y que probablemente lo enviarían a misiones peligrosas sin la preparación correspondiente y Sakumo no podría intervenir en sus misiones.
Hablando del hombre mayor, sorprendentemente, había empezado a ir a terapia y se difundió rápidamente por la aldea que el poderoso “Colmillo Blanco” de Konoha había estado luchando durante años con una depresión severa que casi lo llevan al suicidio luego de que fallara en su misión con tal de salvar a sus compañeros de misión y poner en riesgo toda su carrera shinobi y, que por algún motivo que se les escapa de las manos, al parecer su psicólogo encargado dejó escapar la información sobre su depresión o algún empleado chismorreó sobre el estado mental del líder de clan…
Obito no sabía porque de la nada Hatake Sakumo, quien se supone que estaba programado para tener fecha límite y morir por su propia mano para restaurar el honor de su clan, de la nada, empezaría a ir a terapia…
Mentira, Obito sabía exactamenteporqué Sakumo decidió ir a terapia. Jin había destrozado, abierto y diseccionado al hombre examinándolo de arriba hacia abajo tan simplemente que Obito sentía escalofríos, porque con unas cuantas palabras bien acertadas, casi hace que él mismo saliera de su teatro de sueño y rompiera a llorar.
Jin era una persona aterradora y, desde entonces, la ha estado vigilando más de cerca.
Obito no entendía como es que en su cabeza no había ninguna información de Jin en absoluto, como si ella nunca hubiera existido originalmente, lo que lo perturbaba seriamente, porque él nunca le tomó el peso adecuado a la presencia constante de la niña hasta que hubo un gran cambio como la supervivencia de Sakumo y el hecho de que, literalmente, tuvieron un nuevo departamento de enseñanza en el cual se aseguran de que los niños aprendan a reconocer sus emociones e identificarlas para que no lleguen al suicidio, haciendo grandes campañas sobre la prevención del suicidio y varias familias de afectados, salieron a crear algunos estragos con sus historias desgarradoras y contando sus experiencias como las personas que quedaron atrás.
No fue solo eso, sino que, desde ese día, Sakumo, Kakashi, Jin y él han estado haciendo todos los sábados a determinada hora un picnic sin falta alguna, lo que lo ponía un poco de los nervios, porque podía sentir como Kakashi se estaba apegando a él y viéndolo como un amigo, por lo que su supuesta “muerte” podría destrozarlo aún más de lo que lo hizo originalmente cuando llegara el momento.
También estaba el hecho de que seguía aferrándose a Rin constantemente, pero tendría dilemas a la hora de rechazar a los picnics de Jin por Rin.
Tendría que plantearle a Jin si podrían invitar a Rin, porque si Zetsu lo viera más apegado a Jin, seguramente quien sería el próximo recipiente del Sanbi y atravesada por el Chidori de Kakashi no sería exactamente Rin.
Volviendo sus pensamientos a Jin, Obito miró a Jin sentada a su lado ya que Rin no vino debido a que estaba enferma, por lo que tendría que pasar por su casa más tarde a entregarle algún remedio o comida para demostrar su “devoción” y “amor incondicional” a Rin.
-no podía amar a esta versión de Rin, no cuando solo era una niña pequeña, no cuando era tan dolorosamente obvio cuan enamorada estaba de Kakashi. Obito no podía amar a esta niña con esperanzas en el futuro, no podía simplemente mancharla con sus pecados-.
—¿Jin-chan? —Obito apoyó su mejilla en la palma de su mano mirando a la nombrada.
—¿Mm…? ¿Sí, Obito-kun? —Jin se volteó a verlo y se sonrojó suavemente, Obito quería reír ligeramente, pero se contuvo.
—¿Realmente quieres ser una Kunoichi? —preguntó Obito mirándola con curiosidad.
—… —la pequeña sonrisa en el rostro de Jin se atenuó y su rostro decayó ligeramente—. Mmm… ¿Por qué preguntas eso, Obito-kun?
—Solo por curiosidad —Obito miró las manos de Jin, con restos de tinta y grafito—. Siento que eres una persona más artística o creativa.
—Oh… ya veo —Jin se sonrojó ligeramente y lo miró un poco apenada—. ¿quieres que te diga la verdad? —preguntó Jin ligeramente abochornada y Obito asintió—. Honestamente, no quería ser shinobi ni entrar a la academia ninja.
—¿Por qué? —preguntó al escuchar el suspiro de la chica, ¿No se supone que todos los niños desean ser grandes shinobis y kunoichis desde el principio? ¿No es normal, de alguna manera retorcida, que niños deseen y anhelen ser asesinos a sueldo como lo son los Shinobis y conseguir grandes logros militares?
Se sentía extraño pensar en que alguien no querría ser shinobi, incluso era un poco incomodo.
-¿siquiera tenían la oportunidad de pensar en otros trabajos?-
—Porque… —Jin se detuvo ligeramente y miró más allá de Obito, no es como si pudiera explicarle que sabía que iba a estallar la tercera guerra mundial shinobi, tampoco es como si pudiera explicarle muchos de sus pensamientos y sentimientos personales sobre el conflicto bélico o los niños soldados cuando esto está tan normalizado en este mundo.
Jin teme que podría ser tachada como una posible traidora si dijera lo que realmente piensa y cree sobre todo este sistema shinobi si fuese escuchada por la persona incorrecta.
-pobre de ella si Danzo la escuchara, ni siquiera quedaría rastros de su familia-.
—No me siento cómoda con la idea de matar —decidió finalmente irse por la ruta “ni para ti, ni para mí”, decir algo que tenga sentido, pero que no pueda tacharla como amarillista o traidora, aunque probablemente sería tachada de cobarde o quejica—. No me gusta la sangre, me da miedo —Jin mira sus manos llenas de tinta—. La sangre me da asco —sus ojos se pierden ligeramente mirando sus pálidos brazos—. Si fuese una Kunoichi derecha, preferiría ser una Kunoichi de papel, alguien en los cargos administrativos, estaría bien, pero si me dieran a elegir entre ser Kunoichi o una civil, preferiría ser cien veces una civil.
—… —Los ojos de Obito miraron curiosos a Jin.
Era una respuesta extraña, pero comprensiva. No muchos se daban cuenta de que no les gustaba la sangre hasta que mataban a su primera persona o cuando su propia sangre era la que se derramaba en manos enemigas.
—No me gusta el dolor —Jin negó ligeramente y apretó los puños.
—A nadie le gusta el dolor —asintió de acuerdo Obito—. Entonces, ¿No planeas continuar con el entrenamiento de Kunoichi hasta convertirte en genin?
—Eso es lo que pensaba al principio —asintió Jin, pero luego sonrió ligeramente—. Pero cambié de opinión, terminaré el curso de entrenamiento shinobi y me graduaré como genin.
—¿Por qué? —preguntó curioso Obito.
Era obvio que Jin había tomado una decisión de abandonar su carrera como ninja y ese era el motivo principal por el cual seguramente él no la reconoció ni vio en su primera vida.
-una parte de él se siente un poco aliviada, ella si existió en su vida anterior, solo que él creía que era tan irrelevante a comparación de Rin, que nunca le prestó real atención hasta que él la conoció en el mercado y la intentó consolar-.
—Las palabras de Sakumo-san me hicieron despertar, me dieron un nuevo objetivo —Jin apretó sus puños y, por primera vez desde que la conoce, Obito puede vislumbrar un fuego en el interior de esos ojos llenos de corazones—. Me dieron el coraje para tener ambición, para desear tener metas y querer codiciosamente cumplirlas.
—…
—Durante mucho tiempo, antes de que entrara a la academia, quería ser mi propia persona, tener mi propio camino —Jin frunció el ceño ligeramente y apretó sus dientes mientras sus cejas se arrugaban—. Pero cuando ingresé a la academia, mamá se dedicó a estar más tiempo en casa, lo que me llevó a escucharla durante mucho tiempo y horas sobre lo que ella quería que fuera mi futuro, como sería y lo que meharía si yo no lo cumplía… lentamente, en esos meses, empecé a dudar de mí misma, de mis habilidades, de mi valor como persona… me perdí a mi misma.
Obito miró al rostro de la niña y sintió, de alguna manera enfermiza, que ella se parecía a él, un alma vieja en el cuerpo de una niña pequeña, un alma rota que fue enviada a un lugar incierto y peligroso cuando solo quería descansar, sin la certeza de si sobreviviría sin perderse a sí mismo.
—Las palabras de Sakumo-sama sobre mi libertad fueron como un pequeño empuje para que volviera en mí misma… —Jin sonrió ligeramente y lo miró, ojos demasiado lúcidos como para pertenecerle a un niño.
¿Qué tan jodida debía ser su madre para que ella tuviera tal cantidad de conciencia de ella y el mundo en el que se encontraba?
—… junto con tus constantes ánimos me hicieron darme cuenta de que valgo más que para ser una simple esposa, que soy más que una incubadora que solo sirve para darle hijos a un marido que mi madre escoja según sus intereses en mente. Ustedes me devolvieron el sentido de que solo yo debo decidir por mi propia vida —Jin le sonrió más grande y sus ojos brillaron al verlo—. Me dieron la esperanza de que puedo superarme a mí misma siempre que me esfuerce en ello, Sakumo-san… Kakashi siendo el idiota que es… tus ánimos… Guy pateándome el trasero mientras me grita que puedo mejorar… Shizune alentándome a aprender ninjutsu medico con ella, dándome el valor para pedirle a Tsunade-sama que me enseñe Fuinjutsu… Genma mostrándome como utilizar los Senbons, Ebisu corrigiéndome en la teoría que no entiendo…
Obito se sintió extraño mientras miraba ese regordete rostro infantil aun con grasa de bebé en el rostro y casi con aroma lechoso… ¿Por qué sentía que podía ver la silueta de una persona adulta detrás de la fachada de Jin? Se sintió incomodo y su estómago se revolvió.
No, era imposible que alguien más hubiera retrocedido en el tiempo, quizás solo sean sus delirios para no sentirse tan solo en esta nueva realidad, en donde no puede conectar con nadie realmente porque solo lo rodean niños y jamás podrá hacer amigos con los que sea realmente sincero.
—Entrenaré mucho y mejoraré, me superaré a mí misma constantemente y ascenderé al menos a Chunin, pero mi meta será ser Jounin —Jin apretó sus puños y lo miró decididamente.
Diría ser Anbu, pero a diferencia de lo que creen la mayoría de las personas reencarnadas, en este mundo muy pocas personas, sino es que casi nadie, conoce Anbu ni habla de ellos y, en cierto sentido, así es como debería ser, después de todo, son una organización que trabaja entre las sombras. Ella tiene el lujo de saberlo solo por ser una reencarnada que vio el anime, pero la población en general ni siquiera sabe ni mucho menos imaginaría que existe tal organización aparte de algunos shinobis de alto rango.
—Ya veo… —Obito miró profundamente a la niña y luego le sonrió en grande como normalmente haría, si Jin notó alguna clase de cambio en él, no lo dijo— ¡Entonces serás la mejor Kunoichi Jounin a mi mando! ¡¿No?! Después de todo, ¡Algún día seré Hokage!
—¡Sí, Obito-kun! —Jin le sonrió en grande y se acercó al chico aún más para abrazarlo— ¡Definitivamente serás un gran Hokage y yo siempre te apoyaré! —Obito se sonrojó ligeramente mientras aceptaba torpemente el abrazo.
Obito dudó, ¿Por su culpa, ahora Jin sería una gran Kunoichi o solo sería una carne de cañón más en esa terrible guerra mundial? Lo más probable es que en su primera vida ella hubiera desistido de su camino como Kunoichi, al no tener a nadie en quien apoyarse, hubiera cedido a los deseos de su madre y se hubiera casado con algún hombre ´x´ para ser una madre que cocina delicias para sus hijos o solo una víctima más de un marido violento que asesina a su esposa.
Pensando en ello, Obito abrazó más fuerte a Jin contra él, casi sentándola en su regazo mientras absorbía lentamente el dulce aroma a dulces de Jin, sus ojos picaron ligeramente y destellaron de rojo por un segundo.