El primer fin de semana llegó a Nevermore y con este la primera reunión de amigas en el dormitorio de Enid, Yoko y Thing se encontraban en la cama de la primera en pleno proceso de manicura, la chica lobo estaba recostada sobre su silla al lado del escritorio scrolleando en su celular distraída.
— ¿Qué haremos más tarde? —preguntó Enid
— Hay pase para ir a Jericó ¿quieres bajar un rato al pueblo? —Yoko terminaba de pintar una de sus manos y admiraba el resultado.
— Oh no, tengo mucha flojera hoy ¿vemos pelis? —Enid se acomodó mejor en el asiento mientras tomaba su laptop.
— Pero una buena...
— ¡Oh ya se! Veamos Crepúsculo.
— No, ni hablar —El rechazo de Yoko fue tan tajante que Enid resopló.
— ¿Qué? ¿Por qué no?
— ¿Tienes idea la cantidad de estereotipos ridículos que montan en esa película?
— Películas —corrigió la rubia.
— Peor, no me pienso exponer a una parodia hecha por normies.
— ¡Pero es muy buena!
— Para ser un vampiro viejo eres muy temperamental
La voz de Wednesday sonó desde el otro extremo y Yoko se sobresaltó casi botando el envase de pinta-uñas, giró la cabeza y notó a la chica sentada sobre el escritorio con un libro.
— ¿Porqué tu novia no usa un cascabel? —se quejó Yoko, ante la frase Enid casi se cae de su propio asiento.
— ¡N-no es mi novia! ¿Qué dices?
— Auch, eso debio doler ¿no Addams? —dijo Yoko poniéndose de pie— que esta lobita aún no te haya puesto la garra encima.
— Oh vamos Yoko, no la molestes
— ¿Por qué? ¿Acaso va a matarme? —respondió ella
— ¿No morían si les trozaban el cuerpo y los arrojaban al fuego? —cuestionó Wednesday.
— ¿Quién te dijo esa tontería?
— Lo escuché por ahí.
— No... no creo —se giró hacia Enid— mejor salgamos fuera, hace un buen día para pasear.
— No creo que sea buena idea —arremetió Wednesday cruzándose de brazos mientras se ponía de pie.
— ¿Y por qué no?
— ¿No te preocupa que todos vean el brillo de tu piel?
Yoko avanzó un par de pasos hacia el lado de Wednesday con los brazos estirados y el ceño fruncido.
— ¡Nosotros no brillamos!
Wednesday avanzó también y sin inmutarse se acercó lo suficiente para susurrar en la cara de Yoko.
— Vamos, dilo... en voz alta.
La vampiró retrocedió abruptamente y quiso replicar pero se contuvo, caminó hasta la puerta luego de tomar su teléfono, cuando estaba a punto de irse Wednesday volvió a hablar.
— Por cierto.
— ¿Qué?
— Crepúsculo no es tan mala después de todo.
Dando un portazo la vampiro se alejó, podían escuchar sus gritos fuera, Wednesday regresó a su asiento pero fue interrumpida por el carraspeo de Enid que se acercó hasta ella.
— ¿Qué? —fue todo lo dijo.
— Te excediste con ella —habló Enid.
— Ella empezó, burlándose de que no eras mi novia.
— Pero ella aún no sabe.
— Pensé que los vampiros leían la mente, ya debería saberlo a estas alturas.
— ¡Eso solo le pasa a Edward en la película!
— No es una excusa.
