Unas palabras cambiaron todo

Naruto (Anime & Manga) Boruto (Anime & Manga)
F/M
G
Unas palabras cambiaron todo
author
Summary
Durante su pelea en las semifinales de los exámenes Chunin, Neji decide humillar aún más a Hinata al revelear su mayor secreto. Ese evento desencadenará una serie de cambios en la historia del Mundo Ninja.
All Chapters

El cortejo del zorro y el lirio, parte 1.

Aldea de Konoha. 6 de julio del año 64 de la Era de Aldeas Shinobi.

Complejo Hyuga. 11:00.

Hinata estaba recién salida de la bañera.

El día de hoy había sido un día bastante productivo. Luego de expresarle sus ideas a su padre este se mostró bastante sorprendido y cooperativo con su plan de idear nuevas técnicas usando la aguja de chakra.

Es más, su padre permitió que el entrenamiento terminara antes para que ella pudiera asistir a su cita.

Su cita. Ella tendría una cita. Tendría una cita con Naruto.

Hinata por poco se desmaya de los nervioso por pensar en lo que pasaría en una hora. Ella tendría una cita con el chico que ha amado por casi diez años.

Para Hinata esta situación era bastante irreal. Su padre la volvía a ver como alguien digna de su tiempo, había avanzado a la última ronda de los exámenes Chunin siendo una Genin recién graduada y tendría una cita con el chico que le gustaba.

Y todo había sido gracias a ganarle a Neji en las preliminares.

Esa idea seguía causándole a Hinata un nudo en la boca del estómago. No podía dejar de pensar en lo que hubiera sido si Neji no la hubiera provocado de esa manera o si ella no hubiera usado el sello.

Hinata trataba de alejar esos pensamientos intrusivos de su cabeza, pensar que no merecía la felicidad que estaba recibiendo en estos momentos no le serviría de nada.

Así que decidió sacar sus posesiones más preciadas para que le dieran confianza. La primera fue el muñeco de Naruto que ella había hecho hace años y que normalmente abrazaba al dormir, soñando que algún día podría abrazar al real.

Y la segunda fue la foto de una mujer adulta bastante parecida a ella, solo que un poco más pálida y con cabellera más larga.

Su difunta madre, Hanamei Hyuga.

Ella murió hace 4 años, cuando estaba cerca de cumplir su noveno cumpleaños. Su muerte fue el momento más doloroso de su joven vida. Pero Hinata intentaba no recordar la muerte de su madre, intentaba recordar su vida y lo que siempre le decía.

“Mi niña, tú tienes el don de reconfortar los corazones de otros, tú serás el lugar soleado que lleve alegría a los corazones dolidos, tu luz llenará los corazones de aquí a la Luna.” Esas eran las palabras que Hanamei siempre le decía y que Hinata había intentado cumplir, pero le había sido imposible en tiempos recientes.

Pero ahora tenía una segunda oportunidad de cumplir con las palabras de su madre. Intentaría llenar de luz el corazón de su padre, hermana, primo, de todo el clan, el de Naruto y el de ella misma.

Así que la joven Hyuga comenzó a vestirse y a prepararse para su cita.

Apartamento de Naruto. 11:30.

Naruto estaba terminando de vestirse y de arreglar su aspecto para cumplir la promesa que hizo ayer.

Hoy tendría su primera cita. Y con Hinata Hyuga, la chica que siempre le pareció rara pero que ayer le había demostrado que tenía fuertes sentimientos por él.

El joven rubio se vistió con una playera color naranja con unos remolinos rojos en los hombros, un pantalón gris oscuro, un cinturón de tela verde con líneas marrones y unas sandalias Shinobi que solía usar para estar en la aldea. Y, por si fuera poco, Naruto hizo algo que raramente hacía.

Peinó su cabello. Naruto peinó su cabello para atrás, dejando ver un pequeño pico de viuda que solía cubrir con su banda Shinobi o con sus gafas de aviador.

Una vez que Naruto estuvo satisfecho con su apariencia salió de su apartamento y se dirigió a la floristería del clan Yamanaka.

Al entrar a la tienda encontró a Ino y a su compañera de equipo se encontraban esperándolo.

“Vaya, ya se te estaba haciendo tarde.” Dijo Ino.

“Si te atreves a ser impuntual en tu primera cita con Hinata, te haré pagar.” Dijo Sakura mientras chocaba su puño con la palma de su mano.

“Oigan chicas, me apresuré en arreglarme para estar listo para mi cita con Hinata -ttebayo.” Dijo Naruto con nerviosismo.

“Bueno, aunque no te deshiciste del color naranja, al menos lo redujiste.” Dijo Sakura, viendo el aspecto de su compañero de equipo.

“Y te peinaste, debo decir que así pareces ligeramente atractivo.” Dijo Ino mientras terminaba de armar un ramo de lirios blancos.

“Si, bueno, según Iruka-Sensei, es importante que cuide mi imagen en una ocasión así, pero aun así quiero usar el color naranja, es mi favorito -ttebayo.” Dijo Naruto con orgullo y un poco de nerviosismo.

“Espero hayas planeado algo bueno para Hinata.” Dijo Ino mientras le daba a Naruto un ramo de lirios blancos, amarillos y naranjas. “Y si te comportas mal o haces que Hinata se sienta incomoda, te prometo que usaré los jutsu de tortura mental que mi padre me ha enseñado en ti.”

“¿¡EH!?” Exclamó Naruto.

“Y yo te moleré a golpes.” Dijo Sakura mientras hacía crujir sus nudillos.

“Oigan, están exagerando, puedo comportarme bien cuando quiero.” Dijo Naruto.

“Te hemos conocido desde los seis años y nunca te has sabido comportar.” Dijo Ino.

“¡Dije que cuando quiero -ttebayo!” Gritó Naruto. “Ya me voy.”

Naruto se dirigió a la puerta, pero en el último instante se detuvo.

“Oye Sakura-Chan, ¿No te molesta que vaya a tener una cita con Hinata?” Le preguntó Naruto a su compañera de equipo.

“Naruto.” Dijo Sakura con tranquilidad. “No te voy a mentir, durante la academia nunca me agradaste, eras solo un mocoso ruidoso y molesto, y cuando nos hicimos compañeros de equipo la verdad no me gustó la idea, solo pensé en estar cerca de Sasuke.”

Eso entristeció un poco a Naruto.

“Pero tras la misión a Nami, pude ver tu verdadera personalidad, vi lo leal, bondadoso, resiliente y dedicado que eres, pero también vi la lealtad y bondad que hay en Sasuke, como cuando te protegió del ataque de Haku.” Continuó Sakura para luego poner sus manos en los hombros de Naruto. “Pero eso no cambia el hecho de que en estos dos meses te has ganado mi respeto y afecto, solo que no como pareja, eres como un segundo hermano para mí.”

Por alguna extraña razón, Naruto no sintió lo que pensó sentiría si Sakura lo rechazaba. Pensó que sentiría dolor y tristeza, pero en lugar de eso las palabras de Sakura causaron en él una sensación de calidad, como beber una taza de té caliente.

“Gracias Sakura-Chan, nos vemos después.” Dijo Naruto, dándole a su compañera de equipo una sonrisa llena de afecto para luego salir de la tienda.

“Vaya, nunca había visto a alguien agradecer el ser rechazado.” Dijo Ino viendo como Naruto se iba.

“Bueno, solo fui honesta, de verdad quiero a Naruto, solo que no de la forma en que Hinata lo quiere.” Dijo Sakura. “Eso me recuerda que debo darle las gracias a Hinata por estar con Naruto, según mi hermano cuando dos integrantes de un equipo Genin empiezan a salir, el otro se empieza a aislar, así que cuando Sasuke-Kun y yo empecemos a salir, Naruto no estará solo.”

“¿Así que tu guapo hermano mayor sigue soltero? Tal vez en un par de años termine siendo tu hermana mayor.” Dijo Ino con picardía.

“¿Podías no hablar así de Hazakura, por favor? Aunque si eso evita que te sigas interponiendo entre Sasuke y yo, eres libre de ir a por mi hermano.” Le dijo Sakura a su rival.

“Ni lo creas, frente de marquesina.” Dijo Ino con tono burlón, lo que desencadenó una discusión un tanto cómica entre las dos Genin.

Mientras tanto, en la mansión Hokage.

Karin había terminado de desayunar la comida que la nuera del Hokage le había preparado. Para la joven pelirroja toda esa experiencia era totalmente nueva, nunca había tenido una habitación propia, un lugar en la mesa y nunca había tenido el placer de comer hasta la saciedad.

Y el Hokage y su familia eran personas bastante decentes también. El anciano se comportó de forma bastante cordial con ella, lo que le recordó a Karin as veces que en Kusa vio a algunos niños convivir con sus abuelos. Y hablando de niños, el joven nieto del Hokage, aunque algo impertinente, también le mostró amabilidad. La nuera del Hokage, una mujer de figura delgada, ojos marrones y con un pelo negro y lacio que le llegaba hasta la cintura. Su nombre era Kafun.

Por otro lado, estaban los hijos del Hokage. El mayor, Oboro, tenía pelo grisáceo en punta con cejas pobladas en las puntas, además de rasgos faciales duros y rectos.   Era alguien que con solo aparecer transmitía autoridad y seriedad, pero a diferencia de Zosui, su autoridad se sentía justa y correcta sin ser sofocante. Mientras que el hijo menor del Hokage, Asuma, era alguien más relajado y agradable, aunque su olor a tabaco era algo molesto.

Karin se encontraba acompañando a Kafun mientras terminaba de lavar los platos del desayuno.

“Bueno, eso fue todo.” Dijo Kafun mientras terminaba de lavar el último plato. “Creo que lo mejor es a comprar provisiones, ¿Gustas acompañarme?”

“Y-Yo no quisiera incomodarla.” Dijo Karin con nerviosismo.

“Tonterías.” Dijo Kafun. “Con mi esposo en misiones, mi suegro en la oficina y mi hijo con sus amigos me haría bien la compañía, además te hará bien recorrer la aldea.”

Luego de eso Kafun y Karin salieron de la casa Hokage juntas y por un momento Karin vio en la mujer pelinegra a su difunta madre.

“¿Esto es amor de madre? ¿Me perdí de esto por culpa de Kusa?” Pensó Karin mientras acompañaba a la mujer.

En la entrada de la academia.

Naruto se apresuró a llegar a la academia, esperando a encontrar a Hinata con su típica vestimenta de siempre, pero lo que encontró lo dejó sorprendido.

La Hinata que encontró Naruto vestía un vestido de tirantes de color azul oscuro que le llegaba hasta debajo de las rodillas. El vestido dejaba ver la figura que la adolescente ya estaba desarrollando, prediciendo que en un futuro Hinata tendría una figura envidiable.

Esto a Naruto lo dejó sin palabras por un instante, sorprendido de que tendría una cita con una chica tan atractiva.

“Ho-Hola Hinata.” Dijo Naruto con cierto nerviosismo al ver a Hinata por primera vez sin esa chaqueta beige.

“Ho-Hola, Naruto.” Dijo Hinata, igual o más nerviosa que el rubio, y con un poco de rubor en sus mejillas. “T-Te ves muy bien.”

“¡T-TÚ TE VES INCREIBLE!”  Dijo Naruto en voz alta debido a sus nervios, cosa que hizo que Hinata se ruborizara aún más.

“G-Gracias.” Dijo Hinata. “¿E-Esas flores son para mí?”

Luego de eso Naruto salió de su estupor, recordando que en su mano tenía un ramo de flores.

“S-Si.” Dijo Naruto, entregándole las flores a Hinata. “Espero te gusten.”

Hinata tomó las flores y las acercó a su rostro para que pudiera apreciar su aroma.

“Los lirios son mis favoritos, gracias Naruto.” Dijo Hinata, dedicándole a Naruto una sonrisa llena de cariño.

“Me alegra que te gusten.” Dijo Naruto. “Bueno, el entrenamiento me abrió el apetito, ¿Vamos a comer al mejor restaurante de la aldea?”

“Me encantaría.” Dijo Hinata quien, para sorpresa de Naruto, abrazó el brazo de Naruto, sorprendiendo al rubio.

Luego de eso ambos Shinobi se fueron juntos al restaurante favorito del rubio, Ichiraku Ramen. En el camino Naruto notó que algunos aldeanos la lanzaban miradas de desagrado, cosa a la que el rubio ya estaba acostumbrado, pero decidió concentrarse en su cita y no en la actitud de los aldeanos.

Ambos llegaron a Ichiraku Ramen y se sentaron en los banquillos.

“Hola Naruto.” Dijo Teuchi al ver que el joven rubio venía acompañado. “Veo que en esta ocasión no vienes con Iruka o con Lord Hokage, ¿Quién es esta encantadora jovencita?”

“Hola, viejo Teuchi.” Dijo Naruto con su alegría habitual. “Ella es Hinata, estamos en nuestra primera cita.”

“¿¡EN SERIO!?” Dijo Ayame acercándose al mostrador para examinar a la chica que Naruto había traído. “Es una lindura, buena suerte, Naruto.”

Las palabras de Ayame hicieron que Hinata se ruborizara completa y agachara la cabeza.

“Si, Hinata es muy linda.” Dijo Naruto con seguridad, lo que hizo que Hinata levantara la cabeza. “Bueno, quisiera un Miso Ramen, ¿Qué te gustaría pedir, Hinata?”

“B-bueno, me gustaría un Shoyu Ramen.” Dijo Hinata.

“A la orden, y como es su primera cita la cuenta va por la casa.” Dijo Ayame mientras empezaba a cocinar los pedidos de los Genin.

“¿En serio? Gracias Ayame, viejo Teuchi.” Dijo Naruto con alegría.

“N-No es necesario, yo pagaré con gusto.” Dijo Hinata.

“No te preocupes, de verdad es algo que queremos hacer.” Dijo Teuchi viendo con alegría a los dos jóvenes mientras a su memoria venía cierto recuerdo. Su hija con solo 5 años de edad abrazaba a una clienta la cuál tenía un vientre abultado, lo que delataba que la mujer tenía un avanzado embarazo.

“Lord Cuarto, Kushina-Sama, su pequeño está creciendo estupendamente.” Pensó Teuchi al ver como Naruto y Hinata platicaban entre ellos.

“Te tomo la palabra, viejo Teuchi. Además, debo comer extra dado que tengo que comer por siete.” Dijo Naruto.

“¿A qué te refieres, Naruto-Kun?” Dijo Hinata.

“Solo a algo que un viejo rabo verde me enseñó hace rato.” Dijo Naruto.

Mientras tanto, con Jiraiya.

“¡ESTO YA ME ESTÁ CANSANDO -TTEBAYO!” Dijo Naruto mientras la mitad superior de su cuerpo se encontraba enterrada en el suelo para que luego otros dos Naruto lo jalaran de los tobillos para sacarlo.

Mientras eso sucedía, otros tres Naruto se encontraban de pie sobre el estanque intentando invocar a un sapo, pero solo podían invocar renacuajos de momento.

“Aún me sorprende que, a pesar de usar el Kage Bunshin a cada rato, recién te hayas dado cuenta de que obtienes las memorias de cada clon.” Dijo Jiraiya mientras comía una manzana y observaba a su alumno.

“Si, ya me lo dijiste, lo que no me has dicho es porqué tengo que aprender jutsu de tierra si el condenado papel que me diste decía que mi chakra es de viento -ttebayo.” Decía el Naruto que se encontraba siendo cargado por los tobillos por sus clones.

Poco después de que Jiraiya y Naruto se conocieran, el peliblanco le explicó al rubio el funcionamiento del Kage Bunshin además de que lo liberó del Sello de Cinco elementos que Orochimaru le había puesto y, luego de hacerlo firmar el contrato de invocación con los sapos y de haberle dado un papel de chakra, le ordenó hacer seis clones, tres que trabajaran en el jutsu de invocación y otros tres que practicaran unos jutsu Doton.

“Si tuvieras la inteligencia de un Chunin te habrías dado cuenta de inmediato, pero supongo que tendré que explicarte todo poco a poco.” Dijo Jiraiya mientras terminaba de masticar y tragar un mordisco de la manzana. “Para empezar, te diré que leí el reporte de tu misión en Nami, debo felicitarte por tus habilidades estratégicas, pocos pueden idear un plan elaborado al calor de la batalla y ponerlo en marcha con compañeros que recién conoces.”

“Gracias por el cumplido, pero eso no explico por qué estoy aprendiendo a excavar en lugar de, no sé, crear tornados o usar abanicos como la chica de la Arena.” Dijo Naruto.

“A eso voy, dime mocoso, ¿Por qué Zabuza estuvo a punto de matar a Kakashi la primera vez que se encontraron?” Preguntó Jiraiya.

“Porque ese fenómeno sin cejas encerró a Kakashi-Sensei en esa prisión de agua.” Dijo Naruto.

“Correcto, siguiente pregunta, ¿Cómo Zabuza pudo hacer jutsu de agua tan potentes de forma seguida?” Preguntó Jiraiya.

“Porque no creo agua con su chakra, uso el agua que había alrededor.” Dijo Naruto.

“Otra buena respuesta, eres todo un cerebrito, niño.” Dijo Jiraiya. “Zabuza casi mata a Kakashi porque uso jutsu Suiton potentes mientras estaba rodeado de agua, y esa es la razón por la que, en sesenta y cuatro años luego de la fundación de las aldeas, Kirigakure ha sido la única aldea que no ha sufrido de invasiones, los pocos que intentaron invadirla terminaron ahogados porque los Shinobi de Kiri manejan muy bien el Suiton y están rodeados de agua. Dominan su ambiente, ¿Entiendes, niño?”

“Y al hacerme aprender jutsu Doton quieres que pueda dominar mi ambiente.” Concluyó Naruto.

“Tienes más inteligencia de la que reflejan tus notas de la academia.” Dijo Jiraiya. “Con mi entrenamiento y el acondicionamiento físico que recibas de Guy ten por seguro que podrás ganarle a tu noviecita Hyuga.”

“Oye, Hinata no es mi novia, bueno, solo hemos tenido una cita, o mejor dicho estamos teniendo una cita, y no sé tras cuantas citas podré decir que es mi novia.” Dijo Naruto con rubor en las mejillas.

“Bueno, si quieres consejos románticos puedes acudir a mí, no por nada soy un escritor de romance reconocido a nivel mundial y perseguido por las damas más hermosas de todo el mundo.” Dijo Jiraiya.

“Estoy seguro que todo lo que acaba de decir es mentira, Sabio Pervertido, además solo a un montón de degenerados les gustarían tus libros.” Dijo Naruto.

“Regresa a trabajar en tus jutsu, mocoso irrespetuoso.” Dijo Jiraiya mientras le arrojaba el corazón de la manzana que estaba comiendo a la cabeza de Naruto. “Y por si no lo sabes, mis libros son amados a lo largo y ancho del continente, incluso recientemente vendí los derechos cinematográficos del primer libro.”

“¿Los qué de su primer libro pervertido?” Dijo Naruto.

“Debí suponer que un concepto así escaparía de tu obtusa mente.” Dijo Jiraiya antes de que Naruto preguntara por el significado de la palabra ‘obtusa’. “Para que lo entiendas más fácil, di permiso para que adaptaran el primer libro de la serie Icha Icha a una película, aún no sé quién será la protagonista, pero hay rumores de que Yukie Fujikaze podría aceptar el papel.”

“Por favor, Yukie Fujikaze es una actriz de verdad, ni por todo el dinero del mundo aceptaría participar en una película que adapte sus vulgares libros.” Dijo Naruto.

“Por el Sabio, este mocoso heredó el carácter de Kushina, pero potenciado diez veces.” Pensó Jiraiya.

Mientras tanto, con Karin.

Karin y Kafun recorrían la aldea juntas. Habían terminado de hacer las compras y ahora se dirigían al área de comidas dado que Kafun le sugirió que fueran a tomar un bocadillo.

“Los dangos son deliciosos, pero en lo personal prefiero el Warabimochi.” Decía Kafun mientras Karin solo asentía. “Pero basta de mí, ¿Qué te gustaría comer como refrigerio?”

“¿Yo?” Dijo Karin. “Yo aceptaré cualquier cosa que a usted le guste.”

“Vamos, no seas tímida, eres una invitada en mi casa y no me sentiría a gusto simplemente imponiéndote mis gustos, no sería correcto.” Dijo Kafun.

“Pues yo…” Empezó a decir Karin, pero fue detenida por un repentino estruendo que escuchó en el local de Ramen junto al que estaban caminando, lo que hizo que la joven pelirroja entrara al local, donde encontró una escena de lo más peculiar. Un joven rubio con la cabeza y torso sobre la barra con unos cinco cuencos de ramen vacíos a su lado, mientras que al lado se encontraba una chica de pelo azul oscuro y piel pálida con unos diez cuencos de ramen vacíos, pero que se encontraba sumamente tranquila mientras bebía de un vaso.

Además de que el hombre que asumió era el dueño del local quien veía a la chica con la boca abierta.

“¿C-Cómo una niña de doce años y de menos de metro y medio de estatura puede comer tanto?” Dijo Teuchi, lamentando su decisión de invitarles la comida a la joven pareja.

“H-Heredé un gran apetito por parte de mi madre.” Dijo Hinata con algo de pena.

“Vaya, diez tazones en una hora, estoy segura de que en un par de años romperá el récord de la Reina de la Glotonería de veinticinco tazones.” Dijo Ayame bastante contenta.

“Ci-cielos Hinata, eres sorprendente.” Dijo Naruto, quien poco a poco se recomponía.

“Vaya, esto no es algo que se vea todos los días.” Dijo Kafun quien recién entraba al local.

“Es bueno verla por aquí, Kafun-Sama.” Dijo Teuchi al ver a la mujer que acababa de entrar a su local.

“Saludos, Teuchi-San.” Dijo Kafun para luego voltear a ver al par de Genin. “Y saludos a ustedes también, Naruto-San, Hinata-San.”

“Muy buenos días tenga usted, Sarutobi-Sama.” Dijo Hinata.

“Disculpe señorita, pero creo que no la conozco.” Dijo Naruto a Kafun.

“Si, creo que jamás fuimos presentados formalmente, pero he escuchado tanto de ti por parte de mi hijo que siento que ya te conozco, mi nombre es Kafun Sarutobi y tengo entendido que has forjado una amistad cercana con mi pequeño Konohamaru, incluso lo defendiste del hijo del Kazekage antes de iniciar los exámenes Chunin.”

“¿Eh? ¿Ustedes la madre de Konohamaru? Entonces, ¿Es hija del viejo Hokage?” Preguntó Naruto.

“No, soy su nuera, su hijo mayor es mi esposo.” Dijo Kafun. “De todas formas, Naruto, Hinata, quisiera presentarles a Karin, ella recientemente decidió unirse a la aldea.”

Luego de esas palabras la joven pelirroja se acercó al par de Genin.

“Un gusto conocerte, Karin-San.” Dijo Hinata.

“Mucho gusto Karin, soy Naruto Uzumaki, el ninja que algún día será el mejor Hokage de todos los tiempos.” Dijo Naruto con entusiasmo.

Antes de que Karin pudiera responder a los saludos, algo pasó.  A su mente llegaron un cúmulo de sensaciones que eran casi indescriptibles. La sola presencia de Naruto le hizo sentir una sensación de calor, como el calor de un día de verano o como el calor de los primeros rayos de sol de cada mañana. Mientras que Hinata también le generaba a Karin una sensación de calor, pero era diferente, era como el calor del abrazo de un ser querido o de una bebida caliente en un día nevado.

Y en la mente de Karin, dos imágenes distintas aparecieron. Una con Naruto con un sol a sus espaldas y otra de Hinata con una luna llena detrás de su cabeza.

“Karin, ¿Estas bien?” Dijo Kafun, sacando a Karin de sus pensamientos.

“S-sí, estoy bien.” Dijo Karin. “Un gusto en conocerlos, Naruto, Hinata.”

Luego de eso Karin salió del puesto de ramen con cierta prisa.

“Bueno, yo me retiro, felicidades a ambos por pasar a las finales de los exámenes Chunin, estaré al pendiente de su pelea.” Dijo Kafun para luego marcharse tras Karin.

“Eso fue algo raro -ttebayo” Dijo Naruto.

“Creo recordar que Karin estuvo en los exámenes Chunin con un equipo de Kusa, pero no debieron pasar el segundo examen, es raro que ahora viva en Konoha, me gustaría conocerla más después.” Dijo Hinata.

Mientras tanto, con Neji.

Neji recién salía del hospital y se encaminaba a ir al área comercial para buscar cierto artículo que le podría servir para ocultar la marca que ahora tenía en el cuello.

El joven Hyuga se encontraba algo distraído y por eso no vio venir a la joven pelirroja que chocó en su contra.

“Ouch.” Dijo la chica pelirroja tras caer al suelo. “Lo siento, no me fijé por… ¡Tú!”

“Ah, eres la chica del bosque de la muerte.” Dijo Neji al ver a la chica, la cuál el había salvado de un oso en el Bosque de la Muerte. “¿Qué haces aquí? ¿No deberías volver a tu aldea?”

“El Hokage me ofreció quedarme a vivir en esta aldea y acepté.” Dijo Karin, mostrando por primera vez algo de seguridad desde que había llegado a la aldea, además de presentar algo de rubor en sus mejillas. “Te quería agradecer por haberme ayudado en el bosque de la muerte, de no ser por ti, habría muerto.”

“No tienes porqué agradecerme, simplemente me topé con una persona que tenía el pergamino que necesitaba mi equipo y lo tomé, salvarte fue algo secundario.” Dijo Neji de forma muy directa.

“Bueno, aun así, siento que lo correcto es agradecerte, así que gracias. Mi nombre es Karin.” Dijo la pelirroja.

“Neji Hyuga. Bueno, tengo algo que hacer, nos vemos.” Dijo Neji para luego darle la espalda a la chica.

Neji se encaminó a una tienda de artículos Shinobi que conocía muy bien, pues pertenecía a la familia Kamano, la familia de su compañera de equipo, Tenten.

“Hola Hyuga, ¿Qué puedo hacer por ti?” Dijo la persona quien atendía el mostrador y a quién reconoció como el hermano mayor de su compañera.

“Hola, Saisu-San, según sé hay prendas que evitan la visión del Byakugan, quisiera algunas.” Dijo Neji.

“Seguro, te daré algunas, pasa al probador.” Dijo Saisu.

Luego de un rato Neji terminó comprando un traje similar al que usan los Anbu debajo de su chaleco táctico el cuál le cubría el cuello además de una chaqueta similar a la que solía usar, pero en un tono negro.

“Gracias por tu atención, Saisu-San.” Dijo Neji luego de pagar la ropa y retirarse.

“Un momento, Hyuga, creo que hay algo que debo decirte.” Dijo Saisu para luego ponerse salir de detrás del mostrador y ponerse frente a Neji. “Déjame decirte que conozco muy bien a los de tu tipo, durante toda tu vida te han llamado ´prodigio´, te han colmado de halagos y te han tenido consideraciones especiales que otros no han tenido y creo que eso se te subió a la cabeza y por eso piensas que puedes hacer lo que quieras cuando quieras, pero grábate esto en la cabeza, si quieres grábatelo junto al sello en tu frente, no eres tan especial.”

“Maldito, ¿Cómo te…?” Empezó a decir Neji, pero Saisu pisó con fuerza una tabla del piso, lo que activó un mecanismo de trampa que dejó a Neji colgado del pie.

“Demuestras mi punto, tan pronto alguien se cansa de tus ínfulas de superioridad o te dice tus verdades, procedes a actuar con violencia.” Dijo Saisu. “Cómo dije, conozco bien a los prodigios, su talento es tal que eclipsa sus fallas o, mejor dicho, ciega a los demás de sus muy evidentes fallas. Estuve en la academia con el Genio Uchiha, incluso puedo decir que llegué a considerarlo un amigo, lo admiraba y me pareció irreal que alguien como él fuera a liquidar a su clan. ¿Hubo señales? Tal vez, pero supongo que no las vi, al igual que el resto de la aldea, tal vez si no lo hubiéramos idealizado tanto, si hubiéramos comprendido que él era solo un ninja más, hubiéramos podido evitar la tragedia de aquella noche.”

Luego de eso Saisu sacó un Kunai y cortó el hilo del cual colgaba Neji, tirándolo al suelo.

“Por muy prodigio que seas, eres solo un Shinobi más, estas hecho de carne y hueso como el resto, no te creas la gran cosa porque siempre habrá alguien mejor que tú.” Dijo Saisu.

Luego de eso Neji se incorporó y salió de la tienda, sumamente furioso.

Con Kafun y Karin.

Las jóvenes mujeres optaron por ir a comer dangos y té luego de haberse topado con la pareja de Genin y que Karin se haya topado con el joven Hyuga a quien le debe la vida.

“Su chakra ha cambiado. Antes era ligeramente frío pero cautivador, pero ahora es tan frío que podría quemar, y esa pequeña parte se siente repulsiva y amenazadora.” Eran los pensamientos en la mente de Karin, pero no se atrevió a compartirlos con la mujer que le hacía compañía, no quería ofender a la mujer al decir algo incorrecto sobre un Shinobi de su nuevo hogar.

Kafun se sentó junto a la pelirroja y le entregó un plato con brochetas de Dango y un vaso de té.

“Aquí tienes, espero que lo disfrutes.” Dijo Kafun.

“Gracias.” Dijo Karin para luego comer una de las bolas de la brocheta. “Están deliciosas.”

“Me alegra que te gus…” Antes de terminar la frase Kafun se congeló un momento en su posición, pues había notado la presencia de alguien observándola a ella y a su acompañante desde los árboles. “Karin, ¿Te importaría quedarte sola unos momentos? Creo que debo hablar con alguien que no conoce el concepto de ´privacidad´.”

“Adelante.” Dijo Karin, sorprendida del cambio de humor de la mujer.

Kafun se puso de pie y caminó hasta la parte trasera de la tienda de Dangos, donde había una persona que incomodaba demasiado a la kunoichi.

“¿Se puede saber qué estás haciendo aquí?” Dijo Kafun.

“¿Es que acaso un Shinobi retirado no puede darse el placer de comer una golosina una agradable tarde de julio?” Dijo Danzo mientras usaba su mano útil para llevar una brocheta de Dango a su boca.

“Tomando en cuenta que sé de sobra que desprecias los dulces y que no haces nada por mero placer, la respuesta es no, así que dime, ¿Qué quieres lograr siguiéndome?” Dijo Kafun con enojo.

“Solo quería comprobar si el rumor que me llegó era cierto, Hiruzen logró hacer que una sobreviviente Uzumaki se uniera a Konoha, debo darle créditos a Sarutobi, la chica podría ser de utilidad si es que el niño de Minato no cumple con la tarea de contener al zorro demonio.” Dijo Danzo.

“Esa niña es una invitada en mi casa, así que es como de la familia, así que, si siquiera te acercas a ella, voy a…” Dijo Kafun antes de ser interrumpida.

“Es enternecedor que te importe tanto la familia, aunque algo contradictorio si tomas en cuenta que mi nieto ya tiene ocho años y no te has dado el tiempo de presentármelo.” Dijo Danzo, dejando a Kafun con una mirada llena de ira.

“Konohamaru no es nada tuyo, así que ni se te ocurra acercártele.” Dijo Kafun con firmeza.

“Aunque niegues y reniegues nuestra relación, eres mi hija y tu pequeño es tan nieto de Hiruzen como mío, mie alegra que le hayas dado ese nombre, un nombre que refleja lealtad a la aldea, digno de un familiar mío.” Dijo Danzo.

“Es curioso que alguien como tú entienda el concepto de familia, tal vez debería traer a Gozu y Mezu para que vean este lado de ti.” Dijo Kafun, lo que sorprendentemente hizo que Danzo reaccionara con sorpresa.

“Tus hermanos cumplieron con su deber como Shinobi, al igual que mucho otros lo hicieron antes y otros lo harán después, todos son sacrificios necesarios por el bien de la aldea.” Dijo Danzo.

“¿Por el bien de la aldea o por lo que tú quieres hacerle a la aldea?” Dijo Kafun. “Tú ya no eres mi problema y yo no tengo ningún deseo de tener una relación contigo sea cual sea nuestro lazo sanguíneo, así que aléjate de mí.”

Luego de eso Kafun dio media vuelta y se dirigió a donde estaba Karin, pero antes de eso sintió un ataque por la espalda.

La brocheta de Dango que estaba en la mano de Danzo ahora era un proyectil imbuido con una hoja de vacío que iba en dirección a Karin. En tan solo unos microsegundos Kafun reaccionó, tomó un pelo de su cabellera, lo imbuyó de chakra Futon y lo lanzó contra la brocheta, lo cual hizo que ambos proyectiles alteraran su dirección y terminaran clavados en la tierra.

Kafun se volteó para confrontar nuevamente a Danzo, quien solo bebía té.

“Una pequeña prueba de tus habilidades, muchas kunoichi suelen descuidar su formación Shinobi una vez empiezan la maternidad, no fue el caso de tu madre y parece que tampoco es el tuyo, pero mejor asegurarnos. Nos veremos después, querida hija.” Seguido de esas palabras Danzo desapareció en un Shunshin.

“Kafun-San, ¿Se encuentra bien?” Preguntó Karin quien se acercó a Kafun.

“Si Karin-Chan, solo estoy algo cansada, creo que es momento de regresar a casa.” Dijo Kafun con una sonrisa.

“De acuerdo.” Dijo Karin.

Y así ambas emprendieron el camino de regreso a su hogar.

Sign in to leave a review.