En nochebuena.

Wednesday (TV 2022)
F/F
G
En nochebuena.
Summary
La noche previa a la navidad
Note
Los personajes que aparecen aquí pertenen a mi fanfic "I love your Scars" donde Enid es un personaje trans-masc.Espero que les guste.

La nieve cubría de forma casi aplastante toda la extensión de la Mansión Addams y sus alrededores cuando una camioneta llegó hasta el enrejado que daba acceso al lugar. Divina y Yoko se miraron un momento.

— ¿Cómo se supone que funciona esta reja? No estaba cerrada la última vez que vinimos —Yoko sacó su teléfono y llamó a Edric.

— Quizás el intercomunicador está escondido por ahí

— Aló ¿Sinclair? Si, si, ya llegamos, la reja está cerrada, ajá... ajá... ajá... —Yoko cortó la llamada.

— ¿Y que te dijo?

— Que no tiene idea, que mandará a alguien a abrir.

Luego de un rato apareció Lurch, el mayordomo dio un par de golpes a la reja y esta luego de gruñir cedió abriéndose de par en par, la pareja intercambio una mirada antes de continuar hasta la entrada misma.

— ¡Yoko! —el hombre lobo la recibía con una sonrisa radiante ni bien bajaron del auto— ¿Llegaron sin problemas?

— Cuando pedimos indicaciones de camino aquí, algunas personas nos recomendaroon que no viniéramos —dijo Divina mientras era embullida en el abrazo de Edric.

— Si, parece que sus vecinos tienen la firme creencia de que en este lugar habitan demonios del más allá o algo así —comentó Yoko admirando la casa.

— Están de vacaciones, hasta que el pantano se descongele por el invierno.

Wednesday apareció en la entrada, como era de esperarse Yoko se sobresaltó levemente.

— Divina, que bueno que hayan podido traer a la familia completa a acompañarnos, Lilith estaba insufrible esperando por atormentar a Nixie con sus juegos.

— Claro, ella se quedó dormida mientras llegábamos pero despertará en cuanto la baje, estuvo todo el inicio del camino preguntando por los suyos.

— Ehm ¿hola? —Yoko movió su mano hacia Wednesday— Edric, amigo, tienes que hacer algo con tu esposa.

— Wends solo está bromeando —se excusó el rubio.

— No sé de qué hablas —respondió Addams cruzándose de brazos y mirando a su esposo— Mejor vamos adentro, escucho unos chillidos de vampiro y dicen que son peligrosos.

Edric se encogio de hombros y Yoko se rindió mientras iba por su hija al auto, Divina la esperó y entraron juntas a la Mansión.

— Ya no tenemos 20 años, Sinclair. Ella también está vieja —se quejó al pasar.

Fueron todos juntos al salón y Wednesday ya se encontraba ahí con Lilith y Constantine, en cuanto vieron a Nixie, la mayor de los Addams casi saltó de su asiento para acercarse a abrazarla, mientras el niño movió la mano con aprensión, su mirada pasó del temor a la alegría cuando notó que Yoko le hacía señas con una pequeña bolsa sellada de sangre.

— ¡Esto era lo que me hacía falta! —abrió los brazos para recibir el cariño de Constantine— Un Addams que si me quiere.

— ¡Yoko! —se quejó Edric— ¿Acaso no cuento?

— Pero tu eres Addams por añadidura —se excusó la vampiro mientras el niño tomaba el empaque y lo mordisqueaba para beber su contenido mientras tarareaba feliz— Esta criatura viviente de aquí tiene sangre Addams corriendo por sus venas.

— Adorable —añadió Wednesday— casi tanto como las mantícoras que canturrean cuando están devorando a sus presas.

— A todo esto —intervino Divina— ¿A donde fueron Lilith y Nixie?

Fuera de la Mansión las dos chicas caminaban a traves de la nieve sorteando las tumbas que se camuflaban por una gruesa capa blanca.

— ¿Aún no le cuentas a tus padres cierto? —Nixie rompió el silencio una vez que se aseguró que solo los muertos las escuchaban.

— ¿Lo del pacto? Papá sabe pero mi madre... de por si es complicado en la Academia, tenerla encima mio casi siempre, hubiera sido realmente problemático, ya encontraré un momento.

— Pensé que iríamos a visitarlos a su departamento, cuando mi mamá me dijo que pasaríamos fiestas con ustedes.

— Oh si, solo que los abuelos sugirieron usar la casa ya que ellos están de excursión en Tenoch... tenoch... —pensó un segundo— Te-noch-ti-tlan, ajá... según dicen, fueron a visitar el fantasma de una pariente que llora mucho.

— Suena a una reunión de adultos —sentenció Nixie.

— Así que por eso estamos aquí.

La chica se estiró un poco y luego llegó hasta un montículo de nieve que al quitar un poco de encima exhibió la forma de una lápida. "Debbie Addams"

— Oh... así que aquí estaba la ex tía Debbie

— ¿Quién?

— La ex esposa de mi tío Fester, vivía de matar a sus maridos hasta que no pudo hacerlo más, una pena.

Las chicas terminaron de limpiar la tumba entretenidas, escucharon unos pasos acercarse pero luego de ver que era Constantine lo dejaron estar.

— ¿Él sabe? —preguntó Nixie.

— Lo adivinó... o bueno, creo que lo vio en una de sus visiones.

— Cool

— No es cool —se quejó Constantine— no sé como madre las soporta, preferiría que me den cuando estoy durmiendo en la cama, así no tengo que despertar en el suelo luego de retorcerme como una caracol bañado en sal.

— Quisquilloso —intervino Lilith— ya quisiera yo poder tener las visiones.

— Bueno, al menos ustedes tienen poderes geniales, mi mamá me dijo que no puedo andar clavando mis colmillos por ahí, que "los vampiros de ahora no se alimentan de la muerte de otros" —dijo fingiendo el tono de voz de Yoko.

— Sería algo grosero andar clavando tus colmillos por ahí a lo loco —comentó Constantine algo cohibido.

— Si no tienes cuidado, tal vez te los clave a ti antes de que llegue Santa Claus —respondió Nixie mostrando sus afilados dientes.

— ¡Oh vamos! —se quejó el chico— No puedo despertar a la mitad de la noche, si no duermo mis horas completas me haré viejo más rápido.

— Tus prioridades hermano, nunca dejan de sorprenderme.

Jugaron durante lo que pareció ser un buen par de horas, cuando estaban por terminar de enterrar a Constantine en la nieve, y su cabeza lucía como esos trofeos de caza que se cuelgan en las paredes, escucharon a lo lejos la voz de Edric que los llamaba para cenar.

— Mejor vamos de vuelta —Nixie había armado un pequeño muñeco de nieve sobre la cabeza del chico— así queda bonito.

Los tres regresaron bastante salpicados de nieve al interior de la Mansión y notaron que sus padres se encontraban ya en el comedor, la comida transcurrió sin mucho contratiempo, parecía que en su ausencia, los ánimos de todos se habían relajado bastante, incluso Wednesday en su usual distancia social estaba atenta al hilo de conversación.

Llegada la hora de dormir, casi todos se encerraron en sus habitaciones, según les había comentado Wednesday, la vieja Mansión tenía la costumbre de liberar algunas trampas especiales para intrusos no deseados en nochebuena, el fuego de la chimenea no cesaba y las enredaderas de Morticia Addams se afianzaban alrededor de la verja y las entradas, esperando ansiosas.

Wednesday fue la última en descansar, revisando que todo estuviera en su lugar, un vaso enmohecido con leche rancia y cianuro lucía brilloso al lado del fuego junto con unas galletas espolvoreadas con naftalina rayada.

A llegar al pie de las escaleras Edric la estaba esperando y tenía en sus manos un par de tazas de chocolate caliente.

— ¿Nos sentamos un rato antes de dormir? —sugirió.

— En vista de que eres el único con acceso a la cocina sin que tu vida corra peligro, porque aparentemente mi abuela tiene debilidad por ti, te concederé este momento.

Ambos se acomodaron en uno de los sillones y Edric palmeó su pierna divertido guiñándole el ojo a Wednesday.

— ¿No quieres estar más cómoda?

— No tienes a tu suerte, puedo diluir la naftalina restante en tu bebida.

Dicho eso solo se sentó a su lado, Edric tomó un poco de chocolate y miró a uno de las ventanas, los copos de nieve caían con cierta delicadeza, había planeado ese momento pero incluso así no sabía como usar correctamente las palabras.

— Wends, hay algo que quiero comentarte.

— ¿Es por Lilith?

— Espera ¿ya lo sabes?

— A Constantine aún le falta entrenamiento para resistir declarar bajo tortura, así que si, se lo de Lilith. Fue ella la que te lo contó a ti, debo suponer.

— Si... no estaba segura de como reaccionarías tú y yo honestamente no sé que tan grave es lo que vaya a pasar.

— Hizo un pacto con la hija de un demonio ¿qué tan grave crees que sea eso?

— Suena a muy grave.

— No debí cercenar de ese modo su cercanía con la hija de Glicker, creo que en el fondo intenté optar por la mejor alternativa y terminé convirtiéndome en una versión más retorcida que la de mis propios padres.

Wednesday dejó caer la cabeza un poco hacia atrás.

— No, no, no digas eso. Eres... bueno, eres bastante insistente cuando necesitas que las cosas se hagan a tu modo pero es porque ahora tenemo a alguien más a quien cuidar.

— No quiero que Lilith me odie, su mirada es... soy yo en ese momento en el que creíia que siempre iba a caminar por terreno seguro y en fondo las cosas chocaban contra mi burlándose de mi capacidad de no entender entre líneas la situación.

— Escucha —Edric tomó las tazas y las dejó a un costado para poder tomar a Wednesday de las manos— averiguaremos en que clase de embrollo brujeril está metida nuestra hija y... luego la podremos castigar, pero primero tenemos que asegurarnos que estará bien.

— La edad te ha vuelto más sabio —Wednesday acotó— mañana hablaremos con ella.

— Además ¿tu abuela puede ayudarnos no? Es una bruja bastante buena.

— Te engríe demasiado, cualquiera diría que nunca tuvo nietos hasta que te conoció.

— No se puede evitar, una vez que me conoces, me amas ¿no lo crees?

Las campanas del gran reloj del salón sonaron y la casa entera se llenó del ding dong que marcaba las doce, Edric tomó el rostro de Wednesday con cariño y sonrió.

— Feliz navidad, Wednesday.

— Aterradora navidad, Edric.

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