Chapter 11
La tarde de ayer había parecido un sueño, aún no lo podía creer. Se levantó cuando sonó la alarma y lo primero que hizo fue mandarle un mensaje a Megumi, que seguramente estaría dormido, es decir, quien se despierta un domingo a las 7:15 de la mañana? Pues Yuuji para salir a correr con más energía que nunca, esprinteando por las calles respirando el frío aire de la mañana. La cita de ayer había ido mucho mejor de lo que se esperaba, incluso compartieron otro beso antes de irse a sus casas. No podía parar de pensar en besar a Megumi, una y otra vez se repetía esa idea en la cabeza, aún no había tenido suficiente es más, acababa de empezar. Quería todo con él, quería estar con él ahora mismo, abrazarlo, besarlo, acariciar su pelo, oler su fresco aroma cítrico, todo, quería todo lo que tenía que ver con él.
Cuando terminó volvió a casa trotando, cada dos por tres miraba el móvil para ver si Megumi ya se había despertado y respondido a los mensajes pero aún era demasiado temprano. Al llegar lo primero que hizo fue darse una buena ducha y prepararse un desayuno comiéndolo en el salón echándole un ojo a la ventana en todo momento hasta que lo vio, entrar a la cocina tan tranquilo como siempre a prepararse su café.
-Buenos días, precioso!-se asomó a la ventana tan pronto lo vio.
-Que?-Megumi ya estaba más que acostumbrado a que le gritase los buenos días cada mañana pero a que lo llamase así?
-Dije:buenos días p-
-Sisisis ya te oí- agitó la mano en el aire intentando fingir que no estaba sonrojado.-Buenos días a ti también.
-Quieres comer conmigo hoy? Creo que voy a hacer hamburguesas.
Lo pensó un momento, claro que iba a aceptar, además Yuuji cocina increíble pero el día anterior fue él quien preparó todo y organizó cada cosa al milímetro para él. Se sentía un poco mal si lo dejaba hacer todo de nuevo.
-No, ven tú y cocino yo.
-Voy ahora y también desayunamos juntos?
Megumi sonrió negando.
-Como quieras.
Se volvió a meter en la cocina terminando de prepararse el café, esperando al timbre del portal que cuando sonó fue a abrirlo esperando de nuevo en la puerta a que Yuuji saliese del ascensor.
-Ya estoy!-canturreó saliendo del ascensor con su cuenco de desayuno en las manos.
Entraron a su casa y se sentaron en la cocina a desayunar.
-Estás muy guapo esta mañana-le sonrió como un tonto jugando con la cuchara en su desayuno.
-Que te pasa hoy?-bebió del café aguantando un poco la risa.
-Que me gustas y te gusto.
-Que tonto.-apartó la mirada sintiendo como se sonrojaba. De verdad él tampoco podía creerse lo que había pasado ayer, verse con Yuuji en un ambiente romántico aposta no era algo con lo que contaba pero tampoco le desagradaba, para nada. Es más lleva desde que se despertó pensando en que quería besarlo de nuevo. No había otra cosa pasando por su mente.
-Que te apetece comer?-preguntó desviando el tema.-tenía pensado hacer oyakodon.
-Perfecto, me encanta.
Megumi tenía la sensación de que dijese lo que dijese esa iba a ser la respuesta.
Se levantó y abrió la nevera, tenía suficiente para uno, para dos se quedaba muy escaso además de que Yuuji comía mucho.
-Voy a comprar que no da para los dos.
-Voy contigo!-se levantó rápido de la mesa recogiendo los cuencos y poniéndolos en el fregadero.
-Espera aquí, voy a vestirme.
Se fue a la habitación dejando a Yuuji esperando, parecía un perrito siguiéndolo a todos lados y poniéndose contento cada vez que le daba un poco de atención. Siendo sincero siempre sintió la resemblanza que compartía con el animal sobretodo en actitud y le parecía muy tierno, lo hacía sentir muy querido.
Cuando terminó de vestirse salieron juntos a comprar. Ninguno pudo evitar pensar que parecían una parejita que acababan de mudarse juntos y esa idea era bastante emocionante aunque a uno le costase más admitirlo que al otro.
Llegaron a casa y Megumi empezó a cocinar bajo la atenta mirada de Yuuji que lo seguía disimuladamente por la cocina.
-Te ayudo en algo?
-No, estoy bien gracias
-Seguro, no quieres que corte algo o así?
-Yuuji-se giró para mirarlo con el ceño fruncido-me estás poniendo nervioso, deja que lo haga yo por favor
Asintió sentándose en la mesa mirando como preparaba todo. Megumi parecía un gato erizado la mayor parte del tiempo. Era elegante y grácil pero a la vez arisco y se sentía muy orgulloso consigo mismo por lograr que salga a flote la dulzura y el cariño que tan escondidos lleva en su interior.
Un rato después el olor de la sabrosa comida inundaba la habitación y sentía las tripas rugir.
-Espero que te guste, no creo que cocine tan bien como tú pero algo es algo.
Puso los dos cuencos con una ración abundante en la mesa y se sentó a su lado.
-Tiene muy buena pinta gracias.
Comieron en una agradable charla como siempre. Cuando terminaron se ofreció a lavar los platos y aunque Megumi se negase terminó haciéndolo.
Se sentaron en el sofá, Yuuji con un brazo en el respaldo por detrás de él, las verdaderas intenciones por supuesto era abrazarlo pero de momento estaba tanteando el terreno.
-Uhg no hay nada en la tele.-Megumi suspiró con el mando en la mano cambiando de canal a cada segundo. En un gesto de aburrimiento se echó hacia atrás contra el respaldo y se acercó un poco a Yuuji casi como dándole a entender que quería acurrucarse un rato con él pero conociéndolo no se lo diría directamente.
Empezó bajando un poco el brazo del respaldo rozando a penas su hombro mirándolo de reojo, parecía estar muy determinado a encontrar algo que ver.
Bajó más el brazo y tragando saliva rodeo sus hombros abrazándolo. Para su sorpresa Megumi correspondió poco a poco recostándose contra él como quien no quiere la cosa. Sonrió contento y lo apretó un poco en el abrazo dándole un beso en la mejilla.
Se sonrojó tocando donde le había besado y lo miró, tonto Yuuji no sabía lo que estaba haciendo.
-Perdona, igual me pasé de confianza.
-No.-Se giró un poco para estar de frente a él y cogió sus mejillas besándolo, quizá un poco brusco.
No podía creérselo, segunda vez que Megumi lo besaba a él primero. Correspondió rodeando su cuerpo con el brazo apretándolo un poco pegándolo a él. Se negaba a que este beso fuese solo un pico de nada y parece que los dos pensaban lo mismo. Seguía siendo un beso dulce pero más serio podría decirse. Estaban envueltos en los labios del otro a penas los separaban un segundo para volver a juntarlos haciendo que ese sonido fuese el único que resonase por sus cabezas. Era lento, tortuosamente lento, cada vez que sus labios se juntaban notaban el corazón a mil.
Yuuji movió su otro brazo rodeando su cintura pegándolo más a su cuerpo, rodeándolo al completo robándole el aliento. ¿Deberia meter lengua? Megumi estaba rodeando su cuello acariciando su pelo, echándose hacia atrás en el sofá poco a poco atrayéndolo a él, iba a meter lengua.
-Joder!-se separaron rápido del susto que les dio su móvil sonando estrepitosamente en la mesa por todo el salón. Se sentaron bien acomodándose y lo cogió viendo que era una videollamada -Es Nobara
Yuují suspiró recostándose contra el respaldo mirando al techo, no podía quitarse de la cabeza como lo estaba abrazando, atrayéndolo a él acostándose en el sofá como si quisiera tenerlo encima y ni siquiera le dio tiempo a besarlo con lengua.
-Holaaaaa!!-se escuchó a través de la pantalla.-Estoy con Maki en la heladería luego vamos a dar un paseo, vienes?
-No lo sé.
-Dile a Yuuji que venga, veo su brazo en el respaldo, hola Yuuji!!!
Se asomó a la pantalla viéndola.
-Hola Nobara
-Bueno que, venís?
Megumi lo miró con unos ojos que decian “quieres ir o quieres liarte conmigo en el sofá?” tragó saliva, no sabía qué hacer, claro que quería, claro que quería acostarlo en el sofá y ahogarlo con besos hasta jadear, pero a la vez sentía que era un poco temprano, además hacía mucho calor y le apetecía dar un paseo.
-Vamos.-asintió.
-Okey vamos ahora.-colgó y se hizo el silencio. No se atrevían a mirarse pero ambos estaban aguantando las risitas tontas. El primero en levantarse fue Yuuji, ofreciéndole su mano y la tomó haciendo lo mismo. Cogió todo lo necesario y salieron de casa, de la mano.
Ya estaban llegando, sabía que si los veían de la mano lo iban a bombardear especialmente hablando de Nobara y Maki y era lo que menos quería en el mundo, sin embargo quería aún menos soltarlo. Vio como sus ojos iban a sus manos unidas y frunció el ceño.
-Hola chicos!-se sentaron y Yuuji puso el brazo en el respaldo de su silla como acostumbraba a hacer últimamente.
-Que hicisteis hoy?-Nobara le dio un codazo disimulado y él solo rodó los ojos, dejando que el otro respondiera como esperaba que hiciese.
-Comimos juntos y luego vimos la tele.
-Ah que bien!-Nobara no dejaba de lanzarle miradas presionadoras y suspiró, sabía que Nobara no pararía hasta que se lo contase y para él era un dolor de cabeza.
Fue terminar la quedada y que se fuesen en direcciones distintas y el teléfono le estaba explotando en el bolsillo, lo puso en silencio caminando juntos a casa. El cielo ya había bajando bastante tiñendo todo de naranja, el aire olía cálido y una pequeña brisa abanicaba el ambiente. Cuando llegaron por supuesto se pusieron de frente para despedirse. La cara de Megumi estaba completamente iluminada por la luz del atardecer, su piel lucía dorada y sus ojos esmeralda.
-Eres tan bonito.-en un suspiro acaricio su mejilla logrando arrancarle una de esas sonrisas dulces que tanto le gustaban.
-Tu también.
Acarició su mejilla con el pulgar y le dio un tierno beso de despedida.
-Hasta mañana Megumi
-Hasta mañana-antes de separarse mejilla dio un pequeño pico y ambos se fueron a sus casas.
Que buen fin de semana.