Si puedo traerlo a casa

Harry Potter - J. K. Rowling Star Wars Original Trilogy Star Wars Sequel Trilogy Star Wars Prequel Trilogy
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Si puedo traerlo a casa
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Summary
Armitage Hux es Prefecto de Slytherin, Ben Solo es un estudiante de Gryffindor, en teoría no tienen nada en común y son polos opuestos, Hux es un estudiante modelo y Solo, poco aprende en cualquiera de sus clases. Un libro de pociones los une, por lo que la vida en Hogwarts se vuelve un poco más interesante para ambos.PotterWars, PotterLux o como sea que se llame el crossover de Star Wars con Harry Potter donde la pareja principal es el Kylux.
Note
Bienvenidos a mi primer crossover de Star Wars con Harry Potter, si alguna vez han leído mis PotterLock deben saber que soy exageradamente minuciosa a la hora de mezclar los universos, así que encontraran mucha gente conocida de ambos fandoms. Espero sea de su agrado.Gracias a Rosaura y Hanzel por leer mi primeros capítulos y ayudarme como betas, son un amor.Esto, como siempre, va con dedicatoria a la persona que le escribo todo el Kylux, Lily BW.
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Animagus

La Ministra  de Magia Organa, estaba presente en su prueba para poder registrarse como animago, tendría lugar en el ministerio por lo que aparecieron en una chimenea (producto de los polvos flu). No era su manera favorita de transportarse, pero tuvo que ceder en esta ocasión ya que no tuvo tiempo para llegar a Londres antes, la cita que le dieron en el ministerio fue tan sólo al día siguiente de terminar el año escolar.

 Ben lo acompañó, no podía ser de otra manera y al llegar al lugar, pudo notar que su padre estaba presente, tan sólo lo saludó con un movimiento de cabeza, mientras que la Ministra se acercó y los abrazó con efusividad. Hux no estaba nervioso, había estado estudiando esto durante mucho tiempo y la gran Satine Kryze, lo respaldaba. Su maestra llegó unos minutos antes del inicio de la prueba, acompañada de su esposo, la leyenda conocida como Obi-Wan Kenobi.

 Era un mago que había rechazado numerosos ofrecimientos para tener un puesto en el Ministerio así como en alguna escuela de magia, simplemente no lo deseaba, así que se quedaba en su casa, casi en plan de ermitaño, hasta que su esposa volvía.

 La prueba era sencilla, tenía que cambiar a su forma animal enfrente de todos, después de haberlo practicado una y otra vez, no había problema para él, sin embargo, era francamente algo complejo, que le llevaba a pensar y ser consciente de cada una de las partes de su ser y como estas debían modificarse hasta completar la transformación.

 Suspiró, pero por fortuna fue antes de que pidieran que se hiciera silencio en la sala, para Ben era la primera vez que vería algo así, no conocía a otro animago y Hux no le había permitido ver su forma hasta ese día, porque simplemente no se debía transformar sin permiso del Ministerio y sólo se permitía en clase. Era ya un alumno graduado, mayor de edad y con permiso para usar su varita fuera de la escuela, respiró profundo y cerró los ojos por tres segundos antes  de llevar a cabo la transformación.

 Pensó en sus manos volviéndose patas, en sus uñas engrosándose hasta formar garras, en su rostro de hocico alargado en vez boca, en su cabeza con orejas puntiagudas, en una cola al final de su espalda, en su ropa como pelaje cubriendo su piel. El resultado era un zorro de un tamaño ligeramente más grande de lo usual, pero que no se veía extraño, la Profesora Kryze se lo había hecho notar, pero también le dijo que era el reflejo que de hecho Hux, era un muchacho muy alto, más que sus demás compañeros.

 Los presentes aplaudieron y Ben se tapó la boca con la mano en un gesto tan similar al de su prima Rey. El registro se hizo con éxito cuando Hux logró regresar a su forma humana con ropa incluida de un movimiento fluido.

 

 

-¿Se puede aprender en un par de años? -preguntó Ben Solo a la profesora Kryze,  quien  de hecho también era una animaga registrada, tomaba forma de un halcón y de esta forma volaba de regreso a casa cada vez que su esposo parecía haber olvidado las funciones básicas de un ser humano, como comer, en pos de la meditación, la vida serena y relajada. Hux los estaba escuchando, pero no intervino en su conversación

-Se puede, si eres lo suficientemente talentoso -le respondió ella. Lo conocía de mucho tiempo atrás, al ser Kenobi un gran amigo de su abuelo, pero realmente nunca se tomó el tiempo de convivir con Ben Solo. -¿Te interesa porque Hux es ahora un animago registrado?

-Sí -confesó ante la pregunta y se sonrojó un poco porque Hux ahora sabía que se interesaba por él, pero era una conclusión lógica. Satine no creía que Solo fuera el más adecuado para dominar una técnica que necesita concentración extrema, pero no podía más que atender a la solicitud y ayudarlo en lo que fuera posible.

-Me parece que tendremos mucho trabajo por delante, pero te ayudaré.

 

 Fue extraño cuando al iniciar su sexto año, siendo Prefecto de Gryffindor y sin tener a Hux a su lado, tuvo que acoplarse a la vida normal, que no podía ser la misma que la de antes de iniciar su relación con el de Slytherin. Se sentía raro no tener a Hux como Premio Anual, hasta extrañaba  a la pesada de Connix y eso ya era bastante raro. Se bajó del tren y como no era Prefecto de quinto año, no tenía que andar ayudando estudiantes, lo cual le agradó bastante, miró como Benoit Weasley, alumno ahora de segundo año, Thannison de tercero y Mitaka, Prefecto de sexto, lo comenzaron a seguir. Se detuvo en seco para enfrentarlos, parecían sorprendidos del súbito movimiento.

-¿Qué? -les preguntó y ellos no respondieron nada, de repente pensó que era la costumbre, de siempre andar detrás de él, ahora que Hux ni Phasma estaban, tal vez... -Se dan cuenta de que soy de Gryffindor, ¿verdad?

-Pues sólo por los colores, pero en el fondo… -comenzó a decir Benoit aunque se detuvo un poco cohibido al ser el menor y haber hablado sin permiso.

-En el fondo eres tan Slytherin como nosotros. -Terminó Mitaka y si Ben  fuera muy sincero, confesaría que sintió muy ciertas sus palabras.

 

 Unamo era ahora la Slytherin que logró tener el Premio Anual, era una chica que seguía al pie de la letra el ejemplo de Hux, mantenía el orden en la Casa, los hacían estudiar a todos, no permitía bromas ni que se rompieran las reglas, justo como su novio siempre había exigido. Pero las reuniones con ella le eran demasiado aburridas y le daba por distraerse o ponerse a leer los pergaminos de las cartas de Hux, las cuales siempre le parecían una maravilla. Al terminar, se tenía que dirigir a la oficina de la profesora Kryze, para clases extra de transformaciones, había estado avanzando de manera regular y ella se veía complacida.

 Al principio le costó más que nada porque Kryze le dijo que al hablar el tema de sus clases extra con su esposo, Kenobi le comentó que no estaba seguro de que fuera una buena idea. El viejo mago siempre había sido refunfuñón, pero parecía apreciarlo, por eso se sintió un poco triste por el comentario. La profesora le dijo que levantara la cara y que se parara muy derecho, porque lo último que quería era un alumno al que le afectaran los pensamientos de otros.

-Tú quieres lograrlo, por ti, por tu novio o lo que sea, si es así, el único que será un obstáculo para que lo logres eres tú mismo, que te importe muy poco si otros piensan en contra de lo que tú quieres -le dio un golpe en la espalda al ver que no se paraba lo suficientemente derecho, cuando lo hizo, la profesora dejó salir un sonido de sorpresa de su boca.- Eres muy alto, tu abuelo no lo es tanto y mucho menos tu padre.

-No me parezco mucho a ellos -dijo Ben, palabras que hicieron sonreír a la profesora.

 En su recorrido al aula de Transformación no se cruzó más que con Benoit Weasley, quien le venía a reportar que los alumnos de primero año estaba considerando salir en un recorrido no autorizado por el bosque prohibido, le informó además que esto era un reto, que los Gryffindor habían estado insinuando que no era lo suficientemente valientes para hacer algo así. Ben puso los ojos en blanco y cuando iba a responderle sobre las ideas de sus compañeros de casa, sucedió.

 Sintió que el mundo se volvía negro y que estaba suspendido en el aire, que el calor había abandonado el mundo y el silencio lo envolvía. En ese estado, escuchó una voz. La voz no lo llamaba por su nombre, le decía de una manera diferente, la voz le decía que no había nadie como en él, que su poder era mayor que el de cualquiera y que si él iba a su lado, le daría todo lo que siempre soñó.

Lo que siempre soñó.

 Cuando era pequeño quería que su madre estuviera más presente, que no tuviera que ir siempre al Ministerio y que su padre no pasara tanto tiempo entre muggles, que hubiera alguien a su lado, alguno de ellos dos. Cuando creció y entró a Hogwarts quería que todos se tiraran a un pozo hasta  que conoció a Poe, entonces le pareció que el mundo no era tan negro mientras estuviera con él, por esa razón creyó que se derrumbaría cuando dejaron de ser novios. Entonces Hux le ayudó, vio algo bueno en él, lo dejó entrar a su mundo, le enseñó las cosas que se pueden lograr si se pone empeño y le dijo que lo amaba con todo su corazón.

 Lo que siempre soñó fue reemplazado por el nuevo sueño al lado de Hux, una vida juntos, rodeados de pociones, viajando por el mundo. No dejaba de pensar en eso. ¿Por qué necesitaría que alguien más le diera eso? Eso se lo podía dar su novio. La voz entonces le dijo que no era cierto, que Hux no podría darle nada, que terminaría haciendo caso de su padre, que este lo alejaría de Ben, que de nuevo se quedaría solo.

 Pero había otra opción. Sí iba a su lado, si lo ayudaba, si le dejaba mostrarle otro lado de la magia que hasta ahora no conocía, se volvería tan prominente, tan poderoso, que el mundo estaría a sus pies y Hux lo miraría con orgullo. No habría nada ni nadie que pudiera separarlos.

 Despertó y se encontró en la enfermería, había solo una pequeña luz a su lado, era de noche. ¿Qué había sido aquello?

 Su séptimo año en Hogwarts significó que fuera el Premio Anual, cosa que nadie creyó que lograría al inicio de sus estudios; otro primo de Hux, Sebastian Weasley entró en Slytherin y la casa seguía ganando todo lo que se pudiera, desde la copa de las Casas hasta la de Quidditch y la perfecta armonía que reinaba entre ellos era difícil de romper. No había casa más unida que Slytherin y él se sentía un miembro más de ellos. En ese año también logró dominar la transformación y la profesora Kryze no se sorprendió que lograra cambiar en un lobo negro de gran tamaño, le dijo mientras le guiñaba un ojo, que así podría salir a correr con Hux en forma de zorro.

 La voz seguía ahí, las promesas no se esfumaban, le juraba tantas cosas que él no añoraba que conforme las escuchaba, anidaban en su corazón. Pensaba en su novio y un mundo donde ellos reinaran, donde nadie jamás osará contradecirlos, donde fueran tan felices.

 El final del año escolar llegó más rápido de lo que recordaba y estaba ansioso por ir de nuevo a la casa de Fleur y Bill y pasar todos los días y todas las horas con Hux. Subió último al tren, después de asegurarse de que todos los niños estaban arriba, Rey, quien ya era Prefecta junto con Finn, lo miraron con una sonrisa en el rostro.

-¿Hoy mismo es tu cita en el Ministerio? -le preguntó su prima y había emoción en su voz, estaba feliz de que su primo lograra algo como pocos, convertirse en animago.

-Sí, Armitage estará en la estación, iremos juntos. -Respondió. Rey se movía como nerviosa y él creyó entender que la chica deseaba hacer alguna pregunta. -¿Quieres venir? -Miró a Finn al decir esto, el chico era el mejor amigo de su prima, pero nunca terminaron por llevarse bien. – Ambos, pueden venir si gustan.

-¡Claro que sí! No te quería decir nada, pero irá mi padre y Wedge y tu padre y… -se quedó callada al decir esto y se puso las manos en la boca como queriendo contenerse.

-¿Quién más irá, Rey? -Ben se sentía algo desesperado, pero estaría Hux, así que no podía ser malo nada de lo demás.

-Abuelo y abuela -susurró y Ben casi se va de espaldas, se iba a poner tan nervioso de verlos.

 

 

 Cuando se detuvo el tren en el andén 9 ¾ y bajó la oleada de niños de todas edades, agradeció su estatura que le permitía ver sobre las cabezas de casi todos, esperaba ver a otro muchacho igual de alto, esperaba rodearlo con sus brazos y recordar su calor, su tacto. Phasma estaba a su lado, ella seguía siendo su gran amiga, inseparable en ciertos momentos. Para su tristeza, vio primero a Rey y a Finn, ellos fueron a su lado y lo saludaron, parecían felices. Era normal que Ben no saliera pronto, era Premio Anual, debía asegurarse de que el tren estaba en buenas condiciones y que ningún alumno permaneciera en él, así que se armó de paciencia para esperar por él.

 Esta paciencia fue probada cuando llegaron, además de Rey y Finn, otras tantas personas, como el padre de Ben. Han Solo siempre lo miraba como si estuviera muy molesto con él, le daba la mano y la apretaba hasta que doliera, le hacía cuestionamientos y se burlaba de forma poco educada, pero era su forma de ser y no diría nada en su contra. Después bajó el padre de Rey, Luke y Han comenzaron a charlar muy animadamente hasta que apareció el otro padre de Rey, Wedge Antilles, eso convirtió a Luke en otra persona, Hux siempre se sorprendía de eso, como Luke se volvía cariñoso y amable, cero humor caustico. El colmo fue cuando aparecieron el abuelo y la abuela de Ben. Casi se va de espaldas al ver a Anakin Skywalker y Padme Amidala, ambos eran ya un par de ancianos, él uno de los magos más conocidos del mundo y ella, una muggle que había sido de la realeza de algún país que justo ahora Hux no podía nombrar. Tan  grande fue su impresión al verlos.

-Es el novio de Ben  -le dijo Han Solo a Anakin y Padmé, ella sonrió bastante feliz mientras que Anakin parecía estarlo evaluando a fondo nada más con esa mirada.

-Mucho gusto -consiguió decir antes de que la Profesora Kryze los interrumpiera,  puso una mano en el hombre de Hux y le preguntó por el Ministerio, un par de cosas que le interesaban sobre regulaciones nuevas con los animagos. Iba a empezar a responder cuando se dio cuenta de que el tren estaba vacío, habían cerrado las puertas. Se movió para adelantarse sobre el andén, ¿dónde diablos estaba Ben? Se encontró a con Tallisan Lintra, una chica rubia con la que jamás cruzó palabra antes, era de Ravenclaw y fue la heredera de Kaydel Ko Connix como Prefecta y Premio Anual.

-Lintra -le dijo ahora sin preocuparse por cómo sonaba su voz o si era educado, la chica se detuvo y le sonrió pese a eso. -¿Has visto a Ben?

-No desde que terminamos la reunión de Prefectos -le dijo y era lo normal, ambos tenían funciones y una vez terminada la reunión no tendrían por qué estar juntos. Lintra miró a los demás en el andén y pareció sorprendida al ver a los abuelos de Ben.- No hay nadie más en el tren, lo revisé, pensé que Ben había estado tan emocionado por volverte a ver que había olvidado su última responsabilidad, para serte sincera, sólo hablaba de eso, de reencontrarse contigo.

Hux ya no la escuchaba, el andén se quedaba solo y Ben no estaba en el tren, cuando esta certeza fue aceptada por todos comenzaron a buscarlo, rastrearlo, tratar de contactarlo. Pero fue imposible, parecía haber desaparecido de la faz de la Tierra.

 

 

Querida abuela y querido abuelo.

Querida mamá:

 

                Saben que no hay nadie en este mundo a quien quiera más que a ustedes, sólo Ben los supera y esta es la razón por la cual haré esto. Porque sí, amada familia, no hay nada que no haría por Ben Solo.

                Lo que sea que escuchen, lo que sean que les digan, lo que sea que se publique, les pido de favor que no lo crean, aunque haya pruebas, aunque juren que es cierto, aunque sea cierto. Lo que voy a hacer lo hago porque lo amo y porque no tolero la existencia si él no está a mi lado.

                Lo encontré, después de casi dos años, por fin lo encontré. No puedo decir más, no debería estar escribiendo esta carta, pero a ustedes también los amo y no puedo dejar que crean lo que seguramente ya han empezado a escuchar.

                Ustedes me enseñaron que a la familia no se le olvida, no se le abandona y Ben es mi familia, lo ha sido desde ese verano en casa de abuela y abuelo, desde que me di cuenta de que podía enamorarme de él.

                Y esto lo haré por amor, perdón por romperles el corazón por esa razón.

 

Armitage Hux.

 

 Fleur había leído la carta unas cien veces, después de hacerlo, la doblaba con cuidado y la guardaba entre sus ropas. Había un ejemplar de El Profeta en la mesa de la cocina, estaba tomando valor para leerlo. La primera plana tenía una horrible fotografía de un mago enjuto y calvo, había estado en Azkaban, pero después de alguna manera se ganó el perdón del Ministerio y salió bien librado tras la caída de Voldemort. Había desaparecido durante años y hace poco más de seis meses apareció liderando un ejército de magos que recordaban a los Mortifagos, que proclamaban la superioridad de los magos oscuros y habían declarado una guerra abierta contra el Ministerio de Magia. Su nombre era Snoke y se sabía muy poco de él antes de la etapa de Palpatine y Voldemort.

 Tras él, estaba una figura encapuchada, no se veía su rostro, pero el rumor decía que era el mismísimo Ben Solo, quien había desaparecido en el tren de Hogwarts sin dejar rastro. Al otro lado de Ben Solo estaba parado su Armitage, tenía una expresión terrible en el rostro, ella la identificaba como pena y dolor, pero muchos dirían que era ambición.

 Fleur se puso a llorar de nuevo, se decían cosas horribles de ellos y eso la lastimaba como pocas cosas podían lastimarla. Bill llegó a abrazarla, pero no había consuelo, no hasta que su Armitage regresara a casa. Sabía que si no lograba regresar con Ben no regresaría, la carta lo decía muy claro, no lo iba a abandonar.

 Eran esas pocas palabras de Armitage lo que la mantenían en pie, porque no podía defraudarlo, no si había pedido que creyeran en él y no en lo que se decía de él, eso haría, cada día hasta volverlo a ver creería que esto lo estaba haciendo por amor a Ben Solo.

 

Cada palabra terrible que digan de mí, cada acto horrendo que cometa, lo pagaré con gusto si puedo salvarlo a él, si puedo traerlo a casa.

 

FIN de la primera parte.

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