
Chapter 12
Sabía que necesitaba que Rhaenys llegara lo más rápido posible, pero creía que podría haber tardado unos minutos más, su esposo estaba apunto de besarla cuando escucharon el rugido de Meleys avisando de su llegada. Aunque realmente era lo último que quería hacer se separó de Daemon muy lentamente y le dijo.
— Deberíamos esperar a nuestra prima en el salón del trono mi amor— dijo con voz firme pero tenía un dejo de resignación.
La cara de Daemon mostraba su enojo y frustración con la situación y sus ojos mostraban el deseo que sentía por quedarse en la habitación con su esposa e ignorar la llegada de Rhaenys.
— Si no supiera que es imposible que sepa lo que estábamos haciendo, diría que eligió a propósito llegar en este momento solo para molestarme— dijo enojado pero con un poco de diversión en su voz.
Ella sabía que él se arrepentía de haberse distanciado tanto de Rhaenys pero en ese momento lo hizo para tratar de ganarse el favor de su padre y ni siquiera la lealtad indudable que mostraba lo consiguió. Él actuaba de manera impulsiva motivado por la frustración que sentía y el dolor lo hacía actuar de manera más agresiva de lo normal para él.
— Aunque a mi también me encantaría seguir en lo que estábamos, necesito que nos reunamos con Rhaenys. Tenemos que hablar sobre los planes que tengo en mente y necesito que me digan que opinan sobre ellos— dijo Rhaenyra
— Lo sé, tenemos que arreglar los problemas que tenemos con mi prima para poder trabajar juntos contra nuestros enemigos ya que de nosotros depende que todo salga a cómo debe ser.
— Ella nos será de ayuda con Corlys, no estará contento cuando anunciemos nuestro compromiso, querrá que me case con Laenor y si no lo hago se sentirá despreciado tal y como sucedió cuando mi padre no eligió a Laena.
— Sabes que Rhaenys ya no está ciega a la ambición de Corlys y ahora sabe lo que le sucedera a sus hijos si ella permite que él los utilice para alcanzar el estatus que siempre quiso tener. Rhaenys siempre lo supo, pero si había algo que ella tenía en común con Viserys era que trataba de negar la verdad de los hechos que la rodeaban y quería mantener la idea de que todo estaba bien y que no existía ningún conflicto— dijo Daemon con mortal sinceridad
— Nunca ví ese razgo que tenian en común pero tienes razón, mi padre siempre fingió que todo estaba bien entre Alicent y yo, creyó que nuestra amistad seguiría como antes y nunca la castigo por los desplantes que me hacía a mi o a los niños para no romper la paz que él creía que existía entre su familia. Y Rhaenys le perdono muchas faltas a Corlys para no ver la verdad de su relación y de como eso afectaba a sus hijos—. Rhaenyra quería estar furiosa por esto, pero sería hipócrita de su parte ya que ella también fue una ingenua, siempre tratando de creer lo mejor de Alicent y pensar que ella nunca se pondría en contra de ella, pensar que el reino aceptaría a una mujer como reina y sobretodo pensar que aceptarían que su heredero fuera un bastardo. Ella odiaba que llamarán a sus hijos de ese modo, pero aunque le dolía eso era lo que ellos eran y tal vez si ella hubiera sido un hombre no sería tan malo ya que los hombres siempre tenían hijos bastardos y si no había uno legítimo se legitimaba a un bastardo y se convertía en el heredero.
— Vamos mi amor, luego seguiremos hablando sobre esto, ahora tenemos que reunirnos con Rhaenys — Daemon tomo su mano y la guío hasta la puerta, luego de salir de los aposentos se vieron obligados a mantener su distancia ya que aunque ellos ya estaban casados para toda la eternidad, en esta vida nadie lo sabia y debían evitar cualquier escándalo que ensuciara la imagen de la primer reina de los siete reinos.
Fueron escoltados por la guardia real hasta el trono, Rhenyra se sentó en el y Daemon se posicionó a un costado del trono y un escalón por debajo. Unos momentos después Rhaenys fue anunciada.
Rhaenys
La última vez que estuvo en desembarco del rey la situación fue muy distinta a esta, ella estaba encerrada y cuando logro escapar pudo haber terminado con todo en ese mismo momento y no haberlo hecho fue algo de lo que se arrepintió profundamente, sobretodo después de enterarse del asesinato de Lucerys, si bien no podía decir que era la mejor abuela que el chico podría tener, su muerte le dolió muchísimo, después de todo era tan solo un niño, uno muy dulce y bueno. Él era la persona más bondadosa y cariñosa que conoció y cuando murió ella se arrepintió de no haberlo atesorado como se merecía. Aunque realmente no era su nieto, su hijo lo amaba como propio y ella le dió la espalda por su despecho.
Se dirigio hacia la fortaleza y cuando entró fue recibida por un soldado que le dijo que la reina y el principe la esperaban en el salón del trono. Al entrar fue recibida por una imagen que demostraba un gran poder, Rhaenyra sentada en el trono y Daemon a un costado con una mano en el pomo de Dark Sister, juntos, eran la imagen misma de la grandeza y el poder.
— Princesa Rhaenys, gracias por atender prontamente mi llamado y por su rápida llegada a la capital— dijo la reina
— No hay nada por lo que agradecer, estoy a sus ordenes— dijo humildemente
— Te llamé a la capital por qué hay asuntos de los que tenemos que hablar, sugeriría que vayamos a mi solar así podremos hablar más cómodamente— dijo Rhaenyra
— Si, hay cosas de las que hablar, estoy de acuerdo vayamos a su solar.—
Rhaenyra se levantó y comenzó a descender los escalones seguida por Daemon, los capas blanca siguieron a Rhaenyra como si fueran su sombra. Cuando Rhaenyra paso a su lado ella se unió al séquito y avanzaron por la fortaleza para llegar al solar de la reina.
Rhaenyra
El momento de la verdad había llegado, ahora debía contarle a ambos lo que había hecho, esperaba que comprendieran sus motivos. Tal vez no debió actuar sin antes hablar con ellos, pero sintió que era la única forma y realmente esperaba que ellos pensaran lo mismo.
— Se preguntarán que es lo que le sucedió a mi padre y se que ya sospechan que es lo que pudo haber pasado para cambiar tan drásticamente la forma y el momento en el que él murió. Si bien en este momento ya tenía la enfermedad que lo mató en la vida anterior todavía no estaba lo suficientemente avanzada como para que lo matará. Cuando desperté y descubrí en qué momento me encontraba tuve que pensar rápidamente en un plan a llevar a cabo, el primero que se me ocurrió fue revelarle la verdad, pero incluso antes de que ese plan se terminará de formar en mi cabeza supe que no funcionaria. Él nunca hubiera creído que Otto estaba planeando esto, y en caso de que si lo hiciera, sabía que nunca nos hubiera permitido que obtenga el castigo que se merecía y quedaría impune. No lo podía permitir luego de todo lo que hizo, así que el segundo plan se convirtió en el único que era factible, él tenía que morir. Así que conseguí el veneno que el maestre le estaba administrando y el cual le causaba la enfermedad que comenzó a manifestarse, se la administraban diluida y estaba impregnada en las espadas del trono. Esto causaba que cada vez que se cortará con alguna de las espadas un poco del veneno entrara a su cuerpo, se lo administre puro y esto lo mató casi al instante, primero actúa paralizando el cuerpo y luego hace que el corazón se detenga completamente. Tío se que esto tal vez te haga odiarme por qué se que a pesar de todo era tu hermano y lo amabas, aunque me duela lo entenderé pero te pido, les pido a ambos, que me ayuden en esta tarea que tenemos. De nosotros depende el futuro de toda la humanidad y no podemos darnos el lujo de fallar otra vez por no querer trabajar juntos— termino de decir con voz un poco rota por el hecho de imaginar que Daemon tal vez la odiaria, pero su vos también tenía firmeza, debían salvar su linaje a cualquier costo y si el costo que ella debería pagar era soportar el desprecio de Daemon lo haría.
Daemon y Rhaenys estaban en silencio, ambos sospechaban que algo así fue lo que ocurrió pero escucharlo era sorpresivo, viendo en restrocpectiva todo lo que Viserys le hizo a Rhaenyra no era realmente sorprendente. Él decía amar a Rhaenyra y si bien era cierto que la amo mucho más qué a sus demás hijos a los cuales apenas y notaba, sus actos no demostraban el amor que decía tenerle.
Primero ignorarla y compartiendo tiempo con ella en raras ocasiones y a la vez quitándole a su madre ya que no podía pasar tanto tiempo con ella debido a los númerosos embarazos por los que pasaba y al final matarla en su afán por tener un heredero. Luego casándose con su única amiga y así aislandola del resto del reino, permitir que su esposa la despreciará y le recortará su asignación, impidiéndole así conseguir más damas y sirvientas. Socavando su afirmación al casarla con Laenor y luego al permitir que los susurros sobre sus nietos continúen y así había incontables actos que pavimentaron la caída de Rhaenyra y sus hijos.
Ellos no quisieron verlo antes pero ahora se daban cuenta finalmente que él prefería a cualquier persona menos a su familia. Solo trataba de ganarlos cuando los necesitaba y luego los volvía a desechar y lo que él pensaba que era la paz en realidad era la calma antes de la tormenta, una tormenta que cuando comenzó destruyó toda su familia y arrasó gran parte del reino.
— No te culpo Rhaenyra, aunque me hubiera gustado que hubiera otra forma de que lo que dices es cierto, mi hermano nunca nos habría creído. Hiciste lo correcto y ahora eso ya no importa, lo importante ahora es saber si el veneno es detectable y deberíamos preocuparnos por lo que encuentre Gerardys— dijo Daemon
— A mi también me encantaría haber encontrado otra manera, pero era demasiado tarde para quitarle la venda de los ojos a mi padre y en cuanto al veneno, no encontrará nada ya que es un veneno poco conocido y es por eso que mellos lo escogió, el maestres encontrará las heridas que mi padre tenía y deducirá que la muerte fue causada por una infección o que la enfermedad que lo afectaba era peor de lo que se pensaba— informo Rhaenyra con seguridad
— Está bien, fue inteligente usar el mismo veneno que ellos utilizaban y ahora debemos hablar sobre lo que pasara con Otto, mellos y Alicent— dijo Rhaenys
Y así se comenzó a trazar el destino de todos los traidores y los que serían sus futuros aliados.