
Chapter 5
Esa misma noche, cuando se mete en la cama, está asustada.
Todo el día ha sido extraño pero mejor que gran parte de su vida. Quiere quedarse. No quiere volver a luchar por unos cuantos billetes mientras piensa en todo lo que había podido tener.
Suspirando, desliza las manos hasta la pequeña mesa junto a la cama, pensándolo bien antes de agarrar el teléfono. Todavía no entiende del todo cómo usarlo, pero la curiosidad puede más que sus dudas. Había visto a Caitlyn enseñarle fotos mientras horneaban, y ahora quiere ver que es lo que puede encontrar en su teléfono.
Pone la huella en el teléfono, sintiéndose nerviosa mientras deja su dedo encima de la aplicación que ha visto usar a Caitlyn. También tiene curiosidad por los mensajes, pero siente que la otra Vi no estaría muy contenta si se pusiera a fisgonear sobre su vida. Lo hará de todos modos si se queda más tiempo, pero por hoy puede ver las fotos.
Cuando se abre la aplicación, aparecen varias carpetas con nombres que no le resultan familiares. Algunas parecen títulos de canciones o pequeñas frases. Parece que es toda una cursi, piensa, mientras se ríe un poco de ello.
Elige el álbum más reciente, y su corazón se para por un momento cuando comienza a ver las fotos. Le da click a la primera, queriendo verla en grande.
La primera foto muestra a Powder riendo junto a Vander en la cocina, con las manos llenas de algo que parece una masa extraña. Vi puede decir que es ella la que está sosteniendo la cámara, y eso hace que su corazón duela por el recuerdo que no tiene. Parecen felices y relajados, disfrutando de un tiempo en familia. Es un momento perfecto... uno que nunca vivió.
Desliza el dedo para ver la siguiente foto, con el corazón encogido. Puede ver a Ekko y Mylo, posando con orgullo frente a un mural que le recuerda demasiado a los que pintó en la guarida de los Firelights, pero que a la vez no tiene nada que ver. Es más brillante, más llena de alegría y no del dolor por los caídos. Están todos en el mural, su versión mayor, con coronas en la cabeza. La realeza de Zaun, había dicho Mylo, y parecía que se lo tomaban muy en serio. Cuando se fija más, puede ver que Caitlyn también está en ese mural, y decide pasar la todo antes de pensar demasiado en ello.
La siguiente foto son Claggor y Mylo, delante de un árbol gigante. No puede evitar reírse cuando se da cuenta de que están los dos llenos de tierra, parecen haber trabajado duro en eso. Es una imagen tierna y divertida, como si hubiera tenido toda la vida para elegir su trabajo y lo disfrutarán. Llegar a ser adultos, ojalá Vi hubiera podido ver como iban creciendo.
Después de eso, hay una serie de fotos que son solo de Powder, donde enseña diferentes dispositivos que parecen haber sido creados por ella, con esos pequeños dibujos de monos en todos lados. No puede evitar sonreír cuando se fija en la cara de emoción de Powder en las fotos, ojalá hubiera podido ver a Jinx de esa forma.
La siguiente foto casi hace que se le salga el corazón. Es ella misma, sosteniendo su teléfono por como puede ver en la foto, con Powder y Ekko a cada lado de ella. Ambos están manchados con lo que parece pastel, y se ven... Felices. Muy felices. Vi ni siquiera recuerda haberse visto nunca tan feliz como se ve en esa foto. No puede reconocer su propio rostro así, feliz y libre de cicatrices.
Con un suspiro, cierra la aplicación deslizando hacia arriba, no quiere ver más. Es más de lo que puede soportar.
Antes de que pueda dejarlo en la mesa de nuevo, su teléfono suena y aparece una barra arriba, indicando que tiene un nuevo mensaje de Caitlyn.
Cait <3: "Tengo un espacio libre para ir mañana al bar por la noche en tu turno. Te veías rara hoy."
Vi se queda mirando el mensaje. El corazón le late más rápido al leerlo, hasta enviarse mensajes con Caitlyn hace que se ponga nerviosa, incluso si no es su Caitlyn. Tarda varios segundos más de lo que se supone que debería en responder, maldiciendo lo incómodas que son las pequeñas teclas.
Vi: "Genial."
Cait <3: "Pensé que dirías algo más, tardaste mucho escribiendo. ¿Voy a interrumpir algo?"
Vi mira con curiosidad el teléfono, pensando en los comentarios similares que ha hecho Caitlyn cuando estaba en su casa. ¿Esta Vi tiene una novia secreta o algo así? No es posible, no dejaría de hablar de ello si fuera así, todos lo sabrían.
Vi: "No. Todo ok."
Cait <3: "Vale, si tú lo dices. Nos vemos mañana <3."
Vi: "Hasta mañana."
Casi quiere poner un corazón como ella, pero no encuentra los botones y se rinde pronto. Da igual, no cambiará nada si tarda un poco más en escribir o pone menos cosas. La conversación la deja con una sensación cálida en el pecho. Se siente increíble tener a tanta gente durante el día que se preocupa por ella y que quiere seguir haciendo cosas con ella.
Mira en los mensajes, notando de nuevo a Miss Fortune, o Sarah como la había llamado Caitlyn. Entra en los mensajes con ella, pero no parece que sean nada serio, algunos mensajes de ubicaciones o poco más.
Tal vez en está dimensión no está enamorada de Caitlyn. No entiende cómo.
Después de eso, finalmente deja el teléfono en la mesa. Su corazón sigue doliendo, y tiene miedo de dormirse. Puede que mañana ya no se despierte aquí, puede que todo esto solo haya sido una bonita alucinación y tenga que volver a su realidad donde no hace nada bien de golpe.
Sacude la cabeza, no puede dejar que el miedo la frene. Siempre ha sido más fuerte porque el miedo hace que tire hacia delante.
No siente que vaya a dormirse pronto, por lo que piensa un poco más en las cosas que ha vivido hoy. Se distrae pensando en todas las cosas que quiere hacer con su familia aquí, con las cosas que quiere decirles. Pero no puede hacerlo, nadie aquí sabría de qué demonios está hablando.
Cierra sus ojos y espera dormirse, con el corazón encogido. Su último pensamiento es que no ha visto fotos de Caitlyn en esa carpeta, se pregunta si tiene una especial solo para ella. Debería comprobarlo si aún se queda ahí más tiempo.
— —
Cuándo abre los ojos al día siguiente, tiene que parpadear un par de veces para darse cuenta de que sigue ahí, puede ver las paredes y los pósters. Sigue en ese mundo que parece ser perfecto.
Siente que tiene un peso menos en los hombros, cuando decide empezar el día con otro enfoque. No le interesa demasiado saber el motivo por el cual está ahí, aunque sabe que seguramente es algo del destino y tiene que hacer algo y bla bla bla.
—¡Vi, necesito tu ayuda con esto! —escucha decir a Powder, mientras su puerta se abre de un tirón.
Se levanta poco a poco, casi cayendo cuando su hermana se tira de golpe a la cama.
—¿Qué necesitas? —dice, aún medio dormida.
—¿Debería hacer una máquina de cerveza automática o unas luces de neón para el bar? Vander se está quejando mucho de esas cosas, y necesito algo que hacer mientras ayudo a Ekko —dice Powder, mirando a Vi como si fuera una elección muy seria—. La última vez que estuve trabajando con él, ¡me dejó mirando todo el tiempo! Y ni siquiera me dejó hacer otras cosas con sus cacharros, dice que siempre explotan por mi culpa... Es tan aburrido.
—Oh, um —murmura Vi, pensando en ello—. ¿Tal vez la máquina de cerveza?
—Sí, sabía que eso es más útil —responde Powder, rápidamente parece perderse en sus pensamientos por un momento, antes de parar en seco y mirar a Vi con una mirada curiosa—. ¿Qué tal ayer con Cait?
—¿Bien? —dice Vi, sonando más como una pregunta.
No tiene ni idea de a qué viene esta pregunta. Ha supuesto que pasan mucho tiempo juntas, por lo que no debería de haber ninguna diferencia a como son normalmente.
—Deberías decírselo y acabar de una vez. Su novia ni siquiera es tan importante, hace semanas que no la trae...
—Ha roto con ella —murmura Vi, suponiendo que se refiere a esa que le mencionó Caitlyn.
—¡Lo sabía! Las oí discutir la última vez por tu culpa —se burla Powder, pareciendo muy satisfecha por como va todo—. Tengo que decírselo al resto pronto, ¿cómo que Cait no nos ha dicho nada? Será mejor que no le haya hecho nada esa pelirroja tonta.
—Yo... no sé —dice, sin saber.
Powder la mira una vez más, casi pareciendo cansada de ella.
—Sólo díselo, Vi. Si me entero que todo el drama de ayer fue con algo relacionado con Cait, acabaré diciéndoselo yo. No va a hacerte llorar de nuevo —dice, sonando muy seria mientras desaparece por la puerta de nuevo.
Vi se queda ahí, sentada en su cama mientras piensa en todo lo que ha dicho Powder. ¿De qué iba todo eso? ¿Qué es lo que tiene que decirle a Caitlyn?
Sacude la cabeza, yendo directamente a cambiarse de ropa. No sabe exactamente qué tiene que hacer hoy, pero supone que, dado que Powder pidió ayer un día libre, tiene que trabajar en el bar.
Por Janna, Vi no tiene ni idea de cómo trabajar en un bar. Ayudó a Vander algunas veces cuando tenía quince años, pero ha pasado muchísimo tiempo de eso y no está segura de recordarlo todo.
Pero no tiene tiempo para preocuparse por ello, cuando el olor de la comida de Vander llega a su habitación. Ni siquiera piensa en ello antes de empezar a cambiar hasta el comedor que usaron el día anterior.
—Justo a tiempo, pequeña —dice Vander, riéndose cuando la ve entrar—. Hice tu comida favorita, te mereces un descanso después de ayer.
Puede notar esa breve mirada preocupada de Vander, y eso hace que Vi se sienta mucho más cálida. Casi cree que puede llorar de nuevo cuando ve la comida en la mesa, hace años que no come eso. Nadie más que Vander lo preparaba, y en la cárcel no es como si pudiera elegir un menú o algo así.
—Gracias —susurra en voz baja, sentándose en el mismo sitio.
Powder no tarda en aparecer, ahora perfectamente peinada y maquillada. Vi no va a decir nada, pero puede ver claramente que todo ese esfuerzo extra se debe a que va a ver a Ekko. Es tonto, pero se alegra de poder conocer tanto a Powder en este mundo. Jinx es... totalmente impredecible.
—Eh, ¿por qué tenemos la comida favorita de Vi? No es su cumpleaños —se queja Powder, pero casi parece más que es solo otro modo de jugar con Vi.
—Tuvimos tu comida favorita hace dos días, Pow —dice Vander, riéndose cuando la mujer resopla.
Vi se alegra de la intervención, no estaba ahí hace dos días como para saber eso.
—Lo que digas —contesta Powder, rodando los ojos—. No estaré hoy por aquí.
—Oh, sí. Se acerca el concurso de Ekko, ¿no? Benzo ha estado hablando de ello —dice Vander, sirviendo la comida en tres platos para ellos.
—Exacto, va a ser genial. Tiene unas ideas locas y nos llevará tiempo, pero puede ser increíble cuando lo acabemos.
—¿Qué están haciendo? Se me olvidó de nuevo —pregunta Vander, y Vi se siente aliviada de nuevo, no sabía cómo preguntarlo sin que fuera raro.
—Iban a ser unas tablas voladoras, pero la densidad del aire aquí abajo ya no es suficiente para soportarla —dice Powder, y se le viene a la mente la imagen mental de esas tablas que usan todos los Firelights—. Entonces estamos probando a hacer una nueva máquina del tiempo o algo así, aún no sabemos las especificaciones, pero Ekko quiere hacer que los árboles puedan crecer más rápido y...
Después de eso, la conversación se vuelve más técnica mientras Vi piensa en su respuesta. Una máquina del tiempo... Tiempo atrás, había pensado que era una locura. Pero viendo que está en un universo totalmente diferente, no hay muchas cosas que puedan ser una locura ahora.
—Cuidado con no hacer explotar nada esta vez —bromea Vander, mirando a Powder con diversión.
—¡Fue un accidente! —se queja Powder, con un lindo puchero—. Ekko no me deja acercarme a cualquier cosa que pueda explotar ahora. Solo fue una vez, por Janna, no fue para tanto.
—Seguro que sólo fue una vez —dice Vander, pero le guiña un ojo a Vi mientras lo dice.
Powder resopla, pero se ríe después de eso. Como si ella misma supiera que había causado muchos más problemas que esos.
Después de eso, Vi come mientras mira de reojo a su familia. Hablan cómodamente, sobre cosas del bar o de Powder. Tienen muchas cosas que decir, a pesar de que se ven todos los días. Es tan pacífico, Vi casi puede olvidarse de todos los problemas que tenía aquí, ya no tiene que preocuparse por ellos.
Pero tiene problemas nuevos, piensa, mientras observa esa máquina de cerveza vieja que no tiene ni idea de como funciona, pero que todos esperan que use con maestría.
Bueno, tendrá que disculparse con su otra yo cuando vuelva y no la dejen acercarse a la barra por su culpa.
— —
Vi está sirviendo unas mesas, ya que el trabajo de la barra no se le dio nada bien, cuando ve a Caitlyn aparecer por la puerta. Se ve relajada y alegre, con un estilo casual. No se acostumbrada a ver a Caitlyn así, pero le gusta mucho. Verla sin tantas preocupaciones y, sobre todo, sin el dolor de perder a su madre.
Cuando sus ojos se encuentran, puede ver como la sonrisa de Caitlyn se hace más amplia, mientras se acerca a ella.
No puede evitar compararlo con su situación en su mundo, donde hay tanto resentimiento y problemas familiares entre ellas que no puede pensar en ningún modo donde pudieran estar simplemente siendo ellas sin preocupaciones en el bar. Así, se recuerda que no es su Caitlyn, pero su corazón reacciona de todos modos.
Caitlyn se sienta en uno de los taburetes de la barra, mientras Vi se acerca a ella con una sonrisa fácil. Todo parece fácil aquí.
—¿Qué tengo que hacer para que me sirvas algo, señorita? —bromea Caitlyn, girando en su silla para quedar frente a Vi.
Vi se ríe, casi parece que Caitlyn está coqueteando con ella, pero quita ese pensamiento rápido de su mente.
—Tendrás que comportarte, cupcake. Siempre puedes pedírselo a otra persona —responde Vi, guiñandole el ojo antes de alejarse para atender a unos clientes que la llaman.
Por Janna, a los pocos pasos se ha dado cuenta de que le ha dicho cupcake, demasiado acostumbrada a sus propias bromas. Gira la cabeza un poco para mirarla de reojo, pero no parece sorprendida por el nombre. Puede que también la llame así aquí.
De hecho, ahora está hablando con Vander, que se ha acercado a ella con una sonrisa. Esa imagen mental es tan extraña que casi hace que Vi se tropiece mientras recoge unas jarras vacías.
Vi estaba limpiando unas mesas cuando notó que Vander estaba hablando con Caitlyn en la barra. Algo en la forma en que Caitlyn reía con él hizo que su pecho se apretara ligeramente.
Vi no puede evitar notar como más personas en el bar se quedan mirando a Caitlyn, con esa expresión de deseo. No puede culparlos, no cuando la mujer se ve tan increíble, pero siente una punzada en el pecho.
No es nada, se dice a sí misma, mientras se recuerda una y otra vez que Caitlyn está soltera y libre para hacer lo que quiera. Pero, aún así, ha ido a ver a Vi y no a nadie más.
Cuando los ojos de Caitlyn se encuentran con los de Vi a distancia, casi parece saber qué está pensando. Puede desviar la mirada a los demás, fijándose en la gente mirándola, pero niega con la cabeza y sus ojos vuelve a Vi.
No sabe qué significa eso, ni debe darle importancia. No puede sentirse celosa de esta Caitlyn.
—Puedes tomarte el resto del día libre —dice Vander, cuando Vi se acerca para llevarse nuevas bebidas—. Gert y yo podemos con esto.
Le hace una señal a la otra camarera, esa de la que está enamorado Mylo, quien asiente y le da una gran sonrisa burlona a Vi, mientras sus ojos pasan de Caitlyn a ella.
—Oh, puedo quedarme si quieres —responde Vi, no quiere cargar a los demás por irse.
—No te preocupes, pequeña. No hay tanta gente, y Caitlyn no ha venido aquí para hablar con este hombre viejo.
—Aún no eres tan viejo —murmura Vi, sin saber qué decir.
—Venga, vete —vuelve a decir Vander, con una risa suave mientras se gira para atender a otro cliente.
Caitlyn se ríe suavemente, diciéndole algo a Vander que Vi no puede oír. Un mundo dónde toda su familia sigue viva y Caitlyn está bien con ellos. ¿Qué clase de mundo es ese? Tiene que haber algo mal, no puede ser todo tan increíble.
—Podemos ir a tu habitación —dice Caitlyn, mientras la arrastra entre la gente—. ¿Powder está aquí?
—Sigue en el taller con Ekko —responde, recordando como le dijo que llegaría muy tarde después de comer.
Caitlyn asiente, llevando a Vi hasta la puerta de su casa, donde Vi la abre con la llave que mantiene en su bolsillo. Caitlyn camina hacia arriba, conociendo el camino a la perfección.
Vi la sigue por detrás, cerrando la puerta detrás de ella, e intenta no mirar demasiado a Caitlyn. Las vistas desde la escalera son demasiado tentadoras, pero esta no es su Caitlyn. Bueno, en realidad podría quedarse aquí y hacerla su Caitlyn de verdad. Algo es mejor que nada.
—Estoy tan cansada —dice Caitlyn, abriendo la puerta de la habitación de Vi y tirándose directa en su cama.
—Podrías haber descansado si querías —responde Vi, recordando como ayer mencionó que su madre apenas le daba días de descanso—. No me pasa nada, cupcake. No tenías que venir.
—Pero quería hacerlo —murmura Caitlyn, casi con un pequeño puchero.
Por Janna, ¿cómo puede ser tan bonita?
Vi se sienta en el borde de la cama, jugueteando con sus manos mientras piensa en cómo ponerse. No sabe si simplemente se tumbaban las dos en la cama o algo así, no es que tenga muchas amistades para poder pensar en ello.
No tiene que pensar mucho más cuando siente unas manos que tiran de ella hacia atrás.
—Ven aquí, hace frío —dice Caitlyn, abrazándola con fuerza cuando están las dos en la cama.
Se siente como una impostora en su propia piel, pero eso no le impide rodear a Caitlyn con fuerza y empujarla aún más contra ella. Siempre le ha gustado el contacto físico, aunque no tenía con quién, y solo lo notó realmente después de salir de Stillwater.
El perfume de Caitlyn la envuelve, una mezcla de lavanda con algo que no puede identificar. Se relaja cuando ese es el mismo olor que tiene su Caitlyn, tan familiar.
Por un momento, todo lo demás pasa a un segundo plano, solo disfrutando de ese momento con ella. No se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba un abrazo de Caitlyn. Mientras estaba en el foso, se dijo a sí misma que no necesitaba nada de la mujer, pero solo se estaba engañando a sí misma.
—Siempre das los mejores abrazos, ¿lo sabías? —murmura Caitlyn, con un tono suave y satisfecho.
Vi sonríe suavemente, disfrutando aún más de eso. Después de todo, aprendió a dar abrazos de Vander, y él es realmente genial.
—Deberías abrazarme mucho más —responde en un susurro, tan bajo que no está segura de si Caitlyn lo había escuchado.
Ha sido un impulso decirlo, y no sabe si realmente lo merece. Siempre se lamenta de no haber aprovechado lo suficiente cuando tuvo un periodo de calma con Caitlyn. No la abrazó lo suficiente, siempre sintiéndose insegura de sí misma.
Pero aquí, en este momento, siente que todo está bien. No hay problemas ni dolores de cabeza, solo ellas dos.
Ahora que lo piensa, no hace realmente tanto frío. Pero no va a quejarse ahora que tiene a la mujer contra su pecho.
—¿Qué tal ha ido el día? —pregunta Vi, sin saber qué más decir.
—Aburrido como siempre —se queja Caitlyn, con voz suave—. Fuimos a una reunión con Mel y fue tan inútil como siempre. Los demás consejeros se niegan a ceder.
—¿Ceder con qué?
—Un asiento para Zaun, ya hemos hablado de esto antes —murmura Caitlyn, y Vi solo espera que piense que simplemente se le ha olvidado por un momento—. Accedieron a los cambios después del accidente, y mejoraron mucho Zaun. Pero aún no quieren renunciar a todo lo demás.
—Estamos bien aquí ahora.
—Esta parte de Zaun lo está, pero la parte más baja... Sigue siendo un desastre —dice Caitlyn, acabando con un suspiro fuerte—. Pero no quiero hablar de trabajo, ya me duele la cabeza.
Vi asiente, mientras pasa con suavidad una mano por la espalda de Caitlyn. Sabe que la calma, lo hizo varias veces mientras intentaba consolar a Caitlyn después de la muerte de su madre.
—¿De qué quieres hablar entonces?
—¿Viste lo del concierto del mes que viene? —dice Caitlyn, levantando la cabeza de pronto.
Tiene que evitar retirarse cuando se da cuenta de lo cerca que están, casi puede sentir la respiración de Caitlyn en su rostro. Vi tiene demasiada debilidad por esos ojos azules, no han cambiado nada.
Con cuidado para que no se note demasiado, se desliza unos centímetros más para atrás. Pero parece que Caitlyn lo nota, por la forma en que su rostro se ve un poco triste antes de volver a mirar hacia abajo, acurrucado más contra el cuerpo de Vi.
—No lo vi.
—Viene un grupo de esos que tanto te gusta a Piltover, pensé que querrías ir.
—Oh, por Janna, claro que quiero ir —responde Vi, con emoción.
Nunca pensó en ir a ver a ninguna de sus bandas favoritas en directo, pero no va a perder esa oportunidad de oro. Además, puede que no esté aquí en un mes, pero la otra Vi querrá ir segurisimo.
—Yo invitó esta vez. Pagaste tú el último concierto —dice Caitlyn, totalmente seria.
Vi asiente, pensando en todas esas pequeñas cosas que han hecho justas que se muere por saber. Pero no lo hará, no son sus recuerdos.
—¿Qué te pasa? —pregunta Caitlyn, sin levantar la cabeza.
Vi siente como los nervios la llenan, intento no actuar demasiado extraño, pero Caitlyn siempre tuvo esa habilidad para observarla con demasiado interés.
—Nada. Solo estaba pensando en… cómo son las cosas aquí.
Caitlyn levanta la cabeza en ese momento, levantando una ceja mientras sus ojos se cruzan con los de Vi.
Entre el contacto físico entre ellas, que está haciendo que todo el cuerpo de avi se sienta más cálido, y esos ojos en los suyos, le cuesta usar el cerebro.
—¿Y eso qué significa?
Vi vacila por un momento, sin saber cómo decirlo para no sonar demasiado extraña, pero para que Caitlyn sepa qué dice la verdad.
—Que esto… tú, Powder, todos… no sé, parece demasiado bueno para ser verdad.
Caitlyn la mira fijamente, mientras su expresión parece suavizarse. Se dibuja una bonita sonrisa en sus labios, y Vi no puede evitar mirarlos por más tiempo del que debería.
—No tienes que cuestionarlo todo, Vi. A veces, solo tienes que disfrutar el momento.
Vi sonríe, aunque sus pensamientos siguen volviéndose locos con todo lo que está pasando estos días. Y el hecho de que Caitlyn siguiera siendo tan atrayente como siempre no estaba ayudando demasiado.
Después de eso, la conversación se vuelve más ligera. Agradece que sus pequeños chistes malos y comentarios graciosos sigan siendo divertidos para esta Caitlyn también.
No dice nada, pero la sorprende que Caitlyn no aleje de su abrazo hasta que tiene que irse cuando es mucho más tarde. Parece que eso es lo normal entre ellas. Pasar horas y horas juntas en una cama, todo de forma platónica. No puede evitar pensar en el momento que compartió con su Caitlyn así antes de la reunión del consejo, pero aparta el pensamiento antes de que pueda doler demasiado. Prefiere concentrarse en el presente.
Por un momento, todo parece perfecto. Pero Vi no puede evitar sentir un pequeño peso en el fondo de su mente. ¿Cuánto tiempo más podrá disfrutar de esto? Espera que sea mucho más.
— —
Vi ha decidido, en su tercer día en esta especie de universo, que no quiere irse. Bueno, estaba pensándolo desde el primer día, pero ahora no va a hacer nada activamente para buscar una salida.
Tampoco tiene nada en su vida normal que la espere, esta bastante segura de que más de una persona estará contenta con no volver a saber de ella. O tal vez la otra Vi está arreglando todos los fallos que ella tuvo, parece bastante buena por la forma en que todo el mundo la ama aquí.
Por lo tanto, solo disfrutará y, si en algún momento se va de golpe, espera
poder recordar todas las cosas que ha vivido aquí.
Extraña a la Caitlyn que dejó atrás, incluso a Jinx, a pesar de que su relación era muy complicada. Se intentaron matar y todo eso sí, pero sigue siendo su hermana. Pero sabe que ellas dos tienen que estar mejor sin ella, por lo que no tiene sentido querer volver allí.
Cuando está pensando en ello, recibe otro mensaje de Caitlyn.
Caitlyn le vuelve a pedir que vaya a su casa por la tarde, parece que pasa mucho tiempo allí, por la forma en que se lo dice. Es divertido, estar así sin tener que pensar en mil problemas más que tiene que solucionar.
Por lo que, con tranquilidad, sirve a los clientes durante el día. Se ríe cuando tiene que hacerlo y bromea con su padre cuando puede, disfrutando de todo lo que debería haber tenido ella también.
Powder aparece algunas veces, pero parece que su proyecto con Ekko se ha complicado un poco. Resulta que sí que hizo explotar algo más ayer mientras intentaba hacer la máquina. Y no una bomba normal, claro que no, una llena de alguna especie de líquido. Hizo eso que algunos de los cables y piezas importantes acabarán inutilizables. No sabe cómo Ekko tiene tanta paciencia como para no decir ni una cosa mientras vuelven a buscar el material.
Cuando acaba su turno, se ducha y se cambia para ir mejor vestida. Quiere darle una buena impresión a Caitlyn, le gusta cuando la mira con los ojos brillantes y una sonrisa amplia. Casi es una adicta a eso, a la facilidad de su relación ahora.
Caitlyn le abre la puerta con una sonrisa, apartándose para que Vi pueda pasar sin problemas. No exige un abrazo de saludo, pero se pone tan cerca de Vi en el sofá que es casi como si estuviera pegadas.
Si fuera cualquier otra persona, casi pensaría que está intentando ligar con ella o algo así.
Se sigue acercando más a ella mientras hablan, hasta que Vi se distrae con una pelea de boxeo que se retransmite en su televisor.
Todo parece ir bien, mientras Vi hace pequeños comentarios sobre la pelea. No parece nada extraño, además de que su interés por el boxeo estuvo mucho antes de todo lo malo que pasó. Por el estado físico que tiene aún, supone que sigue entrenando de forma habitual.
Caitlyn hace un movimiento repentino de golpe, y Vi puede ver como su cabeza se cae para atrás. Casi parece que se ha quedado dormida, pero no es posible. Estaba hablando con ella hace pocos minutos.
—¿Cait? —pregunta, poniéndole una mano en el hombro, sintiéndose preocupada.
La mujer tarda unos segundos en moverse, pero levanta la cabeza de un tirón, con los ojos bien abiertos mientras mira a su alrededor
Su mano se levanta hasta su cabeza, sosteniéndose como si tuviera un dolor fuerte. Parpadea varias veces, como si tampoco pudiera ver bien. Vi no sabe que hacer, solo la observa mientras espera que la mujer diga algo más.
Se levanta tambaleándose, casi tropezando con una pila de ropa que tiene por el suelo. Parece perdida hasta que sus ojos se enfocan en Vi, abriéndose aún más cuanto más la mira.
Se mantiene en silencio unos segundos más, mientras sus ojos recorren todo el rostro de Vi y luego bajan hasta sus brazos. La mujer sacude la cabeza, para acabar fijando sus ojos llenos de confusión con los de Vi.
—¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? —pregunta, parece que se va a volver loca—. Estaba en las puertas Hextech y entonces... Te ves diferente.
Oh, por Janna, eso suena como a su Caitlyn.