LA ÚLTIMA CARRERA

Supergirl (TV 2015)
F/F
G
LA ÚLTIMA CARRERA
Summary
Lena Luthor ha soñado toda su vida con ser la mejor piloto de MOTOGP y se ha esforzado y sacrificado durante roda su vida.Cuando logra arrebartle el título de campeona a Kara Danvers alias rayo de sol, se siente feliz y hecha, pero ahí no acaba el sueño y logra completar su sueño firmando para ser la piloto principal de Team Ducati.Con sus sueños hechos realidad, Lena se ve confundida cuando escucha que Kara Danvers, su archi enemiga ha decidido retirarse del mundo de las carreras, y Lena no lo puede permitir. La última temporada no ha sido la misma con la ausencia de la ex campeona, el mundo la extraña y para su dolor y molestia pero Lena Luthor desea una sola cosa más antes de dar por completa sus metas y sueños, y es tener una última carrera contra Kara Danvers alias rayo de sol.
Note
Bien, esta es mi primera vez publicando en esta plataforma. Algunos puede que me conozcan de Wattpad que es donde normalmente subo todas mis historias pero ahora estoy aquí.La historia es completamente de mi autoría y no puede ser adaptada o publicada en otro lugar sin autorización.
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2

II

 

Habían cancelado la primera fecha, y Lena no sabía por qué estaba tan feliz, lo sabía en realidad, pero no quería decirlo y menos que Sam lo supiera. Sam era demasiado curiosa y ya tenía suficiente de recibir preguntas sin parar sobre el verdadero motivo de obtener la dirección de Kara Danvers.
Dos semanas atrás cuando su amiga le dijo que no existían avances para obtener la odiosa dirección la estrella del motociclismo, Lena tuvo que recurrir personalmente hasta Winslow Schott, el mejor amigo de Kara y ex compañero.

Recordaba que algunos años atrás los medios decían que entre ellos existía más que una sincera amistad, ninguno nunca lo negó ni lo confirmó, pero Lena sabía que negarlo era igual que confirmarlo, al igual que quedarse callado y pasar de largo. Prácticamente significaba lo mismo, pero los únicos que sabrían siempre la verdad serían los únicos dos involucrados.

Sacarle información a Winslow le resultó más problema del que creyó. ¿Es que todos creen que soy una perra? Al parecer Alexandra no era la única que creía que Lena Luthor era la culpable de la caída al “infinito” abismo en el que, al parecer, según decían, Kara estaba metida. Y Lena estaba enojada, demasiado enojada con Kara por ser tan débil. Solo era una pierna. Mi primo se rompió las dos piernas esquiando. Cobarde.
Primero cuando Lena llegó a la casa de Winn él le cerró la puerta en la cara, para nada una buena bienvenida. Tampoco es que esperara que la recibieran de brazos abiertos y le preguntaran por su vida y le felicitaran por sus logros, títulos y trofeos acumulados; pero esperaba al menos una media sonrisa y un “hola, qué tal”
Volvió a tocar y nadie respondió, tuvo que regresar al día siguiente y prácticamente irrumpir en la casa de Winn, su esposa Lyra llamó a la policía y Lena salió corriendo.
El tercer día Lena lo interceptó en el estacionamiento de un supermercado arriesgándose a que se armara un problema mayor y que la gente pudiera grabar la discusión, lo cual podría ocasionarle problemas en el trabajo. Pero como dicen, la tercera es la vencida y Lena logró hacer que Winn la escuchara, aunque fuera por pena, tuvo que llorar. Crédulos.

Con una dramática historia en la que la nueva campeona mundial estaba arrepentida por todo el daño que ocasionó años pasados y las promesas de ayudar a Kara para salir de su “agonía” Lena obtuvo la famosa dirección.

Volvió a odiar a Kara, aún más si es que era posible. ¿Quién demonios se muda el maldito fin del mundo? En medio de la nada. Kara vivía en una casa en un pueblo pequeño en medio de la nada.
La casa se veía relativamente grande, parecía espaciosa y tenía grandes ventanales, era de dos pisos y tenía una chochera que claramente Kara utilizaba de taller mecánico.

 

Cuando Lena la vio se dio cuenta que los años no pasaban en vano en la ex campeona. Seguía teniendo el cabello rubio de un tono tan… brillantemente hermoso, nunca había visto uno del mismo tono y eso que durante toda su vida se topó con muchas rubias. Llevaba un leggins negro con franjas verde militar a los costados, un top deportivo negro en conjunto. Su piel estaba bronceada, más de lo que recordaba, su estómago marcado, más de lo que recordaba. Las piernas largas y gruesas, se veían duras, y los brazos de igual manera, el leggins era otra piel más y Lena desde su posición podía ver el redondo y perfecto trasero de la rubia. Aceleró, aceleró a fondo huyendo de ahí siendo consciente de que el sonido de la moto había delatado a un espía.

 

Tal vez te puedes seguir hundiendo en tus penas, rayito de sol.

 

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- Debes volver. Mark te quiere para la práctica del viernes, antes de la siguiente fecha. – salió la voz de Sam del teléfono
- Mierda, pero será en Julio. Aún queda mes y medio.
- Lo sé, pero Ethan no está muy emocionado con que te hayas marchado de vacaciones a sabrá Dios donde. Los ejecutivos no están muy contentos.
- ¿De qué estás hablando, Sam? Ya hemos firmado, ¿acaso quieren echarse atrás? – preguntó con temor. – No pueden hacerlo, ¿cierto?
- Olsen podría continuar, solo quieren ganar en todas las pruebas que puedan.
- Joder, Sam. Necesito un par de días más, diles que pasen la práctica para el lunes, de todas maneras, aún todos se están preparando.
- Les diré, pero no te aseguro nada. Tú encárgate de ver a tu Yang.
- ¿Por qué ella tiene que ser el Yang? – preguntó curiosa
- Porque si, tú eres una perra gruñona y ella es un precioso y dulce golden. – Lena giró los ojos
- Adiós.

 

No dejo responder más y solo colgó el teléfono. ¿Un golden? Estupida Sam. Ella no era una perra maldita, era buena tal vez algo fría y radical y seria, pero podía ser comprensible, dulce, tranquila y caritativa cuando quería. Nunca quería. Pero claro que Kara era un Golden Retriver, incluso en color de pelo, podía recodar la manera de sonreír, Kara tenía una dulce y suave sonrisa, era tierna, dulce, amable, fiel, graciosa, hermosa y experta, algo engreída cuando competían, pero era buena, y ella le había roto la pierna y acabado con sus sueños.

Se sentía mal, eso significaba que no era tan mala como todos decían, no era tan fría ni insensible porque estaba sintiendo pena por la rubia, tal vez hasta culpable, pero no tanto como para querer volver en el tiempo y cambiar las cosas, no golpearla. Pero lo suficiente como saber que la temporada no era lo mismo sin ella, sin la incansable lucha entre Danvers y Luthor por el primer lugar. Estaban destinadas a competir.

 

Kara era su mayor por cuatro años, tenía 32 años ahora, 2 años desde que perdió dramáticamente y 1 año desde que nadie sabía nada.
Al principio Lena pensó que Kara volvería con Ducati Team para la siguiente temporada, pero Ducati había anunciado un nuevo fichaje, un joven español de veinte años. No resultó bien. Le gané. Lena no pensó mucho en por qué Kara Danvers no había regresado la anterior temporada, se suponía que su recuperación era de solo 3 meses, pero luego escuchó entre rumores de aquí y por allá que la rubia tuvo que recurrir en repetidas ocasiones al hospital para nuevas cirugías, no indagó más. Lo dejó pasar porque sencillamente no le importaba, ahora había ganado y el trono era suyo, y estaba bastante optimista en que ninguno de los otros pilotos representaba un riesgo tan alto como Danvers podría serlo si regresaba.

Podía imaginarlo, podía sentir y verse en diferentes cámaras a ella y a Kara. Podía ya leer los encabezados y a los locutores relatar la carrera. Podía sentir la excitante adrenalina de rebasar y ser rebasada por Kara durante las carreras y las vueltas, podía imaginarla en las curvas inclinándose hasta casi tocar el piso. ¡Dios! Rayito de sol, debes regresar.

 

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La entrada del garaje era de grava, pequeñas piedras que soñaba con cada paso que daba.
Irónico. Pensó al ver el perro golden retriver caminar en su dirección gruñendo, sacó del bolsillo trasero de su jeans un pedazo de bife perfectamente embalado en una bolsa plástica sellada, la rasgó y el perro batió la cola feliz y contento.

Kara se irguió en su lugar junto a una moto que no tenía el escape y sin aros. Primero inclino la cabeza hacia un lado viéndose confundida y sorprendida por el actuar de su perro “guardián”.

Tal para cual. Pensó Lena.

Luego mientras Lena se acercaba cada paso más y llevaba las manos a su espalda para ocultar los nerviosos dedos que se estrujaban entre sí, Kara pasó de la sorpresa al enojo tan rápido que Lena se sorprendió y no pudo moverse cuando Kara le lanzó el destornillador y golpeó su hombro. Gimió y se lo tocó con sorpresa y dolor.

 

- ¡Loca! ¿Qué carajos te sucede? – gritó con los ojos abiertos a más no poder.
- Debí darte en la cara, entre ceja y ceja, Luthor.
- Pues no tienes tan buena puntería, en eso también eres mala. – comentó levantando el destornillador asesino. Lo giró entre sus dedos con altanería mientras se acercó aún más y estuvo a ocho pasos de la furiosa rubia.
- ¿Qué haces aquí, Luthor?
- Qué recibimiento el tuyo, ¿todos tus amigos son tan mal educados? – preguntó dispuesta a llevar a la rubia al límite. Kara gruñó rodando los ojos.
- ¿Qué quieres?
- ¿Cómo está la pierna? – quiso saber fingiendo su verdadero interés, claro que quería saber cómo estaba la pierna.
- En su lugar, ¿te volviste ciega? Tal vez tanto ego no te permite ver más allá de tu nariz.
- Y tal vez tu mala pierna no te deja volver a las carreras. – Kara cambió el peso de su cuerpo sobre su otra pierna, acción que no pasó desapercibida por la pelinegra. – Aunque creo que es más bien tu ego herido.
- Vete de mi casa.
- Solo vine a hablar.
- Ya dijiste suficiente, Luthor. – gruñó molesta
- Por Dios, Danvers. Sabes que solo juego. – dijo con una sonrisa altanera.
- Pues sabes que no me gusta jugar, Luthor. – respondió
- Es por eso que estás envejeciendo más rápido, ya ni sonríes. – comentó lo primero que se le vino a la mente. Y es que Lena recordaba a Kara como la persona más feliz y estúpidamente sonriente de todo el maldito mundo, hoy no sonreía. Acaso dejó de sonreír, tonta Danvers.
- Vete a la mierda.
- Me iré solo si me dejas hablar, puedes preparar una limonada o un café. Nos sentamos y hablamos.
- No tenemos nada de qué hablar. – siseó cada vez más molesta y Lena supo que la rubia llegó al límite, tal vez la próxima vez Kara si apuntaba bien y le daba entre ceja y ceja.
- Mira, solo quería ver cómo estabas. Sé qué pasó mucho tiempo y que obviamente todo está bien con tu pierna. Pero quería asegurarme de que estuvieras…
- Dos años tarde, Luthor. Dos años que sané.
- ¿Entonces por qué no volviste? – preguntó con voz tranquila y con sincero interés.
- Me estoy retirando oficialmente, podrás verlo la próxima semana en el canal de deportes. – dijo.
- Eso dijo Alex, pero tú no puedes darte por vencida tan fácil. ¿En serio me la dejarás tan fácil? ¡Demonios Kara! Fue tan jodidamente fácil ganarte y ahora te escondes del mundo. – Lena no vio cuando el odio y la rabia nublaba a Kara, solo sintió el golpe en el rostro y luego las piedras clavándose en su trasero y sus manos. La sangre inundó su boca y el sabor metálico le dio náuseas. Sorprendida aún desde su posición en el piso miró a la rubia que tenía enfrente. - ¿qué demonios Kara?
- Qué demonios tu Luthor. Vienes a mi casa después de tantos años a fingir que no pasa nada, fingir interés y fingir que de repente te interesa qué demonios hago con mi vida.
- No quieras culparme de tus fracasos, no digas que fue mi culpa. A cualquiera podría haberle pasado. -dijo Lena poniéndose de pie
- Pues nunca me pasó hasta que llegaste tú, me empujaste ganaste haciendo trampa. Sabías que no tenías oportunidad contra mí. Tenías miedo de ser tú el fracaso, te gané tantas veces antes que no pudiste soportarlo y preferiste destruir mi vida con tal de ganar.
- Sabes Kara, creo que ambos tenemos diferentes perspectivas de cómo sucedieron las cosas.
- Lena solamente hay una manera en que sucedieron las cosas, y es que te estaba ganando y me empujaste y caí.
- ¿Sirve de algo si te digo que lo siento? – Preguntó Lena.
- No. Ahora quiero que te vayas y no regreses.

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