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Harry Potter - J. K. Rowling Harry Potter and the Cursed Child - Thorne & Rowling
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Desde mi libertad

La semana pasada nos quedamos con Hermione pillando infraganti a su marido con su amante. Me habéis preguntado si lo va a freír a maldiciones. No lo va a hacer, se da media vuelta después de verlos y se centra en su hijo delincuente, no va a enfrentar a Ron hasta llegar a casa. Hoy la vamos a ver unos meses después. 

La canción es de Ana Belén, un temazo maravilloso con el que me siento muy identificada desde mi propio divorcio. Habla de recomenzar y recuperar la libertad. Tiene versos maravillosos como "Desde mi libertad, soy fuerte porque soy mortal. Siempre había sido una mitad, sin saber mi identidad"

Personajes: Hermione. 

Se sentó en un banco del andén, contemplando el tren que salía despacio de la estación. Era su última vez, la última vez que estaría allí como madre, despidiendo a uno de sus hijos.

En su cabeza había una simbología enorme en aquel momento, parecía estar viendo marcharse su vieja vida, la infancia de sus hijos, su juventud… y su matrimonio.

Respiró hondo, tratando de evitar las lágrimas traidoras. Había llorado tanto los últimos meses. Ella, la mujer poderosa al mando de un país, se había sentido minúscula, como si se hubiera reducido a la mitad tras dejar marchar a Ron.

No más lágrimas, se repetía como un mantra, soy capaz, me voy a poner en pie y a seguir con mi vida.

Era un propósito difícil de llevar adelante en algunos momentos. Al llegar al andén, sola por primera vez en nueve años, había tenido que ver la alegría de Hugo al reunirse con su novio. Tan amargo ese momento, era como volver a ver a Ron con Blaise. Maldita sea, con Albus todos habían pensado que las posibilidades de que dos hombres de la misma familia se enamoraran de dos de otra eran absurdas, y ahí estaba la vida demostrándole que podía ser más absurda aún.

El tren desapareció tras la última curva. Suspiró y se dispuso a levantarse para volver al trabajo. La oficina y las responsabilidades le esperaban.

— ¿Hermione?

Se giró hacia la voz, un poco sobresaltada, pensaba que era la última en el andén.

— Nott. No te había visto.

El hombre sonrió, tendiéndole la mano para estrecharla.

— Te he visto cuando me marchaba, parecías muy ausente y he pensado esperar a ver si estabas bien.

Claro, todo el mundo mágico lo sabía, no era la primera muestra de simpatía que recibía sin esperarla.

— Estoy bien, gracias —respondió un poco áspera —. ¿Vas al ministerio?

El Slytherin asintió, echando a andar con ella hacia los puntos de aparición de la estación. Charlaron de trabajo, de Ministra a uno de sus Jefes de departamento. Tras aparecerse en el ministerio, Nott la acompañó hasta su despacho, todavía inmersos en una conversación sobre presupuestos.

Al llegar lo vio mirar la placa en la puerta y fruncir el ceño. La miró ella también, tan acostumbrada a que estuviera allí que nunca le hacía caso. Mientras miraba, vio el apellido Weasley desaparecer. Hermione Granger, primera Ministra.

Se giró a darle las gracias a Nott, pero este ya se marchaba, recogiendo la varita en la manga. Con un suspiro de satisfacción, y sintiéndose un poco más alta, abrió la puerta y entró al despacho. 

 

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