No nos prohibirán amarnos

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
No nos prohibirán amarnos
Summary
Ron y Blaise tienen una relación a escondidas de sus amigos y familias, a pesar de este ocultamiento ambos son felices amándose, pero que pasara si al amarse no se protegieron lo suficiente… En el mundo mágico un niño/a que nace fuera del matrimonio y la unión mágica entre sus padres es considero un hijo bastardo o ilegitimo, teniendo un futuro lleno de repudio y rechazo por el mundo mágico.Parejas:• Principal: Blaise y Ron.• Secundaria: Draco y Harry.
Note
¡Hola lector!:Esta es mi primera historia, hace tiempo llevo queriendo escribir sobre mi pareja favorita Blaise y Ron, ya que hay muy poco contenido de ellos, ojalá aun queden personas que les gusta esta pareja tanto como a mí; también, podrán encontrar en esta historia mi poderosísima pareja Draco y Harry y la mención de otras más.Aclaraciones iniciales- Es un fanfic, habrá cosas del libro, pero mayormente serán de mi imaginación.- En esta historia Voldemort murió junto con los padres de Harry, por lo que no hay señor oscuro.- La historia se sitúa en el último año.- Los Slytherin y los Gryffindor siguen sin llevarse bien.Gracias por darle una oportunidad a mi historia <3.
All Chapters

Chapter 30

 

8:30 AM. Colegio Hogwarts 

 

Los amigos continuaron conversando el plan para introducirse al despacho del director sin ser detectados, pero nada convencía a Hermione y no porque el plan no fuera bueno, sino porque había venido de parte de la profesora Macgonagall y algo le decía a la pelirroja que no confiará en ella. 

A pesar de la falta de acuerdos, en ese momento, ya se había desplazado hacia uno de los pasillos cercanos al despacho del director. Neville y Theo intentaban convencer a Hermione de adentrarse al lugar y utilizar el hechizo de ocultamiento dado por la maestra.  

—Entonces no tenemos nada —Theo se recostó en una de las paredes, frustrado por las negativas de Hermione.

—Hay que hacer algo, tenemos poco tiempo. La Señora Zabini debe estar llegando —comentó Neville con desesperación.

—Ya lo sé, pero debemos utilizar otro medio.

—Pero Hermione, si utilizamos ese hechizo podremos oírlos.

—Es muy riesgoso Neville, algo me dice que no confíe —Neville y Theo bufaron por sexta vez. No entendían porque tanta negatividad de Hermione, el plan no era malo y era lo mejor que tenían en ese momento.   

Mientras los chicos seguían discutiendo sobre el plan con Hermione, Pansy se percató de que un ave picoteaba una de las ventanas del castillo intentando entrar dentro. La castaña se acercó al lugar y dejó entrar al animal, este llevaba un gran paquete atado a sus patas.

—Cómo has podido volar con esto, pequeña —Pansy acarició el ave mientras acercaba su mano para tomar el paquete—. ¿Es para mí? —Antes de poder llegar a tocarlo, el animal hizo un movimiento rápido de cuello y pico la mano de la chica—. ¡Ouch! ¡Oye! Eso me dolió —Los demás oyeron los reclamos y se acercaron rápidamente hacia donde se encontraba Pansy.

—Es la lechuza de Harry —dijo Hermione.

—Seguro que la envió el profesor Snape —comentó Neville. 

—Hola Hedwig, ¿Qué traes ahí contigo? —Hermione intentó acercarse al ave y tomar el paquete, pero este pico su mano—. Está claro que no es para mí.

Hermione miró a Neville y le hizo una seña para que se acercará al ave. Neville dudó en un primer momento, pero no estaban en posición de perder tiempo y si el paquete era del profesor, seguro que sería de gran ayuda. 

Neville se acercó al ave, acarició su cabeza y luego intentó tomar el paquete, el animal no pico su mano, solo se quedó quieta disfrutando de la caricia. Una vez Neville cogió el paquete, Hedwig salió volando por la ventana.

Los demás se acercaron a Neville mientras este quitaba el envoltorio. Dentro se encontraba la capa de invisibilidad de Harry, la cual fue devuelta por el director a su heredero cuando éste entró a Hogwarts. 

—Me parece que el profesor tenía otro plan... Por mi tenemos un nuevo plan —dijo emocionada Hermione.

—¡Apoyo la moción, con toda violencia! —exclamó con entusiasmo Pansy. Los demás se rieron y también apoyaron—. Bien, ¿quiénes se infiltran? 

—Yo digo que Granger y tú —dijo Theo. 

Ambas chicas se miraron entre sí y Pansy empezó a acercarse a la pelirroja —Bueno, no me negaré si eso conlleva estar en un sitio muy pequeño con tremenda…

—¡Ok! Ya entendimos Pansy. A mi me parece bien —contestó Hermione con gran rapidez y un sonrojo en sus mejillas. Pansy río por lo bajo y luego guiñó un ojo a la pelirroja, quien se apartó avergonzada. 

—Pues manos a la obra. Deben entrar antes que el director —enunció Neville y las dos chicas asintieron.

Rápidamente, Hermione y Pansy se dirigieron hacia el despacho. Una vez que estuvieron lo suficiente cerca, se colocaron la capa. Seguido, se acercaron hacia la puerta esperando un momento, para estar seguras de que no había nadie dentro. Pero, para su buena o mala suerte, se empezó a oír un ruido proveniente de alguno de los pasillos.

La voz de la señora Weasley se escuchaba por todo el lugar. Rápidamente las dos chicas abrieron la puerta y se adentraron al despacho, posicionándose lejos de la puerta y del escritorio del director. 

El director los recibió y guio hacia su despacho apaciguando los interrogantes y cuestionamientos de Molly e intentando no tener dicha conversación en los pasillos del colegio.  

En el momento que Molly puso un pie en el despacho, se plantó frente al director y no le dejó llegar hasta su escritorio. Sin saberlo, el gesto de Molly impidió que el perspicaz mago sintiera la presencia de las dos chicas dentro del lugar. 

—¡No puedo creer que usted no me haya contado lo que está sucediendo! ¡Cómo se atreve a dejarme fuera de esto! —El director suspiro por octava vez en lo poco que llevaba de interacción con el matrimonio Weasley y la señora Zabini.  

—Calma señora Weasley, este asunto debía ser…

—Disculpe que le interrumpa, director. Pero como ya sabemos… —Evie miró fijamente al director intentando que este se diera cuenta de lo que trataba—. La decisión de contarles era de Roncito, nosotros no podíamos hacer más que esperar —Si el director estaba confundido por lo dicho, no lo mostró ni en su cara ni en su postura. Esto dio a entender a Evie que le seguiría la corriente, y al matrimonio que lo dicho por Evie, minutos atrás, era cierto.

—¡Pero qué tontería es esta! Ron es menor de edad, nosotros somos sus padres. Usted tenía que habernos convocado y contarnos lo ocurrido, no esperar a que sea ¡un menor de edad! quien tomará la decisión.

—Calma, cariño. Lo mejor es conversar tranquilamente —Arthur trató de sostener los hombros de su esposa para quitarla del frente del director. 

—¡No me pidas que me carme Arthur! ¡Esto es una falta grave! ¡Ron es nuestra responsabilidad! y como tal, nosotros deberíamos ser los primeros en enterarnos de cualquier cosa que le suceda. 

—Sí, es una falta y entiendo su enojo. Sin embargo, nosotros como colegio consideramos que la opinión de nuestros estudiantes es también importante, y él, como bien ha comentado la señora Zabini, iba a contarles lo sucedido, pero tal parece que no lo ha hecho —mintió descaradamente el director para seguirle la corriente a Evie.

—¡No debía haber per…!

—¿Cómo íbamos a saber que él no les contaría, señora Weasley? Quién sospecharía que no tendría la suficiente confianza en ustedes para contarles esto —comunicó con superioridad Evie—. Y no me quiero ni imaginar cuando se enteren de la decisión que su hijo tomó.   

—¿Decisión? ¡¿Cuál decisión?! —Molly estaba muy enojada con el director, pero más con Evie. No podía creer ni entender cómo su hijo le tenía más confianza a esa mujer que a ella.

—Lo mejor será sentarse —pidió el director. 

—¡No voy a…!

—Cariño… —Arthur tomó suavemente de los hombros a Molly y la volteo hacia él—. Para poder entender y saber bien lo que sucede debemos calmarlo.

—Pero Arthur…

—Todo estará bien, conocemos a Ron. Vamos a dejar que el director sea quien nos explique lo que sucede, ¿sí? —Molly tomó aire y asintió hacía Arthur. 

Ambos esposos se dirigieron hacia el escritorio. Molly se sentó en una de las sillas y Arthur se quedó detrás de ella con las manos en sus hombros intentando darle apoyo. 

Con elegancia e ignorando lo último dicho por Arthur, Evie se dirigió hacia el escritorio y se sentó en la silla disponible. El director siguió la acción de los demás y se sentó en su silla frente al escritorio.

—Señora Zabini y Señor y Señora Weasley, sus hijos tienen 17 años, por lo que todas las decisiones relacionadas con ellos son tomadas por ustedes —Molly y Arthur miraron con el ceño fruncido al director porque era lo mismo que le habían recalcado segundos atrás. Ellos ya hace tiempo que tenían que haber sabido aquello. 

—Sí, por eso no debía haber permitido tal falta, nosotros deberíamos haber sabido esto. No esperar a que sea mi hijo —El tono utilizado por Molly seguía cargado de rabia y frustración.

—La confianza, señora Weasley. La confianza… —Molly fulminó a Evie con la mirada. Debido que la mujer seguía restregándole que su hijo le ha tenido más confianza a una extraña que a sus propios padres. 

—¿A dónde quiere llegar, director Dumbledore? —preguntó Arthur ya un tanto hastiado. 

—Pues verá… —El director miró a la señora Zabini y esta le sonrió.

Molly se dio cuenta de esto y su enojo volvió a crecer. Odiaba que ellos supieran cosas de su hijo que ella no —Hable de una vez. 

Dumbledore volvió la vista hacía Molly —El joven Weasley ha decidido no continuar con el embarazo —Molly y Arthur miraron sorprendidos al director.

—¿De verdad está…? —preguntó Arthur. Quería volver a confirmarlo.

—Sí, lo está. Como les he dicho, se decidió no continuar con el embarazo. Por ello…

—¿Él lo decidió o se decidió? Aclárese. 

—¿Debe existir alguna diferencia cuando se trata de poner a salvo a su hijo, señora Weasley? —Molly abrió la boca para contestar, pero nada salió, volvió a cerrarla y dejó caer su espalda en el respaldo de la silla.

—Un bebé nunca es una carga —dijo Arthur. 

—¿A esa edad? ¿Está seguro de eso señor Weasley? —Arthur no contestó al director, pero sí apretó un poco sus manos en los hombros de Molly. Está colocó una de las suyas encima de la de su esposo, intentando contener su ira.  

Evie estaba disfrutado de sobremanera toda la interacción. Agradeció acudir al director, estaba manejando la situación mejor de lo que ella pensaba. 

—Ese embarazo no debe continuar por el bien de su hijo —comunicó de manera sería y recta el Dumbledore. 

—¿Cuántos meses tiene? ¿Hay compatibilidad mágica? ¿Existe aceptación? —preguntó Molly.

Evie miró a los Weasley y luego al director. No sabía cuánto tiempo tenía Ron, aunque tampoco era un dato que le importase. Para ella, sea cual sea el tiempo, ese bastardo no nacería.

—Está a tiempo de terminarlo.

—¡Esa no es una respuesta, Albus! —gruñó molesta Molly.

—Tiene el tiempo suficiente como para saber que no hay compatibilidad mágica y que hay un rechazo que está poniendo en peligro la vida de su hijo —Mintió Evie mientras miraba con fingida angustia y preocupación al matrimonio.

—N-No hay una… ¿Hay un rechazo? La vida de mi pequeño está… Él no puede, él no debe… —Intentó hablar Molly, pero no podía terminar aquellas frases. No quería ni siquiera pronunciar lo que le podía pasar a su hijo. 

—¡Entonces debemos actuar rápido!

—Así es, señor Weasley. Por eso se debe terminar con…

—Hay que aprobar una unión —propuso Arthur, y esto provocó que Evie se levantara de golpe de la silla.

—¡Ellos no se van a unir! —exclamó exasperada, al tiempo que miraba con desprecio al matrimonio.

—¿Por qué no? Es una buena solución para que la vida de mi hijo no peligre. Usted aprueba el noviazgo, así que no veo por qué no permitir a su hijo unirse con el mío —Arthur miró con extrañeza a la mujer por su reacción. Si ella adoraba tanto a Ron como ella tanto decía, una de las soluciones era permitirles unirse. 

Evie se dio cuenta de su exagerada reacción. Debía dar a entender que adoraba la relación. Volvió a sentarse en la silla, mientras cruzaba sus piernas, un gesto que la ayudaría a calmarse. 

—Disculpe mi exagerada reacción. Pero es que como adultos y padres no debemos permitir que corra semejante peligro. Solo tienen 17 años… Además, como ya les hemos dicho, Ron está de acuerdo con no continuar, él no quiere poner su vida en peligro. Él y mi hijo tienen muchas metas por cumplir y quieren seguir disfrutando de su juventud… Debemos resolver esto entre la familia, su hijo y su futuro deberían importarle más que un fet… que un no nacido —Tras lo dicho por Evie, Molly se levantó rápidamente de la silla con enojo.

—Deje de hablar como si conociera todo sobre ¡Mi hijo!

—Yo no… Oh, ya veo lo que le molesta. Usted tranquila, no le robaré a Ron. Solo quiero lo mejor para él y mi hijo. Y lo mejor para ellos ahora es no echarse esa carga encima, ya más adelante podrán unirse y tener todos los hijos que quieran —dijo Evie con tono tranquilo y conciliador, aunque en realidad por dentro odió solo mencionar que Ron tenía algún futuro junto a su hijo. Molly miró con irritación a Evie.

—Antes de todo, debemos hablar con nuestro hijo —dijo Arthur con una gran seguridad.

Arthur tenía el pensamiento de que, si las familias aprobaban el noviazgo, lo mejor era permitirles unirse y así no poner en riesgo la vida de Ron y la del bebé. Pero el arrebato que tuvo Evie y las palabras dichas por ella, le convencieron de que algo no estaba cuadrando sobre lo que se estaba conversando en ese despacho. Llegó a pensar que la Señora Zabini no quería que el mundo mágico se enterara de esto. Arthur no era tonto, trabajar en el Ministerio le ha permitido enterarse de toda clase de cosas hechas por las familias sangres pura y muy tradicionales respecto a embarazos fuera de una unión o entre menores de edad. Además, sabía que la Señora Zabini pertenecía a ese tipo de familias sangre pura y muy tradicionales. Él necesitaba primero hablar con Ron, y luego, tomar una decisión junto a él. 

—De acuerdo, señor Weasley —dijo el director mientras se levantaba de su silla para intentar calmar los ánimos—. Pero recuerden que ustedes… —miró tanto al matrimonio Weasley como a la Señora Zabini— No ellos. Son los únicos que deciden sobre lo que se debe hacer, lo que es mejor. Además, una unión es algo serio que no se debe aprobar solo para corregir errores. Una unión no es un juego… Piensen en el futuro de sus hijos, las consecuencias que esto puede tener en el cuerpo de su joven hijo —miró a Molly al tiempo que decía aquello.

El director sabía cómo controlar las situaciones a su favor, que decir y cómo actuar en cada momento. Y en ese, con lo planteado por Arthur, debía optar por tocar el lado tradicional que Molly se negaba a decir que tenía, además de su sensibilidad como madre. Ya que era la más afectada por la falta de confianza y el estado de su hijo. 

—Y las consecuencias que tendrán sus vidas en el mundo mágico, no es justo para ellos ni para esa criatura vivir una vida tan cruel —terminó de decir el director.  

Molly dejó su postura desafiante, para pasar a una más decaída y angustiada. Luego miró a Arthur, quien le devolvió  un asentimiento de cabeza en apoyo. 

—Esperen noticias nuestras, director. Primero debemos hablar con nuestro hijo. Con permiso —El matrimonio dio una última mirada a Evie. Esta con fingida amabilidad, les sonrió. Molly frunció el ceño y luego apartó la mirada para irse junto a su marido de aquel despacho. 

Una vez el matrimonio se fue, Evie se dirigió al director—: Los dos han huido y estoy segura de que mi ahijado los está ayudando. Ya he congelado las cuentas que puedo manejar, pero él tiene las de su padre, tiene suficiente para seguir huyendo. Es muy listo, dudo que las use.

—Han actuado rápido.

—Así es. Aunque él no lo quiera admitir, se parece mucho a mí. Y sabiendo como yo actuaría… Debemos acelerar nuestros pasos para poder adelantarlos.  

—Cierto. Los Weasley…

—¿Qué pasa con ellos? Está bastante claro que no se puede contar con ellos.

—No esté tan segura de ello. Conozco a Molly y aunque no lo acepte, le gusta lo tradicional y romántico. Prefiere un matrimonio, una bonita unión y nietos dentro de esta, no fuera. Ninguno de sus hijos mayores ha hecho lo contrario. El que suceda con uno de sus hijos menores en este momento la tiene sorprendida y angustiada, pero cuando analicé que es un hijo concebido fuera de una unión, aparte de que cree que sus seres no son compatibles, tomará la mejor decisión. 

Evie sonrió al director —Y esa será…

—Terminar con ese embarazo, por supuesto. Y no dude que también pueda hacerlo con la relación que mantienen.

—Ya veo que lo tiene todo controlado director. 

—Hago mis deberes... Hogwarts no será deshonrada, eso téngalo claro. 

—Bueno, espero poder contar con su ayuda para encontrarlos. Ya sabe, rastrear su magia anónimamente…  Y así evitar tal deshonra, tanto para su colegio como para mi familia.

—Cuente con ello, Señora Zabini. La seguridad de nuestros estudiantes es nuestra prioridad. 

—Me alegra oír eso —Evie se levantó—. Pienso llevarme a Blaise muy lejos de Inglaterra.

—Es la mejor decisión —El director también se levantó de su silla y dio un apretón de manos con Evie. Después, la morena se dio la vuelta y se dirigió a la puerta para salir, lo que fue aprovechado también por las dos chicas para salir junto a la señora y no ser detectadas por el director. 

Una vez las chicas salieron del lugar y se alejaron de aquel pasillo, corrieron hacía la sala de Menester adonde habían vuelto Neville y Theo para esperarlas. Al llegar, Hermione se aferró a los brazos de Neville llorando, este la sostuvo con fuerza y la apretó en un abrazo. 

—¿Qué pasó? —preguntó rápidamente Theo al ver llegar a Pansy. 

—Han dicho que Weasley está rechazando al bebé.

—¡¿Qué?! ¿Cómo qué lo está rechazando? —preguntó con curiosidad y sorpresa Theo. 

Hermione miró a Theo, y Neville sintió como el cuerpo de la pelirroja se tensaba. Pansy notó aquello, no había quitado ni por un segundo su vista de la pelirroja. Rápidamente, subió sus hombros hacia arriba y movió la cabeza en negativa, dando a entender a Nott que no sabía la respuesta.

—Además… —siguió Pansy— El director y la señora Zabini planean encontrarlos para terminar con el embarazo de Weasley y llevarse a Blaise fuera de Inglaterra. —Esto sorprendió de sobremanera a los dos chicos. Tenían la seguridad de que Evie no aceptaría tal embarazo y menos que su hijo se uniera a uno de una clase menor a la de ella, pero del director no se lo esperaban, tenían la esperanza de que no se uniera a la mujer. 

—No me puedo creer que el director… El que se supone debe defendernos —Theo estaba realmente disgustado, y aunque no lo dijera, también un poco asustado. Tener al director en el lado contrario, era lo peor que podía haber pasado.

—¿La señora y el señor Weasley lo permitieran? —preguntó Neville. 

—L-La señora y el señor Weasley… Ellos… —intentó decir Hermione, pero el llanto no la dejó. Neville y Theo miraron rápidamente a Pansy esperando respuesta. 

—En sí no apoyaron la interrupción, pero tampoco se negaron a hacerla. El señor Weasley propuso una unión, pero no fue una idea muy bien recibida por la madre de Blaise. La señora Weasley, ella… Al final ellos no dijeron que no a la interrupción, solo que hablarían con Weasley. 

—¿Eso quiere decir que lo están pensando? —preguntó Theo y Pansy asintió. 

—Puede ser una equivocación, puede que solo estén confundidos por la noticia —dijo Neville apartando suavemente a Hermione—. Deberíamos hablar con ellos.

—¡No! La señora Weasley duda, ¡duda! Ni siquiera apoyó al Señor Weasley cuando propuso una unión. ¡No podemos confiar! 

—Calma, bonita —Pansy se acercó a Hermione y posó sus manos en sus mejillas buscando su mirada—. No confiaremos, ¿de acuerdo? Nosotros los mantendremos a salvo, los ayudaremos, ¿ok? Será mejor que primero nos calmemos, así no podremos pensar con claridad. Ahora la prioridad es hablar con el profesor Snape, ahora mismo es el único en el que podemos confiar.

—La profesora preguntará —dijo Neville.

—Pues deberán mentirle y decirle que no pudimos entrar. Que fue imposible para nosotros —respondió Pansy. 

—No creo que yo pueda…

—Tranquilo, yo lo haré por los dos —Theo sonrió hacia Neville—. Esto se está complicando, esperemos que Blaise y los demás ya hayan dado con Weasley.

Sign in to leave a review.