
PRIMER DÍA, PRIMER AÑO
Point of view, by Harry/Harrison Gaunt.
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"Es raro" pensó, su mirada fija en el techo de la habitación mientras la oscuridad gobernaba en esta.
Ya le había mandado una carta a su padre, aunque sospechaba que su papá igual le está contando todo lo que pasó con ellos y su selección hoy.
Mañana iniciaban sus clases, tenía su uniforme en el pequeño closeth que la escuela les proporcionaba, los libros y cosas necesarias para mañana, todo estaba listo.
Pero él se sentía raro.
Y no raro del "creo que estoy enamorado" o raro del "voy a vomitar" no sabe si existen más tipos de sensaciones que al principio se consideran raras.
Está feliz, sí. Claro, quien no va a ser feliz jugando a "tú te mueres y yo me quedo con tu cuerpo y tu vida. "
Ahora que lo pensaba mejor, esa frase sonaba muy de psicópata.
Nada era a como lo recordaba.
Él castillo era igual, pero los uniformes y el ambiente, no lo eran. Lo notó, es decir, ¿como no notar eso?
¿Faldas de cuadros con los colores de la casa a la que pertenecían? ¿Pequeños lazos en lugar de corbatas? Claro los lazos eran opción personal, había visto a Nairobi con una corbata.
¿Nada de túnicas? Sí, nada de túnicas. El uniforme era totalmente al estilo de una escuela privada estadounidense o una "preparatoria" normal en Japón.
Accesorios, broches con el escudo de la casa, equipo de porristas, clubes, etc.
Por merlín, HABÍA UNA JODIDA PISCINA CERCA DEL PUTO LAGO NEGRO.
Sí, te daban clases de natación por si tus papás no te tuvieron suficiente amor como para enseñarte ellos mismos o pagarte algunas lecciones.
Suspiró, algo frustrado con todo lo que tenía para procesar, ¡y ni siquiera había ido a su primera clase!
Decidió que era momento de dormir, mañana iniciaba su jornada escolar, y definitivamente no iba a llegar tarde y tampoco quería ser "el ojeroso Harry de once años" si, no, muchas gracias.
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—Alabado sea Theodore Nott Weasley.
Harry soltó una risita cuando un pedazo de pan se estrelló en su frente, ah, que buena manera de empezar la mañana.
—Deja tus estupideces, ¡casi te pierdes el desayuno!
Y sí, casi se pierde el desayuno. Igual que en su antigua vida.
La falla aquí, es que allá no tenía como vecino de habitación al señor Theodore "me levanto temprano porque tengo que cuidar mi belleza" Nott.
El chico, literalmente, le tiró un vaso de agua helada. Sí, helada, con hielo y todo, ¿de donde lo sacó? Solo merlín sabe.
Orión seguía riéndose a su derecha, Theo estaba frente a ellos dándole la espalda a la mesa de Hufflepuff, aunque parecía tener una charla por chat con Ron, quien a su vez, sostenía una animada charla con Neville y Sayre.
—Ron dice que algunas chicas de Hufflepuff lo echaron del dormitorio de Saye y le dijeron "rarito"
Si el comedor estuviera en silencio, todos hubiesen podido oír a Theodore gruñir. Orión a su lado, rodó los ojos, la diversión que tenían los tres totalmente apagada por el comentario.
—¿Fueron las mayores? No creo que las menores hayan hecho algo así.—murmuró, tomando un poco de jugo de naranja después de haber dicho aquello, su mirada ahora se paseaba por la mesa de la casa antes mencionada.—No pueden enviarlo con los niños, podrían hacerle algo.
Solo tenían once años, pero eso no significaba que eran estúpidos. Dejar pasar algo así podría ser el inicio de algo.
Su vista fue hacía una cabellera plateada que hablaba animadamente con un chico que el conocía muy bien.
Draco y Jeremione, perfecto.
Si Jeremione se hacía amigo de Draco, era su pase, ¡Ding, Ding, Ding! Amistad, aquí te voy, pensó.
Orión y Theo seguían hablando sobre cómo decirle al directo, a Severus, lo de Ron.
—A Ron no le va a gustar, Theo.
—No voy a dejar a mi hermano empiece a ser víctima de bullying por parte de bastardos intolerantes cerrados de mentes.
Escuchó a Orión suspirar y murmurar diversas palabras antes de contestar un "después de clases le decimos a padre"
Harry solo asintió.
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Su primera clase era pociones, por supuesto que sí.
Buscó una mesa que estuviera en la mitad del aula y prácticamente, como si de un niño de dos años se tratara, sacó su pluma y colocó sus iniciales.
Zabinni se hizo al lado suyo, y Theodore también. Orión por otra parte se due hasta atrás, una elección muy sabia considerando quien era el profesor.
Todo estaba bien, hasta que Ginevra pasó por su mesa.
—Que gran combinación. Un negro, un hijo de frankenstein y el hijo de un Weasley.
Dijo, mirándolos a los tres con burla, algunas personas en la sala se rieron. Incluso los Gryffindors, Harry frunció el ceño.
—¿Te afecta en algo?
Zabinni fue el primero en hablar, se había cruzado de brazos, Theo también había hecho lo mismo. Harry vio como Orión parecía querer ir a donde ellos.
—Claro que me afecta, por algo lo estoy señalando, ¿no?
Parkinson pasó y solo le rodó los ojos a Ginevra, más no hizo nada. Bueno, él no esperaba que alguien hiciera algo, los de su antigua casa estaban teniendo diversión con lo que pasaba, se notaba.
—Ginevra.—Harry se había puesto delante de Zabinni, quien tenía a la chica justo enfrente, y le sonrió.—¿Por qué no mejor buscas un asiento y cierras la boca? Detesto el olor a "envidio tu vida" que tienes, es tan molesto como tú.
Él no era de molestar chicas, por favor, pero no iba a permitir que ella empezara a fastidiarlos, ¡por merlín es su primer día! No iba a arruinar, lo que él clasificó como "Hogwarts, años encantadores, finalmente." sólo por ella y su molesta actitud.
La escuchó bufar murmurar unas cuantas palabras no aptas para menores antes de irse.
Volvió a su lugar aguantandose las ganas de reír, los demás seguían igual, algunos Gryffindors se carcajeaban, otros simplemente rodaron los ojos y siguieron con lo suyo.
Harry volteó para mirar a Orión, también se reía con Parkinson, quien resultó su compañera de mesa. Esperaba que Parkinson estuviera con ellos, nunca pensó en ella como una mala chica.
—¡Que jodida y maravillosa mañana!
Y ahí estaba, la gran entrada triunfal de su profesor de pociones, Sirius Black.
—Ah, pequeños demonios. Déjenme decirles que su querido director Severus Snape-Black, me ha dado un largo y abuuuuurrido discurso sobre lo que daremos, pero...
Su padrino se sentó al borde de la mesa, su look sin cambiar en absoluto, despreocupado y rebelde, tenía un cigarrillo entre los dedos.—Realmente no me aprendí nada y solo recuerdo :
"Aprenderán la sutil ciencia y el arte de las pociones, habrá muy poco estúpidos movimientos de varita y muchos dudarán que es magia, blah blah blah, puedo enseñarles a embotellar la fama y etc."
Sirius puso una cara aburrida y Harry observó como su padrino miraba a cada uno de ellos, abriendo los ojos con sorpresa luego de unos segundos, él ya sabía porque.
—Mierda, Orión, olvidé que estabas aquí, no le digas a tu padre de esto.
Y el salón se llenó de risas.
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Fue un día muy divertido, se dijo a sí mismo mientras se tiraba boca abajo en su cama.
Ginevra casi explota el caldero en pociones, pudo compartir clase con Ron, Neville y su hermana. Vio a sus hermanos unas cuantas veces en el cambio de clases.
Gracias a Ginevra pudo ingresar en el equipo de Quidditch como en su vida pasada, fue lo único bueno que hizo esa chica hoy, la verdad.
Y su gran logro. Hablarle a Draco.
Una sonrisa se extiende en su rostro recordando el momento.
Iban para Aritmancia, Zabinni -sí, ahora era parte de su grupo de amigos- iba contándoles cosas de los viñedos que tenía su familia en Italia, justo cuando estaban llegando al aula, los que estaban allí iban saliendo.
Un montón de azul con bronce, y amarillo con negro. Ravenclaw y Hufflepuff, maravilloso.
Buscó, un poco desesperado, aquel tono de cabello tan distintivo y cuando lo halló corrió hacía él. Estaba solo.
—Ey, Draco.
El ravenclaw, que estaba guardado lo que parecía una pluma blanca en su mochila, pegó un pequeño brinco en su lugar. Sonrió en grande cuando Draco le miró, y quiso pegar un pequeño grito de emoción en el momento que le regaló una pequeña sonrisa.
—Ey, Harry, finalmente puedo verte y hablarte.
En ese momento todo se sintió magnífico.
Claro que mientras hablaba con Draco, se le olvidó que tenía amigos y obviamente estos llegaron a interrumpir su momento.
Ah, su maravilloso momento con esos ojos grises y esa hermosa sonrisa, con esa voz tan-
Detuvo ese tren, ¿hermosa sonrisa? Qué.
Un momento.
Draco es lindo, sí. Incluso en su antigua vida logró cuestionar un poco su sexualidad gracias a él, y poquito a Diggory también pero no viene al caso. Normal, era un adolescente.
Ahora era un niño, además, también piensa que Ron es lindo, y Theo, y Neville, y Luna, y sus hermanos y Orión, y bueno todos.
Aunque si vamos con Draco...
No.
Decidió que lo mejor era irse a dormir, sí, ya sé le pasaría todo eso.
Se levantó de su cama, dispuesto a darse un baño, cepillarse, ponerse su pijama, para luego dormir y olvidarse de aquellos pensamientos.
Funfact : soñó con unos lindos ojos grises y una bonita sonrisa.