No crees que el destino me uniría a Hachi mi roomie y mi compañera, pero esta noche fue muy distinta porque la vi llorando en su cuarto llorando y tapando su rostro por otro chico que le rompió el corazón.
-Hachi.
Fue lo que pronuncie y la vi mas triste tapándose su rostro, escondiendo un poco de mi parecía ese pequeño perrito que gimoteaba.
Me senté al lado de ella, me uní con ella y la abrace para juntar nuestras cabezas, es increíble que ahora mi Hachi se dejará llorar con más fuerza cuando me quedé al lado de ella, espere que se recuperara, cuando por fin habló y respiro.
-Me dejo.
Antes de explotar en su segundo llanto y abrazarme con fuerza sosteniendo mi camisa y yo acariciando su cabeza, hasta que se calmo y me abrazo se quedo encima mio, yo me acomode para quedara en mi pecho y ella estaba durmiendo, estaba descansando como si fuera una pequeña niña, con sus ojos hinchados y acerque mi mano para sacar su pelo de su frente, cuando ella apenas hizo un pequeño suspiro y se acomodo para abrazarme.
Lo único que pensaba era como esta pequeña mujer era tan opuesta a mi, pero lo mismo era mitad cuando me quedaba mirando sus labios rosados y mi mente divagaba.
“Cómo se siente besarle los labios”
Fue ese momento que tape mis labios y mire hacia arriba, quedando impactada al ver al cielo y mis pensamientos, tapando mis ojos “Nana Osaki ¿Que estás pensando?”. La respuesta es simple me gustaba mucho Hachi y nuestra unión fue tan mágico cuando nos hicimos la promesa, fue tan lindo mirándonos cada recuerdo me venía a la mente, y sus belleza yo quería ser ese chico que se enamorara de ella, por eso cuando sentí que se despertó y la vi dormitando no aguante, me acerque a ella y le susurre:
-Hachi…
-Si…- me dijo apenas dormitando cuando le agarre el cuello y me acerque a darle un beso lento. Ella abrió sus ojos y me alejé abriendo mis ojos.
-Buenos días.
Me alejé, cuando cerré mis ojos y me acosté acomodando mi mano detrás de mi cabeza.
-¡Nana!
-Si…
-¿Por qué me besaste?
-Te encontré muy linda y te lo di.
Se escondio su cabeza en mi pecho y mantuve mis ojos cerrado, cuando abrí un pequeño ojo, cuando me percato que Hacchi es la que me besa y esta vez yo fui la que abrió los ojos, pero me relaje en sus labios y acerque su cuello para proseguir, esta vez mantuvimos nuestros labios jugando y yo me empecé a levantar de a poco para apoyarme en los codos y mi otra mano en su cuello, hasta lograr sentarme, besar su pera y bajando por su cuello, la pasión nos hizo olvidar todo cada beso fue mas lento, mas apasionado en su cuello, no me detubo a probar cada momento de su piel y sus gemidos fueron la música de mis oídos, cuando se derrite en mis brazos, quedó entregada sentada encima mio mirando hacia atrás, su respiración agitada y la veía como sus ojos estaban cerradas, hasta que la vi despertar y rozar sus dedos por mis mejillas de manera lenta y caer por mis labios.
-Nana se amable. Es mi primera vez con una mujer.
Yo entrelace sus dedos con los míos y los guíe hacia mis labios y la bese, ese momento me acerque bese su pulso para susurrar.
-Nana Komatsu, no podría romperte el corazón…
Me acerque a ella y fue cuando este beso fue mas apasionado y más dulce que los demás, estábamos encimadas de compartir nuestros labios que no nos importo superar nuestras barreras y amor. No importaba nada cada cosa que sentíamos era tan especial, que nuestro mundo giraba en este beso y nuestro toque se volvió más provocador mi mano bajó por su palma y le sujeté fuerte su muñeca para bajar lentamente mi índice por su piel y antebrazo, y sujetar su pecho encima del toque de su ropa, fue ese momento que toque su pezón entre medio de mi dedo índice y corazón. Mi roce bajo tocando su abdomen fue ahí que busque con mi mano tocar su piel bajo de su ropa, subir hasta arriba por sus costillas, ella gimió en el beso, fue mas impactante sentir su piel más suave que de un hombre y más delgada que busque ahora sentir su seno, fue ese momento que Hachi, rozó sus caderas con las mías y me rodeo sus brazos en mi cuello y me dejo que cayéramos su peso encima mio.
Disfrute ahora busco mi otra mano para ser guiada dentro de su falda por su abdomen y sentir que mis dedos pasan por encima de sus bragas, rozar mi dedo índice y corazón de manera lenta y de arriba hacia abajo, fue ese momento que me dejo de besar para gemir en mi hombro, y morderme cuando introduje un poco mis dedos, como si fuera a penetrarla encima de su ropa, ella me provoco un gemido ahora. Pero sentir que este juego nos estaba recién calentando, fue cuando busqué respirar y detenernos para descansar y ver que nuestra respiraciones se calmaron, y pregunte porque se veía un poco ahogada.
-Nana… mirame.
Ella con sus ojos más lagrimosos por el momento, se acercó para susurrarme cerca de mis labios:
-Si.- Mirándome los labios y luego mirarme a mí, me sonroje un poco y mire hacia otro lado:
-¿Deberíamos parar?
-No.- Movió su cabeza negando y ahora ella era la activa en el beso, se acerco besandome con gana y robandome la respiración, como si me necesitara con ganas y esta vez yo fui la que mi contacto fue hacia ahora dentro de su braga y explore dentro de su piel, fue tanto calor que sentir su piel me fundía los dedos, fue ese momento que nos unimos.
Nana con Nana fue esas palabras que me venían a la cabeza, que estamos volviéndonos una con el simple hecho que esta vez el dios Zeus no nos separo y por fin nos estamos uniendo dos mitades de una misma alma en esta cama con solo sentir mis dedos calientes dentro de ella, sus gemidos fuerte siendo sonoros en mi boca, fue nuestro momento especial, cuando sentí que ella descubre que hacia mas sonidos fuertes al tocar las partes que me necesitaba, y yo no aguante mas cuando mi otra mano dejó de masajear su pecho, y fue detrás de su espalda siendo guiada ahora a su cuello su columna y masajeando con mi dedo índice en círculos, para sujetar su cuello y girarla conmigo ahora encima de ella, pero apretando mis dos dedos introducidos dentro de ella, cuando Hachi gimió más fuerte, y no se pudo calmar.
Esperé que respirara y sintiera su placer menos intenso sacando mi otra mano de su espalda y guiandola por su costilla, su abdomen, y luego por su rostro para acariciar su mejilla, besar su labio de manera lenta.
-Hachi… respira, mirame.
Ella agitada respiro y luego asintió, para luego hablarme:
-Sigue… por favor sigue. -Me sujeto la camisa y colocó su cabeza en mi cuello, le cayo una lagrima, pero yo busqué secar, cuando la hice mirarme.
-Te amo Nana Komatsu.
Y ella me dio la sonrisa mas linda que vi en mi vida, fue tan dulce que mi corazón no paró de latir, y mis mejillas se sonrojaron y me quedé paralizada para ver como ella me acaricio mis mejillas y decirme su manera tan alegre.
-Te amo Nana Osaki.
Fue ese momento que conectamos miradas con tanta profundidad y nos besamos con tanta lentitud que este fue nuestro beso eterno y prometedor, fue nuestra promesa que nuestros hilos rojos del destino se unieron y sentí como mi meñique portaba ese hilo y lo portaba ella al conectar nuestras manos, nuestros dedos meñiques se buscaban y se rozaban con el deseo de fundirse.
Descubrimos nuestros lazos, fue ese momento que ella guió su otra mano y bajó su mano dentro de mi ropa interior y me introdujo sus dedos ahora dentro de mí, me sorprendió también que ella tuviera deseo de tocarme me hizo temblar y se preocupó también por mi.
-Nana ¿Estas bien?
-Si solo me sorprendiste Hachi… Continua como yo.
-¿Como?
-Haciendo los mismos movimientos.
Fue ese momento cuando descubrimos el deseo de las dos al sentir como buscábamos complacernos pero fue nuestro pulgar que hizo la magia al tocar la punta de nuestros lirios donde estaba nuestro polen, fue ese pequeño botón que hizo la magia al aplastarlo con las dos estábamos más extasiadas con nuestros gemidos cada vez más fuerte que no aguante las ganas en poner mi cabeza en su cuello y gemir con ella, mantenido nuestro ojos cerrados.
Descubrimos que me conecte muy bien con ella, por eso cuando llegamos al orgasmo fue más intenso y lo estamos guardando que nos importo tenerlo muy prolongado, y fue un poco intenso porque no esperaba que fuera mutuo.
En ese momento nos rendimos a respirar y mirar nuestro rostros, nos reímos como dos niñas al descubrir que fue un maravilloso primer orgasmo, con mucho amor y felicidad de conectarnos por fin en nuestra vida.
Acerque su dedos y los bese como si fuera un caballero, para estirarlo y ver que hachi me pregunto:
-Nana ¿Que vas hacien…?
Yo introduje sus dedos en mi boca y los chupe de manera lenta sentí como ella gemía y mis dedos todavía dentro de ella los movía dentro, descubrí que abrió los ojos para luego sacarlo de manera lenta y mirándola cuando sonó un pequeño “pop”.
Apreté mis dedos dentro de ella y gimió más fuerte, yo me reí de este momento -hachi me golpeó despacio el pecho e inflo sus mejillas.
-No te burles Osaki.
No podía dejar de mantener esa sonrisa, pero fue ese momento que nos miramos y reímos juntas para que Hachi me ataca mordiendo mi labio inferior, y sacarme una sonrisa en ese beso, y nos mantuvimos quietas acariciando nuestras pieles lo más gracioso teníamos la ropa puesta al hacerlo pero necesitamos un momento de relajo.
-¿No quieres ducharte Hachi?
-Si. -Dijo asistiendo y se sonrojo pero escondió la cara en mi pecho.- Debes sacar tus dedos.
Lo dijo susurrando y un poco roja, yo me reí porque estaba mas timida y saque de manera lenta y fue ese momento que tembló un poco.
La ayude a que giramos de lado y me quede con ella un poco agitada para levantar su pera y besar sus labios en un pequeño beso, pero más tierno, cuando me levante para calentar y preparar la ducha ese momento cuando no me percate, sentí un cuerpo desnudo cuando estaba listo abrazándome atrás, me sorprendió mucho sentirla refugiarse en mi espalda.
-Nana… No me dejes.
Mi sonrisa cambió, fue más nostálgica porque conocía la historia de Hachi y nunca tuvo la seguridad de ser amada con seguridad siempre buscaba atención de los demás, eso me dolía de alguna manera que pensara que yo la iba a dejar pero yo había hecho una promesa.
-No te hice una promesa Nana Komatsu.- Me gire sujetando su muñeca y levantandola, mirándola de manera seria y determinada.
-Siempre te iba a cuidar, si tu me lo permites Hachi.
Ella estaba sorprendida con mis palabras que me sonrió para besarme y ayudarme a quitar la camisa, y ayudarme a bajar los pantalones, mientras que yo me quitaba el brasier cuando ambas estábamos desnudas nos tomamos las manos y nos miramos reímos como hermanas, para luego entrar en esa bañera cada extremo para mirarnos y descansar.
Por fin este baño de burbujas nos unió como la mitología de nuestra vía láctea, Hikoboshi se une a Orihime y nos podemos unir cada siete de julio para poder por fin confesar nuestro amor al unirnos en nuestro camino de estrellas.
Nana es nuestro nombre,
El siete portamos,
Dos almas separadas,
Que pudieron confesar nuestro amor en la vía láctea.