Magic and Halfbloods | HP, PJ

Harry Potter - J. K. Rowling Percy Jackson and the Olympians - Rick Riordan The Kane Chronicles - Rick Riordan
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Magic and Halfbloods | HP, PJ
Summary
Everest siempre supo que jamás sería ordinaria, ya que era una semidiosa.Pero un día llega la prueba definitiva de que no tendrá nunca una vida normal, ni siquiera para los estándares divinos. Metiéndose en varias aventuras peligrosas y emocionantes junto con sus mejores amigos de los dos mundos a los que pertenece.___________________________________________✓Harry Potter y la piedra filosofal. [En proceso]✓ Percy Jackson y el ladrón del rayo.Los personajes y sus historias no son míos (excepto algunos cuantos como Everest, y mis otros OC`s), son de la propiedad de Rick Riordan y J.K. Rowling, yo solo los uso para divertirme.
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1. Carta Misteriosa

Everest separó la vista de la carta y la dirigió hacia los demás en la mesa.

Luke la miraba con incredulidad, el señor D. fingió no tener ni idea de lo que pasaba, y Quirón la observaba con renovado interés.

El silencio le parecía asfixiante y ninguno de los presentes parecía dispuesto a romperlo. Everest se armó de valor y formuló las preguntas más importantes que pasaban por su cabeza.

—¿Eso significa que soy una hechicera como lo fue Medea? ¿Qué rayos es Hogwarts? Y ¿Por qué la dirección está espeluznantemente bien, pero el apellido está mal?

—Creo, preciosa, que Hogwarts es claramente una escuela.

La joven semidiosa le envió una mirada de advertencia para que cerrará la boca, Luke entendió y se mantuvo callado.

—Esto es una situación inesperada, no sabía que tenías en ti un gen mágico... Claro aparte del divino. Pero significa que debes ir a hablar con Antionette Osmond, ella asiste allí. Dile que te llegó una carta de admisión a Hogwarts y que le pido que te explique todo lo necesario para entenderlo.

>>En cuanto a lo de tu apellido, tal vez solo fue un error. Pero hasta que sepamos más no deberíamos indagar hasta que sea prudente.

Everest no entendía a qué se refería el viejo centauro con "gen mágico", pero vio en los ojos de su entrenador que la conversación había terminado. Frustrada le indico a Luke que la siguiera.

Solo le quedaba ir a hablar con la tal Antionette Osmond esperando que resolviera sus dudas.

—Ya que eres líder de la cabaña de Hermes ¿Sabes quién es Antionette Osmond?

—Para tu suerte si lo se, pero te lo diré con una condición: ¿Aceptas, Ev?

—Depende, ¿Cuál es esa condición? —pregunto bastante divertida.

—Que yo sea el primero en enterarme si aceptas o no esa plaza.

—Trato hecho. Ahora dime quien demonios es Antionette Osmond.

—Es una chica de la cabaña 7, tiene alrededor de 13 años y es la que está sola caminando hacia la arena de tiro con arco. —explicó Luke, señalando a la hija de Apolo.

—Gracias por esa explicación tan detallada.

Saltó para estar a su altura y se despidió con un beso en la mejilla. Corrió hacia donde estaba la chica.

Al verla de cerca noto que le llevaba un palmo de altura, tenía la piel color chocolate y los ojos azules característicos de los hijos de Apolo.

—¡Hey! —grito intentando llamar su atención.

—¿Qué?

—¡Eres Antionette Osmond! Yo soy...

—Everest Jones, lo sé. Eres bastante conocida en el campamento —su voz pasó de ser burlesca a una cargada de veneno—Y no me digas Antionette, lo odio.

—Wow, eso no lo sabía. Pero si no te puedo llamar Antionette ¿Cómo te digo?

—Preferiblemente no me hables nunca, pero si no hay de otra... Solo llámame Tony.

—Ok. Bueno, Tony, vine a hablar contigo porque Quirón me envió para que resolvieras algunas dudas que tenía.

—Lo lamento profundamente, pero yo no soy ningún tipo de guía para responder tus dudas. —espeto amargamente mientras se alejaba.

—Quería que resolvieras mis dudas sobre Hogwarts. —exclamó Everest.

En cuanto terminó de decirlo, vio como Tony se tensó en su lugar y volvió a verla amenazadoramente.

—¿Quién te habló sobre eso? Dime ahora mismo cómo te enteraste que asisto a esa escuela.

Everest mantuvo su rostro impasible, no dejó que su mirada delatara el miedo que le causaba Antionette estando enojada.

Normalmente Everest no se dejaba intimidar por nadie, aunque fuera alguien grande y fuerte como Clarisse, de Ares. Pero no pudo evitar encogerse un poco en su lugar. Pero recuperó rápidamente la compostura.

—Quirón me lo dijo. El me envió aquí contigo, así que si eso no te agrada, no es mi problema, mejor ve a hablar con el.

Antionette se le quedó mirando fijamente con sus ojos azules, que la hizo sentir como si estuviera pasando por rayos X. Su mirada carecía de la habitual calidez y alegría de los hijos del dios del sol, en su lugar solo había frialdad y amargura.

—Veo que tienes actitud, eso me agrada. De acuerdo ¿Qué decía esa estúpida carta?

Everest creyó que la hija de Apolo no la ayudaría, y se sorprendió enormemente al oír eso.

—¿Cómo sabes que me llegó una carta?

—Porque a todos los alumnos cuando los admiten les envían una carta diciéndoles que los aceptaron.

—Buena la carta decía que tenía una plaza en su colegio y que tenía hasta el 31 de Julio para decirles si iba a ir o no.

—Lo típico de siempre, creo que nunca cambian el contenido de esas cartas a parte del nombre del alumno y todos los estúpidos títulos que se gana Dumbledore cada año —. Murmuró Antionette para sí misma —. Siendo sincera no entiendo como puedo ayudarte yo en eso, está muy claro.

—Para empezar quisiera que me explicaras un poco mejor qué es Hogwarts, por qué hasta ahora sé de su existencia y si eso significa que soy una hechicera.

La chica mayor miró alrededor como buscando si había alguien que pudiera oírles.

—¡No me hables como una niñita malcriada! Te lo explicaré solo si dejas de actuar así, pero no aquí. Vamos al bosque no quiero que los demás escuchen.

Al inicio Everest tuvo un mal presentimiento, la última vez que había estado a solas con alguien en el bosque... Podría decirse que no fue muy agradable.

Pero al ver sus ojos se dió cuenta de que sus intenciones eran buenas, así que se dejó llevar.

Cuando llegaron a un claro donde no se veía ningún campista o monstruo se sentaron en el suelo y Tony respiro profundamente, como si hablar de eso con alguien fuera cansado para ella.

—Hogwarts es un colegio en el que enseñan magia y hechicería a todos los niños que sean lo suficientemente mágicos, dónde yo asisto. Tu segunda pregunta no la puedo responder, eso es cosa tuya. Y con respecto a la tercera, si; debes tener magia en la sangre para poder asistir, pero necesitas ir a un colegio o que otro mago o bruja experimentado te instruya para poder sacar a relucir todo lo que puedas de tu potencial mágico. ¿Otra pregunta?

—Solo una.

—Dispara.

—Mi apellido no estaba como tal en el escrito. Decía E. E. Fayed, pero mi nombre es Everest Elizabeth Jones.

—No creo que sea algo tan grave, tal vez fue una equivocación o algo por el estilo. No te preocupes, eso se puede solucionar después. ¿Algo más?

—Por ahora no —le respondió tranquilamente, aunque sus respuestas solo habían hecho que tuviera más preguntas. Decidió preguntarle otro día que estuviera de mejor humor. —Vámonos, que estar en el bosque me trae malos recuerdos.

Caminaron juntas de vuelta al campamento. Platicando un rato evadiendo el tema de Hogwarts, pues Everest temía que acabaría preguntando sobre cada mínimo detalle de la escuela.

Si le quitaba el hecho de que a veces era un poco brusca al responder o que su humor podía ser bastante ácido, Tony Osmond le parecía bastante amigable y divertida.

 

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Pasaron los días con la normalidad que podría tener el campamento mestizo. Everest no había vuelto a mencionar Hogwarts con nadie de los que sabían de qué se trataba la carta que le había llegado.

Frente a todos fingió estar tranquila, ocultando de la vista las dudas y las noches de insomnio que le causaba la oportunidad de ir a un verdadero colegio. No tener que asistir solo a las clases de Quirón o los hijos de Atenea y Apolo.

Ella siempre había tenido toda su vida premeditada, junto con una lista de cosas por hacer antes de morir a manos de un monstruo o tal vez de un dios.

Pero en ninguna parte de esa lista decía "Asiste a una escuela de magia".

Al ser una situación desconocida decidió esperar a tener más información para saber cómo actuar de forma prudente, o al menos así es como se mintió a sí misma.

La verdad era que estaba aterrada, toda la situación era desconocida para ella. Quería ir a Hogwarts, pero eso significaba que tendría que dejar el campamento.

El campamento era el único hogar que recordaba tener. Si se iba, temía que todos la olvidarán, como si nunca hubiera existido o como si jamás hubiera importado.

Ese era su mayor temor, ser olvidada e ignorada, incluso cuando más necesitará a las personas a su alrededor. Algo por lo que había pasado antes, y no deseaba que se volviera a repetir.

Decidió aplazar lo más que pudiera la decisión, así no tendría tanto tiempo para arrepentirse y cambiar su decisión.

Pero su plan se fue al carajo una noche en la playa, cuando Luke sacó ese tema en su conversación.

—¿Y qué decidiste? ¿Irás a la escuela de magia?

Al no obtener una respuesta la tomó por la cintura acercándose a ella hasta que solo los separan escasos centímetros.Y con su otra mano sujetó el cabello de Everest con fuerza, obligándola a alzar la cabeza.

—Responde, preciosa.

—No lo sé, aún no lo he pensado bien. Y no sé cómo se tomarán la noticia—respondió, evitando hacer contacto visual con el rubio. Su voz fue un susurro apenas audible.

—Tu estate tranquila, apoyaré cualquier decisión que tomes, preciosa. Y estoy seguro de que los demás también.

—¿Estás seguro? Que tal si decido irme y no regresar al campamento por quedarme en esa escuela ¿Que es lo que harías? —Debía ser una amenaza, pero sonó casi como una súplica. Y se encontró a si misma queriendo saber que es a lo que se atrevería Luke solo para tenerla a su lado.

Comenzó a sonrojarse del rostro. No sabía si era debido a su enfado o a las extrañas sensaciones que le causaba estar tan cerca de Luke. Tanto que podía sentir su cálido aliento chocando contra su cuello.

Pero su mente solo tenía espacio para una cosa ¿Acaso Luke ya no quería que estuviera en el campamento? ¿Acaso se había hartado de ella y pensaba abandonarla, como suponía había hecho su madre o padre cuando tenía tan solo 8 años? ¿Su mayor miedo se estaba haciendo realidad?

—No me malinterpretes, es obvio que quiero que estés aquí. —murmuró roncamente. Soltó su cabello y tomó sus manos. Everest hizo un sonido de protesta, por alguna razón que desconocía quería que volviera a sujetar su cabello con fuerza.— Pero lo que no quiero es que pierdas una muy buena oportunidad para hacer lo que yo desee.

Everest cerró el poco espacio que había entre ellos, y abrazó a su amigo rubio. El hijo de Hermes le correspondió al instante, la joven escondió su rostro en su pecho y Luke recargo su cabeza en la de su amiga, acariciando con ternura su cabello castaño.

La calidez que desprendía el cuerpo de su amigo y el cansancio emocional de varios días comenzó a cobrar factura. Sintió como las lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos y no las intentó retener. Por primera vez en mucho tiempo se permitió llorar.

Luke acaricio su espalda y susurraba palabras tranquilizadoras. Everest se aferró tan fuerte como pudo, sintiendo que él era su única ancla en este mundo.

Al pasar los minutos sus sollozos fueron haciéndose más débiles y se quedó sin más lágrimas para derramar. La somnolencia fue apoderándose de Everest y se quedó dormida sobre su amigo, sabía que estaba a salvo con Luke.

 

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