
Querido Canon:
Los sentimientos que tengo por ti atraviesan demasiadas barreras de lo correcto. A veces, creo que eres de las mejores cosas que han pasado, pero en otras, mi odio por ti es tan grande, que desearía que nunca existieras y que un ser divino viniera en mi salvación para reescribir toda tu historia. A pesar de los bellos ejemplares que existe, cuando pasa el mal momento y me pongo a pensar en cómo de tu línea original nacen tantas obras. Creo que en realidad, tu forma es la correcta, porque de ella existen tantos fanfickers con manos mágicas que alegran mi vida con sus escritos llenos de vida.
Me provocas demasiados sinsabores. Eres de las cosas más imperfectas pero demasiado hermosas que pude conocer. De ti puedo descubrir diferentes escenarios, diferentes personalidades y formas de pensar. Estás tan mal hecho, que humildemente las personas han salido a corregirte. ¿Era tan difícil aceptar que una pareja bien fomentada y con tanto potencial era mejor que una relación barata salida de una película mal hecha a base de estereotipos ilógicos? ¿Por qué querer reflejar el anhelo de un niño por su familia haciendo que con su actual pareja sean iguales físicamente a sus difuntos padres? ¿Había algo más cliché que eso? Digo, es normal que quieras emparejar al bueno con una persona buena, pero, ¿tu mente visionaria no vio más allá que un simple final feliz donde tienen una vida perfecta, los hijos perfectos e incluso creo que hasta un perro?
Cuanto lamento que hayas caído en esa desgracia. Lo entiendo, era más fácil irse por lo común que aventurarse a crear un romance donde ambos personajes evolucionaran a ser de esos que marcan la vida del lector. Pero sin tus errores no podrían existir los fanfics. Obras que nos transportan a un lugar donde el amor es algo realista y no algo inspirado en una pareja que viste una vez en el supermercado comprando pan integral. Tantos escenarios hermosos, las millones de posibilidades de ver a los mismos imbéciles enamorarse una y otra y otra vez. Y todo gracias a ti, la cosa más horripilante que pudo existir.
Es cierto, a veces nosotros como fandom caemos en clichés, pero estamos hartos de leerlo en parejas tan plásticas. ¿Acaso dos hombres de cuarenta años no pueden tener el romance soñado? Y tú, como la cosa más espantosa, creo que deberías aprender del fandom.
Lo que siento por ti es casi inexplicable. Así que lo tomo como el equilibrio natural que exige la vida. Aun así, también te agradezco que seas el puente entre esta bella comunidad que reúne a tantas personas, tantas mentes llenas de sabiduría que siempre están dispuestas a iluminar el camino de las nuevas generaciones. Pero tú, a veces de pensar en todos tus errores, me dan ganas de estrangularte.
¿Qué daño te hizo ese niño para que también le retiraras al único amor paterno que conoció hasta los catorce años? Eres un ser cruel que mueve sus hilos a su conveniencia, haces a tus personajes unos completos tarados para así complicar la vida de tu protagonista. Vaya maldad.
Si hay algo que quiero pelear contigo es le hecho de haber emparejado al pobre con la hermana de su mejor amigo. ¿Más obvio no podías ser? Claro, la chica era el boleto que necesitaba para tener un lugar asegurado en la familia que le pisó los talones desde que puso un pie en ese tren escarlata. ¿Tú te hablas con los amigos de tu infancia y adolescencia? Apuesto a que no. Pero claro, hagamos que se hablen en un libro y ya, en el último los casamos y decimos que se amaron para siempre.
Creo que nuestro protagonista tenía más química con el tieso de Filch. Aunque no suene muy bien, pero entiendes mi punto.
Sé que no lograré algo con esta carta, pero estaba reflexionando y dije: como te odio, querido canon.
Ya no sé qué más escribirte. Siento que me pudro por el odio que se acumula en mi alma por tu culpa. Creo que me iré a dormir pensando en las miles de acciones que pueden tener los personajes para cambiarte. ¿Conoces el efecto mariposa? Búscalo si no es así. Aun así, tendré que resignarme que eres algo permanente, que aunque llore y lea miles y miles de historias, tú fuiste así. Es un amor agridulce, esos que te hacen llorar de la decepción pero también te hacen reír por sus ideas. Eres inestabilidad para mi vida, pero no podría vivir sin ti.
Ni yo me entiendo al final de esto, pero quiero desahogarme.
El final de mi parloteo es: me eres indiferente, no importa cuantas veces recalques tu final, el fandom se encargará de limpiar tu cagadero y lo arreglará con esos universos creados donde Harry es el hijo de Tony Stark. ¿Aun no lo has leído? Está de pelos que Harry le quiebre el culo a Thanos con un maldito expelliarmus.
Te odio, y espero que nunca cambies. No lo hagas, el fandom es demasiado perfecto para que tú trates de imitarlo.
Me despido de ti, deseando que nunca cometas otra idiotez o me dará un derrame por tu falta de coherencia.
Con demasiado decir y pensar, tu querida fan.