Peter Pettigrew no tiene las mejores habilidades sociales eso no era sorpresa para nadie, más de una vez a peleado el título de 'él más incómodo social' contra Remus y Barty, en ocasiones muy tensas Regulus, pero sabe que puede manejarlo cuando se trata de una situación importante. A pesar de ser hijo único en su familia muggle, tenía una enorme cantidad de primos con los cuales pelear y de los cuales quejarse, aun así siempre se sintió algo incomodo cuando tenía que explicar algo a los demás, especialmente cuando algo se rompía o levitaba inexplicablemente, ahora sabía que era magia accidental, pero al ser el único mago en su familia hace más de 90 años no tenía idea de porque se sentía diferente y observado, como si esperaran que algo dentro de él saliera y empezara a comerse a los demás miembros de la familia.
Realmente no entendía porque sus palmas sudaban cuando tenía que presentarse enfrente de su clase cada año antes de los 11, las miradas de sus compañeros, que resultaban ser también sus vecinos, expectantes a que algo bizarro ocurriera pues sabian de los rumores que los adultos tenían sobre Pettigrew el niño raro de la casa de al lado; sus padres intentaron inscribirlo en diferentes actividades, en su mayoria deportes, con la esperanza de que su timidez se fuera y aprendiera a convivir con chicos de su edad, sin embargo desistieron de sus intentos después de que en un partido de beisbol cuando finalmente lo dejaron batear, solo porque otro chico se lesiono y el entrenador no tenía a nadie más a quien escoger, estaba tan nervioso de decepcionar a sus padres y de fallar enfrente de sus primos mayores, que sin ninguna explicación científicamente posible el bat en sus manos se hizo extremadamente pesado, tanto que nadie pudo levantarlo, no fue hasta que el juego termino que Peter se calmó lo suficiente para que el bat regresara a la normalidad.
Toda su infancia sintió que las personas lo ignoraban solo para evitarse problemas o simplemente porque creían que no valía la molestia, no fue hasta el verano de 1971 cuando una mujer en ropa extraña y cabello anormalmente brillante se presentó en la entrada de su casa con una carta en mano que todo cobro sentido, no era que se sintiera diferente, sino que si lo era, no un diferente como los chicos en la escuela pensaban, 'la amiga de mi mamá dice que incendio una alfombre y casi quema su casa', 'yo mire el otro día que hizo al gato volar', más de una vez escucho como ellos hacían tontas historias sobre él, Peter sabía que algunas eran ciertas, incidentes que la mujer, Profesora en Hogwarts, dijo eran normales en jóvenes magos y que si se presentaron desde tan temprana edad como en el caso de Peter, significaba que sería un mago talentoso, esas palabras hicieron a Peter la persona más feliz del mundo, aun cuando sus padres le advirtieron que no podía decirle a ninguno de sus familiares, a él no le importo, porque sabía que ya no necesitaba la aprobación de ellos, había más personas como él, que pasaban por la misma preocupación sobre que era capaz de hacer, y ahora sabía que conocería a esas personas el 1 de septiembre, y talvez, solo talvez, no sentiría sus palmas sudar y preocupación invadiendo su mente con el miedo de cometer un error, porque esas personas amontonadas en la estación 9 ¾ eran como él, igual de nerviosas sobre en qué casa entrarían, o si el equipo de quidditch sería tan impresionante como el profeta lo hacía parecer.