SISTEMA DE CACA, CACA

呪術廻戦 | Jujutsu Kaisen (Manga) 呪術廻戦 | Jujutsu Kaisen (Anime)
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SISTEMA DE CACA, CACA
Summary
Gojo murió, es así, no cambiará nada. No importa si revive. Pero, ¿logrará cambiar las cosas? Con un sistema que en vez de ayudarlo le complica las cosas y para colmo, ¡el protagonista lo odia!Gojo piensa. ¡Que OP se ha vuelto Yuuji! ¡Está orgulloso de eso!¿Pero por qué rayos está comprometido? y para colmo, ¿colmo es eso de que estuvo con Geto?¿Qué es eso de inmortales y esas tonterías?¿O no?
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AMIGOS

Yuuji tuvo algunos días libres, Gojo se había encargado secretamente de eso al cambiar las indicaciones que uno de sus sirvientes tenía, además de interferir con los alimentos del otro. Sino mal recordaba Gojo, Yuuji realmente amaba la carne, recordó como el chico se ponía muy animado y la baba se le escurría de la boca cuando lo llevaba a comer, claro, junto a su gruñón Megumi y la adorable Nobara.

El tiempo de recuperación dado a Yuuji, habían sido de 7 días. EL muchacho tenía las manos muy inquietas, incluso si de indicaron descansar, se había entretenido limpiando y ayudando a Shoko, pese a la renuencia de esta última, pero no pudo detener al terco Yuuji.

Durante la semana, más obsequios misteriosos llegaban al pelirrosa, Yuuji tuvo la idea de botarlos, mas Shoko le aconsejó disfrutar de la simpatía, le dijo que de vez en cuando debería disfrutar de los objetos, no importaba quien se los diese si le servían. Entonces Yuuji aceptó muy incómodo todas las cosas que le llegaban de su “admirador”, como Shoko le había dicho burlándose. Había recibido carne y comidas muy deliciosas, hasta un nuevo uniforme a su medida e incluso un nuevo celular. Este último no solía usarlo, solo agregó el contacto de Shoko antes de volver finamente a las clases.

A pesar de ser su primer día entrando a las clases, Yuuji ingresó con la mente el alto y muy seguro, fue directamente a un asiento vacío y se sentó a esperar pacientemente a su maestro.

Gojo estaba por llegar a la clase, respiró profundo antes de entrar y escuchó algunos murmullos, se detuvo de entrar al escuchar la voz de Yuuji. Uso seis ojos, Yuuji estaba más saludable y con más carne en los huesos, pronto alcanzaría su altura adecuada.

—Hey, cara de papa. — Esa voz era de Nobara indudablemente.

—¿Te diriges a mí? — Yuuji respondió un poco ofendido.

—¿Quién más tendría una cara de papa? — Gojo disimuló la pequeña risa que le había salido. Esperó a escuchar un poco más, aún era temprano de todos modos. Había aprendido la puntualidad a punta de castigos, muchos.

—¿Qué quieres? — Gojo podía ver el lindo y adorable puchero que Yuuji estaba haciendo, quería entrar en ese momento y unirse a las bromas de Nobara. Un castigo en su lengua apareció, otra vez estaba siendo castigado.

Nobara alzó las cejas, no esperaba que el niño de cabello rosa respondiera así. — Ten, es el libro, lo encontré en mi mesa, creo que faltabas solo tú, ¿no? —

Yuuji sonrió y agradeció. El libro en sus manos era sobre la cultivación hacia la inmortalidad y la hechicería. Nobara le dio un golpecito en la cabeza y extrañamente se hicieron amigos.

Lamentablemente, Gojo tuvo que intervenir. Abrió la puerta y todo el mundo se quedó callado. Incluso el pequeño y radiante Yuuji miró al suelo, evitando en cada momento ver a Gojo, su cuerpo temblaba levemente. Gojo solo se lamentó y pidió disculpas en su mente, esperaba que recibir los castigos y cumplir esa maldita misión le sirviera de algo.

Gojo en verdad no quería, pero hacía debía humillar a Yuuji. Optó por hacerle preguntas fáciles al principio, pero recibió descargas en su cuerpo como castigo.

—Itadori Yuuji, ¿cómo se contrataca contra las maldiciones? — La pregunta dejó en silencio a todos. Yuuji recién se recuperaba y regresaba a los estudios, no era posible que supiera la respuesta. Nobara, detrás de Yuuji, siseaba diciendo lo malvado que era su sensei.

Ante todo pronóstico, Yuuji respondió correctamente. — Considero que hay alrededor de tres maneras de hacerlo. —

“Oh” Pensó Gojo y el sistema también.

—Ilumina a este maestro. — Gojo sonrió lo más parecido a un malvado villano, parecía que lo era.

—Una manera puede ser almacenar la energía maldita producida por los hechiceros o aprovechar la energía maldita de otros humanos. Otra puede ser convertir la energía maldita de la maldición en energía positiva. La tercera opción… es absorber a la maldición o comerla… — Gojo y los demás se quedaron callados por un momento.

—¡Ugh, eso es asqueroso! ¡Seguro que de pequeño te chupabas los mocos! — Interrumpió Nobara.  Yuuji miró ofendido a Nobara, pero no contrarrestó tampoco.

Gojo salió de su estupor, por un momento vio la imagen de su amigo Geto sobre el pequeño Yuuji.

—La segunda y tercera respuesta son hipótesis, ¿cómo lo resuelves? — Preguntó Gojo con una mirada aguda. Yuuji le dirigió la misma mirada, sonrió imperceptiblemente y se apresuró a responder.

—No es del todo una hipótesis. Después de todo, Sensei debería saberlo mejor. —El aula se volvió a sumergir en silencio. Yuuji continuó. — Me refiero a Geto Suguru. — El cuerpo de Gojo tembló contra su voluntad. Yuuji continuó la explicación, mirando a la venda de Gojo en todo momento. — Fue un hechicero inmortal capaz de absorber las maldiciones, aunque hay opiniones acerca de cómo daña el cuerpo si se ingiere una cantidad anormal, de absorción de energía maldita. Sin embargo, un cuerpo que pueda combatir esa corrosión sería capaz de no solo atacar a las maldiciones, sino volverlas partes de su poder; aunque de una manera diferente a la del inmortal Geto. — Gojo apretó los puños, el sistema le estaba mandando castigo tras castigo por no reaccionar contra Yuuji.

Yuuji sonrió angelicalmente por la respuesta, continuó. — En cuanto a la energía positiva, puede realizarse con la transformación de la energía maldita a través de la cultivación. ¿Me he equivocado, Sensei? — Yuuji sonreía dulcemente, como esperando un elogio.

—Es todo por esta clase. — Gojo habló duramente antes de salir del aula. Dejando a los chiquillos con bastantes dudas y asombrados por la valentía de Itadori.

—¡Tienes agallas después de todo, Itadori! — Nobara le chocó la espalda y sonrió juguetonamente.

Yuuji inclinó la cabeza como un cachorrito. —¿Mm? Solo he respondido, Gojo no me dijo si estaba mal o en lo correcto. —

La voz tranquila y fría de un chico explicó. —Estás en lo correcto. En verdad tienes muchas agallas, o debería decir, una estupidez en grande. —

—Déjale Itadori, tiene aires de grandeza por ser del clan Zennin. — Le codeó Kugisaki.

—¡Soy Fushiguro, no Zennin! — Dijo el mencionado algo enojado. Yuuji se puso delante de Nobara y preguntó de vuelta.

—¿Cómo debería llamarte? Soy Itadori Yuuji, un gusto. — Yuuji estiró la mano. Fushiguro la aceptó.

—Fushiguro Megumi. ¿No eres muy grande para estar en la cumbre? — Yuuji desvió la mirada y alzó los hombros restándole importancia.

—Me aceptaron. —

Megumi respingó la nariz. — No deberías hablar de Geto Suguru delante de Gojo. —

—¿Por qué no? — Yuuji inclinó la cabeza a un lado, Kugisaki le dio un tremendo zape. El chico a lado de Nobara intentó detenerla.

—Es un tema tabú, se dice que fue un amigo muy cercano de Gojo y que lo dejó frente a un KFC ja, ja, ja, ja, ja, ja. — Respondió Nobara, todo el mundo sabía acerca de la vida del inmortal Gojo Satoru. — ¿Cómo es que no lo sabes? ¿Acaso no ves tu celular o qué? — Aunque Nobara hablaba sarcásticamente, no esperaba que Yuuji asintiera,

—¿No tienes un teléfono acaso? — Preguntó Megumi algo sorprendido.

—No, recientemente he adquirido uno. — Yuuji sacó su teléfono para mostrar. Nobara y el chico a su lado abrieron los ojos como un husky sorprendido y hambriento.

—¡Es tan bonito! — Nobara agitó el brazo de Yuuji.

—¡Es de última generación! — Miró el chico.

Megumi solo los vio y rodó los ojos.

—Disculpa, ¿cómo te llamas? — Yuuji notó al niño desde hace rato.

—Ha, lo-lo-lo siento. Me llamo Yoshino Junpei, un gusto. — Yuuji le sonrió de vuelta.

—Hola Yoshino, ¿qué es lo bueno acerca de este teléfono. — Yoshino emitió un grito muy emocionado y empezó a enumerarle cada dato del teléfono que dejó confundido a Yuuji y asombrada a Nobara. Hasta que llegó al precio.

—¿Eh? — fue todo lo que Yuuji dijo.

—¡¡¡¡¿¿Qué rayos??!!! ¡Pensé que eras un campesino como yo Itadori! — Nobara lo sacudió, Yoshino trataba de separarlos. Megumi al verlos optó por irse. — ¡Alto ahí! ¡¿A dónde crees que vas erizo de mar? —

—¿Erizo de mar? — Repitió Megumi confundido.

—Sí, ¡tú no te has sorprendido en absoluto! — Le reprendió Nobara.

—Es solo el último celular, ¿acaso importa? — Megumi estaba un poco crédulo hacia Nobara, pensó “¿eso no era lo normal para todos?”

Yoshino le susurró algo al oído de Nobara al recibir la respuesta de Megumi.

—¡Rayos! ¡Eres un maldito niño rico y mimado! —Lo señaló Kugisaki.

—¡No lo soy! ¡En todo caso, Itadori también sería uno! — Megumi dirigió la atención al pobre Yuuji, que solo había estado callado.

El pelirrosa sonrió y contaba lo sucedido durante su estadía en el hospital, así los cuatro hicieron un grupo que se convirtió en amigos rápidamente.

Aprovecharon la tarde para ver películas, Yoshino y Yuuji descubrieron los gustos en común que poseían. Nobara y Megumi los veían disfrutar como frikis, ambos rodaron los ojos.

Mientras tanto, Gojo se encontraba en el baño de su apartamento, escupiendo bocanada, tras bocanada de sangre. Una vez terminó, se enjuagó la boca y se curó, el daño había sido a sus pulmones y estómago.

Se compuso y se dirigió a su sofá, abrió la laptop que estaba frente a él y rápidamente encontró la ubicación de Yuuji. Sonrió al ver que el GPS indicaba que estaba en el centro comercial.

—Debería comprarle algunas prendas casuales a Yuuji. — Gojo anotó en su mente y cerró su dispositivo.

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