
Harry no tardó ni cinco minutos en notar su presencia.
Alto, pálido, cuerpo ágil, con el largo cabello rubio peinado hacia atrás, mentón puntiagudo, facciones afiladas, combinado con ese aire de superioridad que tanto lo caracterizaba. Draco Malfoy era sin duda, una belleza para los ojos doloridos
Era extraño ver a uno de los Inefables más importantes del momento en un bar de mal a muerte a kilómetros del mundo mágico. Al parecer, Harry no solo tenía en común con Malfoy un pasado tormentoso. ¿Quién diría que el perfecto ex príncipe de Slytherin, Inefable reconocido en el Ministerio y único heredero de la casa Malfoy estaría en un lugar donde servían alcohol de dudosa procedencia?
Su sola presencia contrastaba con la moribunda esencia del bar que Harry había elegido esa noche para sus aventuras.
En definitiva, Malfoy no encajaba en el concepto del lugar. Fue aquello lo que ayudó a Malfoy para llamar la atención de todos los hombres del lugar.
Incluido la de Harry.
No era ciego (no totalmente), podía reconocer la belleza de un hombre cuando lo tenía frente, y para su desgracia, Malfoy era uno de los hombres más guapos que sus ojos verdes hubiesen visto. Siempre lo supo solo que tardo años en aceptarlo, demasiado cegado en el odio que compartían. Sin embargo, esa noche en particular Malfoy lucía incluso mas hermoso de lo que Harry recordaba, había algo en la belleza etérea de Malfoy que incluso con la mala iluminación del lugar podía percibir su brillo nato.
Tal vez era el hecho de que por primera vez en años Malfoy llevaba su largo cabello suelto dejando en exhibición la suavidad y el brillo de este, o que sus labios se veían más carnosos y apetitoso que de costumbre, o tal vez (y Harry podía apostar todo su dinero en que era esa la razón) era por la ropa tan ajustada que llevaba puesta. O tal vez era la combinación de todo lo anterior.
Sus largas piernas se veían espectaculares con el pantalón de cuero negro que usaba. La camisa de seda color gris se ajustaba a su torso delgado, dejando en exhibición sus clavículas y un poco de su pecho. Y su culo ¡Merlín! Ese culo lucía tan apetitoso con la ajustada prenda que toda la cordura de Harry caía por un precipicio. ¿Cómo era posible que un hombre tan delgado como lo era Malfoy tuviera un culo como ese?
No es como si antes no hubiese notado el cuerpo tan sexy que él rubio poseía pero hasta el momento solo había logrado apreciarlo través de las túnicas formales que Malfoy utilizaba cada vez que pasaba frente a la tienda tienda de tatuajes de Harry ubicada en el callejón Diagon cuando iba rumbo al Ministerio de Magia.
Esas túnicas que no le hacían justicia a la verdadera figura de Malfoy.
Malfoy era consciente de toda la atención que estaba recibiendo y eso solo lo motivaba a mover sus caderas y alzar su culo cada vez que se movía por alguna parte del bar, los hombres del lugar veían al rubio como un pedazo de carne, cientos de ojos lujuriosos cayeron sobre ese cuerpo. Sin embargo, lo que ningún hombre en la habitación sabía incluyendo Malfoy, es que Harry lo había reclamado como suyo desde el momento en el que vio entrar.
Un monstruo fue creciendo desde sus entrañas, haciendo que su bilis subiera por su garganta al ver cómo otros hombres se acercaban a Malfoy para coquetear con él, era una furia ardiente que renacía desde las cenizas solo para quemar todo a su paso. Tuvo que tomar mucho de su autocontrol para no pararse, dejar al hombre con el que estaba coqueteando antes de que Malfoy llegase e ir directamente donde estaba el rubio para alejarlo de todos aquellos hombres que querían meterse bajo sus pantalones.
Y no, no era porque era una alma benevolente con complejo de Salvador que quería mantener la inocencia de Malfoy intacta, era porque quería arrebatar esa inocencia él mismo.
Harry apretó los puños y contó hasta tres mentalmente esperando que el monstruo se apaciguara, después de todo si quería meter al rubio en su cama tenía que ser paciente. Algo que Harry había aprendido a lo largo de los años es que a los Slytherin disfrutan mucho del juego previo.
"¿Estás escuchándome, James?" ronroneo el hombre con el que Harry estaba coqueteando, ¿John? Ni siquiera recordaba el nombre del chico que tenía frente que lo veía con esos enormes ojos azules de forma coqueta.
Harry apartó sus ojos de Malfoy con toda la intención de darle toda su atención al joven.
"Por supuesto que sí" mintió Harry, sonriéndole a John de diente a diente para que este no sospechara nada. El hombre en cuestión era muggle, como la mayoría de sus aventuras de una noche. Era guapo, sin duda tenía unos pómulos altos y una nariz pequeña que lo hacía lucir bastante atractivo, era más joven que Harry tal vez uno o dos años menor que él, y poseía unos labios rosados y gruesos que lucían muy besables. Su cabello rubio era corto. Y su crop top de color negro dejaba en exhibición un piercing en su ombligo que lo hacía lucir jodidamente sexy. Era guapo sin duda, pero no tanto como Malfoy.
John le devolvió la sonrisa y siguió hablando de algo relacionado a los gilipollas con los que compartía departamento o alguna mierda así, realmente no estaba poniendo atención alguna palabra de lo que salía de la boca del joven porque, aunque sus ojos estuviesen fijos en John toda su atención estaba en Malfoy.
Nunca antes había estado tan absorto en una persona como lo era con Malfoy. Normalmente iba a bares que estuviesen lo más lejos posibles de Londres Mágico y de Soho para sus aventuras, si veía a un chico bonito que le gustaba se acostaba con él y listo. No estaba destinado a crear un vínculo amoroso con los hombres con los que se acostaba, ni siquiera recordaba el nombre de la mayoría de ellos.
Recordaba la forma en la que su polla se sentía dentro de sus cuerpos, la forma en la que gemían y gritaban su nombre (falso normalmente), la forma que se aferraban a su cuerpo como si Harry fuera algún tipo de salvavidas y el éxtasis del momento a la hora en la que los dos llegaban al orgasmo; no recordaba sus caras, sus nombres, y una vez que salía del departamento, baño o del lugar donde hubiesen follado olvidaba todo tipo de interacción que tuvieron.
La vida era buena de esa forma, sin ataduras, amorío o algún tipo de escándalo.
Pero con Malfoy fue diferente, no era la primera vez que tenia este tipo de interacción si las paredes hablaran contarían cientos de historias de todas las interacciones que tuvieron a lo largo de los años, las miradas en la que ninguno podia apartar la vista del otro cada vez que encontraban en el callejón Diagon, o los sutiles coqueteos que tenían cada vez que hablaban. Había cierta tension creciendo atreves de los años, que Harry sin duda quería resolver esa misma noche.
"Estás muy distraído James. ¿Algo que te inquiete?"
"Nada por la que preocupar esa bonita cabecita tuya, chico" contestó con voz grave Harry. De su chaqueta de cuero sacó una cajetilla de cigarrillos y un encendedor, puso uno en su boca, lo encendió y luego le dio una fuerte calada. Harry volteo ligeramente su cabeza para sacar el humo del cigarrillo lejos de la cara de John, haciendo accidentalmente conexión con los ojos grises de Malfoy.
Para su sorpresa Malfoy lo estaba viendo fijamente, tenía cierto brillo peligroso en sus ojos grises que parecían dagas queriendo perforar cada centímetro de la piel de Harry, lo veía con cierta determinación, posando su lujuriosa mirada por toda la extensión del cuerpo del moreno descaradamente. Harry sabia que se veía atractivo, usando la chaqueta de cuero que le perteneció a su padrino combinada con pantalones negros y botas de piel de dragon. La chaqueta de cuero la tenia remangada de sus brazos para asi dejar al aire libre uno de los muchos tatuajes que tenían en todo su cuerpo.
Por un momento, Harry sintió que era una batalla de miradas en la que ninguno quería perder, así que ignorando cualquier cosa alrededor sostuvo la mirada a Malfoy mientras tomaba otra calada de su cigarrillo, demostrándole que no tenía ningún tipo de miedo al retarlo.
Malfoy no estaba solo, había un tipo grande y fornido con el cabello negro tomando una copa con él, y Harry se hubiese sentido celoso si Malfoy hubiese puesto un mínimo de su atención en lo que decían su acompañante; pero para su agradable sorpresa, los ojos de Malfoy estaban fijamente en Harry.
"¿Y qué es lo que haces para ganarte la vida, James?"
Harry volvió a enfocar un poco de su atención en John, por un momento incluso había olvidado que tenía compañía, todo lo que podía pensar era en Malfoy. Su mente era un constante golpeteo, con el único pensamiento de tener al rubio bajo su cuerpo.
"Soy tatuador" contestó Harry secamente. "Tengo mi propio estudio" Lo cual no era mentira, tenía su propio estudio solo que el de él era un poco menos convencional.
John siguió hablando de lo fabuloso que le parecía el trabajo de Harry y lo grandioso que sería conocer su estudio, pero más allá de eso Harry no puso ni una pizca de su atención.
A ese punto el cigarrillo que fumaba Harry con anterioridad ya se había apagado, así que sacó otro de la cajetilla. Una idea cruzo su mente, no coloco luego luego el cigarrillo en su boca, en cambio jugueteó con el dándole vueltas con sus dedos y viéndolo como si fuera lo más interesante de la noche. Una sonrisa comenzó a extenderse en el rostro del moreno, y lentamente comenzó a subir sus ojos de nuevo para ver el rostro de Malfoy que no le había quitando la mirada de encima en ningún momento; movió sus labios en un susurro para decir: "¿Quieres, Malfoy?" y luego colocó el cigarrillo en su boca.
Harry no estaba seguro si Malfoy le había entendido, pero solo le bastó ver el nerviosismo y la ligera vacilación su rostro para sentirse satisfecho.
Para su decepción, con las mejillas ligeramente coloradas Malfoy apartó sus ojos de los de Harry y puso toda su atención en el hombre con el que estaba. Si era completamente honesto, había algo hipnótico en la forma en la que Malfoy coqueteaba descaradamente con el otro hombre que, porque extraño que pareciese, tenía cierta similitud con Harry. Sin embargo, todo rastro de diversión desapareció cuando uno de las manos del tipo acarició las mejillas pálidas de Malfoy haciendo que este se sonrojara.
El monstruo que trató de apaciguar con anterioridad estaba resurgiendo de sus entrañas, quería levantarse de su asiento para quitar las manos de encima del tipo a Malfoy.
Sin embargo, los ojos de Malfoy volvieron a conectar con los de Harry y pudo ver un brillo de travesura en esos ojos grises y una sonrisa pretenciosa formándose por toda su cara.
Oh.
Malfoy lo estaba provocando, lo estaba probando.
Malfoy estaba jugando con fuego e iba a perder.
Porque si algo caracterizaba a Harry Potter es que nunca perdía ante Draco Malfoy.
Harry dejó el cigarrillo sobre la mesa y le dio toda su atención a su pareja ignorando deliberadamente a Malfoy.
"Dime, cariño" el apodo de mascota hizo que el otro chico se sonrojara en un bonito color rosa, aunque no lucía igual de encantador como el de Malfoy. "¿Qué hace un chico como tú en un barrio tan peligroso como este?"
"¿Acaso es peligroso este lugar?" susurro el chico con falsa inocencia, felizmente de ser reconocido al fin. Mordió sus carnosos labios y batió sus pestañas de forma coqueta; sin embargo, aunque en otro momento Harry hubiese considerado aquellos gestos encantadores ahora eran un poco infantiles para su gusto, aun así hizo de todo para fingir interés.
"Solo si logras encontrarte con el tipo incorrecto" Harry volvió a tomar el cigarrillo, lo puso en su boca y se inclinó ligeramente hacia adelante. Estiró su mano con el encendedor esperando que John entendiera su indirecta para que él lo prendiera.
John captó la indirecta, con las manos temblorosas tomó el viejo encendedor de metal y prendió el cigarrillo sin quitarle los ojos de encima a Harry.
Harry se alejó, tomó una calada y dejó salir el humo hacia la dirección de Malfoy, solo volteando a ver lo suficiente rápido para ver sus ojos grises transformados en dagas filosas, Harry sonrió con suficiencia y volvió su atención a John.
"¿Eres el tipo incorrecto, James?" susurró el rubio con confianza,
Harry alzó una de sus piernas sobre la otra para recargar la mano con la que sostenía el cigarrillo sobre su rodilla. Mientras sostenía la vista de John.
Podía sentir la intensidad mirada de Malfoy en su nuca, quemando su cráneo, y perforando su cuerpo, Harry sonrió para sus adentros.
Malfoy podía ser tan predecible a veces.
"Solo si quieres que lo sea" contestó Harry, guiñandole un ojo a John y dejando caer todo su peso en su pierna derecha.
A lo lejos pudo escuchar un vaso de vidrio romperse y Harry podía apostar toda su herencia a que el sonido provenía de la mesa de Malfoy. Sin embargo, cuando Harry volteo hacia aquella dirección el lugar del rubio estaba vacía, el único que estaba era el hombre con el que anteriormente estaba Malfoy limpiando con una servilleta su camisa manchada.
Harry frunció el ceño y trató de no vacilar en sus movimientos. ¿Dónde coño se había metido Malfoy? Estaba a punto de levantarse para buscar al bastardo pretencioso cuando una mano en su rodilla lo detuvo.
"Enséñame"
Harry casi había perdido el hilo de la conversación, cuando los ojos azules inyectados de lujuria lo observaron. Ya no era consciente de lo que pasaba alrededor, su mente estaba llena de imágenes de Malfoy con otro hombre, tal vez no con él que estaba hablando con anterioridad sino con otro, otro hombre besando esos labios carnosos, otro hombre rodeando su pequeño cuerpo, otro hombre dándole placer... otro.
"Si este hombre es igual de aburrido en la cama, como lo es en la vida diaria dudo que pueda enseñarte algo."
Harry detuvo cualquier pensamiento impulsado por sus celos cuando escuchó la voz inconfundible de Malfoy. Giró su cabeza más rápido de lo que en verdad pretendía, y logró verlo. Parado a un lado de John con porte recto, su rostro altivo levantando y sus cejas surcadas. Sus labios estaban apretados en una mueca y veía a John como si fuera una plaga en su comida.
"Eso tendrías que averiguarlo tú mismo, Malfoy" contestó descaradamente Harry. "Claro, a menos que tengas miedo de comprobar que estaba completamente equivocado."
Hubo una pequeña vacilación en el rostro de Malfoy que trató de ocultar por lo rápido que se recuperó.
"Potter" escupió su apellido de una forma que no había escuchado desde que estaban en Hogwarts, haciendo énfasis especial en el Po "¿Quién diría que te vería en un lugar como este?" declaró arrugando su nariz en disgusto volteando a su alrededor. "¿Ya te aburriste de ser un niño bueno, Potter?"
"Podría preguntarte lo mismo, Malfoy." respondió Harry, sus ojos recorrieron al rubio con intensidad para tener una mejor percepción del cuerpo pecaminoso que poseía, llegando a la conclusión de que en definitiva las túnicas no le hacían justicia. "Aunque me atrevo a decir que tú nunca fuiste un chico bueno ¿Verdad, Malfoy?"
Harry esperaba un insulto o un comentario filoso, pero lo único que recibió fue una sonrisa gatuna.
"Disculpa" interrumpió John, Harry se había olvidado de su presencia ¿Podían culparlo? Tenía al mismísimo Draco Malfoy, al dueño de sus sueños húmedos desde los 20 frente suyo ¿Cómo podía ignorarlo?. "¿Quién eres tú?" preguntó John, con su ceño ligeramente fruncido provocando algunos pliegues en su frente.
Malfoy transformó rápidamente su sonrisa felina a una mueca, examinó de pies a cabeza por primera vez al chico con el que estaba coqueteando Harry y ni siquiera fue discreto cuando una mueca de burla salió de sus labios.
¡Oh ese bastardo! Era jodidamente sexy incluso cuando hacía eso.
"La verdadera pregunta es quién eres tú" contestó Malfoy, su tono gélido y arrastrado, provocó que John dejara la valentía que mostró al inicio.
"Soy su cita" respondió con un tinte de nerviosismo en su voz. "Antón"
Oh. Con que así se llamaba.
Malfoy dejó salir un resoplido, antes de decir. "Eras su cita" El rubio cambió su mirada y la dirigió hacia Harry, y aunque era más suave que la que le dio al muggle había cierto brillo de locura en sus ojos, como si solo le diera a Harry una oportunidad para contestar correctamente. "¿No es así, Potter?" El tono de advertencia, combinado con la molestia en sus ojos era una fuerte advertencia de que solo existía una respuesta correcta.
Harry mentiría si dijera que no le sorprendió el comportamiento de Malfoy hacia el, pero tampoco es que se quejase incluso se atrevía a decir que una parte retorcida de su alma le gustaba.
Ni siquiera volteó a ver al muggle cuando dijo." Por supuesto, cariño. Adiós, John"
El apodo de mascota había agarrado de sorpresa a Malfoy no obstante, antes de que este pudiera contestar, John interrumpió.
"Mi nombre es Antón" gritó indignado el otro hombre.
"Aja" contestó Harry, moviendo su mano desdeñosamente, realmente ni siquiera le importaba si estaba siendo grosero, lo único que quería era quedarse a solas con Malfoy.
El hombre muy molesto se levantó de su asiento llamándolos par de idiotas antes de desaparecer ante la multitud, a Harry no podía importarle menos lo que un desconocido dijera de él y menos cuando tenía justo lo que quería frente suyo. Malfoy se sentó en el lugar anteriormente ocupado por John y le hizo un gesto al barman para que le sirviera un trago. Todo esto bajo la atenta mirada de Harry.
"Acabas de espantar a mi cita de esta noche. Para que lo tomes en cuenta" susurro Harry, recogiendo el cigarrillo del cenicero donde lo había colocado agradecido de que no se hubiese consumido todo, lo colocó en su boca y le dio una fuerte calada, ni siquiera se molestó en soltar el humo aun lado. En cambio, levantó la cabeza y lo dejó salir en el aire formando pequeños círculos con el humo con su boca. "Espero que hagas que valga la pena."
Malfoy sonrió al igual que un gato, con esa sonrisa astuta que dejaba en exhibición sus perfectos y relucientes dientes, Harry se preguntó, no por primera vez en la noche, cómo se verían esos labios alrededor de su polla.
Malfoy echó para atrás su cabello largo y sedoso, dejando en al aire libre sus clavículas desnudas y ¡Merlín! Harry solo quería enterrar sus dedos en ese cabello (o jalarlo lo que sucediera primero)
"No es como si me importara, Potter" Malfoy arrebató el cigarrillo de las manos de Harry, lo llevó a su boca tomado una calada le dio una mirada intensa, había desafío en esos ojos grises y profundos de lo que poco a poco Harry se estaba volviendo adicto. Aquel movimiento hizo que la polla de Harry despertara y de pronto sus pantalones se sentían más ajustados de lo normal. "Pero haré que tu tiempo valga la pena"
¡Querido Merlín!¡Ayúdalo!
Aunque por fuera Harry lucía relajado y con confianza, por dentro se estaba quemando vivo. Quería arruinar la imagen perfecta que Malfoy se esforzaba por tener, dejar marca en su piel lechosa y arruinarlo para cualquier otro hombre que se atreviera a ver su belleza. Quería poseerlo, hacerlo suyo.
Cuando el barman trajo sus bebidas Malfoy apagó el cigarrillo en el cenicero y tomó su trago. Harry no se perdió ningún movimiento del rubio, los largos y pálidos dedos de Malfoy enrollaron en la copa, sus manos estaba meticulosamente cuidadas, Harry no podía creer posible que unas simples manos lo estuvieran volviendo loco. Los labios de Malfoy se enroscaron en el vaso y su manzana de Adán se balanceaba mientras tragaba su bebida ¿Cómo algo tan simple lo podía convertir en algo tan excitante?
"Lindo tatuaje." alabo el rubio, dejando su bebida en la mesa apuntó con uno de sus largos y pálidos dedos el tatuaje de serpiente enroscada por todo el brazo izquierdo de Harry. "Aunque no pensé que fueras del tipo que le gustasen las serpientes."
"La gente cambia" contestó Harry, encogiéndose de hombros desinteresadamente. "Además si te soy sincero. Tuve cierta influencia"
Malfoy se mordió el labio inferior. "Puedo" dijo señalando la parte desnuda de su brazo, Harry asintió con la cabeza y en seguida sintió los pálidos dedos de Malfoy sobre su piel. Su tacto era suave, las almohadillas de los dedos del rubio acariciaba su brazo como si Harry fuera algún tipo de reliquia que tenía que ser cuidada.
Nunca antes había sido tocado así por alguien.
Harry no podía mentir, el toque de Malfoy se sentía jodidamente bien sobre su piel. Su piel ardía con cada roce, era como el fuego ardiente quemando cada centímetro debajo de sí mismo. Si así se sentía con un simple roce, no quería ni siquiera imaginarse lo que provocaría las manos de Malfoy por todo su maldito cuerpo.
"¿Y tú Malfoy? ¿Tiene algún tatuaje?" preguntó Harry, ignorando la tienda de campaña que comenzaba a formarse en sus pantalones.
Draco se alejó de su toque para decepción del moreno.
"Tengo dos" contestó Malfoy con toda confianza, cruzó sus largas piernas, recargo su mano en el mostrador y le dio a Harry una sonrisa inocente que no le creyó para nada, podía usar cientos de palabras para describir a Malfoy pero inocente no era la mejor palabra para hacerlo. "El primero está en mi antebrazo, sobre la marca oscura es... especial" dijo chasqueando la lengua. "El segundo es más privado y no sé si deba decírtelo a ti Potter, de todas las personas."
"¿Por qué no?" interrogó Harry, surcando una de sus cejas negras lleno de curiosidad.
Malfoy se relamió los labios y en susurro tenue dijo. "Porque a menos que me quieras ver desnudo dudo qué necesites saberlo."
Harry sintió un escalofrío recorrer toda su columna vertebral ante la declaración
"¿Quién te dijo que no me gustaría verte desnudo?" contestó con la misma voz suave y meticulosa, sin ningún rastro de vergüenza en su voz, esperando no sonar tan desesperando.
Draco se mordió el labio inferior, su rostro tenía una expresión que para Harry fue difícil de descifrar. "No creo que a mi novio le guste tu declaración, Potter. Es muy celoso." Dijo lo último tan despacio, que Harry lo sintió casi como un desafío.
La realización lo golpeó como si alguien le hubiera arrojado un balde de agua fría. Malfoy tenía novio. Malfoy estaba tomado. Harry podía ser muchas cosas, coqueto, un gilipollas, un bastardo para algunos, pero nunca se metía con hombres que estuvieran en algún tipo de relación. Él no era así.
Sin embargo, la forma en la que Malfoy lo veía, la forma que batía sus pestañas, la forma que mordía sus labios, o la forma que poco a poco colocaba su mano en la rodilla del moreno, provocaban que la moral de Harry quedara olvidada. ¿Cómo se atrevía? ¿Qué no podía darse cuenta lo que le provocaba a Harry? ¿Lo duro que era? ¿Lo difícil que era mantener su autocontrol? Y es que Malfoy tenía algo una maldita cosa que hacía querer mandar todas las malditas reglas al carajo.
Harry gimió interiormente, no podía hacerlo, tenía principios, tenía valores, tal vez si era lo suficientemente persuasivo todavía podía llevarse a John a casa; pero luego la mano de Malfoy comenzó a ascender hacia sus muslos, provocando un cosquilleo por en toda su espalda y haciendo que el vello de sus brazos se erizó.
A la mierda la moralidad.
Draco Malfoy siempre supo cómo meterse bajo su piel para sacar lo peor de él, pero muy rápidamente Harry se dio cuenta que no le importaba en absoluto.
"Entonces ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu bonito departamento acurrucándote con tu novio?" se burló Harry, ignorado los celos surgiendo de su interior.
Malfoy se encogió de hombro desinteresadamente. "Él está fuera de la ciudad y yo estaba aburrido."
Harry fue acercándose lentamente hasta rozar con el lóbulo de la oreja de Malfoy, podía sentir el estremecimiento del otro chico, la mano de Malfoy se tensó en su rodilla, los pantalones de Harry se sentían cada vez más apretados y por la mirada rápida que le dio al rubio podría concluir que Malfoy tenía el mismo problema.
Sus labios tocaron un punto sensible de su oreja e incluso con el sonido de la música en alto y el bullicio de la habitación, Harry podía escuchar los latidos erráticos del corazón de Malfoy
"¿Quieres que te ayude a quitarte ese aburrimiento?"
Harry podía jurar que oyó gemir al rubio, colocó sus manos en las piernas de Malfoy casi rozando su entrepierna. Los ojos de ambos estaban inyectados de lujuria, de una pasión ardiente que necesitaba ser consumada.
Era adictivo, una droga que se necesitaba ser consumida para poder sobrevivir.
"¿Crees que puedas?" A pesar de que Malfoy estaba haciendo un gran esfuerzo por mantenerse firme y tranquilo, Harry podía ver a través de esa máscara de serenidad el nerviosismo de sus movimientos.
"¡Oh Malfoy! Ni te imaginas" Susurro Harry, sus labios serpenteando en la bonita oreja del rubio embriagándose con el olor de coco de su cabello combinado con el agridulce aroma de su colonia. "Si yo fuera tu novio. No dejaría que te me escaparas de mi vista. Estarías la mayor parte de tu tiempo atado en mi cama, con mi polla en tu bonita boca o tu bonito agujero y ni siquiera podrías pensar en otra persona que no fuera yo. No buscarías diversión con extraños en bares de mal a muerte, ni te irías de nuestro departamento. Estarías tan lleno que ni siquiera recurrías a tocarte tu polla."
Malfoy dejó salir un grito vergonzosamente agudo, que fue como música para los oídos de Harry. Cuando Harry se alejó, pudo ver que su cara estaba ardiendo, sus mejillas estaban completamente rojas y había cierta inestabilidad en su postura.
Descomponer a Malfoy se estaba volviendo su actividad favorita.
Pero la lucha de poder no había terminado, al menos no para Malfoy. Una mirada coqueta se extendió por toda su cara, se levantó de su asiento para acercarse lentamente a Harry, luego enredó sus largos brazos alrededor del cuello del moreno y colocó una de sus piernas en el espacio que existía entre sus piernas. Harry dejó de respirar por un segundo al sentir la erección del rubio en una de sus piernas.
Malfoy está duro como una roca y eso de alguna forma hizo que Harry se tambaleé.
Joder, joder, joder.
Su polla estaba rogando por ser liberada en ese momento.
Malfoy junto sus rostros a tal cercanía que sus narices rozaron, podía sentir el dulce sabor del aliento de Draco provocado por el alcohol en su rostro, Harry bajo su mirada hacia los labios de Malfoy, por alguna extraña razón se veían incluso más apetitosos gracias a la cercanía, no podía apartar su vista de esos labios por mas que lo intentara.
"No podrías conmigo aunque lo intentaras, Potter" susurró Draco en su boca, estaba muy cerca solo bastaba que Harry se inclinara un poco para poder tocar aquella labios que lo estaban volviendo loco.
"¿Quieres apostar?" contestó Harry de manera desafiante, acercándose con la intención de besar al rubio, pero justo cuando sus labios se cepillaron Malfoy se alejó dejando con las ganas a Harry.
No era justo.
"Me gustaría ver lo que lo intentes"
"La verdadera pregunta aquí Malfoy, es ¿Crees que puedas seguirme el ritmo?"
Tal vez fueron sus palabras o su mano presionada cerca de la ingle de Malfoy, que él rubio se inclinó y antes de que Harry pudiera reaccionar Malfoy junto sus bocas para un beso abrasador.
El mundo dejó de existir para ambos chicos.
Beso a Malfoy.
Beso a Draco Malfoy.
Los labios de Malfoy eran suaves, su pequeña boca sabía dulce. Harry colocó sus manos en las mejillas del rubio para acercarlo más.
Besar a Malfoy era como estar en el infierno y el cielo al mismo tiempo, él no sabia que besar podia llegar a sentirse así. Harry a lo largo de su vida había besado a muchas personas hombres, mujeres, muggles y magos pero nadie, y podía hacer énfasis en eso, nadie besaba como Draco Malfoy. Fue suave, urgente. Por un momento se olvido como respirar. Era como haber deseado esto tanto tiempo, como si alguien le hubiese privado de tal maravillosa sensación. Era una necesidad que no sabía que tenía hasta haberlo probado por primera vez.
Malfoy suspiro en su boca lo que Harry aprovecho para profundizar el beso y deslizó su lengua en la cavidad bucal del rubio. Malfoy se derritió en el beso, dejando caer todo su peso en el cuerpo de Harry. Los dedos de Draco se relajaron en su cabello. Harry se dejó llevar por el dulce calor del cuerpo de Malfoy.
Los demás se volvieron como un fantasma alrededor. Lo único que Harry podía pensar era en Malfoy, en sus labios, en su cuerpo, en sus manos.
Harry colocó una de sus manos en la nuca del rubio para que de una u otra forma acercarlo más. La otra fue bajando hasta llegar hacia su trasero y luego lo apretó tragándose un sollozo del rubio, odiando cada vez más cada capa de ropa extra que impedía tener todo contacto con esa carne apetitosa.
Harry molió su erección contra el muslo de Malfoy, la tela aspera de sus pantalones ajustados contra el suyo hizo muy poco para aliviar la presión de su no muy reciente excitación.
"¡Joder, Potter!" gimió Malfoy en el beso.
"En un seguro lo haremos cariño". Contestó, cuando se tomó un segundo para respirar.
Harry se tomó un segundo para contemplar a Malfoy, sus labios estaban hinchados, su cabello ya no estaba perfectamente peinado, sus mejillas estaban ardiendo y sus pupilas se encontraban totalmente dilatadas, sin duda sería una imagen que Harry usaría para masturbarse después.
"¿Quieres continuar esto en otro lugar? No creo que pueda compartir tu bonito cuerpo con las personas que nos miran alrededor"
Draco sonrió angelicalmente y alzó una de sus cejas perfectamente recortadas "¿Celoso, Potter?"
"Solo un poco."
"Bien" contesto, quitando las arrugas inexistentes de su camisa. "Te sigo"
Harry no lo pensó más, sacó unas cuantas monedas de su bolsillo y las dejó en el mostrador para pagar sus bebidas, luego tomó la mano de Malfoy y prácticamente salió corriendo del lugar.
La brisa de la noche golpeó a ambos chicos, haciendo que se sintieran un poco más borrachos de lo que en verdad estaban, Harry volteo a ambos lados buscando un sitio tranquilo para poderlos aparecerse.
"¿No nos vamos a ir en esa cosa que llamas transporte, verdad Potter?"
"¿Mi motocicleta?" preguntó Harry, Malfoy asintió y el moreno no pudo evitar poner los ojos en blanco. "No la traje. Además, no puedo esperar para tenerte en mi cama" dijo lo ultimo en un susurro.
Harry los llevó a un callejón oscuro con la intención de aparecerlos. No obstante, una necesidad de besar a Malfoy invadió cada zona de su cuerpo.
Arrinconó a Malfoy en la pared para sorpresa del rubio, y volvió a reclamar esos labios carnosos. Este beso no era nada comparado con el anterior era borracho, desordenado, rudo sin un toque de suavidad, era una lucha constante de poder ninguno quería ceder, pero se sentí igual de magnifico. Harry mordió los labios de Malfoy, y fue aquella acción que provocó que el otro chico se rindiera en el beso.
Comenzaron a moler sus caderas, rozando sus erecciones en una danza deliciosa. Sus manos se desviaron hacia el cuello del pálido chico afrentándolo mas fuerte de lo necesario, mientras continuaban besándose como un par de desesperados.
"¡Joder, Potter! Si sigues moviéndote así, vamos a terminar haciéndolo en este callejón sucio" dijo, dejando salir un suspiro inestable.
"¿Cuál sería el problema de eso?" contestó Harry, bajando sus labios al cuello de Malfoy, dándole pequeñas lamidas y mordiscos lo suficientemente fuertes como para dejar alguna que otra marca.
"Puede que no lo creas, pero no me gustaría tener mi culo desnudo en un lugar sucio como este."
"Buen punto" contestó apartándose del cuello Malfoy. "Nos apareceré en mi piso"
Harry lo besó otra vez y otra y otra, hasta que Malfoy dejó salir un gruñido que sonaba como "Potter" que hizo que se diera cuenta que tenía que salir de ahí de inmediato si quería lograr follar al rubio en algún momento de la noche.
Harry estiró su mano para que este la tomara, Malfoy correspondió el gesto y Harry usó todo uso de su concentración para aparecer a ambos en su piso.
El departamento de Harry se encontraba cerca de Londres mágico pero lo suficientemente alejado de la sociedad mágica para que nadie lo molestara. En cuanto aterrizaron en el departamento, no esperaron ni un segundo más y volvieron a juntar sus labios.
Se besaron rápido y violentamente, no había ningún tipo de toque suave o caricia, todo era dientes, lenguas, gemidos y más gemidos. El cuerpo de Malfoy era pequeño comparado con el de Harry y se sentía tan bien entre sus tonificados músculos.
Malfoy buscaba cualquier tipo de fricción en su polla, moviendo sus caderas sincronizadas con las de Harry. Los gemidos que salían de su boca conforme Harry bajaba sus manos hacia el culo redondo y carnoso eran pecaminosos.
"Cama ahora" fue todo lo que pudo decir Harry mientras se separa unos segundos del beso para poder respirar.
Malfoy solo logró asentir para luego volver a besarlo, era una lucha constante de quien era el que tenía el control y quien dominaba el beso, lengua contra lengua, diente contra diente, era curioso que ni siquiera cuando se besaban podían dejar de pelear.
Harry alzó al rubio de la las cintura y lo cargó sin dejar de besarlo en ningún momento, Malfoy rodeó sus piernas en la cintura de Harry y sus brazos en el cuello, y comenzaron a moverse en el departamento.
Ninguno podía quitarse las manos de encima, la ropa cada vez se sentía más apretada, y más innecesaria.
Cuando llegaron a la habitación del moreno, Harry no lo pensó ni un segundo y tumbó al rubio en su cama.
"¡Potter!" grito Malfoy al ser tumbado en una cama repentinamente.
Harry no se disculpó y ni siquiera se veía arrepentido de lo que había hecho, en cambio se fue desabrochando la camisa, botón por botón dejando su abdomen al descubierto y se colocó a horcajadas en Malfoy.
Las pupilas de Malfoy estaban negras, sus iris grises habían desaparecido por completo, sus ojos recorrieron todo el cuerpo tonificado y lleno de tatuajes de Harry.
Los dedos de Malfoy recorrieron el pecho de Harry, contorneando el tatuaje en forma de dragón que tenía impregnado por todo su pecho, el rubio estaba hipnotizado por la belleza del dibujo. Era un dragón grande que extendía sus alas por todo el pecho del moreno, tenía un significado especial y la persona que inspiró aquel dibujo era la persona más importante la vida de Harry en ese momento, pero lo que menos quería era ponerse sentimental cuando estaba a punto de tener la que proclamaría la mejor mierda de su vida.
Tomó a Malfoy de su cabello, algo que había querido hacer durante gran parte de la noche, y besó de nuevo sus labios con pasión, haciendo que cualquier mierda sentimental desapareciera en el instante. Los pantalones de Harry se sentían demasiado apretados ya en ese punto, el pre-semen manchando sus calzoncillos.
Las manos de Malfoy acariciaba su abdomen para luego pasar a su espalda, comenzando así a desprender la camisa de su cuerpo, Harry en el beso hizo lo mismo con el rubio, tratando de deshacer de la prenda superior de Malfoy, y así de esa forma poder sentir por fin su piel caliente.
Cuando ambos estuvieron desnudos de la parte superior, se acercaron más de lo que pudieron y comenzaron a mover sus caderas rozando sus pollas. Potter podía sentir sus bóxers húmedos gracias a la prevenida, si Malfoy no dejaba de moverse así, iba correrse en ese instante como un adolescente cachondo con ninguna tipo de autocontrol.
Para su sorpresa Malfoy comenzó a dejarse dominar cediendo el control de los besos. Las manos de Malfoy recorrieron toda sus espalda clavando sus uñas en esta, Harry sabía qué dejará marcas, pero no le importó, dejó que Malfoy dejará sus propias marcas de la misma forma en la que Harry lo hizo.
El calor comenzó a ser sofocante, más intenso, la ropa restante comenzó a sobrar. Harry quería sentir la desnuda y fría piel de Malfoy contra la suya propia, que sus cuerpos hicieran fricción, quería tocar ese culo desnudo, follarlo, morderlo. Quería arruinar cada maldito punto del cuerpo de Malfoy y reclamarlo como suyo.
Harry se alejó de los labios de Malfoy para comenzar a besar su cuello, dejando alguna que otra marca púrpura en este. Luego pasó su lengua entre sus clavículas para ir bajando poco a poco hacia a los pezones rosados de Malfoy.
"¡Potter!" Gimió el rubio, llevando sus brazos a las nalgas de Harry para acercarlo más, era como si quisiera fundirse y convertirse en uno solo mismo.
"¿Te gusta eso, Malfoy?" susurró Harry, mientras jugueteaba con el pezón derecho de Malfoy.
"¡Joder Potter, si! ¡Más!" gemía Malfoy, arqueando su espalda por el placer dado y contrayendo sus músculos.
Harry continuó mordiendo sus pezones hasta que se detuvo al darse cuenta de un detalle en particular.
Al principio, por la oscuridad de la habitación no fue consciente de ello, pero debajo del pectoral derecho de Malfoy había un pequeño tatuaje en forma de H con tinta muy fina y delicada asomándose, el estilo de la letra era desordenado no se parecía en nada a la fina y pulcra letra de Malfoy, era más parecido a la suya igual de desordenada e igual de imperfecta.
Harry supuso que aquella H era la inicial del novio de Malfoy, el segundo tatuaje del que Malfoy había hablando en el bar. Era una lástima, porque "H" no sería la persona que haría suyo a Malfoy esta noche, casi se sintió mal por el hombre.
Casi.
Porque una vez que Malfoy fuese tocado, adorado y follado por él, dudaba que quisiera estar con otra persona.
"Tienes demasiada ropa encima" murmuró Hary, en el pecho del rubio.
Harry comenzó a desabrochar el pantalón de Malfoy con impaciencia, sus movimientos eran rápidos, torpes y descoordinados, pero Malfoy estaba lo suficientemente ocupado ayudando al moreno a quitarse los pantalones como para darse cuenta.
Malfoy levantó sus caderas para permitirle a Harry deshacerse de sus pantalones, Harry lo hizo llevándose su bóxer en el proceso y tirándolos en algún lado del piso.
"Mierda" maldijo Harry.
Tal y como se lo había imaginado, las piernas de Malfoy eran pecaminosas a la vista; era largas y pálidas como todo su cuerpo y totalmente lampiñas, ya quería aquellas extremidades alrededor de su cuello.
Aunque sin duda, la mejor vista de todas era la polla de Malfoy. Una vena prominente recorría a través del pene, la cabeza de la polla estaba hinchada y una gran cantidad de pre-semen sobre salía de esta. Había un rastro de vello púbico desde su ombligo hasta su entrepierna casi tan blanco como su cabello
Una sonrisa engreída pasó por la cara del rubio. "¿Ves algo que te guste, Potter?"
"Joder, claro que si"
Harry ni siquiera fue capaz de ocultar su excitación en su voz, ni siquiera le importo que se veía demasiado impaciente. Lo único que en ese preciso momento quería era poner su boca en la polla de Malfoy, pero antes quería jugar un poco más con él.
Harry sonrió descaradamente, se acercó a la polla muy erecta de Malfoy y le dio una lamida de gato sacando un chirrido vergonzoso al otro chico. No obstante, ignorando el estremecimiento de Malfoy, fue bajando hasta el interior de sus muslos y comenzó a morder y chupar estos con fuerza.
"Potter" lloriqueo Malfoy, mientras enterraba una de sus manos en los rizos desordenados de Harry.
"¿Si, Malfoy?" se burló Harry, levantó su cabeza para poder tener mejor vista de Malfoy.
Había sangre inyectada en sus ojos, sus mejillas sonrojadas hasta llegar hacia sus orejas y su cabello encrespado, lucía suave y bonito, pero también molesto y peligroso. "Hijo de puta. Tócame"
"Solo si te portas bien, Malfoy."
Malfoy dejó caer su cabeza hacia atrás, no contento con la respuesta y empezó a llamar a Harry una sorda de insultos sin sentido, a Harry no le importo ninguna de sus amenazas que salía de su boca, siguió burlándose de él, besando sus muslos sin tocar en ningún momento su polla necesitada.
"Potter te juro que si no haces algo ahora mismo voy a..."
Las palabras de Malfoy fueron cortadas en cuanto Harry metió toda su polla en su boca.
"Merlín, Potter" gruñó Malfoy, profundizando su agarre en el cabello de Harry.
Harry arrastro su lengua por toda la protuberancia de Malfoy, pasando su lengua particularmente en una de las venas hinchadas, una letanía de "Potter", "Joder" "ahí" salían de esa preciosa boca combinados con sus jadeos y gemidos. Draco levantó sus caderas para golpear la garganta de Harry, pero este lo sujetó con un agarre firme de los muslos impidiéndole movilidad.
El peso de la polla de Malfoy se sentía tan bien en su boca, llevo una de sus manos a las bolas para masajearlas mientras con la otra tanteaba su entrada, con uno de su dedo comenzó a recorrer el borde del agujero de Malfoy, haciendo que este gritara por la sobre estimulación
Harry levantó ligeramente su cara y pudo ver la lucha por no correrse en el rostro de Malfoy, sus ojos estaban cerrados y su boca abierta había un poco de saliva en la comisura de su boca y Harry no podía con la vista orgásmica que sus ojos estaban presenciando.
"Potter voy a..."
"No" cortó rápidamente Harry, separando su boca de la polla de Malfoy. "Todavía no termino contigo."
"¡Maldito bastardo!"
Harry volvió a acercarse a Malfoy y lo besó, combinando el sabor de Malfoy con su boca.
"Si, lo soy" dijo en cuanto se alejó de la boca de Malfoy para invocar un poco de lubricante sin necesidad de usar su varita.
"¿Magia sin varita?" preguntó Malfoy alzando una de sus cejas, cuándo la pequeña botella de color azul aterrizo en su mano "¿Es enserio, Potter?" Haciendo un gran trabajo para tratar de ocultar lo encontrado de su voz "¿Ese es tu truco barato para impresionar a todos los hombres con los que te acuestas?"
"Solo con los magos, Malfoy" contestó el moreno.
"¿Entonces como haces para apaciguar a los muggles después de tener una noche tan...?" Malfoy se relamió los labios, pasando su lengua por su bonita y magullada boca "Decepcionante contigo."
El insulto debió enojar, debió golpear una zona sensible de su ser, debió hacer que el bastardo pretencioso se tragara sus palabras. Pero el insulto solo lo encendió mas ¿Era curioso? Insulto que en algún momento hubiera sacado lo peor de sí, ahora lo usaba como incentivo
Malfoy no sabía en lo que se estaba metiendo.
Harry se fue recostando lentamente sobre el cuerpo de Malfoy, mientras iba acercando un dedo lubricado en la entrada del rubio, y susurro. "Voy a follarte hasta que te tragues tus palabras, Malfoy."
"Quiero ver que lo intentes, Harry"
No sabía qué tipo de demonio lo había poseído, porque en el momento que Malfoy dijo su nombre todo tipo de autocontrol se escapó de su cuerpo.
Introdujo su dedo lentamente, observando la reacción de Draco en cada momento, cuando cualquier rastro de molestia desapareció del rostro del rubio Harry comenzó a mover su dedo dentro haciendo que el otro comenzará a gemir.
Primero fue lento y suave, no queriendo lastimar en ningún momento a Malfoy.
"No soy una maldita princesa, Potter. Quiero más" exige perdido en el éxtasis de la lujuria.
Obedeciendo las palabras del rubio, Harry metió otro dedo y comenzó a tijerear estos en el interior de Malfoy, de su bonita boca rosada solo salían gemidos mientras trataba de fundirse entre las sábanas.
En cuanto dos dedos se convirtieron en tres, Malfoy comenzó a follarse a sí mismo con los gruesos dedos de Harry tratando de regular el ritmo con el que el moreno lo follaba. Sentía su propia polla gotear al ver la forma en la que el rubio se retorcía en la cama y arqueaba su espalda, sosteniendo las sábanas con fuerza, mientras Harry tocaba su lugar sensible.
"Potter" gimió el rubio en medio de un golpe particularmente fuerte. "Fóllame, ya"
"Eso es lo que estoy haciendo." dijo Harry dando otro golpe en la próstata para burlarse de Malfoy.
"No lo voy a decir, Potter. Sabes a lo que me refiero" exigió, cerrando los ojos con fuerza.
"¿Sí? ¿Por qué no lo quieres decir Malfoy?"
"Potter" gruñó Malfoy lo suficiente furioso para alguien que tenía tres dedos en el culo. "Solo hazlo."
"No lo estas diciendo bien, cariño."
Malfoy soltó un grito frutado y dejó caer su cabeza hacia atrás "Potter si no pones tu polla en mi culo ahora, te juro por Merlín que iré a buscar en este momento a alguien que lo haga."
Una parte de el quería que Malfoy mendigara, quería tenerlo a su merced, quería que pidiera ser follado, humillarlo en el acto, castigarlo por atreverse hablarle así, pero seamos sinceros si realmente hubiese querido eso, someter a su pareja hasta que se derritiera en sus brazos hubiese elegido a cualquier otro niño bonito en el bar. Sabía en lo que se metía cuando eligió a Malfoy sobre todo los demás.
La pasión ardiente que quemaba su piel, Malfoy se metía hasta lo más profundo de su piel como una buena droga. La sumisión combinada con la rebeldía de Malfoy era lo que más le gustaba de Malfoy y lo que hizo enamorarse de él, hace seis años atrás.
"¿Solo tienes que decir las palabras mágicas, Malfoy?"
"¡Ah! Eres un... por favor. Potter fóllame, por favor"
"Lo que el príncipe desee" contestó dejando un casto beso en el pecho del rubio.
Harry no lo pensó ni dos veces, sacó sus dedos de la entrada de Malfoy, para decepción del otro chico, con mucha impaciencia y sintiendo la mirada penetrante de Malfoy sobre su cuerpo Harry se desabrocho el pantalón y se lo quitó lo más rápido que pudo dejando en exhibición su enorme polla.
"¡Merlín, Potter!" jadeó el rubio. "Eres enorme." Malfoy enrojeció por sus palabras, se tapó la boca con una de sus manos como si esa forma deshiciera lo antes dicho. Pero solo logro que Harry se sintiera demasiado pretencioso para su gusto.
Harry sabía que era un poco más grande que la mayoría de los hombres, su polla era de color rosa, con venas prominentes y bolas pesadas, era una vista casi obscena, no cualquier persona se atrevía a montar "esa cosa", pero por la forma en la que Malfoy lo veía dudaba que el tamaño no convencional de Harry les fuera a causar algún tipo de problemas.
"¿Te gusta?" Pregunto Harry, sosteniendo su polla con su mano.
"He visto más grandes, Potter" Harry casi le cree, pero la forma en la que a Malfoy no dejaba de mirar su polla le decía todo lo contrario.
Harry untó una buena cantidad de lubricante en su pene y poco a poco se fue acercando a la entrada de Malfoy. El rubio estaba acostado en la cama, su piel pálida contrastaba con las oscuras sábanas verdes, sus piernas estaban abiertas recibiendo a Harry muy placenteramente.
Respiro hondo, y sostuvo la punta de su polla contra el agujero de Draco, poco a poco fue empujando.
Harry no se perdió la poca resistencia que Draco estaba poniendo, chupando la gran polla de Harry en su pequeño agujerito, justo cuando paso a través del anillo muscular, el moreno echó la cabeza por detrás, extasiado por lo apretado que se sentía alrededor de su eje.
Joder.
Apenas iba por la mitad y Harry tuvo que apretar los labios para no correrse, las paredes internas de Malfoy lo apretaron deliciosamente bien, que fue difícil no moverse.
"¿Eso es todo?" pregunto burlonamente a pesar de tener los ojos inundados de lágrimas y las manos apretando fuertemente la sabana.
Harry besó las arruguitas que se formaron en su frente tiernamente y dijo. "Apenas voy comenzando contigo."
Harry volvió a meter su polla, llenado pulgada a pulgada a Malfoy que no dejó de tomar su eje como todo un profesional. Una vez que estuvo completamente dentro espero a que el rubio se adaptara para comenzar a moverse.
"¿Estás bien?" preguntó Harry con preocupación y un poco de ansiedad no queriendo lastimar a Malfoy en ningún momento.
"Tu polla no me va a partir en dos, Potter" se quejó Malfoy, después de unos minutos de silencio. "Puedes moverte"
"Te vas a tragar tus palabras Malfoy. Y si eres bueno esta noche, tal vez te tragues algo más." Contestó Harry mucho menos ansioso y más valiente como todo buen Gryffindor
"Menos charla más acción" contestó impaciente Malfoy.
Harry se recostó sobre Malfoy, dejando caer todo su peso en el rubio y comenzó a moverse lentamente para que este pudiera acostumbrarse a la quemadura. Malfoy dejó salir lamentos de placer, conforme la fuerza con lo que lo golpeaba Harry se intensificaban. Trataba de moverse al ritmo de Harry, follándose con la gran polla del moreno con mucha hambre.
Lucía tan libertino en busca de su propio placer que Harry lo recompensó aumentando la velocidad.
Sentía su cuerpo arder, un escalofrío pasó por cada zona de su cuerpo intensificaran las sensaciones Malfoy colocó sus manos en su espalda y enterró sus uñas perfectamente cortadas en lo más profundo de su piel.
Estar dentro de Draco era distinto a todo lo que se había experimentado antes, la sincronía con la que se movía era electrizante, Malfoy se follaba con su polla, dando sentones que hacía que Harry viera estrellas.
Justo en el momento que tocó la próstata de Draco, este gritó tan fuerte que posiblemente despertarán a sus vecinos con el ruido.
"¡Salazar, Potter! Si, ahí. No te detengas. Eres tan bueno, tan grande. Joder si, Potter. Párteme en dos."
"¡Joder, Malfoy!Estas tan apretando" gruño Harry, hundiendo sus bolas en el apretando canal de Draco.
La vista de su gran polla desapareciendo en el agujerito de Malfoy era tan excitante, el rubio se sentía tan pequeño y delicado bajo suyo, una parte de él le decía que era ahí era donde pertenecía Malfoy, bajo su cuerpo, diciendo palabras sin sentido alguno, gritando el nombre de Harry como un loco desesperado.
Harry abusó de la próstata de Malfoy haciendo que los músculos de ambos se contraían por el esfuerzo. Harry tomó una de las manos de Malfoy la sostuvo arriba de la cabeza de este apretándola mientras los empujones se hacían más fuertes y más rápidos tal como Draco los pedía.
Harry podía sentir su orgasmo formarse desde lo más profundo, al igual que el de Malfoy, su agujero se apretó alrededor de su polla haciendo que fuese cada vez más difícil contener su venida.
Todo lo que Malfoy podía decir eran palabras que no tenían sentido alguno. Era un desastre tembloroso que poco a poco se estaba perdiendo en la inconsciencia.
Malfoy alzó un poco la cabeza exigiendo un beso, sus mejillas estaban enrojecidas, su cabello era una mata de cabellos desordenados y tenía gotas de sudor cayendo por toda su frente, Harry se lo concedió sin duda alguna, beso a Malfoy con ferocidad tragándose sus gemidos, fue en ese momento Harry se perdió.
Por un momento la lujuria era tanta que Harry dejó de pensar en Malfoy y pensó en Draco.
En lo bonito que eran los ojos de Draco cuando venía, la forma en la que arqueaba su espalda y la sensación de sus nalgas cuando las apretaba, la forma en la que esos globos blancos se convertían en rojos intenso cuando dejaba que Harry le diera algunas cuantas nalgadas y cada una de las marcas que Draco tenía en su piel. Lo relajado y suave que se veía cuando se perdía después de cada orgasmo. Y la forma en la que podía someterse cien por ciento a Harry o lo mandón que podía llegar a ser.
Su mente era neblina con el único pensamiento de Draco
Draco, Draco, Draco
Ya ni recordaba el momento en el que su mente dejó de pensar en su novio como Draco y no en Malfoy.
Harry podía sentir la dura polla de Draco hacer fricción con su abdomen, ¡Joder! No creía aguantar mucho más tiempo.
Harry golpeó una y otra vez a Draco hasta que después de un empujón particularmente duro provocó que Draco se corriera, esparciendo una buena cantidad de esperma sobre el abdomen de Harry.
"Harry" la voz de Draco se escuchaba rota, apenas y podía contener su respiración, se escuchaba perdido como si su mente y su cuerpo estuviese alejados en un plano diferente, no obstante, pese aquello tuvo la suficiente fuerza para decir. "Córrete en mi cara, Harry"
Mierda
Las palabras fueron un sobre estimulante para él, sacó su polla del agujero abusado de Draco dejando que parte del semen de Harry combinado con el lubricante se escurriera sobre esos bellos muslos.
Draco con la poca fuerza que le quedaba se puso de rodillas, abrió su bonita boca y sacando su lengua rosada viendo a Harry como si este fuera lo mejor en el universo.
Harry tomo su pene y le dio algunas cuantas caricias, fascinado con la bonita vista que tenía enfrente. Draco con los labios magullados, las marcas de las manos y los dientes de Harry por todo su cuerpo, su cabello alboroto y sus facciones tan suaves y relajadas.
"Oh, Harry sí. He sido un chico bueno, Harry. Déjame probarte, amor. Por favor."
Solo se necesitó algunos cuantos bombeos y las palabras sucias de su novio para que Harry se corriera gritando el nombre de Draco en el proceso, manchando así la perfecta y pulcra cara de su novio.
Una buena cantidad de semen blanco y caliente cayó por las bellas y definidas facciones de Draco.
Harry tomó un poco de su venida que caía de la mandíbula de su novio en su pulgar y lo acercó a la boca de Draco para que este lo probara.
Draco chupo el pulgar de Harry con sensualidad, dando pequeñas lamidas de gatito en el dedo, probando la venida de Harry como si fuese el mejor postre del mundo.
¡Joder! Ese hombre iba a matarlo algún día.
Su polla gastada ya estaba reaccionado ante la vista.
"¡Mierda! Eres demasiado caliente para mi salud. Ven aquí" dijo lo último abrazando a su Draco de los hombros para tirar a ambos en la cama.
Limpió el rostro de Draco rápidamente con un hechizo, para después dejar que lo abrazase. El rubio enterró su rostro en el ladrón del cuello de Harry, dejando pequeños y castos besos casi fantasmales en este. Draco llega a ser muy sensible después de una buena ronda de sexo, y requiere una buena cantidad de mimos y felicitaciones aunque este le guste negarlo.
Harry pasó sus dedos por la espalda baja del rubio acariciando su piel sensible con delicadeza, murmurando palabras suaves.
"Lo hiciste muy bien, amor. Estoy tan orgulloso de ti"
Draco presionó su cara más fuerte en el cuello de Harry, como si quisiera hundirse en su piel.
"Merlín, eso fue..." comenzó a decir Draco con la voz rasposa, tomando una respiración profunda.
"¿La mejor mierda hasta ahora?" preguntó el moreno con un poco de arrogancia.
"Mm no. Nada supera la noche en la que me tatué tu nombre con tu horrible letra."
"¡Godric! Tienes razón. Eso sí fue caliente."
"Lo fue."
Harry acercó más a Draco a su cuerpo, abrazándolo por la cintura y haciendo círculos en el hueso de su cadera, besando cada parte de su bonita cabeza rubia. Escuchó como el rubio ronroneó feliz por los toques y se dejó llevar por las sensaciones. Esa era la mejor parte de los juegos de rol con los que a veces experimentaban, la intimidad y la cercanía después de fingir ser otras personas.
Era grandioso fingir ser enemigos que conectaba en un bar, o el ministro de magia y su secretaria o el chico malo que sus padres dejaban con un niñero para que no se metiera en problemas, pero nada se comparaba con la sensación de ser solo Harry y Draco después de eso. Amándose con locura y con cada particular de su cuerpo.
Ya no solo era sexo, era la confianza y el amor que se tenían, antes, durante y después de una escena.
"Harry" susurro Draco entre sueño.
"¿Qué pasa, cariño?"
"¿No te ibas a ir con ese chico del bar, cierto?" Aunque trataba de sonar seguro, Harry pudo notar lo pequeño que se esuchaba.
Harry lo acercó más y besó la coronilla de su cabeza con ternura. "Por supuesto que no, sabes que eres el único chico bonito que quiero en mi cama."
"Bien" dijo enterrando su cara en su cuello. "Mas te vale, si no te cortare la polla."
"Por supuesto que lo harías. ¿Tú no me hubieras dejado por ese otro hombre en el bar cierto?"
Harry no podía verlo, pero podía sentir a Draco rodeado sus ojos mientras enterraba más su rostro y enredaba sus largas piernas en el cuerpo del moreno.
"Harry, soy devotamente tuyo. No hay nadie con quien quiera estar además de ti."
Harry lo sabía, después de todo la confianza era primordial cada vez que se metían en sus juegos de roles, confiaba en Draco con su vida y sabía que Draco se sentía de la misma forma, pero era bonito cada vez que se hacían un recordatorio de que se pertenecían el uno al otro que para ellos no existía un tercero o una persona que pudiera llegar a meterse en su relación y pese que eran consientes de aquello era agradable escucharlo cada que tenían la oportunidad.
"También soy tuyo devotamente" susurro Harry, dejando que sus palabras se perdiera en la oscuridad de la habitación.
Se quedaron en silencio por un tiempo, con el sonido de los grillos arrullando los alrededores. Harry estaba a punto de cerrar sus ojos cuando la voz de su novio interrumpió la tranquilidad en la que estaban envueltos.
"Estaba pensando que, para la siguiente ocasión podría ponerme el uniforme de Slytherin y ser el estudiante que necesita que su profesor lo castigue. O podrías ponerte tus viejas túnicas de auror y arrestarme por alterar el orden público... espera se me ocurre una mejor, que tal si vamos a comprar unas esposas, unas bragas y ..."
¡Oh si! En definitivamente Draco Malfoy, era un arrogante bastardo que le encantaba provocar y que amaba provocarlo, pero también era el arrogante bastardo al que le gustaba complacer y si la vida se lo permitía (y Draco decía que sí) sería el arrogante bastardo con el que pasaría el resto de su vida.