
Bloddy Mary
Los hermanos Winchester se encontraban durmiendo a un costado de la ruta dentro del Impala, como solían hacer si no encontraban un pueblo cercano donde pasar la noche. El mayor se encontraba durmiendo recostado en la parte de adelante, mientras que los menores en la parte de atrás, dependiendo del clima Altaira dormida en el suelo del auto. Una de las ventajas que tenía por ser más bajita que sus hermanos es que podía acostarse prácticamente estirada en el asiento, por una cuestión de comodidad ella solía deja que Sam durmiese cómodamente (o lo más cómodo que su altura lo dejase) en el asiento trasero del auto, ya que ella pasa la mayor parte del tiempo ahí atrás puede recuperar las horas perdidas de sueño; Altaira solo tenía que usar las frazadas que guardaban en el baúl como una colchoneta para hacer el suelo más cómodo, sin embargo si las noches eran frías y por lo tanto las frazadas se tenían que usar, solía dormir con unos de sus hermanos (dependía de quien perdía el juego o la apuesta del momento propuesta para tal fin) y sin admitírselo a nadie prefería las noches frías, a medida que fue creciendo descubrió que sus hermanos eran almohadas muy cómodas y proporcionaban calor extra. En esta ocasión Altaira se encontraba utilizando a Sam como almohada y estufa personal, pero dicha comodidad terminó cuando el mayor comenzó a tener una pesadilla de la cual salió sobresaltado tirando a su confundida hermana en el proceso.
– Si peso demasiado podrías simplemente decirlo – se quejó mientras se incorporaba como podía
– Ali. Lo siento – logró decir cuando noto donde se encontraba – creo que tuve una pesadilla
– Otra – respondió molesta por su abrupto despertar pero pronto se sentó cansada al lado de su hermano – ¿Quieres hablar de ella? – Sam no contestó simplemente negó con la cabeza – Sam... sé que es difícil pero es mejor hablar de eso, lo sabes – le reclamó – no dejabas de insistirme con eso hasta que les conté mi pesadilla sobre el cuarto rojo
– Es que... – suspiro frustrado el mayor al verse acorralado con su propio argumento, miró instintivamente hacia donde se encontraba su hermano mayor
– Él está dormido – aseguró la menor – siempre que dormimos los tres en el Impala duerme de verdad como un tronco, así que no lo uses de excusa – acusó – Sam, siempre nos compartimos todos, incluso los pensamientos más difíciles de expresar. No me apartes ahora
– Lo siento – se apresuró a consolar a su hermana, se sentía como el peor hermano por preocuparla de tal manera – El caso pasado – comenzó a hablar mientras abrazaba con más fuerza a su hermana – el demonio dijo algo – suspiró pesadamente – Dean dice que no es nada que solo jugaba conmigo pero...
– ¿Qué fue lo que dijo?
– Que la muerte de Jess – se le atorarón las palabras mientras recordaba lo que le había dicho el demonio – básicamente que fue mi culpa
– No lo fue – afirmó con rapidez – mira no me agrada decirlo, dios sabe que Dean tiene suficiente ego, pero tal vez tenga razón. Los demonios suelen jugar con la mente de las personas más si se encuentran en una situación desfavorable
– Lo estábamos exorcizando – admitió el mayor
– Ves. Si no podía salvarse por lo menos causaría el mayor daño posible, no quiere decir que lo que haya dicho sea verdad
– Tenes razón – respondió automáticamente sin convicción alguna – volvamos a dormir
Altaira no presionó más, sabía que no le estaba diciendo todo y que había evadido su pregunta inicial. Sabiendo que no obtendría más de su hermano se acostó nuevamente en su hermano/almohada/estufa, tratando de no darle más vueltas al asunto y decidiendo comunicarse con Bobby cuándo fuese un horario más decente.
Ninguno de los dos se dio cuenta que desde los asiento delanteros estaban siendo escuchados por un muy preocupado Dean, que aunque no lo demuestre estaba asustado y preocupado por todo lo que estaba pasando, desde la desaparición de su padre hasta la frustración que lo carcome por no poder ayudar a Sam en nada.
– Te mande todo lo que encontré en la habitación por correo y en cuanto pueda usar la computadora de Sam, sin que a este le dé un ataque posesivo, te mandaré por mail lo que descubrí – informó mientras tomaba un café y vigilaba que a sus hermanos no se les diese por preguntar con quién hablaba.
Para su suerte Sam estaba dormido, luego de no pegar un ojo la noche anterior, y Dean se encontraba leyendo algo, aunque en realidad el mayor se encontraba velando por lo sueños del menor
– De acuerdo – gruñó una voz ronca por el otro lado del celular – ¿Tenías que llamar tan temprano?
– Es entrado el mediodía – se defendió la menor
– En Ohio tal vez pero ¡no aquí!
– Ups. Se me olvido ese pequeño detalle
– ¿Cómo está? – pregunto una vez dejó de refunfuñar como viejo cascarrabias
– Dice que bien – suspiro frustrada – pero la verdad no lo sé. No estoy acostumbrada a que sea tan cerrado y esquivo con lo que siente
– Para eso ya está Dean.
– Y por eso sé lo mal que le hace
– Ambos están grandes, no te preocupes son fuertes... Sam pasó por una pérdida muy grande, le costará afrontarlo... lo sé – susurro lo último pero aún así Altaira lo escucho perfectamente
– Serán fuertes pero no indestructibles
– Vos tampoco lo sos. Tus hermanos no son los únicos que cargan sus problemas y pretenden ser inmunes a ellas – rió amargamente
– No se dé qué hablas – miró a sus hermanos – me tengo que ir
– ¡Si claro! – gruño molesto pero preocupado mientras termina la llamada.
Se acercó a sus hermanos, guardando el celular en el bolsillo del pantalón, que ya la esperaban fuera del auto, Altaira les entregó sus respectivos cafés mientras aceptaba el diario que Sam estaba leyendo.
– El sr. Shoemaker, ¿Qué creen que le pasó en realidad? – preguntó el más alto de los tres antes de beber su café
– Es lo que vamos a descubrir – respondió con obviedad Dean – vamos
– Antes de eso – detuvo la menor – estaba pensando que deberíamos tener una historia ya armada
– ¿Una qué? – preguntó el mayor
– Una historia por si nos vuelven a arrestar
– Me parece una buena idea – apoyo Sam – ¿Te han arrestado?
– A mí, jamás pero a Dean si, muchas veces
– No es necesario – se quejó desesperado el mayor – y siempre salgo. Si nos atrapan improvisaremos
– Siempre te saco y eres un pésimo mentiroso bajo presión, sumándole a tu mala actitud sobradora contra los oficiales, solo empeoran las cosas. Además – se apresuró a agregar cuando vio que su hermano planeaba defenderse – si nos arrestan nos separarán y por más buenos que seamos improvisando, si las historias no coinciden, no sirve.
– Tiene un buen punto – concordó Sam antes de terminar su café y disfrutando secretamente de la paliza argumentativa que estaba recibiendo su hermano
– ¡Bien! Lo haremos después, cuando lleguemos al motel
– De acuerdo, iré buscando donde quedarnos. ¿Me dejas las llaves?
– No – respondió automáticamente Dean mientras Altaira se resignaba a caminar
– ¿Por qué no vienes? – Interrogó Sam – no vamos a fingir que somos oficiales esta vez
– Si. Es mejor que vengas – concordó Dean aún no le agradaba la idea de dejar que su hermana vaya sola por ahí
– ¿Nunca escucharon el dicho "tres son multitud"?
Altaira en ocasiones odiaba la poca resistencia que oponía contra sus hermanos, momentos como este eran un claro ejemplo de ello, incómodo caminaba en medio de sus dos hermanos mayores por los pasillos –demasiados tétricos – de la morgue. Al entrar donde querían solo había un hombre detrás de un escritorio, el escritorio aledaño al de él estaba vacío, el nombre del miembro faltante fue revisado por el mayor de los hermanos.
El hombre saludó con pocas energías, parecía de unos 40 años muy mal llevados, calvo con algo de barba y una nariz prominente, sin duda el hombre no quería estar ahí y tampoco quería a los hermanos allí.
– ¿Los puedo ayudar en algo?
– Sí, somos los estudiantes de medicina – mintió rápidamente el mayor mientras Altaira se colocaba sutilmente detrás de los dos para no ser notada por el hombre
– ¿Perdón?
– ¿El doctor Fliglavitch no lo llamó? Hablamos con él por teléfono, somos de la Estatal de Ohio. Se suponía que nos mostraría el cuerpo de Shoemake. Es para nuestra tesis.
– Bueno, lo siento – comenzó a decir con un desagradable buen humor – Está almorzando
– Ha. Él dijo... – los menores Winchester miraron al mayor, viendo como trastabillaba en su mentira – bueno, ya sabe, no importa – afirmó con esperanzas de que lo dejasen ver el cuerpo – ¿Le importaría mostrarnos el cuerpo?
– Lo siento, no puedo – dijo con placer – el doctor regresará en una hora. Pueden esperar por él, si quieren.
– ¿Una hora? Tenemos que regresar a Columbus. Mira, esta investigación es la mitad de nuestra clasificación... ¿le importaría ayudarnos?
– Escucha. No
– Voy a golpearlo en la cara, lo juro – murmuro Dean a sus hermanos mientras se volteaba con una sonrisa falsa aun en su rostro
Ante esto, Sam se puso entre su hermano y el escritorio y ante la curiosa pero atenta mirada del hombre sacó su billetera entregándole 500 dólares. De pronto la actitud del hombre cambió, rápidamente tomó la plata y pidió que lo siguieran.
– Hermano, yo gane ese dinero – le riño molesto el mayor
– Lo ganaste en un juego de póquer
– Si – respondió con obviedad e indignación
– A mí no me mires – la menor se lavó las manos de ponerse del lado de alguno – yo quería ir a buscar un motel – comentó antes de seguir a su otro hermano.
– El periódico dice que su hija lo encontró – comentó Altaira por primera vez desde que llegaron – dijo que sus ojos sangraban
– Más que eso... – estaba tan ansioso por destapar el cuerpo que no se dio cuenta de la obvia juventud de Altaira para ser estudiante universitario – fueron prácticamente licuados
– ¿Algún signo de lucha, tal vez de que alguien le pudo hacer esto? – preguntó el mayor
– No. Además de la hija, él estaba solo
– ¿Cuál es la causa oficial de la muerte?
– El doctor no está muy seguro, está pensando que fue un ataque masivo, tal vez un aneurisma. Algo le estalló dentro, eso es seguro – comentó el hombre demasiado animado
– ¿A qué se refiere? – Altaira agradeció que el cuerpo estuviese limpio, luego de ver los orificios oculares vacíos se dedicó a observar el excéntrico comportamiento del hombre
– Sangrado cerebral intenso. Este tipo tenía más sangre en su cráneo que cualquier otro que yo haya visto
– ¿Pero los ojos? – Preguntó el más alto de todos – ¿Qué podría haber causado algo así?
– Los vasos capilares pueden reventarse. Veo muchos ojos llenos de sangre en personas con ataques
– Sí, ¿alguna vez viste que le explotaran los ojos? – pregunto Dean
– Esta es la primera vez. Pero, yo no soy el doctor.
– ¿Crees que podríamos echarle un vistazo al reporte policiaco? Ya sabes, para nuestra tesis
– Se supone que no debería de mostrarle nada de esto – comento pretencioso mientras molesto Sam sacaba la billetera.
– Tal vez no sea algo para nosotros –comenzó a decir el más alto de los hermanos mientras salían del hospital – tal vez sólo sea un extraño caso médico
– ¿Cuántas veces en la larga y variada carrera de papá se ha topado con un extraño caso médico y no con un indicio de una muerte sobrenatural?
– Casi nunca – admitió con desgana
– Pero puede ser la primera vez – agregó Altaira – él no está con nosotros ahora, así que no podemos usar su experiencia como medida, además siempre hay una primera vez para todo – en verdad no creía lo que estaba diciendo, solo quería molestar a Dean por obligarla a ir con ellos
Altaira sonrió satisfecha cuando su hermano le devolvió una mirada molesta como contestación a su observación.
– Está bien. Vayamos a hablar con la hija – intervino Sam
Cuando llegaron a la casa de la víctima se estaba desarrollando el velatorio al parecer, sin duda los hermanos desentonaban en ese lugar por sus vestimentas, de los tres la menor de ellos era la que más disimulaba ya que ese día solo vestía unos jeans oscuros junto con una camisa blanca, un suéter negro y una campera de cuero también negra. Altaira agradeció en silencio en haberse vestido de una forma diferente del habitual y se separó de sus hermanos diciendo que iba a revisar los rumores sobre el difunto, a veces conseguía más información yendo sola.
– ¿Qué hacen? – Altaira sorprendió a unas niñas que se encontraban en la segunda planta de la casa
– Nada – respondió una de ellas – ¿Quién eres?
– Nadie importante – respondió segura y se acercó a las niñas que parecían tener unos 11 o 13 años – no deberían estar aquí – agrego a sentir una pequeña molestia en su nuca cuando se acercó a lo que parecía ser un baño – vinieron para presentar respetos y apoyar a su amiga en este duro momento, no a curiosear por ahí
Las amonestó con tanta serenidad que las niñas agacharon la mirada enseguida y se marcharon sin dudar de su autoridad moral, con su mente gritándole hipócrita, Altaira ingresó al baño donde al parecer había muerto el sr. Shoemaker.
– Sea lo que sea que te mato ya no está aquí – hablo para sí misma mientras recorría el baño con la mirada, deteniéndose incómodamente unos segundos en la mancha todavía persistente de sangre, hasta detenerse en el espejo – los espejos suelen estar fuertemente unido a lo sobrenatural, principalmente con los muertos – parecía que estaba recitando lo aprendido para un examen – que fue esta vez
Apoyó la mano con cuidado en el espejo, notaba rastros de algo sobrenatural en él pero no sabía que, abrió el botiquín del baño ignorando su interior reviso la parte de atrás del espejo, no había ninguna marca, revisó a conciencia el botiquín, y dentro de los frascos pero no había nada que indicara que una bruja pudo haberlo hecho. Dejó todo como estaba y salió del baño, no se molestó en buscar a sus hermanos, solo se fue a esperarlos al auto.
– ¿Tienes tiempo? – pregunto Altaira ni bien contestaron la llamada
– Primero que nada, buenos días – le respondieron sarcásticamente – aún estoy revisando lo que me mandaste por mail. Lo de tu padre aún no ha llegado
– Si comienzo la llamada saludándote me colgarías pensando que te estoy intentando vender algo – se quejó la joven – y no es por eso que te llamo, en tu amplia y muy bien ordenada biblioteca – dijo con sarcasmo lo último – ¿Hay un libro relacionado con los espejos?
– No puedes ser más específico su majestad – respondió sarcástico pero Altaira escuchaba movimiento por lo que intuyó que estaba comenzando a revisar su biblioteca
– Es solo un presentimiento. Recién empezamos con el caso, la familia tiene demasiados espejos distribuidos por la casa como para que me resulte cómodo
– ¿Sospechas de una bruja?
– Revise donde murió la víctima, fue frente al espejo y quedaban leves rastros sobrenaturales en el – confió en él la existencia de su habilidad sin dudarlo – creí que pudo haber sido una bruja pero no había nada, antes de eso revise el cuarto de la víctima y tampoco, así que tiene que ser otra cosa, sé que hay muchos mitos alrededor de los espejos...
– Principalmente con la muerte y los recién fallecidos – le interrumpió – bien, veré que encuentro
Altaira no se sorprendió ni ofendió cuando la llamada terminó abruptamente, ya estaba acostumbrada a que sus conversaciones fueran así, los cazadores no se destacan por sus buenos modales. Se apoyó contra el Impala para estar más cómoda mientras esperaba a que sus hermanos regresaran, aprovechó el extraño momento de privacidad que tenía y reviso sus mensajes, sabía que Ben le había escrito pero no pudo verlo antes; sin embargo sus planes se vieron frustrados cuando le entró una llamada de un número desconocido, reconoció el número y dudo un poco antes de contestarla…
– ¿Están seguro de que no quería simplemente acostarse con ninguno de los dos? – Le preguntó Altaira a sus hermanos una vez que estos salieron de la casa y le contaron lo que descubrieron – ¿están seguros de los de Bloody Mary? Es una leyenda popular además solo afectó al sr. Shoemake, no es que mataba a quien la convocaba
– Podría ser el origen de la leyenda y sobre porque no ataco a Lily... habrá que averiguarlo – respondió el más alto ignorando la primera pregunta de su hermana
– Además las mujeres suelen darme su número después, no antes – contestó pretencioso el mayor
– Que asqueroso – se quejó la menor haciendo una mueca infantil – además bien podría querer acostarse con Sam – remato para bajarle el ego a su hermano – o con los dos – agrego como una ocurrencia tardía
– Eso sí es asqueroso, somos hermanos – dijo indignado Dean
– Jamás mencione que fuese un trio
– Podemos concentrarnos en el caso – interrumpió Sam que no quería ni pensar en cómo podría llegar a terminar tal discusión.
– Está bien, decir Bloody Mary en esta ciudad es realmente peligroso. Debe de haber alguna prueba, alguna mujer que muriera horriblemente – comentó el mayor de los hermanos Winchester mientras entraban a la biblioteca pública central
– Sí, pero con una leyenda tan común como esta, es difícil – argumento el más alto – digo, hay más de 50 versiones de quién es realmente ella. Una de esas historias dice que es una bruja, otra dice que es una novia abandonada y aún hay más.
– ¿Qué se supone que debemos buscar? – preguntó el mayor de los tres
– Cada historia tiene algo en común, siempre es una mujer llamada Mary y ella siempre muere frente a un espejo – agregó la menor de los hermanos
– Entonces, tenemos que buscar en los periódicos locales, registros públicos, los más antiguos que tengan ver si podemos encontrar a Mary o alguien que se le parezca – sentenció Sam
– Bueno, eso suena aburrido
– No, no será tan malo siempre y cuando, nosotros... – pero Altaira no pudo terminar la oración cuando vio el maldito cartel de "fuera de servicio" en todas las pantallas de las computadoras – me retracto. Esto va a ser bastante aburrido.
Después de varias horas buscando entre los archivos de la biblioteca, los hermanos tomaron lo que encontraron y salieron de la biblioteca al motel más cercano para registrarse y revisar todo más cómodamente. Entrada la tarde Altaira estaba revisando en la computadora toda la información que le habían mandado sobre los espejos, información que era tanto o más aburrido que revisar los archivos públicos
Pasaron toda la noche en vela investigando, poco más de un hora antes de que saliera el sol Sam cayó rendido ante el sueño cosa que no sorprendió a ninguno de sus hermanos, ambos habían notado la falta de horas de sueño del más alto y las constantes pesadillas cuando este lograba dormir un rato.
– Iré por café y algo decente para desayunar. No discutas – sentenció al ver la futura queja en los labios de su hermano – estoy muy cansada para discutir, necesito estirar las piernas – ve si logras... – suspiro cansada mirando a su otro hermano dormido
– No te preocupes
Por suerte en el restaurante de comida rápida nadie preguntó sobre su aspecto de muerta viviente, se fue con el desayuno de vuelta al motel caminando lentamente y disfrutando un poco del sol. Para Altaira el día estaba insultantemente agradable para la frustración que estaba sintiendo en ese momento, no solo por el caso; entre la extraña e incompleta investigación de John y las misteriosas pesadillas de Sam, ya no sabía qué más hacer, estaba cansada y comenzaba a extrañar sus periodos de "vacaciones" en la casa de Bobby o en con el pastor Jim.
– Lo peor es que tiene toda la pinta de ser un preludio para algo más grande y peor – se dijo a sí misma antes de llegar al motel encontrándose con sus hermanos de salida
– Hubo otra muerte – respondió Dean a la pregunta no formulada de su hermana mientras agarraba rápidamente el café y entraba al auto
– No podía esperar a que desayunemos – protestó cansada mientras se dirigía a la parte trasera del auto.
Desayunaron rápidamente mientras se dirigían al parque donde Charlie los había citado, al parecer la amiga de la hija de la víctima si les había creído a los mayores Winchester con que algo raro estaba ocurriendo y estaba relacionado con la muerte de su amiga Jill.
– Y la encontraron en el piso del baño... y sus... sus ojos... no estaban – termino de relatar entre lágrimas
– Lo siento – intenté consolarla un poco Sam mientras su hermana le tendía un pañuelo descartable
– Lo dijo. La escuché decirlo – miró a los tres hermanos – pero no puede ser por eso. Estoy loca, ¿verdad?
– No, no estás loca – le contento Dean
– Dios, eso me hace sentir peor
– Mira... creemos que algo está pasando aquí – comenzó a decir Altaira con voz suave, luego de consultarlo con la mirada con sus hermanos – algo que no podemos explicar
– Lo vamos a detener – aseguro Dean – pero necesitamos su ayuda.
Al principio Charlie pareció dudar pero estaba desespera por respuestas y aceptó ayudar a los hermanos para entrar al cuarto de su amiga. Mientras ella convencía a la madre de la víctima, los hermanos esperaban fuera de la ventana del cuarto de la misma, agradeciendo que la casa era de un estilo clásico y la segunda planta era más chica que la de abajo. Una vez abierta la ventana la primera en entrar fue Altaira seguida por Sam que cargaba un bolso con todo lo que pudieran llegar a necesitar, y Dean a lo último. La menor de los hermanos no pudo evitar quejarse mentalmente por la facilidad con la que sus hermanos ingresaron por la ventana debido a su altura.
– ¿Qué le dijiste a la madre de Jill? – pregunto Sam para saber con cuanto tiempo contaban
– Le dije que necesitaba estar sola con las cosas y pinturas de Jill
– Genial
– Detesto mentirle
– Es por un bien mayor – consoló Dean
Altaira comenzó a caminar por la habitación registrándola superficialmente en busca de algo que pudiese causar tal muerte, aún no descartaba del todo la idea de una bruja, mientras Sam revisaba con la visión nocturna de la cámara los espejos de la habitación antes de ir al baño.
– No lo entiendo –hablo Sam – digo, la primera víctima no convocó a Mary y la segunda sí lo hizo ¿Cómo los elige?
– Ni idea – respondió el mayor
– Tal vez no los elige – comentó distraída Altaira mientras revisaba – tal vez solo se trate de una invocación incompleta
– ¿A qué te refieres?
– Quizás el decir su nombre frente al espejo es parte del ritual, quiero decir, que es solo el llamado pero falta algo para que el ritual se complete. Algo que tenían en común el sr. Shoemaker y Jill pero no Lily.
– Lily comenzó el ritual – intento comprenderlo Dean – pero falto algo que sí tenía su padre
– Los rituales son muy específicos, la carencia de una de sus partes puede anular el ritual, entre otras consecuencias menos agradables. Creo que Lily inició el ritual pero este no se anuló a tiempo, cuando su padre se colocó en frente del espejo...
– Se completó – término Sam – pero no fue en el mismo baño
– Se dice que los espejos de una casa están conectados entre sí, no fue en el mismo baño pero si en la misma casa. Por eso mucha gente cubre todos los espejos de la casa cuando alguien fallece – informó la menor
– Quiero saber, para empezar, ¿Por qué Jill lo dijo? – habló el mayor dirigiéndose a una muy desconcertada Charlie.
– Fue sólo una broma
– Alguien lo dirá otra vez. Es sólo cuestión de tiempo
– Sam – llamó desde el baño Altaira, ni bien entró su mirada fue hacia el espejo – usa la cámara con este espejo – le pidió cuando su hermano entro al baño
– Trajimos la luz negra ¿no?
– Ahora la traigo – salió del baño y busco entre las cosas que trajeron en el bolso, estaba segura de que ella lo guardó – lo encontré – le informo a Sam mientras este entraba a la habitación con el espejo mirando hacia abajo
Colocando el espejo en la cama quito el papel que cubría la parte de atrás del espejo y paso la luz negra que le alcanzó su hermana; pronto lo que parecía la huella ensangrentada de una mano apareció junto con un nombre.
– ¿Gary Bryman? – leyó Charlie
– ¿Sabes quién es?
– No
Colocando el espejo en su lugar los hermanos salieron, nuevamente por la ventana, esperaron a que Charlie se despidiese de la madre de Jill y condujeron hasta la biblioteca pública donde esperaron en pequeño parque a que Sam investigara en los registros públicos quién era Gary Bryman. Mientras esperaban Charlie pregunto las ya rutinarias preguntas de qué era lo que estaba pasando, quienes eran de verdad los hermanos, entre otras cosas que comúnmente preguntan las personas que se enteran del mundo paranormal, Altaira se planteó seriamente el hacer un libro que respondiera todas esas preguntas, como una guía para quienes acaban de descubrir el mundo sobrenatural, sería más fácil decirles que lean el libro a estar respondiendo una y otra vez las mismas preguntas.
– Gary Bryman era un chico de 8 años – la voz de Sam trajo de sus pensamientos a Altaira – hace dos años, lo atropellaron y murió. El auto fue descripto como un Toyota Camry negro pero nadie anotó la matricula o vio al conductor
– Dios mío
– ¿Qué?
– Jill manejaba ese auto – reveló Charlie
– Necesitamos volver a la casa de tu amiga Donna – sentenció Dean
En el espejo del baño de la casa de Donna encontraron otra huella "ensangrentada" pero esta vez con el nombre "Linda Shoemaker" compartía apellido con la primera víctima, probablemente la esposa, por lo que decidieron preguntárselo a Donna pero esta no parecía muy dispuesta a responder ninguna pregunta
– Escucha, lo sentimos. Pero es importante – intento razonar Sam
– Sí, Linda es mi madre, ¿de acuerdo? Tomo muchas píldoras para dormir... fue un accidente, nada más – contestó molesta – creo que deben irse
– Donna, solo escu – trato de hablar Dean
– ¡Salgan de mi casa! – les gritó para después irse
– Dios mío. ¿Realmente creen que su padre pudo haber asesinado a su madre? – pregunto asustada Charlie
– Puede ser – contestó Sam
– No necesariamente – corrió Altaira ganándose la mirada de todos – si todo esto se trata de un fantasma, no necesariamente, si es uno muy resentido no suelen distinguir entre culpable o no
– Pero Donna dijo...
– Generalmente cuando un miembro de la familia se suicida provoca un pensamiento de culpa y responsabilidad entre los familiares. El padre de Donna puede creer que si mató a su mujer, sí carga con la suficiente culpa.
– Creo que debería quedarme por aquí – Charlie anuncio después de unos segundos de meditarlo
– De acuerdo – hablo Dean – Hagas lo que hagas, no
– Créeme, no lo diré – le interrumpió
Sin muchas ideas de qué más hacer, los hermanos Winchester se dirigieron al motel donde se hospedaban para retomar la búsqueda de la muerte Mary, el mayor de los hermanos consiguió una impresora lo que agilizó un poco más la búsqueda, ninguno de los otros dos hermanos se preocuparon de saber dónde la había conseguido.
- Espera, espera, espera - comenzó a decir Sam dejando de leer uno de los reportes policiacos que Altaira le había dado para que pegase en la pared - ¿Estamos buscando a nivel nacional?
- Si - contestó el mayor sin apartar la vista de la computadora - el NCIC, la base de datos del FBI... cualquier Mary que haya muerto frente a un espejo en el país es suficiente.
- Esperemos que el espejo esté en los archivos - comento con voz cansada la menor de los tres mientras se sentaba en su cama con algunos informes - pudieron ser policías poco meticulosos los que redactaron los informes
- Desde cuándo tan positiva - pregunto frustrado y algo sarcástico el mayor
- Desde que tenemos que investigar una de las leyendas urbanas más populares - respondió igual de frustrada que su hermano, ya llevaban horas investigando sin ninguna pista
- Pero si ella vaga por el pueblo debe de haber muerto en el pueblo - aportó Sam intentando que sus hermanos no peliaran
Altaira estaba por recostarse a leer los informes cuando su celular vibró indicando que le llego un mensaje, al estar tan cansada de la investigación decidió revisarlo en el momento, sabiendo que sus hermanos estaban distraídos. El mensaje era de Ben, era uno de esos típicos malos chistes para romper el hielo e iniciar una conversación pero fue lo que Altaira necesito para que una idea le llegase golpeándola con demasiada fuerza a su orgullo por lo obvio que parecía.
- Te digo. No hay nada local. Lo revise. A menos que tengas una mejor idea - respondió Dean cada vez más frustrado
- ¿Cómo Mary elige a su víctima? Parece que hay un patrón
- Lo sé. Estaba pensando lo mismo
- Con el Sr. Shoemaker y la huida de Jill...
- Ambos tenían secretos donde murieron personas
- Exacto. Hay mucho folklore sobre los espejos...
- Revelan nuestras mentiras, o nuestros secretos - intervino Altaira dejando los archivos en la mesa mientras guardaba su celular en el bolsillo trasero de su pantalón - o que son un fiel reflejo de nuestra alma
- Y por eso es mala suerte romperlos - continuo Sam viendo algo extrañado como su hermana parecía estar preparándose para salir.
- Sí, está bien... - Dean respondió algo distraído por el mismo motivo de su hermano mientras miraba a su hermana moverse por la habitación - entonces, si tienes un secreto... digo, algo realmente horrible donde alguien murió, entonces Mary lo ve y te castiga por eso
- Ya sea que la convoques o no - agregó Altaira ya parada en frente de la puerta
- ¿A dónde vas? - preguntaron al unísono los mayores Winchester
- Es muy perturbador que hablen a la vez - dijo a modo de respuesta - saldré un rato, necesito aire
- ¿A dónde? - pregunto ahora más serio Dean
- A adquirir ciertos artículos de uso exclusivamente femenino - dijo con rapidez viendo la cara de asco que se comenzaba a formar en el rostro de sus hermanos - ¿ahora me puedo ir o quieren que sea más explícita?
- No seas asquerosa - respondió infantilmente disgustado el mayor
>> La vieja confiable. Nunca falla<< pensó satisfecha la menor antes de salir
Después de recorrer tres casas de antigüedades y recibir una alterada llamada telefónica de sus paranoicos hermanos - lo que le sirvió para recordar que no le había contestado a Ben - se encontraba con la última casa de antigüedades de la zona.
Estos lugares siempre le ponían los pelos de punta a Altaira, los consideraba como un cementerio de recuerdos, tomando en cuenta de que algunos de sus objetos podían llegar a estar verdaderamente malditos no ayudaba a la visión de la menor de los hermanos con respecto a dichos lugares.
- ¿Se le ofrece algo? - detrás de unos estantes surgió un hombre mayor de estatura algo baja con rasgos asiáticos
- Sí, verás... Soy escritora - comenzó a relatar Altaira mientras caminaba por los pasillos de objetos hasta llegar al hombre - escribo historias de misterios y fantasmas. Cuando no tengo muchas ideas sobre lo que escribir, suelo recorrer casas de antigüedades
- ¿Por qué? - pregunto algo curioso el hombre, aunque un poco irritado porque sabía que no realizaría ninguna venta con ella
- Por las historias. Detrás de cada objeto hay alguna historia ¿no lo cree así? - el hombre solo asintió poco entusiasmado - también suelo escribir en los agradecimientos donde encontré el objeto principal de mis historias, algunos lectores les gusta comprarlos - agrego al ver la poca predisposición del hombre y no podía culparlo, al fin y al cabo era un comerciante - ya sabes, por todo eso de lo embrujado, que salió en su libro favorito y se puede comprobar...
- ¿Y qué historia está buscando? - pregunto ahora más entusiasmado por la futura venta y publicidad gratuita
- Sobre espejos - respondió con una sonrisa encantadora - ¿tiene alguna historia interesante por ahí?
- Sí, sí. Tengo muchos espejos por la parte de atrás - le señaló un rincón del lugar - iré por los registros para ver cual tiene la mejor historia - le sonrió entusiasmado antes de marchar donde Altaira creía que se encontraba la oficina del hombre.
Altaira camino hacia la zona donde se encontraban los espejos, cientos de copias de ellas la recibieron, todas con el mismo aspecto desaliñado y cansado que parecía un rasgo inherente en su persona. Cerró los ojos para ignorar sus propio reflejo y se limitó a "sentir", dejó de lado los escasos sonidos que venían de la calle y se concentró en el silencio, ignoro los olores que la rodeaban- polvo, madera y papel viejo- poco a poco, en su mente, deshizo el lugar donde se encontraba "borrando" todo lo que no fuese el rincón de los espejos y espero... Espero a ser "llamada" por alguno de ellos.
- ¿Aquí tengo los registros? - la voz del dueño del lugar sobresaltó a Altaira, tanto que le tomó unos momentos recordar donde se encontraba - ¿Estás bien?
- Sí, solo me perdí en mis pensamientos - contestó mientras se acerba al hombre que casi le arranca el corazón del susto - me interese en algunos espejos... estos 3 - le señalo tres espejos de aspecto antiguo, uno de ellos, el más grande estaba apoyado en el suelo justo en frente donde se encontraban - principalmente ese - era el que más le despertaba la sensación de huir, por lo tanto el que más sospechas tenía de que fuese el acertado, aunque si no lo fuese tendría que encargarse del espejo de todas formas, sin duda era un objeto peligroso.
- Ese... - el hombre mayor comenzó a revisar los documentos que tenía, luego de acomodarse correctamente los anteojos sobre el puente de la nariz, casi al borde para poder mirar a la joven por encima de ellos sin dificultad - sí, llegó hace... una semana, pertenecía a Mr. Worthington al parecer estuvo en su familia por años
- ¿Sabe por qué decidió venderlo?
- Creo que ya tiene su historia. El espejo pertenecía a su Hermana, fue asesinada... si, lo recuerdo- dijo pensativo mientras dejaba los documentos a un lado - tuve que limpiarlo muy bien, la policía no lo hizo y Mr. Worthington dejo marcas al limpiarlo
- ¿Por qué la policía tendría que preocuparse en la limpieza de un espejo? - preguntó mientras caminaba hacia el espejo, yendo en contra de su instinto de autopreservación
- La hermana de Mr. Worthington murió desangrada frente al espejo, al parecer intentó escribir algo en el espejo pero no lo logró. La policía nunca encontró al asesino
- ¿Cómo...
- Cuando la gente trae sus objetos, suele contar el motivo porque lo vende. En especial si es por una muerte violenta, les ayuda a desprenderse del objeto - interrumpió el hombre mientras se acercaba al espejo
- ¿Sabes algo más del caso? - Altaira apartó la mirada del espejo para mirar directamente al hombre
- Solo que al parecer a la hermana de Mr. Worthington le sacaron los ojos. Lo que me resulta un poco irónico que fuese frente al espejo
- ¿Por qué?
- En Japón, en el Japón antiguo, los espejos eran objetos sagrados representaban la verdad porque siempre reflejaba lo que se mostraba, aunque no fuésemos capaces de verlo
- Parece que ya tengo mi historia ¿puedo tener una copia de los registros? - pregunto antes de dejar a tras los espejos.
Cuando salió a la calle, con todos los papeles que necesitaba para investigar a la sra Worthington, estaba por llamar a sus hermanos cuando la Dean llamó primero.
- Hey. Creo que encontré a nuestra "Bloody Mary" se apellida Worthington
- ¿Cómo lo sabes? Nosotros lo acabamos de descubrir
- Porque soy más lista ¿Siguen en el motel?
- No, estamos saliendo a Fuerte Wayne, Indiana. Por eso te llamaba ¿Dónde estás?
- Estuve en la fuerza por 35 años - comenzó a relatar el detective que fueron a interrogar, era un hombre ya entrado en años, de color, casi tan alto como Dean y algo corpulento - la mayor parte como detective. Ahora, todos archivan casos con un par de cabos sin atar pero el asesinato de Mary Worthington... todavía me afecta.
- ¿Qué pasó exactamente? - pregunto Dean con su actitud de "macho alfa"
- Ustedes dicen ser reporteros - acusó algo molesto por la actitud del mayor de los hermanos - aunque vos sos muy joven - dirigiéndose a Altaira con todavía más sospechas
- Soy una escritora de misterio amateur... y su hermana menor - apresuro a agregar señalado a Sam, quién era el más cercano a ella, al ver que no convencía al ex detective - no le agrada dejarme sola, así comenzó mi carrera de escritora - finalizó con una sonrisa
- Sabemos que Mary tenía 19 años... - comenzó Sam a enunciar para terminar de convencer al detective sobre su historia - vivía sola, que ganó un par de concursos de belleza soñando con salir de Indiana para ser una actriz. Y sabemos que la noche del 29 de marzo, alguien entró en su departamento y la asesinó... sacándole los ojos con un cuchillo
- Eso es correcto - concluyó el ex detective terminando de creer la historia de los hermanos
- Cuando le preguntamos qué pasó queremos saber qué piensa usted que pasó - aclaró Dean
Lo dicho por el mayor de los hermanos pareció terminar de convencer al ex detective ya que fue por la copia del expediente que guardaba en su casa, junto con los demás casos sin resolver que le carcomía la conciencia por la noche.
- Técnicamente, se supone que no tenga una copia de esto - aclaro mientras colocaba una pesada caja de archivo en el escritorio, tal comentario saco una sonrisa irónica de los labios de los Winchester menores - Ahora... ¿ven eso de ahí? - les mostró la misma foto que los mayores Winchester habían visto con anterioridad pero era nueva para Altaira - ¿T- R- E?-se podía ver la parte inferior de un espejo reflejando al cadáver de Mary, pero lo más notorio era una reconocible huella ensangrentada en el vidrio junto con las letras mencionadas
- Si - contestó secamente Dean
- Creo que Mary trataba de decirnos el nombre de su asesino.
- ¿Sabes quién fue? - preguntó intrigado el mediano de los hermanos
- No estoy seguro...pero había un hombre local - comentó mientras buscaba entre los documentos una foto - un cirujano, Trevor Sampson, creo que él la acuchilló.
- ¿Por qué haría algo como eso? - cuestionó Sam mientras Altaira miraba la foto del hombre, sin duda alguien sumamente atractivo para aquella época
- Un amorío - respondió la única mujer de la habitación - cirujano... atractivo, con dinero...y casado - mencionó lo último mientras señalaba lo que creía que era una argolla de matrimonio en la vieja foto
- Tienes futuro como detective si la de novelista falla - comentó gratamente sorprendido el ex detective - Su diario mencionaba a alguien que estaba viendo, lo llamaba por su inicial "T" - procedió a seguir relatando su teoría sobre el caso - Bueno, lo último que escribió decía que le iba a contar a su esposa sobre su aventura.
- ¿Cómo sabes que fue Sampson quién la mató? - interrogó Dean
- Es difícil de decir - reconoció el ex detective perdido en sus recuerdos - pero la forma en que le cortaron sus ojos, fue algo casi profesional
- ¿Pero nunca pudo probarlo? - afirmó/cuestiono Dean
- No. No hubo huellas digitales, ni ningún testigo. Fue meticuloso
- ¿Todavía vive? - volvió a preguntar Dean
- No - respondió mientras se sentaba cansado, no solo por los años, en la silla de escritorio - si me preguntan... Mary pasó sus últimos momentos tratando de exponer los secretos de este sujeto, pero nunca pudo lograrlo
Su último comentario sobre Mary intentando exponer los secretos encendió una alarma instintiva en los hermanos Winchester.
- ¿Dónde está enterrada? - indago Sam
- No está enterrada, fue cremada
Eso dificulta las cosas a los hermanos, o por lo menos eso creían Sam y Dean, porque Altaira acababa de confirmar la verdad sobré el maldito espejo que encontró antes de ir con el ex detective, volvió a mirar la foto sobre el escritorio solo para tener una confirmación visual extra, ella estaba segura de que se trataba del mismo espejo.
- ¿Qué hay del espejo? No estará guardado como evidencia ¿no? - la pregunta de Dean sacó a la menor de sus pensamientos
- No. Fue devuelto a la familia de Mary hace mucho tiempo - contestó mientras se acomodaba en su silla, puede que llevase varios años retirados pero aún notaba cuando un interrogatorio estaba llegando a su fin
- De casualidad, ¿no tiene los nombres de la familia? - cuestiono Sam
Después de responder a la última pregunta el ex detective los acompañó hasta la salida de su casa, no sin antes aconsejarle a la menor de los Winchester de que podría tener un gran futuro como detective, a lo cual Altaira solo le sonrió afablemente mientras le respondía que preferiría seguir como escritora y acompañar a su hermano en su trabajo como reportero, pero que mantendría su sugerencia como un alternativa si algún día planeaba cambiar de vida.
- No hace falta que busques el contacto de la familia de Mary - le informo Altaira una vez en el auto
- ¿Por qué no?- preguntó dudoso Sam mientras se volteaba a ver a su hermana
- Porque sé dónde está el espejo.
- ¿Cómo? - interrogó curioso Dean mirándola a través del espejo retrovisor
- ¿Se acuerdan de donde me pasaron a buscar? Es la casa de antigüedades que tiene el espejo desde hace una semana
- ¿Qué hacías en una casa de antigüedades? - Interrogo Sam - no te gusta entrar a esos lugares
- Tenía una teoría que quería confirmar
- ¿Vos sola? - Cuestiono algo molesto Dean - pudo haber sido peligros
- Conozco los límites de mis capacidades Dean. Ya soy una niña grande - terminó sarcásticamente
- Entonces - se apresuró a intervenir Sam - ¿A dónde va el espejo va Mary?
- Sí, creo que utiliza el espejo como medio para fijar su alma en este plano
- ¿No hay una superstición que dice que los espejos pueden atrapar espíritus? - preguntó Daen
- Sí, la hay. Cuando alguien muere en una casa, las personas, cubrían los espejos para que los fantasmas no fueran atrapados - respondió Sam notando a su hermana algo distraída
- Mary muere delante del espejo, y éste atrapa su espíritu.
- Sí, ¿pero cómo puede moverse por cientos de espejos diferentes?
- Los espejos están conectados - interrumpió Altaira - algunos creen que los espejos son literalmente un reflejo de nuestro mundo solo que de los muertos, las creencias varían pero la base es la misma, son una especie de ventana a la verdad, a otro mundo, incluso hay quienes creen que son reflejos de otras realidades.
- Si el espejo es el problema digo que lo encontremos y lo rompamos - sentenció Dean
- Primero habrá que invocar a Mary en ese espejo -concluyó Altaira - De lo contrario podríamos desatarla y ella vagaría por todos los espejos sin límite alguno, y siendo una leyenda urbana tan popular...
- Sería una masacre - terminó Dean
El celular de Sam sonó antes de que él pudiese exponer sus dudas en la forma de como detener a Mary.
- ¿Hola?... ¿Charlie?
Al parecer Charlie era ahora la nueva víctima de Mary. Sam la cito rápidamente a su habitación de motel recordándole de forma redundante que no mirase ningún reflejo, mientras la conversación ocurría y Sam se encargaba de tranquilizar a una histérica Charlie, Dean aceleró el impala llegando en menos de una hora al motel. Una vez ahí los hermanos se centraron en tapar toda superficie que pueda generar un reflejo que para asombro de los Winchester eran muchas cosas: espejos, tele, cuadros, reloj, ventanas... jamás había notado cuánta decoración reflectante había en una habitación de motel barato, mientras Charlie esperaba acurrucada sentada en la cama.
- ¿Está bien?- Altaira intentó calmar a Charlie mientras se sentaba a su lado - Puedes abrir los ojos, Charlie. Todo está bien, ¿sí? - La aterrada chica apenas levantó la cabeza - Ahora, escucha, te vas a quedar aquí... en esta cama - Altaira hablaba despacio como si tratase de no espantarla - No vas a mirar al espejo ni otra cosa que tenga reflejo, ¿De acuerdo? - Ordenó amablemente Altaira mientras observaba como sus hermanos recorrían la habitación en busca de algo que se les pudo haber pasado - Mientras hagas eso, ella no te puede atrapar
- Pero no puedo tener esto para siempre - evidenció Charlie pese a su miedo - Voy a morir, ¿no es cierto?
- No - contestó Sam mientras se agachaba en frente de ella para mirarla a los ojos - No en un futuro cercano - consoló
- De acuerdo, Charlie - inició a hablar Dean mientras se sentaba al lado de la chica- necesitamos saber lo que pasó.
- Estábamos en el baño... Donna lo dijo
- No estaba hablando de eso - la interrumpe Altaira - Algo pasó, ¿no es así?... en tu vida
- Un secreto ¿Dónde alguien salió herido? - Prosiguió Dean - ¿Puedes contarnos sobre eso?
- Tenía un novio... lo amaba - comenzó a relatar con voz llorosa - pero también me asustaba, y una noche... en su casa, tuvimos una pelea. Entonces rompí con él... él se alteró y me dijo que me amaba y me necesitaba. Y dijo... "Charlie, si sales por esa puerta, me mataré" ¿Saben lo que le dije?... le dije "hazlo" y me fui ¿Cómo pude decirle eso? ¿Cómo pude dejarlo así? - Altaira le abrazo con un solo brazo para darle algo de apoyo - Yo sólo... No le creí... DEBÍ HACERLO- Altaira la abrazó por completo y le dejó llorar entre sus brazos.
- Que su novio se suicidara, realmente no es culpa de Charlie
Pensó en voz alta Dean mientras manejaban a la casa de antigüedades donde Altaira había encontrado el espejo de Mary
- Sabes tan bien como yo que los espíritus no ven tonos grises Dean - enunció Sam con voz cansada y con un plan formándose en su mente - Charlie tenía un secreto donde alguien murió. Eso es suficiente para Mary
- Supongo... ¿Quién va a convocar a Mary en el espejo?
- Estoy buscando otra forma de convocarla - comenzó a decir Altaira que estaba leyendo, con una linterna, unos libros en los asientos traseros del Impala cuando fue interrumpida por Sam
- Yo lo haré. Vendrá por mí - sentenció seguro
- De acuerdo ¿sabes qué? Ya está bien - molesto, Dean, estacionó a un lado del camino y apago el motor del auto para enfrentarse a su hermano - Esto es sobre Jessica, ¿No es cierto? - Sam no con esto - ¿Piensas que tu sucio secretito de alguna forma la mató? - Más silencio - ¡Sam, esto tiene que parar! Me refiero a que las pesadillas y llamarla en el medio de la noche... te matará. Ahora, escúchame. ¡No fue tu culpa! Y si quieres culpar a algo, culpa a la cosa que la mató.
- O ¿Por qué no nos culpas a nosotros? - Intervino Altaira - Fuimos los que te arrastramos lejos de ella en primer lugar - terminó arrepentida
- No los culpo - se volteó enseguida Sam para ver a su hermana
- No deberías culparte - reafirmó Dean - porque no hubo nada que pudieras hacer
- Pude advertirle
- ¿Sobre qué? - Interrogó frustrado Dean por la terquedad de su hermanito - No sabías lo que iba a pasar - Sam apartó la mirada de sus hermanos fijándola nuevamente en el frente, acción que llamó mucho la atención a Altaira - y, aparte todo esto no es un secreto. Digo, sabemos todo sobre esto. No va a funcionar con Mary de todas formas
- No lo sabes - intervino Sam con la voz llena de pesar
- ¿No sé qué? - demandó Dean luego de unos segundos de silencio
- No sabes todo sobre esto. No te lo dije todo - respondió Sam
- ¿De qué estás hablando?
- ¿Ni siquiera yo lo sé? - preguntó herida Altaira porque se suponía que entre ellos no había secretos, él sí sabía todo sobre ella hasta su loca idea de empezar a escribir novelas para hacer realidad su personaje en las investigaciones.
- No sería un secreto si se los dijera, ¿no es así? - respondió a la pregunta de Dean pero ignoró a la de su hermana, y trato de no mirarla.
Dean lo miró sorprendido, no solo por su respuesta sino también por el desconocimiento de lo que verdaderamente afligía a su hermano; pero le sorprendía mucho más el hecho de que Altaira no lo supiera, él sabía perfectamente que Sam era más cercano a Altaira que a él, pese que a veces le molestaba un poco ese hecho, lo entendía, los dos eran más emocionales que él y los cerebritos de la familia, además que en la infancia de ambos él tuvo que fungir en el papel de padre y casi nunca en el de hermano.
- No. No me gusta. No va a pasar. Olvídalo - ordenó Dean cuando al fin pudo comprender lo que quería hacer su hermano
- Dean, esa chica va a morir a menos que hagamos algo.
- ¿¡Y qué más da!?- Gruño Altaira - no te vas a poner frente a ese espejo - declaró alterada
- ¿Quién sabe cuántas personas morirán después? Ahora, vamos a hacer esto. Tienen que dejarme hacerlo
- ¡No! Me da igual el resto. Que se mueran - sentenció alterada Altaira- ¡ni siquiera lo estás haciendo por ellos! Lo haces por vos, porque no sabes cómo afrontar la culpa. ¡Lo que queres es suicidarte!
- Bien - acepto Dean a regañadientes
- ¿¡Qué!? ¡Dean!
- No lo hará solo - se defendió antes de que su hermana lo matase - no estarás solo - sentenció dirigiéndose esta vez a Sam - no hay posibilidad de hacerlo de otra forma
- Si me dan tiempo yo podría... - intento Altaira
- Pero no lo tenemos
Ya era bien entrada la noche cuando llegaron a la casa de antigüedades, mientras Sam forzaba la cerradura del local, Dean vigilaba los alrededores asegurándose de que no los viera nadie, Altaira también hacia la misma tarea cuando no estaba reprochando visualmente a su hermano mayor que hacia todo lo posible para ignorarla.
- ¿Dónde está? - pregunto Dean
- En la ahora más terrorífica sección de espejos - les alumbró el lugar mientras se encaminaba al maldito espejo.
Mientras los hermanos Winchester se dirigían al lugar donde estaba el espejo de Mary, ninguno se dio cuenta de que habían activado una alarma silenciosa. Para Altaira el lugar ya era perturbador de día, ahora que estaban de noche lo volvía espantoso; quería acabar con todo esto rápido, la mente y la angustia le estaban jugando una mala pasada mientras transitaba por entre los muebles viejos y maniquís, colocados ocasionalmente, objetos que la menor de los Winchester imploraba para que no cobrasen vida de un momento a otro.
- ¿Estás seguro de esto?
Altaira preguntó a Sam que ya se encontraba en frente del espejo. Como única respuesta, Sam se acercó un paso más al espejo, inmediatamente seguido por Dean. Altaira prefirió quedarse unos paso atrás por si Mary intuía lo que estaban por hacer (como molestamente solían saber todos los fantasmas a los que se habían enfrentado en el pasado) y aparecía en alguno de los otros espejos que estaban en el lugar.
Tras unos segundos de vacilación Sam empezó con la invocación
- Bloody Mary. Bloody Mary - se preparó para romper el espejo, sujetando con más fuerza la palanca de hierro antes de susurrar - Bloody Mary
Eternos segundos pasaron en silenciosa espera hasta que las luces delanteras de un auto comenzaron a inundar el lugar. Dean intercambiando simple gestos, con la cabeza, informó a sus hermanos que iría a investigar lo que estaba sucediendo fuera de la casa de antigüedades, antes de irse miró a su hermano por espejo con la orden "ten cuidado" grabado en toda la cara, a lo cual Sam solo asintió sin apartar la mierda del objeto, esperando la aparición de Mary.
- Se acerca - advirtió Altaira
Sam sobresaltó a su hermana rompiendo el primer espejo, lastimosamente no era el espejo principal.
- Detrás - le advirtió a su hermana quien ya se encontraba girando para romper el espejo. Rápidamente Sam rompió otro espejo que tenía a su derecha antes de colocarse en frente del espejo de Mary, esperando que esta apareciera ahí - Vamos. Ven a éste
Se sobresaltó un poco cuando escuchó a su hermana rompiendo otro espejo pero no apartó la mirada del de Mary, no necesitaba cuestionarse cómo sabía en qué espejo, Mary, se encontraba. Hacía años que aprendió que la sensibilidad para lo sobrenatural de su hermana era algo que ni queriendo, Altaira, no podía explicar; sólo sabía las cosas.
Cuando escucho el ruido de metal golpeando contra el piso, Altaira, volteo hacia su hermano encontrándolo sujetándose el pecho con dificultades para respirar. Corrió hacia su lado notando como comenzaba a llorar sangre cuando escucho al reflejo de Sam
- Es tu culpa. La mataste. Tú mataste a Jessica
- Sam, no es cierto - contradijo al reflejo mientras ayudaba a su hermano a sentarse en el suelo ya que le costaba mantenerse erguido.
- Nunca le dijiste la verdad de quien eran realmente
Altaira estaba buscando su bate pero no lo encontró, tenía que romper el espejo o su hermano moriría, estaba tan asustada sin poder hacer nada por Sam, que se estaba paralizando mientras más sangre brotaba de su hermano
- Pero es más que eso, ¿No es cierto? Esas pesadillas que tienes de Jessica muriendo, gritando, ardiendo. Las tuviste días antes de que ella muriera ¿¡No es cierto!?
Ante tal revelación Altaira se termina de paralizar, no podía hacer nada ni pensar en qué hacer, solo mirar aterrada a su hermano agonizando frente a ella con lágrimas de sangre. SANGRE. La maldita sangre no le dejaba pensar.
- Estabas tan desesperado por ignorarlas como para creer que eran sólo sueños ¿Cómo pudiste ignorar algo así? ¿Cómo pudiste dejarla sola para que muriera? ¡Tu sueño se hizo realidad!
Dean apareció corriendo y rompiendo el espejo. Inmediatamente Sam comenzó a respirar con normalidad, algo rápido, pero el aire podía entrar y salir de sus pulmones sin obstrucciones. También había dejado de sangrar por los ojos. Dean se había acercado rápidamente hacia Sam para revisar cómo se encontraba, ignorando parcialmente el estado de shock en el que se encontraba Altaira.
- ¡Sammy! ¡Sammy! - desesperado le tomó del rostro para verlo y revisarle los ojos
- Es Sam - respondió cansado pero en buen estado
- Dios, ¿estás bien?
- Si
Dean miró por un segundo al espejo roto antes de dirigirse con Altaira que aún estaba congelada en el lugar con la mirada clavada donde había estado agonizando Sam antes de que llegara Dean. Mientras Sam se reincorporaba con dificultad y la vista algo borrosa, observaba preocupado al pequeño borrón que era su hermana.
- ¿Ali? Ali - Dean tomó delicadamente su mentón para obligarla a mirarlo - ¿Estás bien?
- Sangre - susurro algo ida - no pude... había sangre… rojo… y Sam
- Está bien. Mírame - ordenó asegurándose que la mirada perdida de su hermana se centrara en él - Sammy está bien. Está bien. Todo ya termino
Poco a poco Altaira fue saliendo de su parálisis y le devolvió realmente la mirada a su hermano mayor, mientras con lentitud asentía para confirmarle a Dean que lo estaba escuchando. Su mente pasaba de estar totalmente paralizado a ser invadido por la frustración y sensación de inutilidad al no poder hacer nada por Sam, y por sobre todo con culpa. Casi mata a su hermano.
- Ya termino - reafirmó Dean un poco más calmado al ver que su hermana le estaba respondiendo
- No - susurro la menor
- Ali, rompí el espejo. Ya termino
- No - volvió a decir con más convicción antes de apartarse y observar el marco del espejo de Mary - esa oscuridad no es natural - explicó refiriéndose a la negrura que se encontraba en el lugar donde antes estaba el espejo
Y como si sus palabras la invocaran, Mary, comenzó a salir del marco del espejo, al más puro estilo de la llamada. Dean ayudó a Altaira a levantarse con prisa antes de ir por Sam, que aún no podía erguirse por sí mismo.
Mary se paró frente a los hermanos Winchester y comenzó a emplear su poder en los tres al mismo tiempo, porque al ser cazadores ocultaban muchos secretos donde mucha gente había muerto; por su trabajo cargaban con muchos muertos, culpas y sobre todo secretos.
Sam al ser el más mal herido de los tres fue el primero en caer al suelo, arrastrando a Dean en el proceso. Altaira era la única que aún podía mantenerse de pie aunque se retorciera del dolor, lo único bueno era que el intenso dolor impidió que se paralice a ver a sus hermanos en el suelo ensangrentados y agonizando. Como pudo se acercó a un espejo que aún se encontraba intacto y lo movió de forma tal que Mary quedase completamente reflejada en él.
- Es hora que se reflejen tus secretos - sentenció mientras poco a poco iba deslizándose al suelo, siendo sostenida únicamente por el espejo
- ¡Los mataste! - A acusar su propio reflejo - ¡A todos ellos! ¡Los mataste!
Mary comenzó a sangrar por los ojos mientras sufría su propio castigo, se retorció del dolor hasta que comenzó a deformarse y desintegrarse lentamente hasta desaparecer convirtiéndose en cientos de fragmentos de cristal, siendo los Winchester los únicos testigos de su muerte. Una vez terminado, y solo para asegurarse, Altaira tiró al suelo el espejo rompiéndolo.
Con mucha dificultad los hermanos se fueron incorporando, sin embargo Altaira no apartó la mirada del suelo, no se creía capaz de ver a sus hermanos con el rostro ensangrentado.
- ¿Chicos? - llamo Dean
- ¿Si? - Sam fue el único que le respondió
- Esto será como... ¿600 años de mala suerte? - Bromeó luego de ver como quedo el lugar lo que provocó unas lacónicas risas a sus hermanos - tenemos que irnos antes de que despierten los policías - recordó
Al salir de la casa de antigüedades ignoraron a los oficiales inconscientes y caminaron a paso lento hasta el auto, una vez ahí Dean se aseguró a limpiar su rostro antes de acercarse a su hermana, quería asegurarse de que estuviera bien. En un no muy buen estado mental Altaira convenció de lo contrario a su hermano y se concentró en revisar a su otro hermano (que ya se había limpiado el rostro) sin embargo no pudo mirarlo directamente a los ojos, aun se sentía demasiado mal por paralizarse en un momento tan crítico.
Medianamente decentes y emparchados los hermanos se dirigieron al motel para darle las buenas noticias a Charlie, quien antes de aceptarlo quiso asegurarse mirándose en el espejo del baño. Luego de tres duchas express y de recoger todas sus cosas de la habitación, salieron del motel siendo recibidos por el amanecer para acompañar a Charlie a su casa e irse de la ciudad.
- ¿Realmente terminó? - preguntó Charlie una vez más, cuando Dean estaciono en frente de su casa
- Sí, todo termino - contesto seguro Dean que se había volteado para ver de frente a Charlie
- Gracias - le tendió la mano a Altaira, quien estaba sentada a su lado, antes de bajar
- Charlie - llamo Sam antes de que se alejara demasiado - La muerte de tu novio, deberías tratar de perdonarte - le aconsejo - no importa lo que hiciste probablemente no podrías haberlo detenido. A veces, las cosas malas sólo pasan.
- Buen consejo - halago Dean una vez que Charlie se marchó
- Deberías aplicarlo
Fue lo único que Altaira dijo desde que regresaron de la casa de antigüedades, y lo único que diría en todo ese día, durmiendo excesivamente para evitar la evidente preocupación de sus hermanos mayores.