
Prólogo
Había una vez hace mucho tiempo, un joven rey con nombre de estrella; todos amaban al rey Regulus, pero nadie sabía que tan solo se sentía, había sido rey después de la misteriosa muerte de sus padres a los dieciséis años, dos año después de que su hermano lo abandonara para irse al reino vecino con la familia Potter, junto a su único heredero y futuro rey. Dejándolo solo con todas las responsabilidades a una corta edad, en un hogar abusivo, donde lo único que podía hacer era guardar silencio y mantener la compostura para no llorar.
La gente en el reino decía que era misterioso y que se andaba por la brujería, nadie lo sabía con certeza pero lo que si sabían era que el rey Regulus tenia una belleza singular, con una cabellera tan negro como la noche y ligeramente ondulado, una piel tan blanca como la nieve, y unos rasgos tan finos como muñeca de porcelana, tenia lunares esparcido por su rostro que solo se apreciaban si te acercabas lo suficiente, y unos ojos tan grises como tormenta, porque eso es lo que reflejaban, la tormenta mas hermosa que jamás podrías encontrar y una mirada intimidante que hasta al guerrero mas valeroso no se atrevería a mirarlo directamente a los ojos y si lo hiciera tendrían que estar realmente loco para siquiera intentarlo.
Regulus no estaba totalmente solo, tenia a sus amigos que lo apoyaron siempre y estuvieran para él en sus momentos más difíciles. Evan Rosier, formaba parte de la corte real, una persona seria pero muy observadora, le encantaba las tartas de fresa y era el más sensato de sus amigos, Barty Crunch jr, amante ocasional y primer amor, no tienen sentimientos por el otro, pero eso no les impide acostase ocasionalmente, era un chico bastante astuto, y una lengua bastante floja, formaba parte de la guardia real y el era el segundo al mando, Pandora Lestrange, consejera real y mejor amiga, una chica bastante amable y gentil, pero que no te deje engañar por su aspecto inocente, por qué ella te destruiría la vida sin siquiera pensarlo si le hicieras daño a su familia, Dorca Meadowes, general de la guardia real, primero al mando una chica intimidante y astuta, que no dudaría en matarte si te pones en su camino.
Todos en el reino consideraban al rey un hombre justo, cuidaba a sus ciudadanos y no cobraba impuestos ridículamente altos, pero los demás reinos no pensaban lo mismo de el, decían que era un hombre cruel y despiadado, que podía matarte sin mover un solo dedo, se decían que la locura lo consumía, y que nadie había sido digno para entrar a su corazón, nadie se atrevía a darle guerra a su reino, por que sabían que si lo intentan saldrían perdiendo.
Pero fue un día que la guerra comenzó, pero no fue guerra común entre dos reinos, fue una guerra entre dos hermanos con el corazón en la mano, una guerra donde ninguno de los saldría ganando amenos que uno de ellos muriera sin decir te amo.