
Capítulo 23
La adopción de sangre fue un éxito y ahora Sirius observaba a su hija dormir ajena a toda preocupación.
Había preparado todo antes de quedarse dormida los siguientes tres días. Se había sacado la mayor cantidad de leche, pero la princesa Rhaenys había contratado a una nodriza por si la leche guardada era insuficiente con tres bebés.
Para su suerte, Teddy solo tomaba leche tres veces al día mientras le ponía más atención a sus papillas. Gigi y James eran los que dependen mucho de la leche, pero la nodriza de nombre Karina fue de ayuda.
Sirius le cedió una habitación cerca de la habitación de los bebés, y ordenó a Winky la mantuviera vigilada y si era necesario, que entrara a su mente.
Sirius había soportado la presencia del retrato de Walburga.
Fue sorprendente saber que la firma mágica de su madre y Lycoris se llevarán bien, tal vez fue el aislamiento en Valyria o que ella fuera la nueva señora de los Black, pero Walburga se había ablandado un poco con Lycoris y los bebés.
El primer día, Sirius recibió a los Lord Velaryon y la princesa Rhaenys que vinieron en un carruaje junto a la princesa Rhaenyra y Ser Laenor.
Trajeron comida para ellos, en caso que los elfos no hicieran nada.
Sirius ordenó a Kreacher que preparara té para las visitas.
—Queríamos ver cómo estaba Lycoris — dijo la princesa Rhaenys con la taza en sus manos.
—Estará bien en tres días, ella descansa en estos momentos — contestó Sirius.
—¿Y era necesario ese conjuro ? — preguntó Lord Corlys.
—Si, era eso o ella perdía su magia.
—¿Perder su magia? ¿Cómo? — Lord Corlys lo miro — Perdón si soy imprudente. Pero he conocido a hechiceros de sangre en Asshai y las Islas de Verano.
—Ahí está la respuesta — dijo Sirius — Sangre y familia.
Su madre había hablado con él, sobre los rumores de ilegitimidad de los hijos de la princesa heredera. Le había dicho que si se presentara la oportunidad hablaría con los Velaryon de la adopción de sangre y si los Velaryon se interesaban en ella, pediría una generosa cantidad de dinero por ese servicio.
En ese momento tener dinero asegurado era esencial.
—No entiendo — dijo Ser Laenor.
—Bueno, Lycoris al haber perdido a sus padres siendo una bebé y yo no habré estado para ella provocó que creciera sin una figura de sangre mágica a la cual aferrarse para crecer — contó Sirius — Y cuando los magos se casan, usualmente sus firmas mágicas se entrelazan. Al perder a su esposo tan pronto y estando embarazada, su nieve tuvo mucha carga.
—¿El embarazo? — preguntó la princesa Rhaenyra.
—Los embarazos de las brujas suelen ser siempre delicados — dijo Sirius — Su energía mágica se enfoca en su totalidad al bebé dentro de su vientre y es por eso que necesitan a su esposo a su lado para estar comida, ellos le dan un poco de magia para ellas. Y Lycoris al no tener a Fred…
—Hizo un enorme esfuerzo — concluyó la princesa Rhaenys.
—Exacto — dijo Sirius — Ella necesita una firma mágica paterna. Es por eso que hicimos una adopción de sangre.
—¿Adopción de sangre? — preguntó Ser Laenor.
—Oh sí, un secreto de muchos siglos en el mundo mágico — respondió Sirius — Siglos atrás, en la caza de niños con magia, los magos se los robaban de sus hogares de padres muggles y usaban un ritual para hacerlos sus hijos, eliminado cualquier rastro de sangre muggle. Todavía se usa en el mundo mágico cuando una pareja, sobre todo si uno de los dos es infértil, buscan a alguien que los haya de, y adopta al bebé con sangre. Aunque también que con personas con menos de veinte años.
—¿Y funciona? — preguntó Lord Corlys
—Siempre funciona — contestó Sirius con una sonrisa— Incluso ha habido nobles muggles que contrataron servicios de magos. Hombres que no podían engrasar le pagaban a los magos para que los hijos de sus esposas con sus amantes fueran hijos suyos.
Sirius se sirvió una copa de Whiskey de fuego.
—El padre de Lycoris fue adoptado por sangre — siguió contando Sirius — Los señores Potter siempre tuvieron un mal historial con embarazos y un parto fallido. Se estaban volviendo mayores y no tenían heredero. Así que cuando viajaron a la India, encontraron a una hija de muggles que había sido atacada por un hombre mayor, y bueno, quedó embarazada. Ella tenía catorce y dicen que el sujeto tenía treinta y dos
Sirius sabía la historia porque los señores Potter siempre habían sido más sinceros que James. Y conoció a la madre biológica de James en el funeral de los señores Potter.
—Sus padres querían que la niña abandonara sus estudios mágicos para casarla con el sujeto — continuó Sirius — La niña no quería dejar sus estudios. Así que los señores Potter se la llevaron a Inglaterra y estuvo un año en tutores mágicos en privado. Cuando James nació, la niña no quería al bebé. En parte en compresible.
—¿Compresible? — preguntó la princesa Rhaenys.
—Tenía catorce cuando dio a luz — contestó Sirius — Una niña teniendo un bebé. Es ilegal en nuestro mundo. Así que la niña le dio al bebé a los señores Potter quienes lo llamaron James y lo adoptaron por sangre. Ella se marchó a Francia para continuar sus estudios.
—¿Y es solo en bebés? — preguntó Ser Laenor después de mirar a l princesa Rhaenyra
—En bebés y en niños — respondió Sirius — En bebés de semana de nacido, adquieren los rasgos de ambos padres adoptantes. En bebés de un mes para adelante no heredan los rasgos, pero su descendencia si. Se puede hacer antes de los veinte años.
Sirius sonrió de victoria cuando Lord Corlys miró a Ser Laenor y luego a la princesa Rhaenys.
—Y es porque muchos matrimonios, cuando hay problemas de fertilidad, escogen las adopciones de sangre — finalizó Sirius.
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Corlys sentó a Rhaenyra y Laenor. Con Rhaenys presente.
—Todos sabemos del elefante blanco en la habitación — dijo Corlys — Que Los hijos de Rhaenyra no son tu hijos, Laenor.
—Padre, yo…
—Sé de tus preferencias y pensé que solo era curiosidad de joven — contestó Corlys.
—Tratamos muchas veces — dijo Laenor — Muchas veces tuvimos intimidad pero, yo soy el del problema. Mira a Nyra, ella tuvo tres hijos sanos, es obvio que soy el problema.
Rhaenys bajó la cabeza y Rhaenyra miró sus anillos
—Amo a esos niños como si fueran míos — dijo Laenor seriamente.
—Y pueden ser tuyos — contestó Corlys — Le pediremos a Black que haga esa adopción de sangre. Que la sangre de Laenor fluya en sus venas.
—¿Está seguro, Lord Corlys? — preguntó Rhaenyra
— Totalmente — dijo Corlys
—¿Y si el mago se niega? — preguntó Rhaenys
—Nadie se puede negar al oro — señaló Corlys — Además, si Lady Lycoris lo llega a convencer. Después de todo, ella le debe algo a la casa Velaryon.
Corlys pensó que esto era la solución a todos sus problemas.
Además, se notaba que la bruja tenía un enorme aprecio a los chicos y a las gemelas.