"Si estás leyendo esto, significa que estoy muerto o desaparecí"

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"Si estás leyendo esto, significa que estoy muerto o desaparecí"
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Chapter 1

Primera llave

 

Creo que es momento de presentarme, aunque creo que no hace falta, tal vez debería hacer un resumen de mi vida; aunque no sea necesario, lo haré... Necesito que entiendas mi recorrido para que sigas leyendo lo demás, entonces, si es importante.

Me llamo Draco Lucius Malfoy Black, desde pequeño, fui señalado por mi apellido y lo que tenerlo representa. Fui a la casa de Slytherin, lo cual fue peor, las personas creían que solo por estar en esa casa, automáticamente, te convertías en un mago oscuro. Hoy, a mis casi treinta años, sigo asegurando que eso no es cierto, la comunidad mágica en general, más aquí en Inglaterra y Escocia, cree que eso es una verdad absoluta, no lo es.

Es cierto, no he sido un santo, probablemente cuando leíste mi nombre hiciste un gesto extraño, se muy bien el significado que mi nombre tiene. Mi padre, no fue el mejor, nos llevó por el peor camino al que alguien puede dirigirse, pero no existe ningún premio al padre del año, él no lo fue y no lo culpo por intentar elegir lo que creía "mejor", aunque eso nos llevase al camino del infierno.

Desgraciadamente, nos dimos cuenta que estábamos en las manos de un genocida que solo quería su bien individual, ¿cómo no nos dimos cuenta antes?, no tengo idea, creo que es por culpa de la educación que recibimos algunos sangre puras, aunque ahora odio ese término, he cambiado mi forma de pensar. ¿quién soy yo realmente?, solo el heredero cobarde, hijo de otro cobarde.

¿Será que eso se hereda?

He hecho muchas idioteces, menosprecie a muchas personas por pensamientos ridículos, insulté a otras y con gran remordimiento, he torturado muggles; Draco Malfoy el cobarde némesis de Harry Potter que no pudo cuestionar lo que su padre le decía solo porque quería su aceptación, que no pudo ir en contra de sus ideales, que aunque puede quitarse aún la marca en su brazo, no lo hace, porque se auto castiga con sus recuerdos.

Ese soy yo.

Mi familia y yo casi vamos a Azkaban, pero colaboramos para que eso no sucediera, nadie intervino por los sucios mortífagos, yo confesé y acepté mi castigo de ir, cuando pasó... esa mujer... mi jefa, vio algo en mí que yo sigo sin ver, ella me reclutó, mi jefa Olivia Jensen. Si sabes del Ministerio, ya sabes quien es. Me entrené tres años desde que salí de Hogwarts y después hice el juramento.

No puedo decir directamente de qué trabajo, pero si eres listo, ya lo habrás entendido. Si has llegado hasta aquí y aun no lo has captado, entonces déjame decirte que eres demasiado lento. Lo que me lleva a otra cuestión, si estás leyendo esto significa que entraste a mi casa, mi hogar real, no la vacía y helada Mansión Malfoy, pudiste traspasar las barreras y le diste vuelta a mi vivienda. ¿Encontraste ese cofre debajo de las tablas del suelo en mi oficina? ¿Lo abriste con magia?, allí encontraste esta cantidad de libros de investigación, no son diarios, en estos libros está recopilado todo el trabajo que hice.

Entonces, si estás leyendo esto, significa que estoy muerto o desaparecí, estás hurgando entre mis cosas para entender que fue lo que me pasó.

Que así sea.

Pero, no soy tonto, no puedo poner todo aquí, solo algunas cosas esenciales, sería demasiado ingenuo si coloco todo sobre mi vida aquí. Te daré algunas recomendaciones importantes, no leas todos los libros en un día, porque sino te atrofiarás, lo digo enserio, por eso escribí todo esto, no aguantaba el peso de toda la información que tenía en mi cerebro. Irás descubriendo demasiado de mi y espero que estos libros no lleguen al departamento de aurores.

A pesar de eso, soy listo, estuve en ese departamento y conozco como hechizar las cosas para que no salgan de la casa. No vas a poder sacar los libros de aquí, ni porque conozcas todos los trucos que te hayan enseñado allí, estudié por muchos años la esencia de la magia, la conozco por sí misma y la magia, investigador o quién sea que este leyendo esto, no se trata de lanzar hechizos, es más profunda de lo que creen.

Por eso escribí todo lo que investigué en estos libros, no los comparto porque sea egoísta, sino porque aquí hay información demasiado valiosa y no quiero que esté en manos equivocadas.

Harry Potter dejó de leer estrepitosamente, no entendía porque le hacía caso a un libro escrito por Malfoy, se sentó en el suelo y apoyó su espalda en la pared. Hace algunos meses que llevaba investigando la desaparición del Slytherin; él, como jefe de los aurores, había agarrado el caso sin decirle a nadie, no era primera vez que hacía eso pero algo en los ojos perturbados de los amigos del rubio le había dado pie a pensar que algo extraño estaba pasando.

Aun recuerda a Pansy Parkinson, Theodore Nott y Blaise Zabini en su oficina, notificándole que su amigo había desaparecido y que su desvanecimiento no se trataba de trabajo, él al principio le restó importancia, a lo que los Slytherin solamente reaccionaron insultándolo y retirándose de su oficina. Volvieron dos semanas después, junto a Olivia Jensen, la jefa del Departamento de Misterios, esta vez Harry apreció los uniformes que tenían los amigos de Malfoy, pantalones y camisas grises, botas negras, gabardinas negras... inefables.

Por eso sabían que no se debía a trabajo.

-Potter -escuchó la gélida voz de la mujer -Mis... empleados -dijo eligiendo una palabra general, para que no delatase sus trabajos -Me notificaron que tú no agarraste un caso de desaparición, ¿todo esto se debe a que él es un ex mortífago?, te recuerdo que él ayudó al Ministerio a atrapar a los que seguían atacándonos... ¿O tengo que recordarte que yo, una Ravenclaw, también fui de las que no tuvo opción? -ella se descubrió su brazo de su túnica, mostrando aquella marca, que a pesar que no se viese bien el dibujo, aún era una mancha borrosa sobre la piel. -¿Tengo que avisarle al ministro de esto?

-Seguramente Malfoy está de vacaciones -dijo Harry -Y se olvidó de avisarles.

Escuchó una risa arrogante -Veo que aun no lo entiendes -dijo Jensen, volviendo a esconder la marca bajo su túnica -Yo sé cuando se asignan vacaciones en mi departamento y Malfoy desapareció hace bastante, ahora, haces tu trabajo o ya mismo hago un informe, tú solo eres el jefe de aurores, no del Departamento de Seguridad Mágica, al menos no de momento -ella camino a la puerta, atrás de ella iban los Slytherin -Solo una cosa más... yo no recuerdo que tú actuaras de esa manera antes de este puesto, no sé que te pasó Potter pero si es algo personal, sugiero que dejes eso en tu casa y haz tu trabajo -luego de eso volteó a ver a Nott -Dale la carpeta.

Theodore se acercó a su escritorio y le dejó una carpeta con el nombre de Malfoy, luego caminó a la puerta, se detuvo y volteó a verlo -Deja ir los prejuicios Potter, al igual que tu, muchos no tuvimos opción.

Harry había revisado inmediatamente la carpeta, en dónde se mostraban las últimas ubicaciones de Malfoy, luego los registros estaban desparecidos, así que él, para redimir su actitud, empezó a investigar, hace dos días había encontrado la ubicación de la casa verdadera del inefable, había creído que vivía en la mansión Malfoy, pero cuando fue no había nadie, le costó, ni siquiera los amigos del rubio conocían ese lugar.

Llevaba muchos meses investigando y a penas iba avanzando, luego tuvo que recorrer como poseso toda la casa en busca de pistas, dio con la oficina/biblioteca, la casa era pequeña pero Harry sentía que era un hogar acogedor, allí encontró muchos libros y papeles, hasta que vio unas tablas mal colocadas. No había sido su intención, solo las acomodaría, pero descubrió aquella caja extraña. Descubrió que parecía importante, pero no sabía como abrirla.

Hasta que colocó un poco de su magia y se abrió, descubriendo aquellos libros, eran cuatro y cada uno tenía una portada distinta. Cuando los abrió los descubrió en blanco, luego pensó que con un hechizo podría leerlos, lo intentó muchas veces y no funcionó.

Eso lo sorprendió, parecía que Malfoy tenia una magia poderosa. Así como se describía en el diario, había intentado sacarlos para colocarlos como evidencia, pero en cuanto intentó poner un pie afuera del lugar, la casa había devuelto la caja de sopetón, eso le sorprendió más y volvió a abrir la caja, que se había cerrado pero no tocó los libros.

Pensó que la respuesta de cómo leerlos iba a estar en la oficina. Y así fue.

Encontró una llave, entre las cosas de Malfoy, así que por instinto lo acercó a los libros, en su primer intento nada pasó, hasta que traspasó un poco de su magia que la envió hacía los libros revelando el contenido.

Era astuto, las personas no sabrían cómo leerlos sin ese objeto. Luego el contenido se le reveló en el primer libro que agarró, tuvo suerte que ese fuese el primero que tendría que leer. Para su desgracia, intentó lo mismo con los demás, pero el contenido no se reveló, supuso que habrían otras llaves y que su trabajo sería buscarlas. No entendía cómo era posible que desapareciera de esa manera y también le resultó extraño que los padres de Malfoy no estuviesen pendientes de lo que sucedía con su hijo.

Suspiro y dejó los cuadernos en su lugar, no podía sacarlos de la casa y no quería hacerlo. Se acomodó su túnica y luego emprendió el camino al ministerio; estaba agotado, pasaba investigando el caso del Slytherin y ocupándose de su oficina, tal vez era momento de dejar a alguien en su lugar y dedicarse al caso. Pensó en la jefa de Draco, Olivia, quien se había mostrado complacida cuando se enteró que él mismo se encargaba de la búsqueda de su empleado.

Río en sus adentros ¿Draco Malfoy siendo un empleado?

Atendió a cada una de las quejas, se encargó de asignar trabajos, revisó cada documento que le llegaba al escritorio y después dejó a Ron a cargo. Le había explicado algunas cosas y le recalcó varias veces que no firmara nada en su nombre. Sentía que iba a explotar de tanto trabajo pero su deber era investigar el caso de Malfoy, aunque estaba un poco sorprendido, estaba obsesionado nuevamente con algo que se trate de Malfoy.

Pensó en la casa, imaginando cada lugar. Si alguien le hubiese dicho que ese Slytherin viviría en un lugar tan humilde, se hubiese reído. No podía imaginarlo, luego bloqueó esos pensamientos, tenía que concentrarse. Aún tenía muchas preguntas en su cabeza.

¿Dónde está y que le pasó a Draco Malfoy?

¿Y sus padres por qué no se han enterado de su desaparición?

¿Por qué no vivía en la mansión de sus padres?

¿Sospechosos?

¿Cómo iba a empezar la investigación si no había un camino inicial que le guiara para resolver el caso?

¿Cómo iba a empezar?

Anotó todo en una de sus libretas, sorprendiéndose, hace mucho tiempo que no trabajaba en un caso directamente, se dio cuenta que había extrañado la sensación que le producía su trabajo. El caso de Mafloy, de alguna forma, le ayudó a recuperar esa pasión de ser auror. Luego, comprendería que aprendería demasiado de el caso de Draco Malfoy.

Se despertó en su apartamento, vivía en una zona muggle porque no quería dejar de lado esa parte de sí mismo. A veces iba a la casa que su padrino le había heredado, se alternaba continuamente. Siempre despertaba, hacía la misma rutina de siempre y después se iba a trabajar. Era una de las ventajas de vivir solo, podía hacer las cosas a su modo.

Con Ginny, todo había quedado en buenos términos. Habían terminado y se llevaban muy bien, la razón principal era que no tenían los mismos objetivos, ella quería viajar, ser libre y jugar Quiditch, y él quería dedicarse a ser auror y formar una familia. Ninguno de los dos estaba listo, ni para una relación y sus planes de futuro tampoco se amoldaron, se habían prometido que regresarían, pero nunca lo hicieron.

No se había dado cuenta de lo solitario que era el camino que escogió, pero ya se había acostumbrado a su rutina y se sentía bien. Se dirigió a la cocina, preparó los ingredientes para él café, lo dejó en la estufa y fue a ducharse. Era difícil, estaba tan acostumbrado a estar solo que ya no podía imaginarse con alguien.

Desayunó en silencio, perdiéndose en sus pensamientos, olvidando por un momento que tenía responsabilidades. Se colocó su túnica y se apareció en el ministerio. Caminando a la misma velocidad de siempre y tratando de mantener su mente en blanco, una vez llegó comenzó a revisar lo que le correspondía ese día, volvió a asignar labores y reuniéndose para notificar lo que pasaba en el departamento de aurores.

-Compañero -escuchó la voz de Ron llamándole.

-¿Cómo estás Ron? -le preguntó, pensando al mismo tiempo en sus días anteriores, no era usual que llegase a la oficina, al meno no sin haberlo ordenado.

-¿Cómo vas con el caso de Malfoy?

Sabía que Ron tenía que notificarle algo, lo supo por sus gestos, hombros caídos, espalda ligeramente encorvada y las piernas demasiado juntas, era una manía extraña que tenía el pelirrojo, que nunca se dio cuenta que esos gestos le delataban, siempre era eso, le preguntaba algo para romper el hielo y después soltaba la bomba -Un desastre, no he encontrado pistas.

-Me sorprende que hayas sido tú el que haya aceptado el caso.

Se encogió de hombros -Alguien tenía que hacerlo.

-Sí... claro -dijo Ron llevándose la mano a su cabeza, rascándose el cráneo -Escucha... es sobre Ginny, nos envió una carta diciendo que llegará la próxima semana con... con su prometido.

Harry se quedó estático en su puesto, no esperaba esa noticia. Ron, quien no había percibido su perturbación, continúo hablando.

-Ella dijo que podías ir a la fiesta, se va a celebrar en la madriguera y...

Se desconectó, pensando, no tendría porque molestarse. Ginny y él habían terminado hace mucho tiempo, la promesa de volver no había sido enserio, tal vez ambos eran demasiado distintos para poder congeniar. Observó a Ron, quien se quedó en silencio esperando una respuesta.

-Iré. -sentenció con una sonrisa, intentando que con ello su amigo comprendiera que estaba feliz por su hermana.

-Bien, será en la madriguera el sábado de la próxima semana.

Inhalo y después exhalo violentamente, no se sentía atraído a Ginny, se descubrió sonriendo, estaba feliz por ella. Sacudió su cabeza, aún sonriendo, y continúo con su trabajo. Una vez que finalizó las asignaciones, tomó su varita y se apareció en la casa de Malfoy, necesitaba continuar. Estaba pensando seriamente en dejar a alguien a cargo de la oficina y él dedicarse directamente al caso.

Entró con dificultad y después se dirigió a la oficina, sacando nuevamente los cuadernos de la caja. La llave se había pegado al primer libro y por eso no tuvo problemas, supuso que sería lo mismo con el resto, traspasaría la magia y la llave se pegaría en el libro revelando el contenido, se apoyó en la pared y lo abrió, comenzando la lectura.

No sé en qué momento sucedió. Siempre pensé que me dedicaría a los negocios de mi padre, pero cuando me gradué, esas ideas no me gustaban. Aún recuerdo que se enojó conmigo por no asumir sus negocios, pero no quería, mi madre fue la que me apoyó en todo, a ella le agradó que yo fuese un (tachado)... mi nueva profesión. Mi madre siempre ha buscado lo mejor para mi, mi padre solo quería que asumiera sus ordenes, él no podía verme en ese trabajo así que comenzaron a hacer viajes, me sentía solo en esa lúgubre mansión, por eso conseguí este lugar, el correo que llega a la mansión viene aquí siempre así que no tengo que moverme a buscarlo o utilizar elfos domésticos, por más que intento liberarlos, ellos no se van de la mansión, supongo que sienten que ese es su verdadero hogar, a diferencia de mí, que ahora me parece una cárcel de cristal.

Luego, comenzó mi trabajo en una de las cámaras, somos pocos, nos explotan pero nos pagan bien, así que siempre nos rotan. A veces en una, tal vez la del amor pero a la siguiente en la del tiempo, estaba en la de las profecías cuando mi jefa me mandó a llamar... era... sobre un mago con una magia demasiado poderosa, superior a todo lo que conocíamos...

Así empezó mi recorrido...

Ella me asignó a mí la búsqueda. Nunca había fallado una misión y así fue, no la falle, ¿el problema?, la magia del mago dejó residuos y allí me enteré de la verdadera esencia de la magia. Por eso hice estos libros, para explicar y entenderla.

El problema es que el mundo mágico me repudia y no importa el aporte que estoy haciendo para entender nuestra magia, siempre me van a tratar como si los estuviese discriminando. Mi jefa, adoró el trabajo que hice con esta investigación, ella quería que lo publicase pero tengo miedo de hacerlo y por eso les puse el hechizo, esos libros nunca saldrán de mi casa.

Estuve muchos meses investigando la magia residual, allí descubrí los tipos de magia que existen, magia tipo "A", "B" y "C", no encontré otra forma de llamarlas, al menos no de momento. Este es el libro introductorio, este que habla sobre como las descubrí y los demás libros, los tres, se trata detalladamente del tema.

La magia más "inferior" es la de tipo "C", son magos que no son tan poderosos, los tipo "B" son aquellos magos regulares y los tipo "A", obviamente, son los más poderosos. Sé que esto no dice mucho, pero es para que tengas una idea al aventurarte a leerlos, solo una cosa, ya descubriste que se abren con llaves, escondí las llaves de esos tres libros, no tendrás que ir tan lejos ¿O tal vez si?, dejaré unas pistas.

La segunda llave del segundo libro: Unicornio muerto.

La tercera llave del tercer libro: Viene y va.

La cuarta llave del cuarto libro: Prefectos.

Las respuestas son simples, lugares fáciles de buscar y encontrar, si no lo has captado hasta ahora, déjame decirte que...

-...eres lento -terminó de leer, cerró el libro y colocó la llave en la mesa. Harry tiene un largo camino que recorrer.

 

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