El Comienzo de una Leyenda
La de la idea fue Rowena Ravenclaw.
Para nadie fue una sorpresa que la bruja haya propuesto crear una escuela. Rowena era inteligente y amaba enseñar y exparsir sus conocimientos a otros, asi que a nadie le sorprendio cuando un dia lanzara la bomba de que queria crear una escuela.
Todos estuvieron de acuerdo.
No solo entrenarian a futuros magos, el futuro del mundo magico de Britaña, pero tambien crearian sus propias leyendas y dejarian su marca en la historia. Fue un sueño y una idea que los ilusiono a todos.
La trabajadora Helga fue quien llamo a varios magos y brujas para que tendieran su mano. El astuto Salazar fue quien puso el dinero. La inteligente Rowena fue quien hizo los planos. Y el valiente Godric fue quien obtuvo a criaturas magicas como ayudantes.
Cada uno habia puesto de su parte para crear la escuela de sus sueños.
—¿Como se llamara la escuela? —pregunto Godric con curiosidad uno de esos dias.
Los otros tres solo lo miraron sin ninguna respuesta.
—¿Eso significa que estamos creando una escuela para la cual ni siquiera tenemos un nombre? —sonrio Godric.
—Aun tenemos tiempo, Godric. —resoplo Salazar, ganandose una mirada casi obsesionada del pelirrojo. Incomodo, Salazar trato de ignorarlo.
Para nadie era secreto que el leon estaba locamente enamorado, u obsesionado, con el doncel de cabellos rubios. Desafortunadamente para el, Salazar no se sentia atraido ni un poco por su amigo a quien amaba a morir, pero que aveces le causaba querer ahogarlo.
Aun con su edad y siendo la cabeza de la familia, Salazar no se habia casado y por lo tanto, no habia un heredero. Era un tema que la familia siempre le reclamaba. Los magos vivian por muchos años, pero nunca se sabe lo que puede pasar y los Slytherin querian un heredero.
Debido a la fama de Godric, todos sabian que el pelirrojo era un buen partido, pero para todos era claro que a Salazar no le interesaba. El Slytherin no habia mostrado interes en el Gryffindor o en algun otro mago.
—De todas formas, aun tenemos tiempo. —se interpuso Helga con su suave voz.— Por ahora solo debemos concentrarnos en nuestra escuela y en su crecimiento.
—Helga tiene razon. —sonrio levemente el doncel de ojos verdes.
Salazar solo debia pensar en lo positivo. Debia pensar en la leyenda que estaba a punto de crear, de lo grande que iba a ser, asi como su padre siempre le dijo que seria.