![Inmortal She [H.P] [HoTD]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
Capítulo 5
[130 D.C]
Luego de dormir un poco, Lucenys miró la habitación que le asignaron. Tenía colores suaves y un bonito carillón de viento hecho de madera. La parte central era un caballito de mar pintado de blanco y de los hijos colgaban perlas y pequeñas conchas marinas colgando de la ventana.
Para suerte de ella su anillo de heredera aun lo tenia y su varita descansaba debajo de la almohada
Dos criadas y la reina entraron a su habitación, Lucenys no se había soltado el cabello, simplemente la trenzó de manera pereza.
—¿Cómo ha dormido, heredera Black? — preguntó la reina.
Lucenys arqueó una ceja. Proserpina Gaunt debió dar información del mundo mágico a estos sujetos.
—Muy bien, majestad — contestó Lucenys estirando los brazos como un gato.
Oh no.
Dalila estaba en Hogwarts preguntando donde estaba su mamá. Oh su pobre gata, al menos esperaba que Pansy la cuidara.
Dos mozos de cuadra entraron una baleta y cubetas de agua, Lucenys sentada vio cómo preparaban las cosas. En casa normalmente Kreacher preparaba la bañera para ella.
—No es necesario que tenga a las criadas conmigo — dijo Lucenys a la reina quien observaba como una de las criadas abría un armario donde había vestidos, muy juveniles y para alguien de tercer o cuarto curso.
—¿No necesitas criada? — preguntó la reina confusa.
—Yo puedo sola — contestó Lucenys.
—De acuerdo — la reina suspiro.
—¿Y Harry? — preguntó Lucenys por su prometido
—Lord Potter está en sus propias habitaciones, ha estado despierto y leyendo esos libros que tenía en su bolso — la reina la miró — Están a dos cuartos de aquí.
Lucenys asintió con la cabeza y las criadas junto a la reina se fueron. Ella entró a la bañera y se lavó el cuerpo, el rostro y las piernas. Con un movimiento de varita se secó el cuerpo y cabello, con cuidado desenredó las hebras oscuras.
Gruñó al darse cuenta que no tendría su cepillo con la firma mágica de su padre y papá Moony.
Oh no, se debilitaría si su magia no era cuidada como es debido.
Dejando los pensamientos de lado, Lucenys se puso uno de los vestidos y rápidamente se dio cuenta que eran como una niña que recién se estaba desarrollando, muy a diferencia del cuerpo que tenía Lucenys.
Quitándose el vestido tomó su varita y sonrió. Era buena en transformaciones y la moda, todas las mujeres aquí vestían muy anticuado.
Así que no había nada de magia que pudiera arreglar.
Emulando la moda Edwardian transfiguró ese pesado vestido de mangas de campañas a un vestido azul medianoche con una blusa de encaje, también transfiguró una pieza de blusa en guantes blanco y lo único que le gusto de esa ropa fue un chal color beige con un bordado sutil de flores.
Lucenys se sentó en el tocador y observó todo lo que había, un cepillo de plata con relieves de rosas. Empezó a cepillar su cabello y empezó a enredar mechones m tras mechones hasta que tuvo su recogido pulcro en rizos y ajustó todo con los alfileres para cabello que tenía a su alcance.
Viéndose al espejo sonrió ante su imagen. Sofisticada y elegante.
Con paso seguro abrió la puerta, ahí estaban las dos criadas y el platinado con el parche.
Lucenys arqueó una ceja ante el tuerto con cara de piedra.
—Príncipe… — Lucenys inclinó levemente su cabeza sin saber su nombre. Puede que le haya lanzado un crucio por amenazar a Harry con una espada, pero no sabía su nombre, ni que le importara de todos modos.
—Aemond— contestó el príncipe —Quisiera acompañarla hasta donde el rey espera.
—¿Y mi prometido?
El príncipe tuerto frunció los labios pero no dijo nada.
—Con el rey y los demás adultos.
—Perfecto. — ella miró a las criadas — Una de ustedes vendrán conmigo. Sería inapropiado caminar a solas con un hombre que no sea familia.
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—Una de ustedes vendrán conmigo. Sería inapropiado caminar a solas con un hombre que no sea familia. — Aemond escuchó decir a Lucenys a una de las criadas.
Él frunció el ceño.
¿Él no era familia?
Aemond era familiar de Lucenys, así que no había necesidad de una criada cerca de ellos.
Se deleitó con la imagen de Lucenys. Había cosas diferentes, como que lucia mas madura de la ultima vez que se vieron, su cabello era negro y no castaño, sus ojos groses y no de ese castaño que a luz parecían ligeramente del color de la miel.
No había mejillas regordetas solo facciones de elegancia y madurez.
No lleva los vestidos de ella que se quedaron en King 's Landing. Nuevamente usaba esa ropa extraña que el mago que fue invocado por error.
—¿Puedes dejar de verme así ? — le dijo Lucenys — Que me das malas vibras.
—Lo lamento, es que recuerde a Lucenys.
Ella se detuvo en seco y se giró a verlo.
—Escúchame bien, que no me gusta repetir las cosas —ella nuevamente sacó su varita, cosa que explicó la bruja de Asshai — Lucenys Velaryon murió. Que tengamos la misma alma no me hace ella, así que, grábatelo en tu cabeza. Mi nombre es Lucenys Black.
—Tu eres Lucenys, sin importar en qué mundo estés
Ella rio, una carcajada impropia de una delicada princesa.
—No nos quedaremos mucho tiempo — se rio ella — En estos momentos mi padre y mi papá Moony deben estar buscando la forma de traernos de vuelta.
Ella siguió caminando mientras se seguía riendo.
—Lucenys Velaryon era un tonto pajarito — dijo ella — Lucenys Black es una serpiente de plata.
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Llegaron al lugar donde había una larga mesa y sillas. Harry estaba ahí, ya sin el uniforme y con ropa elegante, digna de un señor sangre pura.
Traje de dos piezas y una capa negra unida en un broche con el bastón de la casa Potter.
Lucenys le sonrió a su novio, quien se levantó de su silla para tomar sus manos.
—¿Ha sido una siesta placentera ?— preguntó Harry preocupado.
—Más o menos, estoy preocupada por mi gata — sonrió Lucenys. Un carraspeo rompió sus miradas, el hombre de aspecto enfermo y que le faltaba un brazo. Lucenys se inclinó levemente — Majestad.
—Heredera Black — dijo el rey — Es bueno que haya podido descansar.
—Muchas gracias por su preocupación, majestad
Lucenys vio a los adultos reunidos. El rey y la reina, quién presentado como Alicent Hightower . La mujer de ojos tristes quien le dijo hija que se llamaba Rhaenyra Targaryen, princesa e hija del rey. El hombre a quien Lucenys mordió, el príncipe Daemon espejo de Rhaenyra y hermano del rey. Una mujer de cabello platino de nombre Rhaenys Targaryen y ojos violetas, como de la edad de la abuela Walburga y el hombre de tez oscura con rastras plateadas que se llamaba Corlys Velaryon
Y Proserpina Gaunt.
—He recibido un mensaje del espejo — comentó Harry. — Ya tienen un plan para regresarnos a casa.
—Genial. Por que tenía el viaje programado a París para las vacaciones de Yule — dijo contesta Lucenys — Conseguí una cita en la Atleti de Madame Florence para mi vestido de novia. Debe empezar a confeccionarlo.
—Hay algunos detalles — Harry hizo una mueca y la sonrisa de Lucenys murió — Dicen que puede tardar como un año.
—¡¿Un año?! — chilló Lucenys — ¡No podemos quedarnos un año, Harry! ¡Tenemos nuestro último, nuestros ÉXTASIS! ¡Me niego a perder mis exámenes y ser superada por la sangre sucia de Granger!
Harry puso sus manos sobre los hombros de Lucenys. Estaba furiosa, odiaba a Hermione Granger desde el primer año.
Lucenys querido a ayudar a los nacidos de muggles a abrazas las vías antiguas y como vio a Granger muy interesada en Hogwarts pensó que aceptaría, pero ella rechazó su oferta, diciendo que eran prácticas oscuras.
Y Granger alimentaba los rumores que en un futuro Lucenys sería una bruja oscura como Circe o Morgana, o simplemente presumía que estaba delante de ella por miserables décimas.
Lucenys miro a los adultos, ella se enderezó y miró a su Harry.
—¿Qué otras noticias malas me darás? — preguntó Lucenys
—Esta es nueva. — la calmó — Como el ritual necesita de dos pilares en ambos lados, Madame Black.
—Tengo una duda — dijo al príncipe Daemon — Si la mujer esa va a venir. ¿Por que simplemente no se van solo?
— Es un principio de la magia — explicó Harry — Es más fácil enviar a alguien que traerlo. La carga de magia es más ligera. Además se debe tener en cuenta muchas cosas, la época del año, las alineaciones y las estrellas….
—Es como pescar — dijo Proserpina— Toma más esfuerzo recoger las redes que lanzarlas.
—Y Madame Black al ser una bruja con años de experiencia es necesaria para que abra parte del portal aquí — agregó Harry — Además ella también es un alma vieja, es curioso porque en su primera vida fue la abue….
Lucenys abrió los ojos y le dio un golpe en la espinilla a su prometido. Harry abrió la boca en un grito silencioso.
—¿Abuela? — pregunta la mujer de los ojos tristes y el rey se enderezó en su silla.
—Fue una casualidad de la madre magia — contestó Lucenys. Qué más daba que ellos supieran, se irían en meses — Cuando un Black que es un alma vieja, debe hacer un ritual metal para poder acceder a información importante de su primera vida, luego estamos obligados a no sumergirnos más por cuestiones de seguridad.
—Entonces, tu abuela — dijo la princesa Rhaenyra — En su primera vida, el alma de tu abuela fue…
—Aemma Arryn — finalizó Lucenys.
Y ella vio como el rey parecía derrumbarse en su silla.