Astrafilia

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
Astrafilia
Summary
[Astrafilia, fascinación por los truenos, relámpagos y rayos.]Años después de la guerra y con su nombre acabado ,Draco Malfoy abre una pequeña tienda de pociones en un barrio poco concurrido del mundo mágico ,realizando todas sus ventas por envío.Camina por las calles muggles para evitar encontrarse con cualquier viejo conocido ,disfrutando esos momentos de tranquilidad imaginando lo que su vida pude haber sido sin todos sus errores del pasado.Poco después de la guerra ,el profeta anuncia la desaparición de Harry Potter ,el niño que vivió ,poco sabe el mundo mágico cuánto ha cambiado la vida de su salvador ,nadie se imagina la criatura en la que se convirtió.Es una sorpresa cuando estos dos se encuentran por pura casualidad ,lo es aún más para Harry cuando percibe el olor de su viejo rival.oHarry aparece un día en la tienda de su viejo rival después de enterarse de que Draco Malfoy es su compañero predestinado, le visita constantemente intentando crear una nueva relación. Draco no entiende como es posible que Harry esté vivo y mucho menos porqué va a su tienda.
Note
Esta historia también la publico en Wattpad en mi cuenta ArcusLunae.
All Chapters

Exulansis

Exulansis,

la tendencia a renunciar a hablar acerca de una experiencia porque la gente es incapaz de entenderla.

Draco no quería pensar en nada de lo ocurrido ese día, estaría encantado si pudiera olvidarlo por completo, y para eso lo mejor era no pensar en lo ocurrido hasta que su propia mente borrase el momento por si sola, pero había un problema, un ligero percance, no podía parar de pensar en ello.

Sobre pensar las cosas se estaba haciendo un hábito para él.

Se estaba haciendo tedioso, la escena venía a su mente en los momentos menos oportunos, ha perdido la cuenta de cuánto tiempo lleva en esa silla sentado intentando seguir con su escritura, su investigación era mucho más importante que el maldito de Potter, pero al parecer su cerebro no estaba de acuerdo.

Su cerebro pasaba una y otra vez las imágenes de lo que había ocurrido como si fueran una de esas películas muggles, rebobinando alguna que otra escena una y otra vez.

Y Draco siempre se detenía en la misma palabra, "impresionante" había dicho, dijo que lo que hacía era impresionante, no recordaba cuando fue la última vez que alguien dijo eso de él, sin contar esos comentarios como "es impresionante como dejan a gente como tú sin su merecido" o "eres impresionante, aún con todo lo que has hecho piensas que eres bueno".

Hacía años que no se lo decían, seguramente no desde la guerra, sin contar a su madre, por supuesto, Draco apostaría su tienda a que para su madre él siempre estará en ese pedestal, aún no sabe cómo, pero su madre le apoyó y lo vio con esa mirada que solo una madre o padre puede tener.

Que alguien más lo diga, y de una manera tan sincera, le hace pensar que no es tan malo como pensaba, que quizás sí se merecía esta segunda oportunidad y que la estaba aprovechando.

De algún modo, el hecho de que haya sido Potter quien lo dijese solo lo hace aún mejor.

Ante ese pensamiento se sintió frustrado al momento, dejó caer la pluma con la que escribía y apoyó la cabeza en sus manos murmurando maldiciones para quien sea que le escuche.

-No puedo más-su propia voz fue amortiguada por sus manos

Necesitaba distraerse a como dé lugar.

Sin pensarlo mucho se levantó, tomó su bolsa y salió de su casa cerrando la tienda activando sus defensas.

Hacía algo de frío, pero era soportable.

Caminó con paso rápido hasta llegar al Londres muggle, como siempre, estaba lleno de gente por todas partes, casi se sentía un poco sofocando por la multitud sino estuviera acostumbrado a estas alturas de su vida.

Iba soltando alguna que otra disculpa cuando chocaba con alguien y no podía evitar poner los ojos en blanco cuando alguien le insultaba o lo miraba mal, los muggles y los magos no son tan distintos después de todo.

Cuando al fin llegó a una calle con menos gente sintió como se le quitó un peso de encima y pudo respirar bien de nuevo. Desde pequeño ha estado rodeado por una multitud, lo único distinto es el motivo del porqué.

Se quedó un momento quieto en medio de la calle sopesando sus posibilidades, podría ir a pasear por algún parque, pero sentía que si no se mantenía ocupado de algún otro modo su mente volvería a jugarle malas pasadas, otra opción sería ir a su cafetería habitual, ¿pero realmente quería ir a un lugar donde le conocían?, en este momento quería alejarse de todo y lograr poner la mente en blanco, sin embargo, lo que quería muchas veces no era lo que necesitaba y eso lo sabía muy bien. Resignado se dio la vuelta pasando por un pequeño callejón, un viejo atajo que descubrió hace un tiempo.

En el momento en el que empezó a caminar sintió una extraña sensación por todo su cuerpo, algo parecido a la anticipación.

Puso ese pensamiento en segundo plano, nunca fue bueno en la clase de adivinación.

Cuando llegó al establecimiento en lo primero en lo que se fijó fue en cuánta gente había, y para su suerte este no parecía ser un día muy concurrido, no sería la primera vez en la que no puede conseguir una mesa.

Lo primero con lo que se encontró al entrar por la puerta fue a su cajera favorita, Cate, limpiando el mostrador. Levantó la vista cuando noto que alguien se acercaba.

-Vaya, ha pasado un tiempo-sonrió ampliamente-temíamos que la competencia nos hubiera robado a uno de nuestros mejores clientes-comentó dejando el trapo de lado

-Sí, han sido unos días duros

-Más razón para venir aquí entonces, desconectar de todo está bien de vez en cuando, pareces del tipo que no para de trabajar hasta que todo quede absurdamente perfecto

-Ojalá fuera por el trabajo, pero lamentablemente esto se me escapa de mi campo de conocimiento-soñó más amargado de lo que realmente quería sonar 

-Bueno, lamentablemente no podemos ser expertos en todo, pero tranquilo, aquí te cubro, por suerte para ti mi área de conocimiento sobre el café es bastante extensa, al menos lo suficiente como para complacer a alguien como tú -bromeo, aunque se tiñó con cierta preocupación mal escondida

-Ciertamente no es fácil complacerme-siguió adelante con la broma sonriendo un poco.

-Vaya, es agradable que se le reconozca a una el mérito, más viniendo de ti-inclino un poco la cabeza en su dirección a modo de burla-entonces, ¿nos atrevemos con algo nuevo?

Lo pensó por un momento, quizás le vendría bien algo nuevo

-De hecho, sí, me apetece algo nuevo -miró el extenso menú por encima de sus cabezas-es más, sorpréndeme, lo dejo a tu buen criterio 

- ¿En serio? Vaya hoy estamos valientes- cuando la volvió a mirar había cierta emoción en sus ojos- Bien, luego no te quejes sino te gusta-dijo dándose la vuelta mientras empezaba a preparar su pedido-es nuestra última incorporación, se hizo bastante famosa el anterior fin de semana.

Siguió con su habitual parloteo mientras manipulaba las máquinas y preparaba su bebida, en poco más de un minuto dejó en el mostrador una taza humeante y rebosante de espuma

-Lo admito, tiene buena pinta, ¿cuánto te debo?

-A este invito yo, tómalo como una bienvenida después de todos estos días 

-Sin duda sabes cómo tratar a tus clientes-tomó la taza entre sus manos con cuidado de no derramar ni una gota

-Que lo disfrutes-se despidió cuando Draco empezó a alejarse

Con una pequeña sonrisa se sentó una pequeña mesa para dos de espaldas a la recepción y dejó la taza en la mesa.

Tenía que admitir que esto le había sentado bien, estas pequeñas charlas le gustaban, no se sentían forzadas como las de magos o brujas, aunque es cierto que eso se debe a las decisiones que tomó en el pasado.

Cuando sintió que la sonrisa se le borraba de la cara se regañó a sí mismo, no estaba aquí para deprimirse, necesitaba relajarse.

Con eso en mente tomó un ligero sorbo de su taza, sorprendiéndose gratamente cuando el sabor no le disgustó para nada, era más amargo que de costumbre, pero tenía cierto toque que le daba su encanto.

Siguió tomando pequeños sorbos metódicamente, no estaba leyendo como de costumbre, solo escuchaba el ruido de fondo, el tintineo de las cucharas, los platos y casos chocando, las voces de las personas...

-Un café negro, por favor.

Una voz resaltó entre el murmullo colectivo

Esa voz, conocía esa voz.

-Enseguida se lo preparo-una pausa, esa era Cate, estaba seguro, pero ¿quién...? - ¿Busca a alguien?

-Oh no, es solo que creo que vi a un viejo amigo

Ahí estaba otra vez aquella voz, una voz algo grabe y que su cerebro sin duda reconocía, pero por alguna razón no lograba encontrar las fuerzas para girarse, estaba congelado en su asiento.

-Ya veo-otra pausa, desde su lugar escuchó un pequeño plato chocar con la mesa- aquí tiene, serán dos libras

-Muchas gracias- pudo notar la sonrisa en la voz.

Cuando escuchó los pasos acercarse se dio cuenta de que se había concentrado solamente en lo que estaba pasando a sus espaldas, lo que lo inquietó un poco, no era quien para escuchar a escondidas una conversación ajena.

Aun algo inquieto por alguna razón, sacudió los pensamientos de su mente y tomo otro sorbo a su café mientras se concentraba otra vez en el bullicio del local.

Por el rabillo del ojo notó como una figura pasaba junto a él, un extraño cosquilleo recorrió todo su cuerpo como si de una descarga eléctrica se tratase, una sensación que ya sintió días atrás.

Más rápido de lo que le gustaría reconocer, levantó la cabeza hacia aquella figura que, en vez de seguir adelante, se mantuvo a su lado.

Cuando el reconocimiento le golpeó, la dulce ironía de la situación casi le hace reír.

-Malfoy, que coincidencia encontrarte aquí- dijo con lo que parecía genuina sorpresa.

Seguía siendo igual de estúpido si pensase que eso le engañaría.

-Potter, ¿se puede saber qué haces aquí? -arrastró las palabras molesto

-Tomando una taza de café- respondió como si fuera obvio, para demostrar su punto levantó un poco sus manos que sujetaban una taza.

- ¿Crees que soy tonto o algo así? No me creo nada de lo que dices, así que será mejor que digas la verdad o sino…

- ¿De verdad quieres tener esta conversación así? -le interrumpió en medio de su discurso mientras la comisura de sus labio se levantaban un poco y enarcaba una ceja.

En ese momento Draco se quedó en silencio y miró a su alrededor solo para encontrarse a varios pares de ojos curiosos mirando en su dirección, el mal hábito de hablar más alto de lo que debía seguía ahí.

Algo molestó giró de nuevo hacia la dirección de Potter, solo para encontrarlo sentándose en la silla frente a él y dejar su café en la mesa.

- ¿Qué crees que haces? - preguntó más confundido de lo que le gustaría

-Bueno, no iba aquedarme ahí parado mientras hablaba contigo, eso sería raro

-Claro, pero no es raro que aparezcas aquí ahora como por arte de magia, ¿verdad? -preguntó de forma irónica

-No, sin magia, ya no la uso, ¿recuerdas? -le recordó como si fuera lo más normal del mundo.

Decidió dejar pasarlo por una vez

-Entonces, ¿Cómo es que llegaste hasta aquí, si se puede saber? -preguntó ya sin tanta paciencia

-Tranquilo, estás volviendo a levantar la voz-le recordó mientras probaba su café-vaya, está bastante bueno-murmuró por lo bajo

-Deja de evadir mis preguntas-dijo irritado

-Bueno, ¿qué quieres que te diga? Solo estaba por aquí cerca y me apetecía tomarme algo, ya sabes, lo normal-volvió a tomar un sorbo de su café-oye en verdad está muy bueno, ¿lo has probado? -preguntó con cierta emoción

-Sí, y justo has ido a dar con mi cafetería habitual, ¿no es así? -pregunto con bastante sarcasmo

-Hey, responde tu también a mis preguntas-contestó con la molestia que tendría un niño de siete años

Abrió los ojos sin poder creer lo que escuchaba, casi quiso reír.

-No voy a tener una charla amistosa contigo, Potter

-Entonces yo tampoco responderé a tus preguntas-tomó otro sorbo-

-Potter, deja de actuar como un niño pequeño-contestó con cierta incredulidad en su voz

Pero Potter no le contestó, solo miró hacia otro lado como sino le hubiese escuchado

-Por Merlín Potter eres…-soltó un suspiro antes de acabar la oración.

No podía creer lo que iba a hacer.

-No, Potter, no me gusta el café negro, es demasiado amargo para mi-se forzó a decirlo sin que se notara tanto su molestia

- ¿No?, bueno, ahora que lo pienso tiene bastante sentido- soltó una pequeña risa al final, lo cual molestó un poco a Draco-y respondiendo a tu pregunta, supongo que solo necesité un poco de suerte, yo también me sorprendí al ver que eras tú

- ¿Por qué tiene bastante sentido? - preguntó molesto, olvidándose de lo demás

-Bueno, sin duda pareces del tipo de persona que prefiere lo dulce, solo hacía falta verte en el gran comedor, tus padres siempre te enviaban dulces y siempre tomabas esos postres en las comidas, demasiado dulces para mi gusto-arrugó y sacudió su cabeza como si recordar su saber le desagradase

- ¿Demasiado dulce? Se nota que no tienes buen gusto, aun siendo “tan dulces” como tu dices, todos eran mejores que esa tarta de maleza que tomabas siempre-sabía que se lo estaba tomando demasiado personal, pero no pudo evitarlo

Después de todo, pelear con Potter siempre se le hizo fácil, aunque sea de las cosas más tontas.

- ¿Perdona? -dejó su taza en la mesa indignado- La tarta de maleza es el mejor postre que hay, tendrían que haberla servido todos los días sin excepciones

-Por Merlín Potter, sabía que no tenía cultura, pero no pensé que fura algo tan grave, hay miles de postres mejores que ese.

-Dices eso solo porque no has probado el indicado, la receta de la señora Weasley es la mejor sin duda, una vez que lo pruebas no puedes parar hasta terminar el plato por completo-se quedó quieto por un momento- deberías probarlo

No pudo evitar soltar una risa ante eso

-Sí, claro, y también podría asistir a una de sus comidas familiares- bromeó para sí mismo imaginándose la situación

Pero Potter no reaccionó, se quedó quieto con la mirada perdida en algún punto

-O podría ir y decirles que el mismísimo Harry Potter me había recomendado que fuera-siguió sin notar el estado actual de Potter mientras se reía de su situación imaginaria- oh imagínate sus caras, que la primera información que reciben en años del niño que vivió sea viniendo de mi- se rio de eso último hasta que cayó en cuenta de lo que había dicho- ¿Ellos lo saben?-preguntó más suave de lo que quería

- Perdon, ¿Qué has dicho? -preguntó Potter saliendo de su trance, molestando un poco a Draco

Decidió dejarlo pasar por esta vez.

-La familia Weasley, ¿ellos saben que estas vivo?

-Oh, ellos, sí, hace años que no los veo, pero me aseguro de que sepan que estoy bien

-¿Por qué no vas a verlos?¿Hay algo qué te lo impide?-sabía que sonar tan curioso era de mala educación, pero a estas alturas eso le importaba poco

-Bueno, ellos no estaba muy contentos al principio con mi decisión de irme y desaparecer, fue Hermione la que me ayudó a convencerlos a todos-sonrió con nostalgia-hasta lidió con Ron y nos ayudó a hacer las paces-soltó una pequeña risa-pero verles es algo peligroso, hasta en el mundo muggle, tantos pelirrojos no pasan desapercibidos fácilmente, hasta enviarnos cartas sería un gran riesgo-dejó escapar un suspiro-pero cada cierto tiempo me encuentro con Hermione y me pone al día de todo, incluso he podido conocer a la pequeña Rose en nuestra última reunión-contó lo último con cierta emoción 

Draco se quedó en silencio por unos segundos, esa fue más información de la que espera y ahora solo tenía más preguntas.

- ¿Greanger estaba de acuerdo en que te fueras, pero Weasley no?

-Oh, nuestra pelea no fue por eso, bueno, es cierto que no le hacía especial ilusión que me marchase, pero lo que realmente le molesto fue que deje a Ginny 

- ¿Rompiste con la Weasley? -sonó más impresionado de lo que pretendía.

-Bueno, sí-respondió como si fuese obvio-no podía irme y dejar lo nuestro a la mitad, y se lo tomó bastante bien, nuestra relación ya no era lo mismo que antes y ambos lo sabíamos, fue la mejor decisión que pudimos tomar, pero Ron siempre tuvo ese complejo de hermano mayor -se rio de eso último.

-Sigo sin entender porque te fuisteis

Sintió como un peso se iba cuando al fin lo preguntó

-No podía quedarme, no era seguro para mí ni para mis seres querido-el entusiasmo en la voz de Potter se disipó.

- ¿No era seguro? No lo entiendo, ¿hay otro mago oscuro persiguiéndote o algo así? Estoy seguro que el ministerio te ayudaría de cualquier forma, a no ser...-su cerebro empezó a hacer suposiciones- ¿el ministerio ya lo sabe?¿ellos te dijeron que desaparezcas? o ¿estás huyendo del ministerio?

Sabía que podía sonar como un paranoico en este momento, pero no le importaba, necesitaba respuestas.

- ¿Qué? No, no, el ministerio no tiene nada que ver-se rio en ese momento-por Dios, el ministerio cree que estoy muerto y espero que siga siendo así 

-Pero ¿por qué? No me digas que hiciste algo ilegal y no pueden enterarse, porque créeme cuando te digo que podrías matar a alguien y te lo dejarían pasar

-Si ese fuera el caso, que no lo es, espero que sí hiciesen algo al respecto, pero no es el caso, es algo mucho más complejo que eso y cierne a más personas a parte de a mí 

- ¿A más personas? ¿estás haciendo esto para proteger a otras personas? -pregunto algo incrédulo 

-Sí, era la única forma de mantenerlos a salvo y...

- ¿Desapareciste del mundo mágico, fingiste tu muerte y vives alejado de tus seres querido solo para proteger a otros de algo que no es tu culpa? -interrumpió sin creerlo del todo

-Bueno, sí, pero...

-Por Merlín, sabía que tenías un complejo de Salvador peor no pensé que llegarías ha tanto

-No tengo ningún complejo de Salvador -refuto frunciendo el ceño

-Claro, y yo soy moreno-soltó un suspiro-vamos Potter puedes admitirlo ya, ¿por qué sino habrías hecho todo lo que hiciste?

-Todo lo que he hecho lo hice porque quería, no por ningún complejo-parecía algo molesto

-Si, claro, ¿como por ejemplo hablar en el juicio de mi familia?

Notó como la mirada de Potter se suavizó y sus hombros dejaron de estar tensos.

-No hablé en vuestro juicio porque sentía que debía hacerlo, lo hice porque realmente quería y porque era injusto lo que os iban a hacer-dijo con un tono de voz más bajo de lo usual mientras le miraba a los ojos-hicisteis cosas malas, pero también hicisteis cosas buenas en un momento en el que vuestras vidas estaban en juego.

-No me vengas con eso ahora, sino lo hiciste por ese complejo tuyo lo hiciste por la deuda de vida que le debías a mi madre-protestó rápidamente con cada palabra

-Si fuera por eso, solo habría hablado por ella, no tendría que haberte defendido, ni a ti ni a tu padrea-contestó calmado aun manteniendo el contacto visual

- ¿Entonces porque lo hiciste? Por favor ilumíname, porque no lo puedo entender

Su tono de protesta podía sonar como el de un niño pequeño, pero ya había tenido que lidiar con esa discusión el solo y le molestaba que Potter siempre pusiera sus ideas patas arriba.

-Draco, no eres una mala persona y mucho menos merecías ir a Azkaban-dijo todo esto despacio, del mismo modo en el que le hablarías a un animal asustado

-No, tú no sabes nasa, tú no sabes que cosas hice, tomé la marca, vi como torturaban a mi madre delante de mis narices y no hice nada, yo… yo iba a matar a… a…-su voz se había quebrado a ese punto, podía notar como le faltaba el aire, escondió su cara entre sus manos y se obligó a parar antes de tener un ataque de pánico en medio de la cafetería y con Potter delante.

- ¿Quieres ir a otro lugar? -escuchó a una voz suabe preguntarle

Se encontró asintiendo, aun sin fuerzas de levantar la vista, antes de si quiera registrar del todo en su mente que quien había preguntado era Potter.

Lo siguiente que notó fueron unas manos sujetando suavemente de sus brazos levantándolo de la silla y dirigirlo hacia la salida.

Una vez fuera el aire frío logró hacer que se calmase un poco, el agarre en sus brazos aún seguía ahí y lo dirigió a un callejón por donde no pasaba la gente, una vez quietos, se permitió descubrirse la cara y tomar una bocanada de aire fresco.

Pasaron los segundos, puede que incluso minutos, cuando se empezó a calamar y se dio cuenta de lo que había pasado.

Estaba mortificado, no podía entender como había permitido que todo eso sucediese en un lugar público y, más importante aún, enfrente de Potter.

-No fue tu culpa-interrumpió una voz a su lado, impidiendo que siguiera con ese hilo de pensamientos.

- ¿Qué?-preguntó desconcertado, sin mucha fuerza en la voz, sin saber exactamente a que se refería en ese momento mientras miraba a su derecha para encontrarse con Potter apoyado en la pared.

-Que no fue tu culpa, eras solo un niño atrapado en la guerra como todos nosotros, temías que matasen a tu familia, ni siquiera quiero pensar en lo que debiste sentir al tenerlo viviendo en tu propia casa-dijo todo eso con calma al igual que antes.

Draco no respondió, no sabía cómo.

-Además, después de todo tu estabas arrepentido, que es más de lo que muchos pueden decir.

-Tu no sabes eso-refutó con lo primero que se le ocurrió

-Sí lo sé, te observé en sexto y en octavo, te veías tan abatido, tan apagado, no parecías tu-Draco se sorprendió por la preocupación que sonó en su coz- eras como un caparazón de lo que fuiste

-Vaya, nos ponemos filosóficos ahora-se obligó a quitarle algo de peso a la situación- ¿Acaso me preferías cuando te insultaba? -preguntó con cierto humor.

-No necesariamente-contestó con una pequeña risa-se podría decir que lo eché en falta, en cinco años ya se había vuelto algo de mi día a día-lo miró de reojo- parece que estos años has vuelto a ser más tu

- ¿Más yo? ¿qué quiere decir eso?

-Ya no tienes esa mirada perdida que tuviste esos años, tampoco tienes tantas ojeras-le miró a la cara como si eso lo demostrara.

- ¿Disculpa? -preguntó ofendido por eso último levantando una ceja.

-Y vuelves a discutir por tonterías-sonrió con arrogancia al demostrar su punto.

-Y tu sigues siendo un idiota-contestó intentando no sonreír.

Por como la sonrisa de Potter se ensancho, supuso que había fallado.

-Debería irme-dijo de la nada poniéndose derecho- no tenía pensado irme por tanto tiempo.

Y el hecho de que se sentía avergonzado por lo sucedido solo ayudó a tomar tal decisión.

-Entonces nos vemos-respondió Potter dándole otra sonrisa de lado.

Al ver que ninguno de los dos se movía, Draco decidió romper primero el contacto visual dándose la vuelta.

-Adiós-dijo mientras se alejaba del callejón, pudo escuchar la respuesta en la distancia ya puesta entre ambos.

En el camino de vuelta su mente estuvo mayormente en blanco, no fue hasta que estuvo cerca de casa que se dio cuenta de todo lo que había pasado el día de hoy, una parte de el se encontraba mortificada, pero otra, y a su pesar, sentía que le habían quitado un peso de encima que no sabía que estaba sosteniendo. Se sintió como la primera bocanada de aire fresco en mucho tiempo.

Fue con esa sensación que se fue a dormir esa noche y, por primera vez en mucho tiempo, no se despertó por culpa de una de sus pesadillas, sino por su alarma que puso con un poco de magia. Se había acostumbrado a apagarla antes de que sonara, pero en este momento se alegró de nunca haberla quitado.

Cuando bajó a su tienda para comenzar una nueva jornada, unos golpes en la puerta llamaron su atención, giró en su dirección y vio que el cartel de cerrado seguía puesto, pero no vio a nadie a través del cristal. Confuso se acercó a ella, no era habitual que hubiese clientes a esa hora, se le ocurrió que quizás solo se tratase de alguna broma de algunos niños.

Al abrir la puerta no vio a nadie como era de esperar, miró a los lados, pero la calle estaba desierta como de costumbre, fue solo cuando miró hacia abajo que encontró algo.

En el suelo había una caja envuelta en una tela con una carta encima.

De forma prudente lo primero que hizo fue comprobar si tenía alguna clase de hechizo, pero no tenía ninguno, lo que lo confundió aún más.

Tomo la caja junto con la carta y la llevo a la tienda, una vez dentro dejó la caja en el mostrador y abrió la carta, encontrándose con una letra algo irregular

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Me mantengo firme en mi postura de que no has probado la tarta de maleza indicada, por eso he decidido prepararte un poco para que puedas ver de lo que te estás perdiendo. Esta es la receta de la Sra. Weasley, pero confío en que soy lo suficientemente buen cocinero como para llegar a la altura.

Pd: Te preguntaré que te pareció la próxima vez que nos veamos

-Harry

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

 Esto le generó aún más preguntas de las que ya tenía, ¿cómo había dejado el paquete sin que lo viera? ¿Por qué le había hecho esto para él? ¿Potter sabía cocinar sin mágia? Mil preguntas se le arremolinaban en su mente es ese mismo momento.

Y aun con todo eso, no puedo evitar soltar una pequeña risa.

Sign in to leave a review.