
Antes de mejorar debe...
A la mañana siguiente no se molesta mucho en hablar del tema con Lupin, el lobo lo despierta a primera hora diciéndole que si desea ir presentable al desayuno lo mejor es que se levante del sofá ahora, consejo que tomo lanzando un tempus rápido que lo hizo volar hacia donde creía que estaba el baño, pero se encontró con el cuarto de Lupin quien estaba cambiándose la camisa por lo que vestía solo sus pantalones dejando el torso al aire que Severus definitivamente no miro para salir tan rápido como llego.
Resulta que sus cuartos están al revés, como si estuvieran construido frente a un espejo lo que tiene cierto sentido si piensa que están en lados opuestos del castillo tanto a nivel del suelo como de ubicación.
“¿Necesitas una camisa, Severus?” pregunta Lupin golpeando la puerta con el respondiendo que no es necesario. Apenas termine el desayuno planea ir a cambiarse y darse una ducha adecuada.
Lavándose el rostro puede ver el ligero rastro del llanto en la orilla levemente sonrojada de sus ojos a lo que aplica un encantamiento para refrescar la zona que Narcissa le enseño a regañadientes por su parte.
Mirarse en el espejo tampoco era parte del plan.
El glamur que tenia encima debió de haber caído ayer en la noche cuando entro en pánico porque actualmente no lo tiene y no sabe si sentirse aversivo a su rostro después de tal exposición sentimental o tímido por la autorrevelación de sus sentimientos hacia el hombre dueño de estos cuartos.
Y que también fue su ex compañero de escuela desde que tenia once años.
Y parte del grupo que le hizo la vida imposible en Hogwarts, pero que había perdonado.
Y que ayer en la noche lo abrazo con demasiado cuidado, aunque también con demasiada fuerza tanto que si se concentra aun puede recordarlo.
Le había dicho todo, absolutamente todo lo que ocurrió aquella noche con Lupin sentándolo en el sillón como si fuese alguna clase de figura de porcelana que al toque más mínimo podía romperse, ¿aunque Severus no había estado llorando la mayoría del tiempo?. Le dijo que Harry sabia, que el chico insistía en que no era su culpa y que estaba absolutamente perdonado cosa que en realidad no entendía del todo con Lupin nunca soltando sus manos. De como le rogo al señor tenebroso que no le hiciera nada a Lily y de que vendió a Potter mayor y menor por el bienestar de su única amiga, pero como sabia que el señor tenebroso difícilmente cumplía sus promesas fue a Dumblendore y le juro lealtad eterna y que el maldito bastardo le había fallado poniéndole al bebé como cebo todos estos años.
Y Remus había permanecido en silencio, escuchándolo con atención para finalmente soltar sus manos, llevando las propias hacia el rostro de Severus para limpiar las lagrimas con tal ternura que le apretó el corazón y le quito el aliento. Si Remus Lupin hubiera querido besarlo allí mismo ni el mismo Severus hubiese tenido la fuerza para resistir aquello, pero no lo hizo, simplemente le dijo que no era su culpa, que no podria haberlo previsto para volver a meter su rostro en la curva de su cuello con la que esta comenzando a familiarizarse del olor a canela y perfume que archivo inconscientemente en su memoria.
¿Eso significaba que estaba todo perdonado? ¿Simplemente fue eso y ya? No lo cree, nada en su vida resulta ser tan fácil, pero el mismo Harry se lo ha demostrado, aunque estamos hablando de un adolescente y no de un adulto y Lupin tiende a ser bastante emocional quizás abrazo a Severus solo porque vio que era un desastre y no tenia el corazón para dejarlo marchar.
Es golpecito en la puerta quien lo saca de sus pensamientos. Remus le pregunta si esta todo en orden y listo para partir.
Secándose rápido el rostro y las manos abre la puerta viendo a Remus listo esperándolo. Ambos se observan un instante hasta que Severus le indica que será mejor que se vaya primero ya que seria sospechoso que los dos llegaran al mismo tiempo sin explicar ni profundizar el mismo en que grado de sospecha ni que significaría eso. Ve a Remus parecer reticente por un segundo para asentir, tomando su chaqueta, colgándosela de un brazo para abrir la puerta y detenerse.
El corazón de Severus hace un giro incomodo.
“Sabes…después de ver el tema del horrocrux con Harry, llevarlo al medico y…lo que tengas que hacer, podemos…ir a ver libros…a Hogsmeade” dice con dificultad como si estuviera hilando la idea en el momento.
Severus no sabe que decir aquello con la mente comenzando a correr en círculos con un sentimiento de emoción apunto de apoderarse y su mente diciendo que no se suba aun por las nubes. Lupin quizás dice aquello porque tienen que buscar información sobre el horrocrux y necesita ayuda de Severus para eso, no es como que lo estén invitando a una cita como si fuesen adolescentes en Hogwarts.
Además…acababa de decir que mato a sus mejores amigos no es como que quiera salir con Severus.
“Um…¿bien?” suelta como un idiota y Lupin le da la sonrisa más enorme y brillante que ha visto hasta ahora soltando un “bien” aun de pie en la puerta haciéndole mariposas en el estomago de Severus que piensa que es ridículo todo esto porque tiene una lista interminables de tareas y tampoco es que hayan fijado una fecha ni nada.
Recordándole que tienen que ir al almuerzo, Remus parece despertar de donde sea que se encuentre para marcharse. Dejando a Severus allí de pie tratando de calmarse y encontrarle un poco de sentido a todo para finalmente seguirlo igual de confundido que antes.
El puesto de Siniestra permanece vacío en la mesa del personal.
“¿Y Siniestra?” pregunta Lucius acomodándose en el asiento a su costo, Severus frunce el ceño con un mal presentimiento en camino.
“Ni idea” responde amargo.
Lucius le da una mirada tensa y una idea que no quiere pensar comienza a gestarse en su cabeza.
Siniestra ha renunciado.
“Esto es malo” Murmura Lucius disimuladamente hacia su lado frotándose el labio.
Sinceramente no le sorprende, esa mujer lo único que hacia era quejarse, no es como que no tuviera razón, pero la mayor parte del tiempo esa queja giraba en torno a lo muy aterrada que estaba del señor tenebroso en vez de quizás la seguridad del resto de los alumnos. Si fuesen otras las circunstancias incluso Severus se alegraría de su inminente partida, sin embargo ahora, viendo al director explicar que la profesora Siniestra había dejado su cargo y de acuerdo al decreto ministerial se ha decidido que la representante del ministerio seria la encargada de tomar su lugar.
Tienen un problema.
“Hay que sacarla de aquí” le susurra Lucius “hay que sacarla de aquí antes de que todo empeore” dice con Severus estando de acuerdo.
Sonriendo tan dulce como siempre la mujer de vestido rosa expreso lo complacida que estaba de su nueva posición y como estaba realmente comprometida con brindar una educación de calidad de acuerdo a los requerimientos ministeriales y la verdadera necesidad de la comunidad estudiantil.
Sus ojos se encuentra un segundo con Remus, los aparta demasiado rápido como para tratar de identificar algún sentimiento.
“Quizás no sea tan malo” le murmura Bathsheba uniéndose a su conversación para sorpresa de Severus.
Apretando los labios Lucius no se ve complacido.
“Déjala una semana, y te apuesto que empezara a correr sangre” murmura Lucius y los labios de Bathsheba forman una apretada linea.
No puede permitir que ella se acerque demasiado a los alumnos, necesita sacarla de aquí lo antes posible, piensa viendo al señor Creeve correr hacia la mesa de los profesores para entregar lo que reconoció al Hogwarts mistery, es la primera entrega del año y Lucius recibe el periódico absolutamente interesado para abrirlo y comenzar a leer los tabloides que no ayudan.
¡Ven a profesora siniestra huir de Hogwarts! ¿es el fin?
Albus Dumblendore reafirmo su postura ante el ministerio de magia, da una entrevista iluminadora en el quisquilloso.
El club de duelo cancelado por orden ministerial.
Uniforme escolar ¿una prisión para la expresión?
¿Eres un el amor secreto de alguien? ¡léalo en nuestra sección de confesiones estudiantiles!
Ranking de profesores más odiados.
“Bueno, Severus, al parecer te han quitado el puesto” murmura Bathsheba mostrándole el listado con Umbridge encabezando la lista. Poniendo los ojos en blanco piensa detenidamente si los escritores de este periódico son capaces de comprender que Umdridge no era propiamente tal una profesora hasta el día de hoy por lo que no debería de estar allí.
Dejando de leer el intento de periódico estudiantil ven al director dirigirse al podio para anunciar que desde el día de hoy la profesora Aurora Siniestra de la clase de astronomía dejara de ejercer su labor y en vista de que, por ahora no ha encontrado un reemplazo acorde a los requerimientos ministeriales la suprema inquisidora de Hogwarts será la encargada de suplir esa labor, destacando el hecho que será temporal cuando los alumnos comienzan a murmurar nerviosos. Preguntándole a Umbridge, quien parecía bastante ofendida mirando el periódico sin prestar atención a lo que el director ha dicho, si quería decir algo, una pregunta redundante en su opinión porque ella claramente no perderá la oportunidad de acaparar los reflectores.
“Muchas gracias por la oportunidad, señor director. Debo de destacar…que probablemente muchos de ustedes estarán preocupados por la calidad de su educación, y no hay nada de que preocuparse ¿saben porque?...porque el ministerio los cuida a ustedes y a sus preciadas y brillantes mentes” dice sonriendo enormemente con Severus viendo a Harry fruncir el ceño.
Toda expresión cálida del rostro de Umbridge se lava rápidamente para levantar el periódico estudiantil en su mano, su entrecejo se frunce, sus labios se curvan hacia abajo.
“He de decir que esto…mis queridos niños, no es una representación apropiada que deba de llevarse acabo. El ministerio ha dejado en claro que toda falta de respeto hacia lo establecido ha de ser combatido con el peor de los castigos y si hay algo, que yo no tolerare, es la deslealtad” asegura con pasión para, ante los ojos de todo, prender el periódico en sus manos en llamas con una de las velas del podio del director para arrojarlo al suelo con los estudiantes, incluido el señor Creevy, mirando horrorizados como poco a poco el papel se vuelve en ceniza.
A su lado escucha a Bathsheba escupir un “perra” bajo.
“Todo intento de…propaganda contraria a las ordenes ministeriales debe de ser abolidas por su propio bienestar y me temo…que Hogwarts, estimado director” mira a Albus quien ya se ve como si Fawkes hubiese perdido todas sus gotas de limón “esta mucho peor de lo que pensé. He notado múltiples faltas al código de vestimenta además de la obvia perdida de respeto hacia una autoridad como lo es el ministerio de magia y me temo que eso, lastimamente viene por casa” dice furiosa dejando entrever esa personalidad dominante.
Sonriendo nuevamente encantadora mira hacia los estudiantes que permanecen en silencio.
“Pero no se preocupen, queridos niños, el ministerio esta absolutamente comprometido con todo su desarrollo y no permitirá…que ninguno se salga de lo que tenemos planeado” completa con satisfacción, es con ella tomando asiento que se ha dado cuenta que ha contenido todo este tiempo la respiración que deja salir cuando Albus vuelve a su lugar en el podio agradeciendo su consideración y preocupación por el bienestar estudiantil además de darle la bienvenida como profesora.
Nadie en el salón aplaude al respecto. Albus tampoco se molesta en instar a ello.
Es solo la percepción de Severus, pero se siente como si se hubiera declarado una clase de guerra interna por ello.
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Caminando hacia la oficina de Severus para ponerlo al tanto de sus nuevos descubrimientos, se detuvo un segundo curioso cuando sus ojos se encontraron con Luna descalza en medio del pasillo mirando hacia una pared de piedra. La chica vestía su uniforme escolar de las rodillas hacia arriba, con sus pendientes de corcho colgando de sus pequeñas orejas que hizo a Harry preguntarle si no le había dado problemas Umbridge por salirse del protocolo de vestimenta. El día de ayer Ginny se había quejado bastante que había recibido una detención por presentarse con unos anillos en los dedos que Umbridge le había quitado con un agitamiento de varita y a los que ella había contestado de mala manera quejándose de que no podía simplemente ir y arrancárselos porque podía haberle roto un dedo haciendo a la mujer enfurecer en su clase de astronomía.
“La profesora Umbridge me dio una detención por eso y por no usar zapatos el día de hoy” informa con Harry preguntándole que porque no los usa, de seguro debe tener frio en los pies “un poco…pero todos mis zapatos han desaparecido, creo que los nargels se lo han llevado” le murmura conspirativamente y Harry tiene un mal presentimiento.
Recordaba bastante bien cuando Bell le quitaba sus cosas, al principio él también creía que estaban desapareciendo.
Mirando sus pies pálidos unos segundos, un contraste marcado con el suelo oscuro, Harry recuerda lo helado que se había sentido en invierno cuando era pequeño y no tenia chalecos de su talla ni lo suficientemente gruesos para combatir el frio que se acumulaba bajo las escaleras.
Se había sentido tan solo y abandonado en aquel momento, aun podía sentirlo por lo que apenas lo pensó cuando comenzó a desabrochar sus zapatos, quitándose sus calcetines de paso para tendérselos a luna quien lo miro con una expresión de sorpresa que lo hizo sonrojar incomodo.
“Um…quizás sea incomodo, pero yo voy camino a mi sala común, tengo otro par en mi baúl” balbucea con ella parpadeando con grandes ojos azules.
Asintiendo lentamente la ayuda a ponérselos sobre sus pequeños pies que le recuerdan un poco a los programas de bailarinas que solía sintonizar a veces la tía Petunia en televisión. Siente su rostro caliente cuando se agacha con una rodilla al piso comenzando a amarrar lo más fuerte que puede las agujetas de sus zapatos con el objetivo de que se le salgan lo menos posible para quedarse ahora el descalzo.
“Gracias, Harry…” dice la rubia y el corazón de Harry parece aletear en su pecho como una snich a lo que responde que no hay problema mirando hacia el suelo y rascándose la nuca en un gesto que lo congela recordándole un poco a Remus.
Lo siguiente sinceramente no lo espera.
“Sé que el club de duelo era muy importante para ustedes” le dice con Harry suspirando, admitiendo que en realidad era lo más divertido que tuvo el año pasado durante la escuela. Ella asiente de acuerdo, aunque Luna no formaba parte, Harry no sabe si esta en alguna clase de actividad extracurricular, no se molesta en preguntarle ya que la chica rubia vuelve a hablarle “hay una leyenda, en Hogwarts y una historia, de un cuarto que aparece según las necesidades de los alumnos, que solo para encontrarlo debes de pasar tres veces por este pasillo con lo que necesitas en la mente y todo lo que desees podrás encontrarlo allí dentro. Quizás si lo encuentras puedas refundar el club de duelo sin que la profesora Umbridge lo descubra” sugiere con Harry levantando las cejas diciendo que no sabia de aquello.
Él nunca leyó Hogwarts y una historia, era algo de Hermione aquello, no suyo, además su amiga hablaba mucho de ese libro, demasiado en opinión de Harry hasta el punto de que esta seguro que ha desarrollado una cierta aversión por el texto.
No recuerda que Hermione le haya mencionado de aquello, quizás solo lo considero una leyenda y ya, piensa sabiendo que su amiga no tiene inclinaciones supersticiosas, ella tiende a ser más concreta en ese sentido y sonríe ante el pensamiento que Luna en realidad es todo lo contrario, contándole aquí sin zapatos las leyendas del castillo.
“Podria buscarlo” se encuentra diciendo más para hacerla feliz que porque lo creyera él mismo.
Viéndola asentir complacida la chica rubia le dice que solo debe de pensar con fuerza en lo que necesita y si el castillo lo encuentra necesario le dará lo que desea.
“¿Es por eso que estas mirando la pared? ¿quieres encontrarla?” pregunta con Luna asintiendo pensativa.
“Sin embargo…creo que Hogwarts ya me dio lo que necesito” dice con tono satisfecho, mirando a Harry y quitándole el aliento por unos segundos para asentir alegre y despedirse con ese aire mágico y soñador que suele traer siempre consigo.
De pie ante la pared, piensa unos instantes sobre habitaciones ocultas, deseos por cumplirse y sobre personas mágicas comenzando caminar por el pasillo, analizando las palabras de Luna para decidir que tampoco perdía nada con intentarlo.
Bien sabe que ha hecho cosas más locas y no esta solo pensando en el auto volador.
Comenzando a imaginar el cuarto del club de duelo, piensa un poco sobre el porque lo necesita y que haría con ello. Harry cree que es para protegerse, proteger a los demás y ayudar a los otros a proteger a quienes les importan, él sabe que Voldemort ha vuelto y también sabe que necesitan hacer algo para defender a Hogwarts que es un segundo hogar para todos ellos.
Si tan solo tuviera un lugar para practicar sin que Umbridge lo supiera, piensa olvidando por un segundo la conversación que tuvo con la ravenclaw absolutamente concentrado en aquel sentimiento de deseo y frustración por aportar en algo mientras se pasea por el pasillo.
Hasta que una puerta esta frente a él.
Una puerta que antes no estaba allí.
Eso no estaba allí antes ¿Verdad? Piensa confundido acercándose al picaporte, temeroso de meterse algún problema que involucre su seguridad y que lleve a que Severus lo haga parte de sus pociones, pero que aun asi, tomando todo su valor se encuentra abriendo dejando caer su mandíbula en shock.
No puede ser.
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Corriendo por el pasillo hacia Hermione junto a Ron, los gemelos, Draco, Pansy y Ginny rodeando a Colin quienes lo miran detenerse extasiado exclamando que no le van a creer lo que encontró consiguiendo miradas de molestia y frustración que no esperaba recibir por acercarse.
“Uhh…¿ha pasado algo?” pregunto con torpeza viendo a Colin empezar a sorbetear con los gemelos arrullándolo.
Frunciendo el ceño como si considerara tonto el hecho de llorar, pero aun asi guardándose sus opiniones Draco le informa que el periódico de Colin junto al quisquilloso han sido oficialmente prohibidos en Hogwarts haciendo que Harry mire al chico en shock.
“¡¿Qué?!” suelta para ser guiado hacia la dichosa pared del terror, como han llegado los estudiantes a apodarla, donde un nuevo cuadro se ha colgado.
Decreto de enseñanza N°23 cualquier estudiante en posesión de la revista el quisquilloso será expulsado.
Decreto de enseñanza N°24 se prohíbe el uso de prensa independiente.
“No lo puedo creer ¡esta prohibiendo que nos informemos!” exclama Harry atónito y furioso con Colin sorbeteando.
“Claro, como nos enteraremos de quien de nosotros dos es más popular” dice Fred mirando la sección de confesiones estudiantiles.
Todos los miran cansados a excepción de Ron quien le dice que eso a nadie le importa consiguiendo miradas ofendidas.
Codeando a Colin juguetonamente, los gemelos le susurran que Umbridge no puede saberlo todo ni mucho menos controlarlo todo dándole una mirada divertida y que promete futuros problemas para tomar la copia del Hogwarts Mistery para gritarlo y decir como todos unos futuros negociantes que siempre lo prohibido se vuelve mucho más popular mientras Colin los mira un poco preocupado.
“No es lo único, Ginny tiene una detención con ella a la tarde” informa Ron furioso con los gemelos frunciendo el ceño diciéndole que no se preocupe, que ellos también tienen a lo que Hermione les pregunta que como es posible si ellos no están en la clase de astronomía.
Encogiéndose de hombros Fred les pregunta si recuerdan ese dulce acido que le dieron una vez y que era un poco exagerado porque Harry y Ron tuvieron que beberse una botella completa de agua aquella vez. Asintiendo, los gemelos sueltan casualmente que si mezclan dos a la vez pues si pueden derretir algo como sus túnicas que por cierto no llevan puestas en estos momentos y es por lo que Umbridge les dio detención.
Hace una nota mental de no comerlos.
“No te pongas triste, Colin, cuando todo acabe podrás volver a publicar tu periódico” tranquiliza Harry con Draco soltando que tampoco cree que Umbridge dure demasiado con Hermione preguntándole a que se refiere.
“¡No creo que se quede para siempre! Me parece más de ese tipo de personas que ladra y no muerde”
“¿Como tú?” suelta Ron divertido consiguiendo una mirada de muerte que le recordó mucho al señor Malfoy cuando esta enojado porque nadie sabe de que esta hablando. Puede ver que esta apunto de detonar una discusión cuando ven varios estudiantes corriendo hacia el hall de la entrada del castillo.
Confusos, mirándose entre todos le preguntan a Zabini que esta pasando cuando lo ven atravesar el pasillo.
“¡Umbridge esta despidiendo a alguien!” exclama para seguir su camino dejándolos completamente horrorizados.
Avanzando por el pasillo hasta llegar al hall donde parecía estarse reuniendo todos los alumnos alrededor del lugar formando un enorme circulo en cuyo centro estaba la profesora Trelawney de pie, con una botella de jerez en una mano y en la otra su varita con una maleta de la cual salía retazos de ropa que parecía haber sido hecha con rapidez y desprolijidad. Se veía absolutamente desaliñada, más de lo habitual que se había vuelto durante estos días, con sus chales cayendo en cascada, mirando con las gafas chuecas que hacían parecer un ojo más grande de lo habitual hacia Umbridge de pie caminando satisfecha con un papel en su mano.
“Por favor…no me eche, no tengo a otro lugar al que ir” rogo la profesora secándose el rostro con la manga de su mano que sostenía la botella “Hogwarts-Hogwarts es mi hogar…” dice y el corazón de Harry que nunca había sentido una verdadera simpatía por su maestra se aprieta conocedor de aquel sentimiento.
Mirando hacia atrás de Umbridge, por la puerta donde van a apareciendo poco a poco los maestros incluido Severus con Remus que miran con expresiones bastantes contradictorias la escena, todos los estudiantes escuchan a Patil exclamar que viene el director.
Haciéndose a un lado ven al director Dumbledore bajar las escaleras con una expresión absolutamente furiosa que pocas veces había visto Harry en el anciano.
Pidiéndole a la profesora Mcgonagal que ayude a la profesora Trelawney a llevar sus cosas de regreso al castillo la profesora Umbridge le dice con tono decidida y altiva que ella esta despedida por orden del ministerio a lo que el director responde que si bien es cierto, y no tiene el poder para revertir aquello, si tiene el poder para decidir quien se queda o no en el castillo dando a entender que la profesora Trelawney vivirá desde ahora como invitada más que académica.
Siendo ayudada por el profesor Filius y Pomona quien consuela a la ex profesora pasándole un pañuelo, pueden todos escuchar como Umbridge le dice que será mejor que busque algún otro profesor para reemplazarla sino tendrá que verse en la obligación de poner ella uno con un tono que daba a entender que la idea le daba extremado placer.
Viendo a todos los maestros marcharse, con Umbridge ordenándoles que vuelvan a sus clases, escucha a Ron preguntarle a Draco si esta seguro ahora que Umbridge no planea quedarse consiguiendo una mirada preocupada.
“¿Qué vamos a hacer, Harry?” pregunta Colin asustado y Harry ahora lo sabe.
Diciéndole a todos que lo sigan hasta el séptimo piso, Harry se dirige hacia el pasillo que estuvo antes, justo frente al tapiz de Barnabas el hidaldo, que no tiene ninguna puerta en la pared consiguiendo miradas confundidas de todos sus amigos.
“¿Querías que viéramos una pared?” pregunta Ron confundido con Pansy frunciendo el ceño.
Harry pone los ojos en blanco y se concentra tanto mientras pasa tres veces de acuerdo a lo que Luna le dijo que cree que le dolerá la cabeza hasta que un parpadeo después, frente a todos, en aquel lugar que había solo piedra ahora hay una puerta.
Todos sus amigos sueltan una exclamación de sorpresa.
Diciéndole que lo sigan abre la puerta, dejando ver una sala repleta de estanterías con libros de defensas contra las artes oscuras, detectores de tenebrismo, sillones y poofs para practicar hechizos aturdidores de esos que Severus usaba cuando entrenaban con Draco, pero con el centro despejado donde hay una plataforma de duelos.
Mirando a sus amigos decididos anuncia que ellos no se quedaran indefensos ante la amenaza.
“Aquí practicaremos defensa y Umbridge no podrá encontrarnos”
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“Echo a Sybill” recuerda Remus para molestia de Severus que pone los ojos en blanco viendo a Harry cruzar la puerta de la oficina del licántropo.
Poniendo de portada que tenia una evaluación del inicio de su año en cuanto a sus calificaciones Harry tomo asiento en los sillones recibiendo una tasa de chocolate caliente que él preparo especialmente para esta conversación. Lo había agendado como la ultima de sus evaluaciones para tener la excusa en caso de que se pasaran de la hora sin arriesgarse a levantar sospechas.
“¿Quién va a reemplazar a la profesora Trelawey?” pregunto Harry preocupado a lo que Remus suspiro admitiendo no tener aun idea.
“Tiene hasta mañana para encontrar a alguien, es una locura”
“Al menos no los hecho a ustedes” tranquilizo Harry con Remus dándole la razón para tomar asiento junto al adolescente.
Ya instalados los tres con Severus en el sillón individual ubicado al lado del grande donde estaban Harry y él, Remus procedió a contarle que se había puesto al tanto con el tema de la profecía haciendo que el joven mirara a Severus en busca de confirmación que vino con un asentimiento, aunque eso no quito la mirada de sospecha en sus ojos cuando le pregunta si todo esta en orden fijándose con atención en el maestro de pociones.
Supone que esa es señal para confirmar que si le rompe el corazón al slytherin Remus estará en muchos problemas. Debería de preocuparle eso, pero solo lo hace sentir divertido y cálido al saber que Harry es protector con el jefe de las serpientes que le dice que todo esta en orden en un tono que da a entender que no se están peleando.
Cuando Severus le confeso que fue él quien le dijo de la profecía a Voldemort Remus no lo podía creer, por años se pregunto quien pudo haber sido el bastardo y en cualquier circunstancia hubiera cortado con todo allí mismo probablemente enfurecido y vengativo, pero no podía.
No pudo.
Sirius estaría enloqueciendo, sin embargo Remus no pudo encontrar ningún sentimiento que no fuera dolor por lo que significaba y significo en aquel momento y ahora con Severus llorando delante suyo con un sufrimiento tan profundo que le hizo preguntarse una y otra vez por cuantos años esto lo había estado carcomiendo. Este hombre había dado todo lo que podía por arreglar su error, sangro, lloro y se entrego y al verlo salir de la oficina un terrible sentimiento de desesperación lo había golpeado con tanta fuerza que descubrió que no podía dejarlo ir.
No podía renunciar a Severus Snape, no podía ignorar estos sentimientos que tenia porque ignorarlos llevaría a dejar al hombre en manos de otra persona y el lobo no lo permitiría, debía de tenerlo, debía de ir a por él. Entonces Remus lo había seguido, primero corriendo para finalmente agarrarlo y sostenerlo mientras Severus dejaba su preciosa alma al descubierto para que Remus la abrazara, consolara y protegiera sintiéndose por primera vez en mucho tiempo completo.
Es un poco egoísta, pero esperaba esperanzado que todo esto se solucionara pronto para llevarlo a Hogsmeade. No esta seguro si Severus entiende a lo que quería ir, aunque no importa, Remus trabajara con lo que tenga y si tiene que hacer una propuesta dejando ver sus propios beneficios con tal de que el otro hombre acepte salir con él lo hará.
Pero primero deben centrarse en Harry, después en lo que su corazón anhela. Siempre el cachorro primero, es algo que comparte con Severus.