
—¿Otra vez rosas? — preguntó Harry con una sonrisa alegre en el rostro.
—Sí, para recordarte todos los días cuánto te amo— contestó el rubio con ese brillo rosado en su iris, el cual aparecía siempre que miraba o pensaba en el gryffindor.
Mientras que a lo lejos los veía Pansy con tristeza en la mirada.
—A mí nunca me regaló rosas — dijo la slytherin mientras sentía como unas lágrimas se acumulaban en sus ojos verdes.
—¿No lo has superado? —preguntó Blaise con un poco de lástima mientras veía la tristeza reflejada en los ojos de su amiga.
—Ese no es Draco, él nunca fue así, siempre me dijo que las rosas eran algo demasiado genérico y básico, que por eso prefería regalar gardenias.
—Ya, Pans, mejor vamos a caminar, para que respires aire fresco y te despejes un poco — dijo el italiano mientras alejaba a su amiga de la pareja que se besaba felizmente.
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Draco sonreía felizmente mientras veía desde las gradas como Harry, su novio, agarraba la snitch, dando así fin al partido. Mientras que los demás slytherins se iban molestos al ver como su casa había perdido.
—Él amaba jugar quidditch, me parece ridículo que de la nada haya dejado el equipo— refunfuñó Pansy mientras veía como el rubio abrazaba a Harry haciéndolo dar vueltas.
—No sé ¿Tal vez quería menos estrés? — respondió Blaise no tan convencido, ya que conocía a su amigo y sabía que si antes le hubieran si quiera planteado dejar el quidditch se hubiera reído diciendo que eso era imposible.
—Y que casualidad que haya sido justamente antes del partido de slytherin contra gryffindor— seguía diciendo la pelinegra con molestia, la cual aumentaba al ver como la pareja se besaba en medio del campo de quidditch.
—Draco sabe que está haciendo, Pans — respondió Blaise, aunque no muy seguro de lo que estaba diciendo, ya que desde hace un tiempo el rubio estaba raro.
Mientras tanto Harry admiraba como su novio había vestido con los colores de gryffindor solo para apoyarlo.
—¿Sabes que te amo? — preguntó Harry mientras se acercaba a Draco para volver a besarlo.
—De la misma manera en la que sabes que yo te amo— respondió el slytherin correspondiendo el beso del gryffindor y abrazándolo por la cintura.
Aunque Harry sintió un poco de incomodidad ante la respuesta del rubio, aunque esos pensamientos se desvanecieron al sentir como el rubio le besaba el cuello.
—Adoro tu aroma — dijo Draco mientras mordía levemente el cuello del gryffindor.
—Lo sé — respondió Harry, aunque por un momento hubo un destello triste en su mirada.
Mientras que los ojos de Draco resplandecían con ese tono rosa que ahora casi siempre se le podía ver en la mirada.
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—A mí siempre me dijo que le molestaba estudiar en pareja, que no se podía concentrar — dijo Pansy con molestia viendo a Harry abrazado al rubio mientras este estudiaba.
—¿Tal vez cambió de parecer?— respondió Blaise, siendo consiente de cuantas veces Draco se había negado a estudiar con él con esa misma excusa.
—Claro, algo que lleva haciendo desde antes de entrar a Hogwarts cambió de la nada —dijo Pansy para nada convencida con la respuesta del italiano.
—No sé, déjalos disfrutar de su noviazgo, Pans, ven, vamos a estudiar— contestó el italiano jalando a Pansy hacía otra parte de la biblioteca.
Entre tanto, Harry disfrutaba de como el rubio acariciaba su cabello con suavidad.
—No sé como es que pude pasar tanto tiempo sin ti —dijo Draco volteando a ver al ojiverde con una mirada enamorada —ahora cada vez que estoy sin ti siento que enloquezco—
—Entonces no nos separemos— respondió Harry acercándose para besar los labios del slytherin, así sintiendo un poco del sabor amargo de los chocolates que acababa de comer el rubio.
—Adoro el sabor de tus labios, Haz — mencionó Draco con una sonrisa tonta en el rostro.
—Mmm, ¿Por qué será? — dijo Harry con una sonrisa traviesa en el rostro volviendo a besar al slytherin.
Mientras tanto los chocolates, que Harry le había regalado a Draco, brillaban como si estuvieran recubiertos de rosas.
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—¿Y esas rosas? — preguntó Pansy con nervios al ver como Draco se acercaba a ella con un ramo de rosas rojas.
¿Y si esas rosas eran para ella? Pensó Pansy poniéndose ligeramente nerviosa, haciendo que así apareciera un pequeño rubor en sus mejillas.
—Son para Harry, ¿Crees que le gusten? — preguntó Draco, poniéndose nervioso, mientras que sus ojos brillaban fuertemente en tonalidades rosas.
—Ahh, sí, creo que le van a encantar —respondió Pansy con una sonrisa triste, viendo como la alegría se reflejaba en los ojos de Draco.
—Gracias, es que quería pedirle algo, pero no sé si vaya a aceptar, y estoy muy nervioso— dijo Draco hablando atropelladamente por culpa de los nervios que lo invadían siempre que el gryffindor se cruzaba por su mente.
—¿Ah si? Y ¿a qué se deben esos nervios? — preguntó la slytherin con una sonrisa en el rostro mientras le daba un golpe amigable a Draco en el hombro.
Porque apesar de que cada vez que veía a Harry y Draco juntos sentía que una parte de ella moría siempre iba a apoyarlo, porque antes de ser novios siempre fueron amigos, y no pensaba arruinar su amistad con el slytherin.
—Pues, ya no puedo imaginarme una vida sin él, y dije ¿por qué no?— dijo el rubio mientras sacaba una caja de terciopelo que tenía adentro una sortija.
—Wow, no crees que tal vez, no sé, pero ¿es un poco pronto? Es decir, llevan saliendo menos de cuatro meses, no sé —respondió la pelinegra disminuyendo el volumen a medida que veía que los ojos del ojigris eran consumidos por un color rosado.
—Creí que te ibas a poner feliz por mí, no sé, tal vez que me apoyarías, pero ahora veo que es razón lo que me dice Harry, solo eres una hipócrita.— dijo Draco enojándose de la nada ante lo comentado por la pelinegra.
—No, Dray, solo, es que, te apoyo, pero...
Pansy no pudo terminar de hablar ya que Draco solo se fue de la sala común dejándola ahí hablando sola.
—Tal vez es un poco pronto, nosotros estuvimos 4 años juntos y ni siquiera pensaste en eso... —terminó Pansy aunque nadie la escuchaba, ya que se encontraba sola con la mirada en el suelo.
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—Claro que sí, Dragón — contestó Harry abrazando a Draco, mientras este le daba una pequeña vuelta en el aire.
—Te amo con locura, Harry, es que simplemente no me puedo imaginar un futuro con alguien que no seas tú — dijo Draco antes de besar al gryffindor.
Aunque por el movimiento imprevisto del bolsillo de Harry cayó un pequeño vial que brillaba en tonalidades rosas.
—¿Qué es eso? — preguntó Draco al ver como Harry se agachaba apresuradamente a recogerlo.
—Nada, solo una tarea de pociones, algo sin importancia— respondió el ojiverde volviendo a guardar el vial rosa haciendo como si nada hubiera ocurrido volviendo a besar los labios del rubio.
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—Harry, sabes que esto está mal — dijo Hermione viendo como su amigo vertía una poción rosa en un café.
—¿Por qué, Hermione? ¿No merezco ser feliz? Ya salvé al mundo, ya todo está bien, ¿no merezco un poco de felicidad? — respondió Harry tapando el café el cual tenía el nombre de cierto slytherin a un lado.
—Claro que mereces ser feliz, pero esto está mal, solo te estás mintiendo a ti mismo — contestó la gryffindor viendo como solo una pequeña recomendación había terminado en esto.
—Y ¿Qué querías que hiciera? ¿Que dejara que se fuera con la estúpida de Parkinson? Sabes que sino fuera por lo que hice desde ese día ya estaría comprometido con ella, no podía dejar que eso ocurriera— gruñó molesto Harry, mientras que todo a su alrededor temblaba debido a la magia descontrolada que comenzaba a salir de él por su enojo.
—Eso debía ser solo una ayuda Harry, no que de eso se basara su relación —intentó persuadir Hermione a su amigo al ver como este la ignoraba listo para irse a buscar a su, ahora, prometido.
—Sabemos perfectamente que en el momento que le deje de dar esto — dijo Harry sacudiendo levemente el café— se va a alejar de mí, va a volver a verme igual que antes, tal vez ahora peor.
—¿En serio piensas casarte con él y drogarlo toda tu vida? —preguntó la gryffindor temiendo la respuesta que pudiera salir de los labios de Harry.
—Si es necesario, sí — respondió molesto Harry mientras se iba del cuarto dejando a su amiga sola.
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—Dragón, hasta que te encuentro— saludó Harry al slytherin que lo veía como si fuera lo más valioso del mundo.
—¿Y eso que me estabas buscando?— preguntó el rubio escondiendo su rostro en el cuello del moreno.
—Te extrañaba, y por cierto, te traje un café— respondió alegremente Harry separándose un poco del rubio para entregarle la bebida.
A lo lejos Blaise veía a la pareja con una mueca en el rostro, porque si por algo se caracterizaba, era que conocía muy bien a su mejor amigo, y por ello sabía cuanto este odiaba el café.
Por ello cuando vio como Draco se tomaba el café que le dio Harry no pudo evitar fruncir el ceño.
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Blaise se acercó a su mejor amigo, con el cual hace como un mes que no hablaba, más específicamente desde que este se comprometió.
—Hey, Dray ¿cómo te va?
—Bien, un poco atareado con la organización de todo, pero bien —comentó el rubio volteando a ver el tempus que tenía conjurado a cada rato.
—¿Tienes que hacer algo? o ¿por qué tan desesperado? —preguntó el italiano intentando destensar un poco el ambiente.
—En 20 min regresa Harry de hablar con la directora McGonagall
—¿Qué te parece si le dices al gryffindor que lo ves en la noche? mientras podemos aprovechar los permisos de salir que tenemos y vamos a las tres escobas un rato, ya sabes, para salir como en los viejos tiempos —comentó Blaise mientras se acercaba al rubio para tocar su hombro.
Aunque Draco reaccionó mirando a Blaise como si quisiera matarlo.
—Primero Parkinson, ahora tú ¿En serio? ¿Es que ustedes no pueden aceptar que sea feliz? siempre metiéndose en lo que no los llaman, Harry tiene razón solo son unos envidiosos que no pueden aceptar que por fin sea feliz —gruñó Draco mientras sus ojos refulgían de un fuerte color rosa.
—Hey, no compañero, solo lo decía para platicar pero sino quieres no hay problema —contestó Blaise a la defensiva mientras se alejaba un poco del rubio ya que parecía que este en cualquier momento iba a hechizarlo.
—Claro, ahora te excusas con disculpas falsas, todos son iguales ¿qué? ¿acaso crees que no soy digno de salir con Harry? ¿por qué? ¿porque soy un sucio mortífago? —declaró Draco con furia mientras se acercaba peligrosamente al italiano.
—No, amigo, nunca dije eso, estoy feliz por ti, no tienes porque molestarte así — decía Blaise mientras se alejaba del rubio.
—¿Sabes qué? mejor no vuelvas a hablarme, para tener amigos hipócritas como Parkinson y tú mejor no tener nada.
Y con eso último dicho por el rubio este salió de la sala común dejando así a Blaise confundido.
—¿Acaso no te lo dije? —preguntó Pansy saliendo detrás de una columna
—¿Escuchaste todo eso? parece que está loco, y ¿ese color rosa en sus ojos? —respondió Blaise saliendo de su estupor.
—Ajam, desde que empezó a salir con Potter apareció ese brillo rosa en sus ojos
—Pero ¿por qué? —preguntó Blaise teniendo una idea de que era a lo que se refería su amiga.
—No sé, pero es claro que eso no es normal —respondió Pansy mientras fruncía el ceño.
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Hermione se preguntaba si hubiera cambiado de alguna forma el como ocurrieron los eventos, si hubiera intentado detener a Harry desde un inicio, si no hubiera inventado esa poción para ayudar a Harry.
Aunque sabía la respuesta, y esta era que no, no hubiera cambiado los hechos.
Y menos ahora, viendo la sonrisa de alegría en el rostro de su amigo, como este le contaba con felicidad acerca de como su primer hijo había entrado a Hogwarts, como este había sido sorteado en slytherin, igual que Draco, y como su matrimonio seguía igual de perfecto como el primer día.
Se preguntaba si Pansy estaba bien, aunque suponía que sí, porque después de la poción que les dio tanto a Blaise como a Pansy estos habían caído irremediablemente enamorados el uno por el otro, y casi olvidaron por completo la existencia de Draco.
A veces cuando no podía dormir se preguntaba si Draco y Pansy seguirían juntos y se hubieran casado si ella no hubiera intervenido,
La respuesta era probablemente que sí, ya que de eso se trataba la poción, no creaba sentimientos, solo los confundía, los sentimientos que tenía Draco si existían, solo que no eran dirigidos hacia Harry, probablemente estos eran para Pansy.
Porque el mismo día que comenzó esta farsa, que se mantenía hasta hoy en día, el rubio iba a su sala común con un anillo compromiso escondido, el cual era para Pansy.
Ese anillo Harry lo había tirado, para eliminar cualquier tipo de evidencia del supuesto compromiso que podía ocurrir entre los dos slytherin's, aunque este no había desaparecido, porque Hermione lo había conservado.
Tanto el anillo, al igual que la nota que estaba dirigida para la slytherin, como un recordatorio de lo que por su culpa no pudo ser.
"El más poderoso hechizo para ser amado es amar." Baltasar Gracián
Y el anillo grabado con la frase "Mi gardenia".
Pero la felicidad con la que Harry vivía ahorita valía eso y más, por ello solo sonreía a todo lo que su amigo le contaba, ignorando el como los ojos del slytherin brillaban rosas.