Draco Malfoy y las hienas mellizas

Harry Potter - J. K. Rowling
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Other
G
Draco Malfoy y las hienas mellizas
Summary
La vida siempre ha sido incierta, eso lo comprende Draco porque el último año había tenido momentos felices y tristes, donde avanzó y retrocedió, donde una sombra de su pasado volvió para sacudirle el mundo, solo espera que este nuevo año sea completamente diferente.Obviamente sus deseos nunca son escuchados cuando de nuevo el bosque prohibido tiene unos habitantes con actitudes sospechosas, la pregunta que le carcome es ¿amigos o enemigos? ¿podría obtener de nuevo a una manada?Solo queda averiguarlo y no seguir sufriendo ante la respuesta que obtenga.
Note
Comenzamos la segunda parte de la serie.Espero les guste.El capítulo presente intenta detallar los días de vacaciones de Draco, los momentos felices antes de la tormenta.
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Comienzo del segundo año

Para el 28 de agosto Draco estaba arribando en la casa de los Weasley. Primero, porque ya había acordado en pasar unos días en La Madriguera, y segundo, porque Severus Snape como profesor de Hogwarts debía estar unos días antes en las instalaciones del castillo, para cumplir con las reuniones de los maestros, observar los horarios, revisar las casas, ir desempacando sus pertenencias en sus habitaciones y despachos. Por lo cual, por lo ajetreado que iba a estar no podría cuidar a Draco esos días, por ello su padrino se sintió agradecido (aunque no lo dijera, ni lo mostrara) de que la familia Weasley pueda cuidar a su ahijado esos días, además de que lo pueden llevar a la estación para que tome el expreso Hogwarts.

Al retirarse Severus, Draco estaba llevando su baúl, con la ayuda (no necesaria) de Harry, a la habitación de Ron. Sin embargo, su camino fue detenido por Molly Weasley “Draco, querido, lo siento. Pero no vas a poder descansar en la habitación de Ron, estarás en la habitación de Charlie y Bill” habló mientras pedía a sus hijos gemelos que llevaran el baúl del menor.

“Antes dormí en la habitación de Ron. ¿Hay algún problema?” pregunto con duda el niño por este nuevo cambio.

La madre miró al pequeño Harry por unos segundos para luego mirar a Draco “Es que la habitación de Ron es muy pequeña y que duerman los tres ahí sería muy incómodo para ustedes” .

La habitación de Charlie se encontró en el tercer piso, dos pisos más abajo que la de su amigo Ron. Era una habitación un poco más grande que la de Ron, pero solo había una cama, suponía que era porque habían subido una para Harry. La habitación estaba adornada de diversas imágenes de dragones y de buscadores de Quidditch de diversos equipos, su baúl lo movió para que este en los pies de la única cama. Dejó libre a su bello Aquiles para que vuele en toda la habitación y descansara dónde quisiera, si hiciera travesuras, luego Draco lo arreglaría. Luego salio de la habitacion para pasar con sus amigos.

En la tarde Hermione llegó para estar solo dos días en la casa de Ron, y ella se quedó a dormir en la habitación de la más pequeña Weasley, quién seguía sin querer estar con ellos cuatro. Era como si estar en el mismo ambiente que Harry fuera una completa negativa, además de que la menor de la Weasley, como pasó en el callejón Diagon, se le quedó viendo a Draco por un largo tiempo, como si estuviera evaluando, analizándolo. Y esto aún lo seguía haciendo sentir incómodo por la insistente mirada.

Luego de una tarde jugando Quidditch entre los cuatro amigos, Draco tuvo que exteriorizar sus dudas “Ron, ¿Le hice algo a tu hermana? Últimamente se me queda viendo como si le hubiera robado su juguete favorito” decía mientras sentía la mirada de la niña Weasley desde una ventana de La Madriguera.

“Ha estado preguntando por ti, sobre tus gustos, tus movimientos, tu forma de hablar” decía Ron grabando todas las preguntas extrañas que le había dado su hermana esas semanas.

Harry a su lado le agarró la mano “También he visto que le ha pedido a la señora Weasley que haga comida a base de manzana, hasta una vez la vi practicando tu tipo de caminada”

Draco lo miró con duda a su amigo “¿Mi tipo de caminada? ¿Camino de forma diferente?” miró a los otros dos niños.

“Draco, caminas un poco diferente, pareces a… mmm… un modelo, sí, un modelo arrogante”, dijo Hermione.

“Si amigo, pareciera que estuvieras caminando como un rey y frente tuyo hubiera simples campesinos. Pareces un poco creído, pero como te sabemos que es tu forma rara de caminar” Ron comentó mientras se echaba en el pasto.

Mientras Harry también se echaba al pasto, y jalaba a Draco al césped “Se ve adorable, no debes avergonzarte Draco” dijo con una sonrisa por el sonrojo de Draco que fue provocado por este nuevo conocimiento sobre su persona.

"¡Puaj! No puede ser” Draco se tapó el rostro con sus manos “Pensé que caminaba como todos los demás, ahora que debo hacer ¿Practicar como caminar 'normal'?”

“Es parte de tu personalidad Draco, se ve bien en ti” reconfortó a Hermione a su amigo.

 “Sí Draco es tu forma creída de caminar, pero así te queremos” se burló Ron, al final todos terminaron riéndose.

A los dos días Hermione se tuvo que ir. Y Draco esos días estuvo practique y practique para poder ser el cazador de Slytherin, estuvo perfeccionando técnicas y movimientos, además de controlar su fuerza para no a lastimar a otros compañeros.

Esos días también pudo ver como la pequeña Weasley lo imitaba, su caminar, su forma de comer, de tomar el té, de peinar (cómo se lo había hecho Lockhart), como volteaba, su forma de sonreír, etc, etc, etc. Le dio un poco de miedo en el comienzo toda esta situación, pero al final dejó darle importancia, tal vez la pequeña lo admiraba, no la podía culpar, Draco era increíble.

“Draco 'humilde' Malfoy” decía sarcásticamente Harry en forma de burla.

Esto ocurre con una risa de Ron y que Draco le saca la lengua a Harry por su desatinado comentario. A los segundos de calmarse Ron preguntó curioso “¿Sigues siendo Malfoy?”

Con una mirada de resignación “Sí, Severus solo tiene mi custodia, por lo que aún mantengo el apellido Malfoy. Tener ese apellido será mi maldición para toda la vida” puso una mano en su frente y movió su cabeza a un lado todo dramático.

“A menos que te cases y tomes el apellido de tu pareja” lanzó una sugerencia Ron con una mirada pensativa.

Harry solo pudo sonrojarse sin ninguna razón.

La última noche que iban a pasar en La Madriguera, antes de ir al colegio, la señora Weasley les debió una cena con los alimentos favoritos de Draco y Harry, con sus respectivos postres. Fue una gran comida, Draco comió hasta que sintió que iba a reventar.

A la mañana siguiente, por la cantidad de niños que iban a ir a Hogwarts se les hizo un poco tarde, aunque se levantaron temprano. El señor Weasley se había ofrecido a guardar los baúles en la parte trasera del auto, que pudo entrar todo gracias a un hechizo de ensanchamiento. En la parte de adelante del vehículo se encontraron el señor Weasley que iba a conducir y de sus copilotos su esposa e hija. En la parte de atrás estaban los otros 6 niños restantes, todos estaban apretados en ese lugar, por lo cual uno de los gemelos jaló a Draco para que se sentara en el regazo de Harry, que hizo que su amigo se volviera rojo, Draco intentara buscar una posición cómoda en el regazo, una mirada divertida por parte de los gemelos, duda en Ron, indiferencia en Percy por toda la situación,

Al empezar a avanzar hubo otros contratiempos, algunos niños Weasley, en distintos tiempos, recordaron que habían dejado algo en su hogar. Esta situación mejora que se retrasaran y que la matriarca de la familia empezara a enojarse más y más. Y aunque el señor Weasley intentara hacer volar el auto, su esposa no lo dejó, ahí se seguramente quién tenía los pantalones en la casa, provocará una pequeña risa en los menores de atrás. Y cómo se predijo, llegaron 15 minutos antes de que el expreso saliera.

El señor Weasley solo pudo alcanzar a obtener 6 carritos, por lo cual, los carritos obtenidos por Ron y Harry iban yendo las cosas de Draco. Cuando llegaron al andén 9 ¾, primero entraron Percy, Fred y George, luego de ellos entraron los señores Weasley con su hija, porque estaban nerviosos por el primer año de su única hija. Al final, los tres amigos quedaron y Harry tomó la delantera, sin embargo, chocó con fuerza contra la pared de piedra.

Draco corrió a revisar a la pequeña Hedwig que había recibido el golpe con fuerza u había comenzado a lanzar ruidos de miedo. Draco intentó calmarla porque estaba asustada, al ver que la lechuza se calmó, ayudó a su amigo a levantar su baúl.

Empezaron a alejarse de la multitud porque estaban insultándolos por crueldad animal “¿Por qué no hemos podido pasar?” Decía un histérico Ron, mientras Harry empezaba a ver el reloj de la estación.

“Hemos perdido el tren” habló enojado Harry por esta situación.

Entraron en pánico, desde que iban a perder el año, a que iban ser abandonados en esa estación, de que lo iban a castigar de por vida, era lo que se escuchaba entre los tres. “¿Pero qué evita que vayamos a Hogwarts?” preguntaba totalmente nervioso su amigo pelirrojo.

“Elfo” sus amigos lo vieron “El elfo doméstico, Harry nos dijiste que quería evitar que fueras a Hogwarts” habló apresurado Draco.

“Maldición, ese elfo cerró la entrada” suspiró Harry molesto por toda la situación “Creo que solo queda ir al auto a esperar a los padres de Ron”

“¡Eso, el auto!” gritó Ron comenzando a caminar dónde dejó estacionado el vehículo “Podemos ir volando a Hogwarts”

“¿Volando?” preguntó asustado Draco comenzando a mirar a su amigo de anteojos, quién tenía una mirada perpleja

“¿Sabes volar en auto?”

“Sí, y cómo dicen medidas desesperadas a situaciones desesperadas” Ron empezó a guardar en la parte trasera los baúles, y dejaba a las dos lechuzas en los asientos traseros. Ron se colocó en el asiento del piloto, Harry fue al asiento del copiloto y Draco se fue atrás con las dos lechuzas. “Vamos” habló emocionado Ron, mientras el carro iba desapareciendo. Y empezaba a volar.

Estuvo poco tiempo volando, cuando empezaron los problemas. Volvieron a aparecer. “Joder, se ha malogrado” decía Ron intentando varias veces presionar el botón para que desaparecieran, sin embargo, solo aparecían y desaparecían de vez en cuando.

“Los mugles nos van a tomar una foto e iremos a Azkaban, sabía que esto era una mala idea” habló Draco asustado y de forma rápida “Y me dijeron que Azkaban no es bonita, es para vagos e inadaptados”

“Draco me pones de los nervios también” habló exaltado Harry. “Mejor hay que buscar el tren”

“Ahí, ahí, abajo nuestro” decía Draco señalando el tren “Y les juro que, si terminamos castigados por esto, los maldeciré” dijo enojado mirándolos.

“Sí, Draco” dijo los dos niños con voz cansada.

Intentaron seguir al tren desde las nubes, de vez en cuando descendían para ver que seguían en el mismo camino.

A las 3 de la tarde cuando volvió a bajar el coche para ver el tren. Y sorpresa, no lo encontramos.

No vieron ni siquiera el humo que botaba el tren, los tres niños entraron en pánico de nuevo por la situación que se encontraron “¿Qué hacemos? No está el tren” hablaba asustado Ron intentando ver por todos lados del campo.

“Draco, ¿No lo escuchas?” volteó Harry mirando al niño quién tenía los ojos cerrados y un rostro concentrado, para luego negar con la cabeza.

“Tal vez no fuimos directo, porque ni siquiera veo los rieles del tren” decía nervioso “Mira en la guantera si hay un mapa Harry” decía mientras se pasaba al asiento del copiloto junto a su amigo.

Sacaron un mapa que era demasiado grande que tapaba casi todo el parabrisa “Bien, Hogwarts tengo entendido aquí” decía Draco señalando su punto de llegada.

“Aquí está el andén”, dijo Harry mientras señalaba su punto de partida.

“El camino era recto, pero aquí si se dan cuenta hay una curva. Tal vez nos perdimos esa curva porque hemos ido recto todo el camino” señaló Ron el camino que tomó el tren, y el camino que ellos tomaron.

“Entonces, debemos de regresar” Harry empezó a hablar, pero Draco dejó de escucharlos, porque un ruido de motor acercándose lo alertó, además de unas turbinas.

Bajó levemente el mapa por su lado y lo vio, pudo sentir como la sangre se le iba del rostro “¡Ron, el avión!” gritó bajando todo el mapa, haciendo a los tres niños gritar asustados debido a que no habían visto el avión hasta que estaba frente a ellos, debido a que las nubes lo escondían. Mientras Ron movía el volante para un lado con fuerza, perdiendo de aquella forma el control del carro que empezó a girar descontroladamente. Draco al ser el único sin el cinturón se golpeó con el techo del vehículo y con el cuerpo de sus amigos.

El coche al final terminó aterrizando de una forma brusca, los dos niños luego de notar que no se hizo daño miraron a Draco que por el movimiento volvió a la parte trasera de vehículo, en el suelo y encima suyo habían caído las jaulas de las dos lechuzas. “Draco ¿Estás bien?” preguntaron los dos niños asustados por su amigo que revotó dentro del coche como una pelota.

“Estoy bien, solo creo que mi estómago ha cambiado de posición con mis pulmones”, dijo. Harry en ese momento le ayudó a sacar las jaulas encima suyo para que pueda sentarse “Estoy seguro de que, si no fuera por mi transformación que me da durabilidad, ya estaría muriendo en estos asientos y les juro que los perseguiría como fantasma toda su vida ” volvió a ponerse en el asiento del copiloto “¿Qué esperas en encender de nuevo el auto Ron?”

El mencionó varias veces de prender el vehículo, pero nada funcionóba “Creo que acaba de morir el coche de mi padre” decía con una cara completamente asustada el pelirrojo al ver que no sabía el auto. Seguro imaginándose del futuro regaño de su madre.

Se creó un completo silencio por varios segundos, hasta que Harry lo rompió “Estamos perdidos en medio de la nada, ¿no?”

“Sí” respondieron los otros dos niños intentando no entrar en pánico otra vez.

“En la cajuela hay algunas cuerdas, creo” empezó a hablar Ron mientras iba a revisar, en ese momento levantó algunas cuerdas. “Que bien que no lo sacamos luego de haberte rescatado Harry”

“¿Qué hacemos con eso?”

Su mirada se dirigió a Draco y puso una sonrisa incómoda “¿Crees que puedes jalar el coche con esto?” Esto dejó un tic en la ceja del niño rubio.

Varios minutos después Draco en su forma de lobo empezaba a jalar el coche y dentro suyo estaban los dos niños revisando el camino. Estuvo corriendo por varios minutos para ver algún lago, cueva o montaña distintiva que apareció en el mapa, en eso Draco comenzó a bajar la velocidad porque hubo un aroma en el aire que los paralizó, ese aroma se estaba apaciguando, iba desapareciendo.

En ese momento volvió a transformarse “Draco, ¿Qué pasó?” gritaron los niños al ver a su amigo. Al no recibir noticia bajaron del coche y se acercaron, justo en ese momento Draco empezó a correr sin las cuerdas. El pequeño rubio blanquecino al ser más rápido los perdió con facilidad.

Solo estuvo corriendo tres minutos cuando llegó a una cueva, al entrar pudo sentir el aroma de ese león, era como si hubiera sido su refugio hace mucho tiempo. Su aroma era tan tenue, ya esparcida por el tiempo y el aire. Se acercó a una zona en dónde podía ver algunos papeles tirados entre algunas rocas y al agarrarlo, se vio a él mismo.

Era su historial de laboratorio, su ficha de datos junto con su foto de cuando tenía 9 años. Podía ver que en todas esas hojas se señalara todos los experimentos que le hicieron, seguro también todo lo que le inyectaron y las operaciones realizadas. Lo único que se le ocurrió hacer en ese momento fue guardar esos papeles entre su ropa. No estaba listo para leer, tal vez nunca lo esté.

No supo cuánto tiempo estuvo ahí parado en medio de la cueva, pero pudo enfocarse en la realidad al escuchar algunos pasos acercándose. Eran sus dos amigos llegando, en la mano de Harry estaba su escoba. Seguro fue usado para alcanzarlo.

“Draco, ¿Qué pasó? Nos preocupamos mucho al momento de que te fuiste corriendo” habló Harry acercándose y comenzando a revisar la cueva junto a Ron.

“Aquí se alojó por un tiempo el león, puedo sentir su aroma” habló acercándose a sus amigos “Debo desaparecer su aroma”

“¿Por qué tienes que hacerlo?” habló Ron mirando a su amigo “No es que alguien más pueda olerlo, ¿no?”

Ante el frío silencio de Draco, Harry se acercó y lo miró a los ojos “No hay nadie que pueda venir ¿no?”

“No, no hay nadie. Tal vez podamos seguir su aroma para llegar a Hogwarts o encontrar el tren” dijo Draco con una sonrisa para distraer a sus amigos.

No podia contarles lo que le dijo el leon. Tal vez estaba mintiendo y quería asustarlo. Sí, no había nada que preocupara.

No había nada.

 

Volvieron dónde habían dejado el coche y Draco siguió jalándolo en la dirección del aroma del león, en eso volvió a escuchar el ruido del motor del vehículo funcionando y fue bajando la velocidad hasta que vio cómo este empezó a avanzar con velocidad hacia él “¡Salta ¡Draco! gritó Harry, en ese momento saltó al capote y ya se transformó se metió al vehículo por la ventana del copiloto.

“No fue nuestra culpa, empezó a arrancar por sí solo” intentó defenderse Ron al ver la mirada enojada de Draco en su dirección.

Decidió dejar el tema por la paz.

Decidieron hacer volar el coche en una zona que no podía estar un avión o helicóptero. Volvieron a sacar el mapa “Creo que ese río es el de aquí” dijo Ron “Entonces estamos por el camino correcto.” Empezaron a ir por ese camino a la velocidad que el pobre carro podría permitirse.

Estuvieron un extenso tiempo así, mirando por todos lados el tren, el humo o las vías, pero no lo encontré “Draco deja de quejarte amigo” gruño Ron ante las quejas de un cansado y lastimado Draco.

“Cómo tú no jalaste unos 800 kilos” hizo un puchero Draco.

Su amigo de ojos verdes solo giró los ojos, ya cansado de las discusiones de esos dos, por lo que siguió mirando por la ventana “Ahí, adelante del túnel” gritó Harry y en eso vieron los rieles del tren saliendo de un túnel extenso. “Mejor volemos sobre los rieles, así ya no nos perdemos”

“Sí, ya el tren estará más adelante” Ron continuó hablando.

Draco escuchaba el motor del vehículo que empezaba a sonar cada vez más fuerte opacando otros ruidos “¡No creo que resista tu auto!” gritaba Draco, hasta que hubo un ruido superpuesto al del motor del coche. El motor del tren.

Volteó y lo vio acercándose, como estaba al lado de Ron agarró el timón y lo giró con fuerza, sus amigos lo vieron y Draco solo señaló atrás suyo, en dónde a varios metros se encontró el tren. Los tres niños agradecieron de que no volvieran a tener que sufrir un casi choque con algún otro vehículo en movimiento.

De ahí el viaje fue tranquilo, pero obtuvo a perder de vista el tren porque iban yendo cada vez más lento, porque el coche no estaba acostumbrado a tan largo viaje. Pero seguían los rieles, así que estaban tranquilos. Cuando empezó anochecer, decidió ir de frente a Hogwarts “Seguro ya terminó la selección, y no pude ver a mi hermana. Además, que no hemos almorzado” se quejaba Ron cansado de estar conduciendo desde la mañana, pero ninguno de los otros dos niños sabía cómo conducir.

“Solo falta poco, mira ahí está el castillo” dijo Draco, en ese momento el vehículo empezó a sacudirse y empezaban a perder altura, Harry se agarró del sidero del techo y del asiento. Draco se sujetó también del asiento y de uno de los brazos de Harry, mientras Ron sujetaba con fuerza el timón “¡Gira! ¡Gira!” gritaba Draco al ver que estaban a punto de estrellarse con el castillo, seguro si lo golpeaban iban a ser expulsados sí o sí.

Luego de varios gritos y giros, el vehículo quedó atrapado en un árbol. Draco decidió que ese momento saliera rápidamente del vehículo, abrió la ventana y saltó de ahí, se agarró a una rama y saltó para caer al suelo “¡Llamaré a un profesor para que los baje!” gritó desde abajo, comenzando a caminar hacia el castillo porque vio que sus amigos no sabían cómo bajar.

Alejándose escuchó un fuerte golpe y luego otro, en eso volteó y vio como ese extraño árbol tomaba vida “Sauce boxeador” susurró al reconocer el árbol que el vehículo quedó atrapado.

Escuchó a sus amigos gritar desde adentro, en eso una rama iba a reventar el parabrisas “Inmobulus” sacó su varita y lanzo el encantamiento, pudo ver cómo la rama se detenía momento que aprovecharon sus amigos para hacer arrancar el vehículo.

Se alejaron del sauce y Draco se acerco corriendo para ver como estaban, en eso el vehiculo los expulsaba junto con todas sus cosas y mascotas. Para al segundo irse. “Y ahí va el coche, libre y descarriado al bosque prohibido” Draco se acercó y ayudó a las lechuzas a calmarse, debido a que chillaban asustadas por todo el brusco movimiento.

Ya calmadas las mascotas, Draco levitó su baúl, mientras cargaba la jaula de Aquiles “Ya hice magia, y estamos en terreno de la escuela. No creo que haya problema” dijo cuando sus amigos le recordaron la advertencia de usar magia fuera del colegio.

Cuando se acercaron al portón, pensaron que iban a salirse con la tuya sobre su viaje, porque ningún profesor había aparecido con todo el ruido que hicieron.

seguramente el portón principal se abrió de golpe, y en frente de los tres niños se encontró a Severus Snape con una mirada asesina, los tres niños solo pueden tragar saliva. “¿Por qué los tres no concluyeron en el tren escolar?” su voz era tenebrosa y fría “Síganme”

Entraron como delincuentes yendo a la guillotina, pueden ver las miradas curiosas de los niños de primer año que todavía esperaban que los llamaran al gran comedor para ser seleccionado. Draco intentó tapar su rostro con su mano y brazo de esos ojos curiosos, caminaba mirando la parte baja de la pared, se sintió avergonzado.

Al llegar al despacho de su padrino, se sentaron al frente del profesor que lanzó en el escritorio un periódico que decía:

«MUGGLES» DESCONCERTADOS

POR UN FORD ANGLIA VOLADOR

“En total hay 9 o 10 muggles que han visto un coche volador, y dos de ellos eran dos pilotos que juran que casi chocaban con un auto siendo conducido por tres niños” los miraban con frialdad a los tres niños “Además, de eso ustedes tres causaron daños dentro de la zona escolar” habló haciendo referencias al sauce boxeador.

“Ese árbol nos hizo más daño a nosotros” habló Ron.

“¡Silencio!” gritó, asustando a los tres niños que se encogieron en los asientos “Esto amerita una expulsión, cómo puede ser posible que sean tan irresponsables” su mirada se dirigió a Draco “Ni siquiera media hora en el colegio y ya estás comenzando a generar problemas, niño problemático” siseó. “Voy a traer a su jefa de casa, ella deberá de darles el castigo, y de ti, Draco, me ocuparé yo” dijo lo último medio amenazante.

“Me va a matar” susurró Draco mirando a sus dos amigos cuando su padrino salió del despacho “Y no me va a dejar ir a alguna de sus casas” decía cansado mientras se arrecostada completamente en la silla.

“Mi madre también se va a enfurecer al ver que perdí el coche” lloriqueaba Ron al saber como su madre iba a gritarle por esto.

En ese momento entró Severus, junto con la profesora McGonagall y el director Dumbledore, los niños sacaron a explicar todo lo sucedido, al final solo quedaron se Draco y Severus, debido a que la profesora McGonagall llevaba a sus Gryffindor a su despacho para seguir regañándolos , dejando a solas a padrino y ahijado.

“Puedo saber, ¿Qué tenías en la cabeza? ¿No pudiste mandar una lechuza? ¿O esperar que los señores Weasley los trajeran?” Severus preguntaba mirándolo.

“Estaba nervioso Severus, no pudimos entrar al andén 9 ¾ y empezamos a preocuparnos, especialmente porque había un elfo doméstico que estaba impidiendo que Harry viniera a Hogwarts, seguro hubiera interceptado la carta, como lo hizo anteriormente. Y los señores Weasley estaban totalmente preocupados por su hija, era su primer día, ¿En qué casa quedó?” lo último lo susurró “Eso es lo que pasó Severus, y luego cuando estábamos volando se nos puso al frente ese avión, y casi chocamos, a las justas lo esquivamos, pero yo no tenía cinturón de seguridad y empecé a golpearme con el techo, los asientos y el suelo. Aún siento los golpes en todo mi cuerpo y mi cabeza. Y tengo hambre no he comido desde el desayuno” habló rápido todo, hasta que sentí que lo agarraban de los brazos.

“¿Te golpeaste la cabeza?” preguntó mirándolo a los ojos.

“Si varias veces, aunque creo que estoy bien”

“No sabía que había estudiado medicina” dijo sarcásticamente su padrino “Vamos con Madame Pomfrey, es el primer día y ya estás yendo a la enfermería. Eso debe ser un registro niño” consiguió a salir del despacho “Y sobre ese elfo doméstico de que hablabas, ¿Qué problema hay?”

Mientras iban caminando “No tengo idea, no le dijo mucho a Harry más de que este año era peligroso para él, por lo cual estaba impidiendo que viniera al colegio, no le dijo su nombre, ni quienes son sus amos”

“¿Peligroso?” susurró.

“Sin ideas, no le dio ninguna pista” habló mientras entraban a la enfermería, madame Pomfrey al verlo empezó a revisarlo mientras lo regañaba por ser tan descuidado.

“Creo que debería darme una cartilla de puntos, ya sabe para canjearlo en el futuro por una poción difícil de conseguir” habló Draco mientras tomaba algunas pociones para su dolor de cabeza.

“Que gracioso, te daré una cartilla de puntos para que canjees un coscorrón” respondió madame Pomfrey.

“Lastimar a un herido, no me parece profesional” dijo de forma lastimera.

“Un moretón más no hará la diferencia contigo al parecer” dijo de forma sarcástica.

Luego de revisarlo, le seguramente dormir ahí esa noche y le dio una cena ligera. Severus se quedó ahí todo el momento “Voy averiguar sobre ese elfo, y si hay algo fuera de lo común en el castillo” Draco solo asintió “Espero que esto no te haga olvidar que tienes un castigo, niño problema” habló a su costado “Tus cosas ya fueron llevadas a tu habitación, la contraseña de la sala común es 'Herederos', ahí en el perchero está tu uniforme” el niño empezó a acostarse en la cama para empezar a dormir “Y tu castigo será como el año pasado, los marte, jueves y sábados tendrás castigo conmigo luego de la cena, espero que estés preparado para limpiar calderas y ahora también ordenar los ingredientes de las pociones”

Draco intentó fusionarse con el colchón “¡Ugh! No podemos saltarnos de frente a las lecciones extras”

“No seas descarado niño o empezaré a incrementar tus horas de castigo” habló mientras le acariciaba la cabeza “No vuelvas a ponerte en peligro” susurró lo último.

Al verlo, Draco pudo darse cuenta lo preocupado que tuvo que estar su padrino cuando le llegó el periódico donde se detalló el casi choque, además de no verlo en la cena. Recordó que ahora tenía a alguien que se preocupaba por él. “Lo siento” susurró mientras empezaba a cerrar los ojos.

Solo pudo sentir como le acariciaban el cabello hasta que se quedó dormido, con la cálida mano de su padrino reconfortándolo.

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