RESILIENCIA

Harry Potter - J. K. Rowling Marvel Cinematic Universe The Avengers (Marvel Movies)
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RESILIENCIA
Summary
POLARIS ANDRÓMEDA BLACK, hija del infame Lord Sirius Black y madre adoptiva de Harrison Black... o esa es su identidad en el mundo mágico para los que sabían de su existencia. Sin embargo, para los Vengadores, ella es la hermana menor de Natasha Romanoff, peligrosa ex viuda negra, una de las mejores agentes de SHIELD, su hermana en todo menos la sangre. Convertida en agente para saldar su deuda en números extremadamente rojos, Polaris comenzó a reconstruir su vida desde cero, optando por encontrar a su familia biológica y mantenerlos a salvo. Su camino la lleva a no solo encontrar nuevamente el amor, sino también a ganar otra familia en el proceso, los Vengadores.Años y años de lucha para que el equipo pudiera encajar terminaron en nada cuando una Guerra Civil los devastó a todos... Con el equipo separado, las amistades rotas, y la familia hecha pedazos, Polaris termina en Hogwarts con Stephen Strange intentando cambiar el futuro y las consecuencias que caen encima de todos. No solo se revelarán secretos que cambiarán vidas para siempre, sino que también puede que una catástrofe universal pueda prevenirse... Pero para eso, los Vengadores deben unirse.Nadie dijo que sería fácil.
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Prólogo

 

 

 

 

Gran Comedor, Hogwarts, Escuela de Magia y Hechicería.

1 de abril de 2017, un año antes de la Batalla en Wakanda.









ERA EL FINAL DEL SEXTO AÑO EN HOGWARTS PARA HARRISON BLACK, y todo había sido una total y completa locura que lo tenía de los nervios. Sinceramente, el adolescente no podía esperar para volver a casa y hablar con su padre, su padre Tony y sus hermanos, para saber algo de su madre. 

Lo único bueno que tuvo el año fue su reciente compromiso con su alma gemela, Draco Malfoy.

Sin embargo, no dejaba de preocuparse por su familia, y en especial por su madre. Ella había estado estresada y preocupada al extremo luego del desastre que había sido el Congreso de Viena donde se discutirían los Acuerdos de Sokovia, y había temido por su salud y estabilidad mental. Las noticias no habían sido amables con ninguno de los Vengadores, pícaros o no, y los que no estaban en fuga estaban teniendo complicaciones para hacer un camino con las otras naciones.

Así que había pasado las vacaciones intentando localizar a su madre luego de que esta se fuera en una misión secreta, subirle el ánimo a su padre Sirius y su hermano Peter - que era el más sensible de la familia y había estado lidiando con su mierda propia -, lidiando con sus padres biológicos intentando llevarlo de nuevo a la familia, el estúpido de su hermano siendo un matón junto a sus compinches, Voldemort jodiendo la vida de todos como una supuesta amenaza, y su compromiso con Draco. 

Y, aunque lo negara, tenía miedo, y mucho, porque mientras pasaban los meses parecía que jamás volvería a tener noticias de su madre. Tony decía que todo estaba bien, pero luego de que él también despareciera dejando solo un mensaje de que ayudaría a su madre, no habían sabido nada debido a su estadía en Hogwarts y la falta de cartas.

Además, que Dumbledore y sus seguidores siguieran metiéndose en su vida no ayudaba para nada.

La cosa era que en realidad Harrison fue alguna vez Harry James Potter, el hermano gemelo del "Elegido" e hijo de James Potter y Lily Potter nee Evans. Había nacido el 31 de julio del 2000, y también había sido atacado aquella noche de Halloween por esa estúpida profecía. Su padre, Sirius Black, había estado separado de la familia para entonces, viviendo su dolor por la pérdida de su única hija, y no supo cómo terminó envuelto en el lío de los Potter cuando estos afirmaron que Sirius los había traicionado. Dumbledore proclamó su Bien Mayor y él fue tirado en la puerta de Petunia Dursley mientras Sirius se podría en Azkaban, y nadie había hecho absolutamente nada.

Harrison creció abusado, viviendo en el armario debajo de las escaleras de aquellos monstruos, sin hablar y cumpliendo todas sus tareas como un elfo domestico... Eso fue hasta que una hermosa mujer de cabello oscuro y ojos muy grises abrió la puerta de su armario. Le había roto más que un par de huesos a ambos Dursley - él se enteró después de aquello - y lo sacó con la promesa de jamás volver allí, proclamando que ambos eran familia y que ella lo protegería.

Él tenía cinco años, y jamás había sido tan feliz como en ese momento. Su familia nunca supo que, en realidad, él había pedido un deseo la noche anterior a la llegada de Polaris a su vida, rogándole a cualquier Dios que lo escuchara que alguien lo salvara...

Se había convertido en un fiel creyente del paganismo luego de aquel día.

Sin embargo, su felicidad era amenazada, su familia era amenazada, y él iba a hacer todo lo posible para volver a unirla nuevamente. Polaris Andromeda Black era su madre, la hija de su padre Sirius, la persona que le había dado esperanza y un futuro, y Harrison no descansaría hasta que ella estuviera a salvo en casa junto a todos ellos.

Realmente pensar en todos los problemas que su madre había pasado para tenerlo junto a ella y Sirius hacía que la amara mucho más. Ella no solo había tomado su lugar como Noble de las Casas Peverell y Black para tener el poder de protegerlos, sino que con su trabajo en aquella organización secreta incluso tenían protección de los muggles. Había ayudado a la recuperación de Sirius luego de Azkaban, y había tenido la paciencia de una santa con él cuando era un pequeña cosita desnutrida y muda, miedoso hasta de su propia sombra.

Lo había criado a él, había salvado a Sirius y también criado a su propio hijo mientras trabajaba para la organización SHIELD. Si, su madre se merecía el cielo por todo lo que hizo y sigue haciendo por ellos.

Ahora, sentado en la mesa de Slytherin y sintiéndose completamente observado por varios frentes, estaba rodeado por sus amigos quienes ayudaban a pensar en una solución para que Polaris volviera a casa. Draco llenaba su plato de vez en cuando, sabiendo que él estaba demasiado distraído como para hacerlo, y recibía un beso o dos cada cierto tiempo.

Era tanta su concentración, que casi cayó de su silla cuando las puertas del Gran Comedor se abrieron de manera abrupta cortando todas las conversaciones e instalando un silencio total en la habitación.

Los Potter llegaron en toda su gloria como si fueran el centro del universo, junto a Remus Lupin, su esposa Nymphadora Tonks - quien trabajaba como auror y en este momento estaba embarazada - absolutamente todos los Weasley, incluso Bill y Charlie, el Ministro Fudge, el sapo rosa desagradable de Umbritch, los aurores Kingsley y Yaxley - que Harrison estaba seguro era un mortífago, pero como no le importaba él no decía ni pío - la Jefa del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica y próxima candidata a Ministra, Amelia Bones - a quien Harrison apoyaba totalmente luego de que ella liberará a Sirius y repudiara a los Potter por sus acciones deplorables - los Malfoy, quienes se acercaron a saludar casi de inmediato, junto a su padre Sirius y la pareja Tonks, Andromeda y Ted.

Harrison también pudo identificar a algunos padres de sus amigos, como la madre de Blaise y el abuelo de Theo, quienes eran partidarios de la Oscuridad. El hecho de que ellos estuvieran allí ponía nerviosos a muchos, obviamente, porque todos estaban al tanto de los rumores difundidos por Dumbledore sobre el regreso del Señor Tenebroso.

Dumbledore - con unas túnicas amarillas y naranjas que hicieron que los ojos de Harrison y todo el que tuviera sentido común se cegaran casi permanentemente - se levantó de su trono en toda su gloria de 'Soy el Mago más poderoso' y habló con su sonrisa de abuelo.

Aunque Harrison pudo notar lo tenso que se encontraba. Seguramente fuese por todo lo que estaba pasando este año y el hecho de que la máxima autoridad de la Ley estuviera en su escuela junto al Ministro.

- Mis queridos muchachos, ¿qué están haciendo todos aquí? - Harrison casi pidió que lo ahogaran con el jugo de calabaza, mientras detectó con diversión como el profesor de Defensa rodaba los ojos junto con su alma gemela.

Sirius había hecho una mueca también y se había acercado más a él junto con los Malfoy y los demás del lado oscuro, abrazándolo de lado y susurrando en su oído para que nadie escuchara.

- Creo que tiene que ver con Polaris, llegó una nota a casa de que alguien estaría reuniendo a todos por un asunto de extrema emergencia, también decía que tenía que ver con ella... - eso solo encendió las alarmas de Harrison mientras intentaba calmar su ansiedad.

¿Qué diablos estaba pasando para que todos estuvieran allí?

Mientras todos discutían el por qué parece que fueron llamados allí, gritándose porque parecía que no podían hablar como personas civilizadas, un portal fue abierto delante de Dumbledore, quien se sorprendió tanto que casi cayó al piso, algo que hubiera hecho reír a Harrison si no estuviera alarmado como todos los demás.

Las varitas fueron apuntadas al extraño que salió del portal naranja, hasta que se presentó y todo comenzó a cobrar un poco más de sentido para Harrison, quien había escuchado del hombre por su hermana.

- Tranquilos todos, no se alarmen, soy el Dr. Stephen Strange, Hechicero Supremo de las Artes Místicas, y vengo con el propósito de evitar que una catástrofe a nivel universal, que afectara al mundo no mágico y mágico dentro de un año...

Todos se silenciaron en estado de shock mientras procesaban, no solo la inminente amenaza a su mundo, si no también el hecho de que el famoso Hechicero de las Artes Místicas estaba en Hogwarts cuando todos creían que jamás salía de su lugar de origen en Nepal.

El Hechicero Supremo fue, por mucho tiempo, un mito en la comunidad mágica. Según estos mismos, él era quien se encargaba de cuidar la realidad y protegía a la sociedad en general de los peligros que acechan dicho realidad. Por muchos años, Dumbledore había querido contactar al Hechicero Supremo para sumarlo a su causa, en ese entonces, Ancient lo había mandado prácticamente a la mierda, y Stephen ahora podía ver por qué. El brillo codicioso que se veía en sus ojos azules de abuelo bonachón le estaban dando gran desconfianza y escalofríos.

Tuvo que recordarse que hacía esto por el bien de Polaris, Tony y Sirius varias veces, o estaba seguro de que asesinaría a alguien.

Antes de que cualquiera pudiera objetar y decir algo en contra, Stephen siguió hablando e imponiéndose ante los magos y brujas.

<< Van a observar el pasado, presente y futuro de los héroes muggles más fuertes de la Tierra, ellos no tienen magia como ustedes y, sin embargo, se dedican a proteger la Tierra de amenazas externas poderosas y alienígenas... - ignoró los gritos de protestas y los de euforia de todos los idiotas delante de él. Estos magos y brujas no eran más que un maldito dolor en el trasero, gracias a Vishanti que Polaris no había sido criada como la mayoría de ellos - Estos sangre sucia como ustedes llaman tan descortesmente... - los fulminó con la mirada, haciéndolos callar a la mayoría, no querían enojar al Hechicero Supremo - ... Han hecho mucho más que ustedes para proteger a la sociedad. El objetivo de esto no es solo mostrarles lo equivocados que están todos con sus estúpidos prejuicios de magia y sangre, sino también que gracias a su desinformación podrían haber muerto hace mucho tiempo y nunca lo sabrían. Veran las cosas desde otra perspectiva, serán capaces de reconocer máscaras, traiciones, y conocer personas que han estado esperando por mucho tiempo, de aprender que los malos no siempre lo son y, que hay una amenaza inminente... y su nombre es Thanos.

Ante esto, y la reprimenda que el Hechicero les había dado a todos, se mantuvieron cabizbajos, o la mayoría lo hicieron, mientras otros solo los desdeñaron. Sin embargo, Sirius había estado mirando con atención al hombre que había aparecido de la nada, había sentido su marca arder y se preguntó si quizás por fin había conocido a su alma gemela. No podía negar que el hombre era guapo, pero eso no debía importarle en este momento, podía seducir al hombre más tarde, primero debía preguntar por su pequeña.

- Polaris... - habló en voz alta dirigiéndose hacia el Hechicero, que lo miró con un brillo en los ojos que hizo que su corazón latiera más rápido - ¿Ella está bien? ¿Vendrá también?

No sabía si fue la vulnerabilidad en su voz, o lo suplicante que fue, pero todos prestaron aún más importancia a esa persona que hacía que el salvaje y frío Lord Black tuviera esa reacción. Incluso Stephen había relajado y suavizado su rostro ante el tono de su alma gemela, había extrañado demasiado a Sirius mientras toda la mierda golpeaba el ventilador.

Su preciosa estrella canina nunca fue la misma en el futuro después de todo lo que paso.

- Lo está, ella y los Vengadores serán traídos aquí - dijo carraspeando un poco - Solo advierto que ellos son un poco... paranoicos, y no están en los mejores términos en estos momentos.

Stephen no esperó una respuesta, sabiendo muy bien lo egocéntricos que serían todos y, con un par de movimientos de sus manos, algunos portales se abrieron y personas cayeron delante de todos.

- ¡¿Qué puta mierda?! - exclamó una voz femenina que Sirius y algunos más conocían.

- ¡Estuve cayendo por más de media hora!

- ¡Alguien está tocando mi maldito trasero!

- ¡Lenguaje!

- ¿Señor Stark...?

- ¿Punk...?

- ¡Oh por Dios!

Todos se quedaron mirando en cuanto se dieron cuenta que estaban reunidos nuevamente y, en un lugar desconocido. La tensión podía cortarse con tijeras y Polaris, quien había caído con gracia, miró hacia el grupo de Steve con dolor antes de caminar para posarse junto a Tony.

Thor y Bruce se miraron, Loki que estaba detrás de Thor también los miró algo conmocionado por el aura que emitían. Al final, fue Bruce quien cortó el silencio incomodo.

- ¿Qué pasa con ustedes? - preguntó, mirando entre Tony y Steve, quienes parecían igual de tensos y más tensos que los demás.

- Si, ¿por qué esto es tan incómodo? - la voz confundida de Thor hizo sonreír apenas a Polaris, quien lo había extrañado mucho a él y a Bruce.

Polaris abrazó por la cintura a Tony, apretó un poco, y respondió las preguntas de sus queridos "hermanos", como ella los llamaba.

- Los Vengadores se separaron... - habló con amargura y un poco de resentimiento. Aún no olvidaba cómo habían dejado a Tony en el frío de Siberia. Puede que ella entendiera que Bucky estaba en su doble personalidad cuando asesino a Howard y María Stark, pero eso no les daba el derecho a ninguno de los dos de atacar a Tony de aquella manera, cuando él no estaba ni en el estado de ánimo correcto ni luchando con todo su poder.

Las semanas que Tony había quedado en el hospital y la vuelta del reactor a su pecho habían sido de las cosas más angustiantes para todos. Había estado tan asustada de que jamás despertara, todos en su familia habían viajado a EEUU para poder estar con Tony mientras se recuperaba. La repentina muerte de May Parker y la casi perdida de su embarazo no hizo más que aumentar el estrés que Polaris había tenido.

Bruce y Thor quedaron pasmados, incluso Loki, pero antes de que pudieran conversar más, Stephen los cortó.

- Pueden ponerse al día en el descanso, están aquí para ver el pasado, presente y futuro de los Vengadores, y lo que lleva a una definitiva catástrofe universal si las cosas salen como se los mostraré - él miró a cada uno y soltó un suspiró cuando vio la mirada fulminante de Polaris. Él iba a tener problemas más tarde - La seguridad del universo está en juego por un Titan llamado Thanos. Ese hombre fue quien envió a los chitauri a la Tierra durante la invasión del 2012, y quien manipuló a Loki para que viniera aquí...

Polaris miró al Dios de ojos verdes por un buen momento antes de hablar - ¿También eras controlado no? Por eso tus ojos eran de color azul y no de ese verde tan bonito.

Esa declaración sorprendió a muchos allí, mientras los demás estaban preocupados por ese tal Thanos que venía a intentar asesinarlos.

Loki asintió y suspiró fuertemente, Thor ya sabía la verdad y lo había perdonado, pero no por eso se sentía menos culpable por lo que había pasado aquella vez.

- Entonces - habló por primera vez Steve, parado al lado de Bucky e intentando no enviar miradas de cachorro pateado a Tony y Polaris - Si eso es verdad, ¿qué hacemos aquí y quiénes son todos ellos? ¿No deberíamos estar preparándonos para la llegada de este... Titan?

Polaris se puso tensa y todos pudieron notarlo, siguieron su mirada y pudieron ver qué miraba con odio al intento de Gandalf, y una familia que se parecía bastante a ella.

- Todos ellos son magos y brujas, una comunidad secreta que no se relaciona con personas sin magia y están ocultas de todos los demás. Polaris sabe muy bien sobre ellos... - Stephen dijo, y todos miraron a Polaris, quien no miraba a ninguno y solo tenía la vista fija en un adolescente y un hombre que se encontraban más allá, mirándola con anhelo y alivio.

- Oh, ella va a matar al mago de circo luego de esto... - murmuró Tony por lo bajo, pero se calló cuando ella le dirigió una mirada fulminante antes de mirar a todos los demás, quienes la miraban con traición en sus ojos.

- Mi familia, como la de Clint sino más, debía quedar totalmente en secreto. Iba a decírselos antes, pero estalló Ultron y desde que eso pasó he estado intentando llevarme a mi familia a EEUU. Ya no tengo respaldo de SHIELD y, aunque se que podía pedirte ayuda - dijo mirando a Tony, sabiendo lo que estaba pensando - No tienes jurisdicción en asuntos mágicos, amor. Además, no estoy protegiendo solo a ellos...

Polaris se movió hacia el hombre de cabello negro y rizado, con ojos grises como la plata, iguales a los de Polaris, y porte aristocrático. Estaba junto a un adolescente igual a él solo que sus ojos eran de un verde ácido intenso. A ellos también se acercó el adolescente de cabello castaño rizado y de ojos azules brillantes, conocido como Peter Parker, o más bien Spiderman. 

Polaris los miró a todos y los presentó con una sonrisa vacilante.

- Chicos, él es mi padre portador Lord Sirius Orion de la Casa más Noble y Antigua de Black, los magos sorprendentemente pueden llevar bebés como las mujeres, y Sirius me llevó a mi nueve meses antes de darme a luz. - no hacía falta decir que los muggles, magos y brujas que no sabían el origen o quién era Polaris, se llevaron la sorpresa de sus vidas, más aún cuando ella cambió el tono de su cabello para hacerlo coincidir con el de Sirius. Cualquiera podía ver ahora su parentesco - Él, es mi hijo Harrison Sirius, Heredero de la Casa Black...

Señaló al adolescente de cabello negro y ojos verdes que los miraba a todos mientras los saludaba con un movimiento de mano y le sonreía aliviado a Polaris y Tony. Se había aferrado al brazo de Polaris en cuanto ella se acercó y no la había dejado ir.

No hacía falta decir que Dumbledore y los Potter no estaban contentos con la afirmación de Polaris diciendo que era la madre de Harrison, y eso fue algo que captó cierta bruja escarlata.

<< Por último... - suspiró tomando fuerzas y colocando su mano sobre el cabello de Peter - Este es mi hijo, Peter Rigel Black Parker...

Los Vengadores miraron entre los dos, observando ahora el parentesco que había entre su compañera de equipo y su familia, pero esos ojos azules... Steve sentía que los había visto en algún lugar. No pudo evitar sentirse un poco traicionado por no saber aquello, es decir que él le había ocultado varias cosas a Polaris todos estos años, pero esto era algo importante. Cualquiera en el equipo habría entendido la importancia de mantener a la familia en secreto, ninguno de ellos jamás hubiese hecho nada para poner en peligro a la familia de su miembro más querido.

Aunque, pensaba el rubio, seguramente hemos hecho muchas cosas para que la confianza que Polaris nos tenía se fuera al desagüe.

Apartó la mirada y se concentró en la amenaza inminente. Era demasiada información, y tenía que poner sus pensamientos y sentimientos en orden primero antes de decir algo de lo que se arrepentiría.

Los miembros del equipo que no sabían nada, solo suspiraron con tristeza también, sabiendo que se habían equivocado demasiado si su miembro más leal no podía compartir esa información con ellos y sentirse segura.

Tony solo fue hasta su familia, sabiendo que esto estaba siendo difícil para su novia y sus hijos, y la abrazo de lado saludando a los demás. Había conocido hace algunos años ya a la familia de Polaris, y todos lo habían hecho sentir más que bienvenido. Sirius, Harrison y Peter eran totalmente distintos, pero todos encajaban muy bien, siendo como piezas de un rompecabezas en el que él también encajaba.

Había llegado a amarlos a todos, incluso a los hijos de su novia como sus propios hijos.

- No tenemos más tiempo que perder... - habló Strange, ganándose la atención de todos nuevamente. Sabía que esto sería difícil pero era necesario. Movió las manos en círculos y cambió la apariencia del Gran Salón, convirtiéndolo en una sala de cine cómoda - Tenemos mucho que ver, el tiempo se detendrá mientras estemos aquí y estoy muy seguro de que el castillo les dará todo lo que necesiten.

Todos tomaron asiento, las brujas y magos lejos de todo el drama que eran los Vengadores, aunque algunos que sabían quienes eran estaban intrigados, incluyendo al profesor de DCAO que no quitaba la mirada de encima de los muggles. El equipo del Cap se separó aún más del equipo de Tony, ambos sentados en extremos opuestos y Thor junto a Bruce, Loki, Polaris y su familia, se sentaron en medio de ellos, con Polaris abrazando a sus hijos y padre, aclarándoles que estaba bien y que era más que seguro que luego de esto se irían muy lejos de aquí.

Las luces bajaron un poco y la habitación quedó muda cuando una pantalla se reflejó donde antes había estado la mesa de los profesores... La imagen que los recibió no fue bonita.

<< Veremos un adelanto de lo que se viene, presentando a los héroes más grandes de la Tierra, sus próximos aliados, y a Polaris Romanoff Black...

Polaris solo pudo cerrar los ojos, antes de que todo comenzara, sus secretos saldrían a la luz. No estaba segura de querer ver las consecuencias.

 

- ¡Oh por Dios! - comenzaron a escucharse las exclamaciones, no solo por la fuerza y poder que parecían tener estos simples muggles, sino por todo lo demás.

Los extraterrestres eran reales, realmente lo eran, incluso los Dioses. Dos de ellos estaban sentados a metros de ellos. Sin embargo, en el lado oscuro donde eran los únicos que realmente podían ver la amenaza real, estaban totalmente atónitos por la guerra que claramente se gestaba con aquel hombre morado. Y, quizás, su orgullo había sido destruido porque ninguno de ellos había luchado, siendo estos muggles a los que tanto despreciaban y la hija de Lord Black, quienes protegieron al mundo.

Los de la Luz, o al menos la mayoría, solamente estaban viendo que ventajas podrían tener sobre esto para utilizarla contra Voldemort en la creciente guerra.

No era como si sus mentes pequeñas pudieran pensar en otra cosa...

Sin embargo, en el lado de los Vengadores, todos estaban mal, muy mal. Todos estaban totalmente atónitos por las pérdidas que ocurrieron en un lapso de tiempo tan corto, no solo las personas se desvanecían en todas partes, sino que dos de sus miembros más queridos murieron para salvar a la tierra. Y puede que no les guste Loki por todo lo que había ocurrido hace años, pero él era el hermano de Thor. Incluso la muerte de Visión había sido horrible...

Tony estaba mirando la pantalla con los ojos desorbitados, cualquiera diría que era la reacción normal a su propia muerte y, sin embargo, no era por eso. El cadáver de Peter y Polaris centellaban en su mente, tal y como en sus pesadillas... Y él no pudo hacer nada.

Aunque todos ellos regresaron su cabeza hacia Polaris en cuanto escucharon su quejido de dolor y sus sollozos desenfrenados.

- ¿Pol...? - Steve se adelantó preocupado a la pila humana que era Polaris en ese momento con todos a su alrededor. Las lágrimas amenazaban en sus ojos y la angustia en su pecho por su pequeña hermana y el hombre que consideró un amigo.

Polaris estaba siendo abrazada por su padre, sus hijos, Natasha, quien sorprendentemente lloraba, al igual que Clint. Tony se había acercado en cuanto escuchó el ruido de dolor y había quitado a Peter de allí junto al otro adolescente.

- ¡Dejen espacio! ¡Algo está mal! - los Vengadores miraron a su miembro más querido mientras se tomaba el vientre con pánico.

- Polaris, deja que Narcissa te vea... - pronunció Sirius, preocupado por el gemido de dolor.

Narcissa se había adelantado como un rayo, exigiendo a todos los que estaban encima de Polaris que se corrieran de allí para que ella pudiera ayudar. Sacó su varita rápidamente e hizo un escaneo, observando con detalles los resultados. Su rostro demostraba preocupación, felicidad y un acero que solo los que conocían realmente su lado Black madness lo habían visto.

La mujer del cabello bicolor miró a Polaris a punto de reprenderla y llevarla a rastras a la enfermería pero Polaris la paró en un instante, no quería que lo digiera ahora sin que ella pudiera hacérselo saber a Tony primero.

- Él no lo sabe... déjame decirle primero... - Polaris suplicó con la mirada y Narcissa solo pudo suspirar mientras se dirigía a Poppy para llevarla a la enfermería por unos momentos y darle lo que necesitaba.

Tony se acercó a Polaris que estaba sentada en la silla donde la habían empujado para la revisión, y tomó su mano con preocupación. Ella podría haber pensado que él era un idiota y no se daría cuenta que estaba enferma, pero la había escuchado ir al baño y vomitar, incluso FRIDAY estaba preocupada por su estado de salud.

- ¿Estás bien? - preguntó en voz baja, mirándola con toda la preocupación del mundo mientras los demás miembros de su familia revoloteaban a su alrededor.

Tony había estado imaginando mil formas diferentes en las que Polaris podría haber estado enferma, y mientras estaba en eso, se imaginaba otras mil formas en las que podía ayudarla. Sin embargo, la coherencia tuvo que volver a él en cuanto se quedaron solos en la enfermería en la que en algún momento fueron llevados, luego de que le dieran algunas pociones a Polaris, algo que seguramente le estaría preguntando cómo funcionaban cuando estuviera mejor.

Ella lo miró volver a la tierra de los vivos y pronunció en voz baja, sin mirarlo a los ojos porque realmente tenía miedo de la reacción de Tony a la noticia aunque supiera que seguramente no estaría enojado.

- Yo... Sé que sabes que he estado enferma, amor, pero no planeaba ocultártelo para siempre, iba a decírtelo, lo juro... - Tony se sentó en la silla al lado de la cama, mirando fijamente a la rubia, pensando que tan malo era para que se viera tan angustiada - ... Estoy embarazada, Eddy.

Fue como si se hubiera disparado con uno de sus propulsores mientras le bailaban salsa en la cabeza, todos sus pensamientos se fueron por la ventana y estaba sentado en shock mirando de Polaris a su vientre, notando por primera vez el pequeño bulto alojado allí, invisible para los que no notan los detalles.

Tony nunca había pensado en ser padre, había creído que sería tan malo como el suyo y no había querido saber nada con eso... Hasta estos últimos años en los que había pasado a ser una figura paterna medianamente decente para dos adolescentes bastante perturbados. Sin embargo, este último año en lo único que podía pensar era un niño con cabello castaño ondulado y los ojos grises como los de ella. Tony había comenzado a cambiar radicalmente en cuanto Polaris había entrado a su vida, y había sido el hombre más feliz del mundo cuando finalmente pudieron superar cualquier diferencia que tuvieran y estar juntos luego de Nueva York.

Llegó a amarla mucho más luego de lo sucedido con Killian y que ella le presentara a sus hijos y su familia.

Él siempre había sido de los que se enamoraban rápido y fuerte. Si, era un playboy y coqueteaba mucho, pero era leal en cuanto estaba en una relación y todo ese acto era parte de su personalidad defensiva en contra del mundo cruel. Y cuando Polaris vio a través de eso, le devolvió su humor seco y coqueteos, cuando lo aceptó con todos sus defectos... Tony supo que estaba totalmente jodido y que esa mujer iba a ser su esposa, la madre de sus hijos.

Confiaba ciegamente en ella, más aún luego de la Guerra Civil.

Una sonrisa estúpida se extendió por su rostro y sus ojos se iluminaron mientras procesaba lo que Polaris acaba de decirle. ¡Iba a ser padre! ¡Iba a ser un maldito padre de un pequeño ser que había creado junto al amor de su vida! ¡Oh Dios, tenía tantas cosas que hacer! Debía empezar a pensar en la guardería, los juguetes, quizás un pequeño traje de Iron Man para emergencias, algunas nuevas habitaciones porque estaba seguro de que la familia de Polaris vendría con ellos a Estados Unidos por fin y-...

- ¿Tony...? - la voz temblorosa de Polaris lo sacó de sus pensamientos entusiastas y miró a la mujer frente a él, la persona que lo había hecho inmensamente feliz con solo una frase.

Los ojos de su prometida - aunque ella aún no supiera que lo era - estaban llorosos y se estaba sujetando el vientre. Su preocupación se disparó cuando se dio cuenta de por qué se había estado sintiendo mal hace un momento.

- ¿Estás bien? ¡Está bien el bebé? ¿Necesitas algo? ¿Llamo nuevamente a la doctora...? - sus preguntas frenéticas fueron cortadas cuando Polaris tomó su mano y la apretó ligeramente con una sonrisa.

- Creí que no te había gustado la noticia... - susurró ella, mirándolo con felicidad.

Tony se sentó a su lado suavemente y tomó su rostro entre sus manos mientras lo besaba por completo, haciéndola reír.

- ¡Diablos, amo la maldita noticia, sunshine! - exclamó con felicidad y una sonrisa que se partía en medio de su cara - ¡Seré un maldito padre! ¡Ni siquiera han pasado veinte minutos y ya tengo diez ideas diferentes sobre la guardería del bebé! ¡Estoy más que feliz por la noticia!

Ambos se abrazaron y lloraron de la felicidad. Habían pasado años difíciles, y si, estaban en un lugar complicado y aún tenían que resolver muchas cosas, pero estaban juntos.

Solo esperaban que lo que siguiera fuera fácil...


 

 

 

 

 

*****

 

 

 

 

 

 

MINUTOS DESPUÉS CUANDO TODOS ESTABAN CUCHICHEANDO EN EL GRAN COMEDOR, las puertas se abrieron y mostraron a Narcissa Malfoy, Polaris con una sonrisa y los ojos un poco enrojecidos, y a Tony Stark con la sonrisa más grande con la que alguna vez podrían haberlo visto, mientras sujetaba a Polaris firmemente por la cintura.

Sirius, Harrison y Peter se aventuraron primero, hablando al mismo tiempo para saber que pasaba, con los espías detrás de ellos y los demás Vengadores también pululando a su alrededor y queriendo saber qué sucedía.

No estaban preocupados de que fuera algo malo ya que Tony y Polaris se veían muy felices.

- Tranquilos, chicos, tenemos una buena noticia que había esperado compartir en mejores circunstancias pero... - ella miró a Tony y le dedicó una sonrisa, esperando que continuara.

Tony resplandeció aún más si podía y anuncio con el pecho lleno de orgullo, olvidándose de todo lo demás.

- ¡Sunshine está embarazada! ¡Tendremos una mini espía corriendo por aquí pronto! - anunció felizmente, haciendo que se quedarán en shock, antes de estallar en felicidad.

O por lo menos quienes estaban cerca de ellos y los querían lo hicieron.

Sirius abrazó a Polaris gritando en voz alta por su nuevo nieto y todas las cosas que le mostraría. Peter abrazó a Tony con las mejillas sonrojadas de felicidad y luego abrazó a Harrison, saltando felizmente por el nuevo hermanito que ambos tendrían.

- ¡Con cuidado, con cuidado! Polaris debe tener mucho descanso - Tony fulminó con la mirada a la rubia que ahora estaba un poco avergonzada, pero no dejaron de sonreír.

Todos los que querían a la pareja los felicitaron, aunque algunos lo hicieron más de lejos por no querer ser golpeados por Tony. Puede que pareciera estar de mejor humor ahora, pero los eventos del año anterior aún estaban frescos.

Los del lado de la Luz estaban pensando en cómo utilizar esto a su favor, mientras que el Señor Oscuro disfrazado del profesor de DCAO solo pensaba en una cosa.

Tenía que hacer una alianza con la hija de Lord Black antes de que se fueran de aquí.

Stephen, aunque estaba muy feliz por la pareja, se aclaró la garganta nuevamente y un poco cansado por no poder avanzar más, y dijo.

- Debemos continuar, por favor preséntense correctamente, Vengadores e invitados, muchos no los conocen y aún debemos ver mucho más.

El aura lúgubre volvió y todos recordaron lo que acababan de ver, si eso era solo una pequeña muestra, no querían saber que iban a mostrar luego.

Los Vengadores y demás se miraron, pensando quien debía comenzar hasta que el Capitán suspiro.

- Steve Rogers, Capitán América. - se presentó, causando revuelo porque, obviamente, el hombre debería estar muerto.

- James Barnes, Soldado del Invierno - Bucky miró entre Polaris y Peter, sabiendo muy en su interior que ese podría ser su hijo. Esperaba tener la oportunidad de hablar con ellos y Tony, necesitaba disculparse mucho.

- Clint Barton, Hawkeye.

- Natasha Romanoff, Viuda Negra - los silbidos se escucharon por el gran salón y Clint fulminó a todos con la mirada. Nadie vería a su alma gemela así bajo su maldita vigilancia.

- Thor Odinson, Dios del Trueno y Rey de Asgard - eso sorprendió a sus compañeros, sabiendo que algo malo debió haber pasado para que Thor ahora fuese Rey.

Hicieron una nota mental para preguntar más tarde.

- Loki Laufeyson, Dios de las Travesuras y el Caos - dirigió su mirada verdosa hacia el hombre de ojos grises y los gemelos pelirrojos, reconociendo a sus seguidores y dándoles una sonrisa malévola que ellos devolvieron con brillos en los ojos.

Polaris solo suspiró sabiendo que su padre estaría demasiado emocionado ahora por su ídolo.

- Bruce Banner, Hulk. - el pequeño Dr. Tímido aún estaba ahí, y Thor no tardó en llevar al hombre a su lado de manera posesiva.

Polaris y Tony sonrieron de manera cómplice. Al fin, no pudieron evitar pensar todos los demás.

- Peter Parker Black, Spiderman - las mejillas sonrojadas y el aura tierna de Peter hicieron que las chicas lo arrullaran. Polaris fulminó con la mirada a todos los roba bebés, Peter aún estaba chiquito para tener pretendientes.

- Tony Stark, genio, multimillonario, ex Playboy - dijo mirando como idiota a quien sería prometida - filántropo, Iron Man.

Todos rodaron los ojos con cariño y diversión, había cosas que jamás cambiarían.

El turno más esperado llegó y la rubia embarazada hija de Sirius Black dio un paso al frente, luego de que Nick Fury, María Hill, Wanda Maximoff y Visión se presentaran.

- Polaris Romanoff Black, Destructora de Mundos y Viuda Negra.

Todos miraron a los héroes muggles y mágicos que estaban frente a ellos. Luego de verlos luchar, el lado oscuro sabía que no debían subestimarlos, los sangre pura incluso estaban asustados de ellos.

Dumbledore y los Potter solo estaban pensando en cómo llevar a la hija de Sirius Black a su lado para tener a todos bajo control, en especial al hijo descarrilado de Harry Black. El viejo de ojos brillantes no dejaba de sonreír pensando que sus planes funcionarían...

Si tan solo supieran lo que verían a continuación.

 

 

 

 

 

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