En el espejo

Harry Potter - J. K. Rowling
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En el espejo
Summary
Hace muchas décadas que el linaje Malfoy desapareció. Abraxas Malfoy en un momento de locura asesinó a su hermano Draco y a sus padres antes de quitarse la vida. No quedó nada de ellos, o eso se creía.En 1994, a Harry Potter se le entrega un espejo mágico que puede ayudarlo a nivelarse con los demás campeones del torneo, sin embargo, en este espejo encuentra a un hermoso joven que se hace llamar Draco, ¿será él el heredero asesinado?-Versión en español-
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Chapter 2

Finales de 1942

Su primer recuerdo es sobre estar volando en la deriva en el infinito cielo. Podía sentir el viento frío en su rostro y veía las estrellas interminables pasando a su lado. Estuvo perdido en el brillo de esas estrellas por unos segundos debido a que la vista era hermosa, ese bello azul oscuro adornado con varias luces blancas era hipnotizante. Sentía la paz y tranquilidad instalándose en su cuerpo esos momentos, es cómo si su cuerpo necesitara esa paz, buscara absorberla.

Y una parte muy dentro de él le decía que hace mucho tiempo no se sentía en paz.

No supo cuanto tiempo pasó, pero iba viendo cada una de las constelaciones, la más hermosa era la constelación de Draco, que curiosamente se llamaba igual que él, era el único conocimiento que sabía sobre sí mismo.

Sabía diversos hechizos, varias historias, sobre diversas criaturas mágicas y pociones, pero de él no sabía nada, solo sabía que su nombre era Draco. No sabía su apellido, sobre su familia, su color favorito, su curso favorito, sobre amigos, nada. No recordaba si tuvo antes una vida o si siempre estuvo volando.

Al pasar el tiempo el lugar, aunque hermoso, lo hacía sentir muy solo.

Intentó varias veces bajar del cielo en el que se encontraba, pero había una fuerza que lo retenía en esta zona. Entonces, solo le quedaba volar y volar.

Pasaron horas, días, semanas o tal vez meses en soledad que empezó a hacerle doler el corazón. ¿Así sería toda su existencia?, ¿solo viendo bonitas estrellas? Sintió las lágrimas acumulándose en sus ojos, dolía mucho saber que nunca podría volver a ver nadie.

La soledad lo estaba consumiendo, y con ello el dolor se iba apoderando de su corazón.

Solo, siempre solo.

Mientras se secaba las lágrimas pudo sentir un calor reflejándose en su rostro, al abrir los ojos sorprendido por la calidez notó que una luz amarilla estaba abajo suyo. Decidió acercarse por curiosidad.

Al agarrar la luz, esta lo cegó por algunos segundos. Cuando pudo ver con claridad, notó que frente suyo había un adolescente muy grande de cabellos negros, unos bellos ojos color castaños y su piel era clara. Llevaba unas túnicas de color negro, verde y plateado.

“Mucho gusto, mi nombre es Draco” dijo emocionado de poder ver a otro ser humano, aunque este adolescente solo lo veía un poco sorprendido. “Espero que podamos ser amigos” No podía creerlo que al fin esté teniendo una conversación normal, al fin podía ver a otro humano, tal vez ya no estaría solo.

Lo único que podía imaginar era ser su amigo, tal vez podrían hablar y estudiar juntos. Tal vez pueda presentarle más amigos y todos serían muy felices.

El adolescente de ojos castaños acercó su mano a su mejilla, sin embargo, no sintió su toque. Este movimiento le hizo notar que la mano de la persona frente suyo era enorme o tal vez él era muy pequeño.

Todo esto era muy extraño, pero no iba a disminuir su emoción, sin embargo, el adolescente no habló, cómo no recibió respuesta decidió revisar con la mirada la habitación, porque se había dado cuenta que, aunque se moviera se mantenía frente al adolescente.

Era una habitación con 5 camas con doseles color verde, cada cama tenía unos baúles y una mesa de noche. Había una ventana que reflejaba el interior de un lago, podía ver las algas y algunas criaturas marinas.

El lugar lo sentía familiar, pero ello era ridículo. No recordaba haber estado alguna vez en una habitación así. Solo recordaba el cielo azul oscuro.

Se concentró en el único humano en la habitación cuando escuchó una risa rota que duró solo cuatro segundos “No me sirves así” su voz no tenía emociones “No sé porque te invoque, espejo estúpido” en eso lo voltearon y todo se volvió negro.

Estuvo algunos segundos en oscuridad hasta que sintió que lo expulsaban con fuerza y lo regresaban al cielo infinito.

Volvió con las estrellas, mirándolo como si se burlaran de su soledad.

¿Espejo? ¿Qué quiso decir con eso? ¿Él era un espejo? ¿Es por eso por lo que aunque se moviera aún seguía en las manos de ese joven? ¿Es por eso por lo que ese joven se veía tan gigante? ¿Es por eso qué no sintió el toque de sus manos?

¿Qué le pasó? ¿Qué era?

Abrazó sus piernas para poder abrazarse, necesitaba un abrazo. Querían un abrazo. Se sentía perdido y confundido, sin saber que era y para que servía.

‘No me sirves así’ escuchó varias veces la voz del adolescente.

Gritó desesperado por esas palabras hasta que sintió que se le desgarraba su garganta, y aun así siguió gritando. No podía parar.

“Soy un inútil, un total inútil” gritaba empezando a golpearse la cabeza “No sirvo para nada” las lágrimas seguían cayendo de forma más rápida “No pude ayudar a ese joven y por eso me regresó aquí” su respiración empezaba a faltarle en sus pulmones, el aire iba escaseando “Tonto, tonto, tonto”

Empezó a arañarse los brazos desesperado, necesitaba sentir el dolor, necesitaba sentir algo. Se detuvo cuando sintió la sangre embarrándose en sus dedos. Con una visión borrosa vio como se había desgarrado parte de piel de sus blancos brazos.

En ese momento tomó una decisión.

La próxima vez que lo invoque otro humano le sería útil, lo haría todo bien.

“La próxima vez seré de utilidad” se secó las lágrimas con sus manos y sintió la viscosidad de su sangre en su rostro “La próxima vez que vea a otra humano lo ayudaré en lo que quiera. Seré de utilidad, así será mi amigo” dijo con determinación “Lo ayudaré en todo lo que quiera. En todo, en todo”

Lo único que podía hacer en esos momentos era seguir volando para buscar de nuevo esa luz amarilla.

El tiempo volvió a pasar y cada vez iba perdiendo la esperanza, sus heridas habían desaparecido completamente, y mágicamente se había limpiado la sangre seca que había en su mano y su rostro.

“Parece que perdí mi única oportunidad” dijo triste mirando la constelación Draco “Solo seremos las estrellas y yo por la eternidad” susurró completamente deprimido. “Soy un inútil”

Todo era aburrido, tan repetitivo.

Se iba a volver loco.

En ese momento volvió a sentir el calor, pero esta vez en su espalda y emocionado volteó con rapidez.

Otra oportunidad. Le habían brindado otra oportunidad.

Esta vez sería de utilidad.

Se sumergió en el calor y rogó no volver arruinarlo.

Esta vez haría un amigo.

 

1994

El grito de Harry provocó que alguien empezara a acercarse con velocidad, y como era bien entrada la noche, sabía que, si lo encontraban aún en los pasillos, aunque sea un campeón, sería castigado. Especialmente si era Filch o el profesor Snape los que lo encontraban. Ellos dos tenían un odio nada razonable a su persona.

Empezó a correr hacia la torre de Gryffindor, esperando no ser atrapado, al llegar pudo notar que varios estudiantes ya deberían estar en cama debido a que el lugar estaba en silencio. Seguro la profesora McGonagall los mandó a sus camas debido a que el día siguiente tenían clases.

Se fue a su habitación, notando que sus compañeros de cuarto ya estaban durmiendo. Vio a Ron quién seguro en este momento lo odiaba, siendo una señal la mirada que le lanzó cuando su nombre salió del cáliz.

Se encerró en su cama con su dosel, el problema con Ron sería tratado más tarde.

“Eso fue muy descortés de tu parte” escuchó al tener el espejo en su mano “Me guardaste en tus sucias túnicas” estaba con el ceño fruncido el pequeño rubio.

El niño solo se despeinó cansado por la carrera que se hizo hasta su habitación “Lo siento, es que estábamos en el corredor. Pudieron castigarme” se tiró en su cama y se colocó de lado mirando el espejo.

“Aceptaré tus disculpas Harry Potter” dijo haciendo aparecer en el espejo un sillón en el cual se sentó. Se veía muy cómodo, parecía un rey en su trono.

Harry se quedó mirando al rubio, se veía muy bonito esperando que le hablara y pudo notar como su semblante iba cambiando a uno enojado por el silencio. Esto le hizo sonreír, se veía adorable enojado. En ese momento supo que disfrutaba verlo cambiar de expresión.

“Disfrutas hacerme enojar” siseó el rubio “Eres un sádico” giró su rostro indignado.

Esas palabras le hicieron soltar una carcajada, fue descubierto. Luego suspiró para ponerse serio “Bien, quería preguntarte de ¿Dónde sacaste el apodo de prongs?” dijo manteniendo la mirada más seria posible, necesitaba demostrar al bonito rubio que este tema era de vital importancia para él.

“¡Oh! Prongs era el apodo de James Potter, era un viejo amigo mío” dijo con una sonrisa que se le fue desapareciendo al terminar la oración “Aunque ahora él no esté aquí” sus ojos grises empezaron a lagrimear. “Lo siento, no sé porque lloro yo, si él era tu papá. A ti te debe doler más” Draco apareció un baso con agua y empezó a tomar de ella para calmar su llanto.

Harry se sorprendió, había visto a personas dándole la condolencia sobre la muerte de sus padres, pero ninguno había llorado por ellos, salvo los verdaderos amigos cercanos de su padre.

“No debes disculparte Draco” susurró, quería secar las lágrimas que aún fluían de sus mejillas que habían adquirido un color rojizo “Me alegra saber que mi padre era querido, siento que conocer a sus antiguos amigos me hace cercano a él”

Draco asintió “Si, fue un gran amigo” sonrió tristemente “Él me encontró empolvándome en la biblioteca cuando fue a espiar a Lily” sonrió aun con las lágrimas fluyendo “James estaba completamente obsesionado con tu madre, y era tan torpe que no sabía como acercarse” Draco se quedó mirando a un punto fijo, seguro recordando esos momentos “Sabías que su primera pregunta para mí fue ¿Cómo puedo hacer para salir con Lily Evans?”

Eso le sorprendió, no sabía que su padre había tenido problemas para salir con su madre “¿En serio?” estaba riéndose.

“¡Sí! Tu padre era un completo desastre” decía ahora riendo “Ni que decir de sus amigos, especialmente Sirius quién le daba consejos muy malos para ‘conquistarla’ supuestamente” esto era nuevo, mayormente hablaban del sacrificio de sus padres y siempre los describían como si hubieran sido perfectos. Saber que su padre fue torpe para conquistar a su madre, lo hacía más humano “Sabías que creían que si hacían bromas podrían obtener su atención. Lo único que obtuvieron fue que Lily pensara que eran unos tontos y con mucha razón”

Estaba muy feliz escuchando esto, se sentía más cercano a su padre.

“¿Tienes alguna otra historia con mi padre?” susurró mirando como el niño se emocionaba de poder hablar.

“¡Tengo muchas! Remus y yo éramos los inteligentes de ese grupo” decía mientras al lado suyo aparecía una imagen del profesor Lupin que se veía mucho más joven “James y Sirius eran los que realizaban las bromas” apareció la imagen de su padrino y padre jóvenes, pudo ver la semejanza que tenía con su padre “Y Peter era el que avisaba si se acercaba un profesor o prefecto” escuchar ese último nombre lo hizo fruncir el ceño que notó Draco “¿Pasó algo?”

Empezó a contarle sobre todo lo sucedido, sobre lo vivido en el tercer año. La traición de Peter, el escape de Sirius y cómo al final no pudieron mostrar la inocencia de su padrino porque la rata había escapado.

“Yo no sabía todo eso, la última información que obtuve fue de que Sirius había sido encerrado en Azkaban. Aunque nunca creía que él hubiera asesinado a tu padre y a Lily” se veía triste y un poco cansado, Draco se sobó el rostro con su mano “Pero Peter, él era el más miedoso, no puedo creer que se haya unido a Voldemort. ¿Por qué lo hizo?”

“No lo sé Draco” miraba el techo de su cama “No sé porque traicionó a sus amigos de toda la vida. Según el fue por miedo a morir”

Draco estaba indignado “¿Miedo a morir?” empezó a caminar de un lado a otro del espejo “Cualquier otro merodeador hubiera dado la vida por sus amigos, hubieran dado la vida por él” se veía desesperado agarrándose la cabeza y los cabellos “Era nuestro amigo”

“Draco. Draco” repetía al ver como el rubio empezaba a desesperarse, lastimándose su cabeza “No te lastimes, no permitas que te haga más daño Peter” acarició el espejo, deseaba tanto poder consolarlo con un abrazo.

Draco intentó agarrar su dedo que estaba puesto en el espejo “Tienes razón, debemos ahora buscar a esa rata y hacer que Sirius demuestre su inocencia, ese tonto perro debe ser libre”

Sí, aparte del torneo, otro asunto importante era demostrar la inocencia de su padrino. Tal vez podrían empezar a buscar información sobre su ubicación o que está haciendo. No se sentía seguro con esa rata libre.

Si una vez traicionó a sus más queridos amigos podría hacerlo de nuevo, hasta podría hacer algo mucho peor.

Seguía recordando como atraparon a Peter Pettigrew y como al final se escapó de sus manos, él pudo hacer varias cosas diferentes y evitar que se fuera. Todos pudieron haber hecho cosas diferentes.

Pero no podía seguir aferrándose a su pasado, lo arruinaron, sí; ahora debían solucionarlo.

Lo que le sorprendió ahora fue de que el espejo que debía saber todo, no sabía sobre este suceso. ¿Qué tanto era el conocimiento que Draco tenía? ¿Solo estaba ligado al conocimiento de magia? ¿Sobre pociones, teoría mágica, hechizos? Le generaba curiosidad la existencia de Draco y lo que pudiera saber.

Quería preguntar, pero creía que era mucho sentimiento por el día de hoy. Fue un día muy cansado, si deseaba poder asistir a sus clases con normalidad y poder enfrentarse a las miradas de odio de los estudiantes de su colegio y de los colegios invitados, debería dormirse ahora.

Estuvieron en un silencio muy amplio, no sabía si Draco se había ido a dormir, ¿Si quiera dormía? Pero deseaba decirle algo.

“Draco” susurró mirando al espejo esperando una respuesta, lo que recibió fue la aparición de Draco que vestía un camisón gris que combinaba con sus bellos ojos, se veía muy hermoso. Un calor empezó a extenderse por sus mejillas “Buenas noches” susurró para darle la espalda, no deseaba que viera su sonrojo, estaba seguro de que Draco se burlaría.

Escuchó su cantarina risa “Buenas noches, Harry”

Fueron las últimas palabras que escuchó antes de dormirse, se durmió repitiendo en su sueño el sonido de su bella sonrisa.

Había caído enamorado muy rápido. Él solo se complicaba la vida.

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