![The Missing parts of History [Traducción]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
Habla
4/8/1953
Orión estaba divertido. Horrorizado. Asustado. Asombrado. Extremadamente preocupado. Lo que sea. Tenía un viajero del tiempo en su casa. Un viajero del tiempo muy joven, parcialmente marcado por la guerra y aterrorizado. Era delgado, nervioso, ansioso y temperamental. En las pocas horas que habían hablado la tarde anterior había descubierto que hacer preguntas en torno a un tema era una forma segura de recibir un sarcasmo o un grito. Eso no significaba que Harry no se disculpara por su comportamiento, o que no intentara controlarlo, sino que simplemente había empezado a hacer preguntas directas en lugar de su método habitual de sonsacar información a los demás sutilmente. Cada vez que Harry parecía dudar si decir algo, tranquilizaba al adolescente diciéndole que estaba bien no decir algo si pensaba que podía ser peligroso o simplemente no sabía la respuesta.
Había funcionado a las mil maravillas. Harry se había relajado y Orión había acabado por dejar de lado los temas pesados y se habían limitado a charlar. Harry, por supuesto, había pasado la noche. Por muy Potter que fuera, aún no podían explicar de dónde había salido. Habría que informar al Departamento de Misterios. Siempre había pensado que los Inefables eran un grupo espeluznante, y tenían tantos secretos que era difícil confiar en ellos, pero era una necesidad informarles de lo que había pasado. No sabían cuánto tiempo permanecería Harry en el pasado, y si alguna vez volvía a su propio tiempo quizá no quisiera tener que fingir ser un adolescente.
Sin embargo, todo era muy hipotético ahora mismo. Orión no lo estaba deseando.
Estaba a punto de ir a llamar al adolescente para desayunar cuando bajó. Orión había buscado algo de su ropa vieja, sólo una camisa y unos pantalones, y había hecho que Kreacher le cambiara el tamaño. Le quedaban mejor que los harapos de ayer, aunque un poco holgados. Pero eso sólo lo arreglaría la comida. Redimensionar la ropa no era un método perfecto. Tenía las mangas remangadas, de modo que podía ver su varita en una de sus viejas fundas de piel de dragón y dos cicatrices igualmente horripilantes: una cicatriz dentada y larga, producto de un cuchillo, hecha para hacer daño , y una herida punzante de casi cinco centímetros de diámetro (¿qué podía hacer semejante incisión y no estaba bien curada?).
-Buenos días-.
-Buenos días, Heredero Black-. Eso era otra cosa. Harry hacía muecas ante las direcciones necesarias, pero ni una sola vez lo había llamado por otra cosa que no fuera su título. Orión se había dado cuenta de que lo odiaba, sin embargo, y entretuvo la idea de simplemente decirle al adolescente que lo llamara por su apellido, pero era demasiado pronto para eso. Señaló la mesa y Harry se sentó.
No hablaron durante el desayuno, pero Orión lo observó sutilmente. Harry tenía unos modales horribles en la mesa. Lo intentaba, pero no era natural. La cantidad de comida que tomaba también era insignificante, a pesar de que había más que suficiente para cinco personas, no digamos para dos. Pero Harry era un Potter. No tenía sentido. Puede que los Potter no fueran los más tradicionalistas de la sociedad sangre pura, pero eran una casa Muy Antigua y Noble, no dejarían que un heredero creciera sin modales. ¿Habían cambiado las cosas en el futuro? Era una grosería preguntarlo, pero al mismo tiempo no podía simplemente no hacerlo, porque si a Harry no le habían enseñado correctamente -(quizá la muerte de sus padres cuando era pequeño le causó más problemas en el futuro)-, ¿no debería Orion al menos hacer un esfuerzo durante el poco tiempo que estuvieran juntos?.
-Puedes preguntar, ya sabes-. Fue sacado de sus pensamientos. No había sido sorprendido mirando, pero Harry parecía ser capaz de sentir que estaba pensando en él profundamente de alguna manera.
-Tus modales en la mesa, tu forma de hablar, de comportarte. No es normal para un sangre pura. Es extraño, y aunque no dudo de tu afirmación de ser un Potter, no te habrían dejado salir de la mansión sin una sola lección de buenos modales y etiqueta-. No sabía cómo formular la pregunta, así que esperaba que a Harry no le importara cómo la había formulado indirectamente.
-Ah... eso-. Ahora parecía incómodo. -Es... Mi padre era un Potter, pero mi madre era muggle de nacimiento. Cuando nací, sólo estábamos mis padres y yo. Me dijeron que no había otros familiares cercanos de mi lado mágico que pudieran acogerme, así que me quedé con la familia de mi madre-.
-Eso es un desastre. ¿Quién tomó esa decisión?- Harry se encogió de hombros -(tenía que decirle que dejara de hacer eso, pero tal vez más tarde)-. ¡Que habían abandonado a un niño mágico con muggles! Con razón Harry tenía tantos problemas. Parpadeó. -¿Y tu padrino?-.
-Complicado, no estaba en sus manos, hizo todo lo que pudo pero no me entregaron-.
Harry debería haber sido criado como un Black, aunque fuera a distancia. Si lo que el chico decía era la verdad, entonces él debía ser el Jefe de la Casa. No el Lord, porque para eso habría necesitado heredar toda la magia de la familia y había que ser mayor de edad, cosa que él no era. Y ni siquiera lo sabía, ¿verdad? A Orión le habían dado una pizarra en blanco para pintar Pero... no, su tía Dorea se había casado con un Potter, al menos tenía el honor suficiente como para ayudar al chico sin intenciones ocultas ni manipulaciones, hacer lo contrario sería como dejar morir a toda la Familia Potter y quedaría muy mal en la Casa de los Black si alguna vez salía a la luz.
-¿Qué sabes de los Potter? No tiene por qué ser mucho, pero uno de los miembros de mi Familia se casó con uno de ellos, y ya que soy el único que te conoce, al menos debería indicarte cómo aprender más sobre ellos. Sinceramente, fue un flaco favor de todos los que te rodean dejarte ignorante durante tanto tiempo-.
-En realidad no sé nada-. Iba a hablar, pero Harry continuó. -No es que no quisiera, en algún momento. Al crecer, la hermana de mi madre se aseguró de que lo único que supiera sobre mis padres fueran mentiras de la peor clase, y en el momento en que descubrí que no eran ciertas, estaba tan saturado por la magia, y por ir a un internado, y sin apoyo y sin nadie a quien preguntar y... en algún momento saber sobre gente muerta hace mucho tiempo era menos importante que tratar de sobrevivir en un mundo que parecía adorarme por sobrevivir y convertirme en huérfano. Sólo quería escapar de ello. Y como tampoco nadie me animaba a ello, pensé que podía esperar a que las cosas mejoraran-.
No sabía qué decir. Si él hubiera estado en la misma situación, habría querido aprenderlo todo. Pero, al mismo tiempo, habría sido una situación tan abrumadora que tampoco habría tenido tiempo. Pero seguía siendo inaceptable que un vástago de una Antigua Línea no conociera su historia. Quería maldecir a quienquiera que se hubiera encargado de tomar decisiones por el niño cuando era un infante.
-Bueno, ahora tienes tiempo. Quizá no para aprender sobre tus padres o abuelos, si es que viven. Pero podrías aprender sobre tu historia-.
-Sí, supongo. ¿No debería estar pensando en cómo volver a mi propia época?-.
-¿Recuerdas la magia que te trajo aquí?-.
-No-.
-¿Recuerdas qué tipo de objeto era?-.
-No-.
-Entonces, puedo decirte ahora, que nunca he oído hablar de un tipo de viaje en el tiempo que pueda enviar a la gente décadas atrás como parece que tú tienes que hacer. Incluso si encontrara información al respecto, sería tendenciosa, teórica o tan restringida que sería ilegal tenerla-. Harry pareció abatido ante aquello, pero no creía que el chico pudiera soportar vivir en una mentira. -No digo que debas rendirte, pero eso no debe impedirte vivir hasta entonces. Tómate el día de hoy para poner en orden tus pensamientos, relájate. Come un poco más, ya que estás-.
Harry puso los ojos en blanco, pero tomó algo más de comida -(no mucha)-, así que Orión decidió darse por satisfecho por ahora. Podría arreglar todo lo demás más tarde.
🌿🌿🌿🌿🌿🌿
-¿Estabas matriculado en Hogwarts?- Preguntó Black.
Estaban en la biblioteca, o bueno, a Harry le habían dejado entrar y Black se había marchado a su despacho. Pero eso había sido un par de horas antes y ahora parecía haber venido a buscarlo. Había encontrado un libro de historia reciente y un par de periódicos y había decidido enterarse de lo que ocurría en esa época. Black no hizo ningún comentario sobre su elección de lectura, así que pensó que estaba bien.
-Sí, ¿por qué?-.
-Estaba pensando qué hacer contigo, pero no creo que ir allí como estudiante de intercambio sea una buena idea-. Frunció el ceño. -No me mires así. Si ahora mismo te pusiera al lado de Charlus Potter y le preguntara a un desconocido quién es quién, sólo los diferenciaría por los ojos. También causaría muchas preguntas. ¿Por qué un Potter sin relación con su familia entraría de repente en Hogwarts para, qué, cuarto curso?-.
-Quinto-.
-Aún peor-.
-Bien, ¿qué hago? Por lo que sé, necesito al menos mis O.W.L.s-. Preguntó Harry, tenso.
-Estudias por tu cuenta y los apruebas en el Ministerio, pero...-
-Mi identidad, sí. Demasiadas preguntas-. Puso los ojos en blanco. Black enrolló un pergamino y le golpeó con él en la cabeza sin mucha fuerza. -¡Eh!-.
-No pongas los ojos en blanco y no interrumpas a alguien cuando está hablando. No, necesitamos a Gringotts y al ministerio de nuestro lado-. Harry gimió y evitó otro golpe con el pergamino.
-¿Por qué el ministerio?- Black arqueó una de sus cejas estúpidamente perfectas.
-Porque, si algún día regresas a tu propio tiempo, querrás poder reclamar tus O.W.L.s y N.E.W.T.s como tuyos, así como cualquier otro título, historial laboral y perfil de identidad que puedas adquirir mientras estés aquí, y la única forma de hacerlo es dejar un rastro de papel, fácil de comprobar, con los Inefables. Ellos lo mantendrán en secreto, es todo lo que saben hacer. A menos que quieras tener que fingir ser un adolescente y tener que pasar tus pruebas por segunda vez-.
Harry hizo una mueca, sacudiendo la cabeza. Sería horrible.
-Bien. Y los duendes tomarán cualquier historia falsa que el Inefable elabore para ti y correrán con ella, así que poner en orden tu trabajo de pergamino será fácil.
-¿Por qué los goblins están a cargo de eso?-.
-Porque tienen magia especializada que no permite que se hagan copias de falsificaciones sin que ellos lo sepan-.
-¿No sería la nuestra una falsificación?-.
-No si es aceptada por el Ministerio-.
-Ah. Gracias-. Black no parecía molesto por tener que explicarle tantas cosas, lo cual era una novedad y se preguntó cuándo se le acabaría la paciencia al hombre. -Entonces, ¿cuándo nos vamos?-.
-Puedo enviar un aviso a los Inefables hoy mismo, si lo deseas. No es frecuente llamar a un Inefable para programar una reunión privada, pero puede hacerse-. Asintió. -Muy bien, te dejo con tus libros, entonces. Con un poco de suerte, tendremos todo esto resuelto mañana por la mañana-.
-Gracias. Por todo esto, quiero decir-.
-No he hecho nada que otros no hubieran hecho también-. Black se detuvo justo antes de llegar a la puerta y le devolvió la mirada. -Y si mañana vamos a Gringotts, prepárate también para ir de compras. No puedes llevar mis desechos para siempre y mis transfiguraciones no son tan buenas-.
Suspiró y asintió. Tendría que llevar una lista de todo lo que le debía a aquel hombre y esperar que algún día pudiera devolvérselo. Iba a ser una lista muy larga, lo sabía.