Lo que pasó en Corea

Harry Potter - J. K. Rowling
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Lo que pasó en Corea
Summary
¿Me casé en Corea? Eso no era posible, su prometido Harry Potter lo estaba esperando en Inglaterra.Eso le pasó porque tenía curiosidad y quería saber cómo era una ceremonia tradicional coreana.Esta historia se inspiró en una noticia que leí hace años sobre dos amigos que se casaron por accidente en Corea.

“¿Cómo van los planes para tu viaje?” susurró Harry dándole leves besos en el cuello a su prometido, mientras lo estrellaba en la pared de su habitación. Draco sabía que su novio le gustaba tenerlo siempre contra una superficie, supuestamente porque se veía hermoso todo sonrojado y despeinado, según Harry.

Draco solo estiró levemente el cuello, siempre le había gustado los besos de Harry en esa zona de su cuerpo, lo excitaba mucho. Al estar en la pared enrolló sus piernas en la cintura de su futuro esposo, mientras este lo cargaba con facilidad, soltó un gemido al sentir como le daban una mordida con fuerza “Ya está todo listo” soltó otro gemido al sentir la erección de Harry frotándose con su pene, Draco lo agarró del rostro para darle un beso hambriento “Mañana salimos para celebrar mi despedida de soltero”

Harry lo cargó hasta la cama, dónde lo acostó con suavidad. Las manos de Harry estaban puestas en su cadera, en su cintura, en sus piernas, nunca estaba quietas. Sus labios empezaron a bajar de su cuello hasta los pezones de Draco, empezando a jugar con ellos “¿Te tienes que ir? Voy a extrañarte mucho” sus dedos empezaron a prepararlo, comenzando a mover un dedo dentro de Draco buscando su próstata “Si te quedas, hay promesa de mucho sexo esos días” intentó convencer.

Draco soltó una risa que cambió a un jadeo al sentir que empezaban a jugar con su próstata, los gemidos no dejaron de salir de sus labios, entrecortadamente habló “Hermione y Pansy han planeado este viaje desde que nos comprometimos” abrió más las piernas para darle más acceso a Harry “Más adentro, por favor” gimió mientras agarraba con fuerza la frazada debajo de él “No puedo cancelar el viaje, mañana es el viaje. Aunque fue tentadora tu propuesta” dijo con una sonrisa para luego ser callado por un beso brusco. Todo era tan caliente.

Sabía que no podía evitar ese horrible viaje de tres días, Harry se encontraba enojado por eso, no quería estar lejos de Draco a una semana de su matrimonio. Su novio empezó a restregar su erección en su ano. Harry lo conocía, sabía que ha Draco le gustaba un poco el dolor y ardor en el sexo, y a Harry le gustaba verlo con sus ojos llorosos, sonrojado, balbuceando que fuera más rápido y duro.

El rubio soltó un gemido cuando Harry empujó su gruesa polla dentro de él, se sentía tan lleno y pleno. Su prometido siempre tocaba su próstata con su pene. Escuchaba el gruñido de su Harry en su oído, eso solo provocaba una mayor excitación en él. El ardor era tan delicioso y estaba empujándolo al orgasmo, pero deseaba retrasarlo lo máximo posible, mañana se iba a ir por tres días, deseaba tener el recordatorio del dolor de caderas por esos días que no iba a poder estar con su pareja.

“Fóllame Harry” le susurró a su novio, porque sabía que si no le daba permiso para moverse, Harry permanecería completamente quieto hasta que se acostumbrara. “Fóllame duro” estaba desesperado con sentirlo abusar de su agujero.

Y cómo siempre su novio no lo decepcionó. Entraba y salía dentro suyo con agresividad. Draco sentía como sus ojos empezaban a humedecerse, mientras sujetaba con fuerza de la espalda ancha de su prometido. Harry siempre lograba hacerlo sentir tan bien.

Lo amaba y estaba feliz de casarse con él.

Es el amor de su vida. El único que deseaba que sea su esposo. El único que deseaba sea el padre de sus hijos.

El orgasmo lo golpeó con fuerza. Habían estado unos días sin hacer el amor, esto debido a que Harry había estado adelantando su trabajo como Auror y él adelantando las entregas de pociones para poder tomar sus vacaciones para su luna de miel.

Gimió con fuerza, apretando el pene de Harry dentro suyo. A los segundos sintió como su prometido se corría dentro de él, derramaba mucho de su semen dentro, mientras lo besaba con fuerza. Los besos que callaban los gemidos y jadeos siempre eran los más calientes.

“Te voy a extrañar mucho” susurró Harry dándole un beso en su coronilla, luego de recuperarse de su orgasmo “Aunque solo sean tres días, será una eternidad para mí”

“Lo sé, soy una persona muy agradable, todos me van a extrañar” sonrió al ver la mirada en blanco de su futuro esposo “También te voy a extrañar tontito” le dio un beso “Aunque no vayas diciendo que dije eso” puso un puchero, haciendo reír ahora a Harry.

Sintió las manos de Harry empezando a acariciarle los muslos, y su nariz empezaba a respirar su aroma de su cuello “Te voy a enseñar lo que te vas a perder por tu viaje” dijo empezando a endurecerse dentro de Draco, quién solo gimió al sentirlo.

Estaba sensible, esa noche iba a ser increíble.

 

Soltó un suspiro, extrañaba mucho a Harry.

Desde hace tres años que vivían juntos y se veían todos los días y ahora iban dos días sin verse “Anímate Draco, ya mañana podrás ver a Harry” decía Hermione “Además estoy segura que él está adelantando todo el trabajo, sabes que quiere sorprenderte con la luna de miel”

Estaban en Corea del Sur, debido a que Draco quería visitarlo y probar sus diversos platillos, en ese momento caminaban por Gangnam-gu en Seúl. Se había divertido mucho en ese pequeño viaje por su despedida de soltero, pero cuando se iba a dormir extrañaba mucho el calor del cuerpo de Harry que descansaba siempre detrás suyo, abrazándolo. Extrañaba sus pláticas y sus besos.

¡Ugh! Había caído muy enamorado por ese tonto.

En ese momento solo estaban Hermione y él caminando por la zona. Pansy, Blaise y Theo se encontraban comprando un regalo de bodas para él, quién les había dicho que quería. Les había exigido, mejor dicho.

Estuvieron mucho tiempo divirtiéndose en esa zona, viendo las diversas actividades que había en ese lugar, había muchos turistas. En eso fueron interceptados por una señora que les estaba informando que podían celebrar una ceremonia típica coreana, vivir la experiencia coreana.

Draco entendía muy poco el idioma, lo que pudo traducir era que les estaban ofreciendo una actividad que le gustaba mucho a los turistas y que las fotos se lo iban a poder mandar a su país de origen en un mes como máximo.

Él y Hermione estaban muy emocionado, les pareció muy divertido participar en esta ceremonia. Así que se acercaron y la señora junto con sus asistentes le empezaron a vestir con atuendos tradicionales. Él estaba vestido como un emperador y su amiga esta vestida como emperatriz.

“Se ve de una tela muy fina” dijo Draco tocando la vestimenta que tenía.

Hermione se rio al verlo “Nunca creí verte vestido como un Gryffindor, aunque te vas a casar con el emblema de Gryffindor” se burló al ver a Draco con prendas rojas y doradas.

Fingió indignarse “Y tú estás de amarillo muy Hufflepuff” contraatacó. Empezaron a reír.

La ceremonia fue muy divertida, estuvieron tocando instrumentos musicales que nunca habían visto, luego de ello les invitaron a una comida el cuál compartieron entre risas, y al final las señoras que estaban con ellos les aplaudieron. Y tomaron muchas fotos de ellos.

Se fueron despidiéndose de las señoras que les prometían que las fotos se les iba a llegar a sus hogares. Bueno, al hogar de Hermione porque esa era la dirección que adjuntaron como primer destino, el hogar de Draco fue registrada como segundo destino, si el primero no contestaba.

“Vamos yendo al hotel para ir empacando las maletas. Tengo entendido que Blaise piensa llevarnos a una discoteca en Corea para despedirnos de este bello país” decía Hermione empezando a caminar hacia el hotel.

“Vamos a emborracharnos, necesito un trago” estaba emocionado por su boda, sin embargo, también los nervios estaban invadiendo su cuerpo. Deseaba que ese día fuera perfecto.

 

Llegó a su casa por red flu, atrás de él estaban sus amigos que lo acompañaron en su despedida de soltero. Se sentía todavía un poco mareado por la borrachera que tuvo hasta muy entrada la madrugada.

Harry sabía que ese día llegaba y estaban en casa esperándolos. Draco al ver a su sexy prometido lo abrazó del cuello y enrolló sus piernas en su cadera, mientras su novio lo agarraba de la cintura y cargaba.

“¡Uhm! No sabes cuanto te extrañé” susurró en el cuello de su novio empezando a besarlo y morderlo. Pudo sentir como la respiración de Harry empezaba a ser más pesada.

“También te extrañe cariño. Todos los días” susurró sobre su cabeza. Draco levantó su cabeza y lo besó muy necesitado. Había extrañado su sabor, su calor, su aroma, su voz. No quería volver a separarse de su novio nunca más.

Escuchó una tos atrás suyo “Esa es nuestra señal para irnos” escuchó a Pansy decir empezando a irse por la red flu a sus hogares.

Harry lo estrelló con la pared al lado de su chimenea, restregando todo su cuerpo contra el suyo “Que bueno que ya se fueron, no podía esperar más”

 

El día de su boda fue muy hermosa. Hubo lágrimas de felicidad por parte de los dos novios, aunque esto lo negara Draco. En ese momento los ahora esposos estaban bailando el vals en el centro del salón.

“No sabes lo feliz que me haces Draco” decía Harry mientras, giraba levemente a su esposo. Había estado practicando mucho el baile porque Draco le había dicho que quería bailar toda la noche.

Draco solo pudo sonreír, estaba muy feliz, su corazón aún seguía latiendo muy rápido por todo lo sucedido hoy. Al fin era el esposo de Harry Potter. Se acercó y lo beso. “Te amo Harry” todo era tan surrealista, un sueño.

“Te amo Draco” susurró sobre sus labios para besarlo de nuevo.

Siguieron moviéndose al compás de la canción “¿Dónde piensas llevarme para nuestra luna de miel?” preguntó, su esposo había estado misterioso con el destino de su viaje, quería que fuera sorpresa. Siempre le daba sorpresas.

“¿Alguna vez te han hecho el amor en la playa?” Draco negó con una sonrisa, sabía que era una pregunta retórica “Serás mimado completamente ahí por tu servidor” le susurró en su oído, haciendo estremecer a Draco.

“Que bien, porque soy muy mimado” dijo burlón, haciendo reír a su esposo. Quién lo beso con desenfreno, recibiendo los silbidos y chiflidos de los invitados “Señor Potter contrólese” le dijo cuando el beso terminó.

“No puedo resistirme a usted Sr. Potter” y lo volvió a besar.

 

El día anterior habían regresado de su luna de miel, las islas Maldivas fue un lugar espectacular. No había zona donde él y Harry no hubieran follado. Se sentía tan relajado y feliz, lleno de energía.

Amaba a su esposo, que lastimosamente no se encontraba ahí porque había recibido un patronus de su jefe diciendo que lo necesitaban urgentemente en el cuartel de Aurores. Una lástima, había pensado darle un delicioso desayuno.

Aunque ahora pensaba sorprenderlo con una tarta de melaza, aprendió a cocinar por él, ya que Harry no le agradaba mucho cocinar. Además, le gustaba consentirlo con sus comidas y postres favoritos.

Estaba seguro de que el Draco de sus años del colegio se burlaría en lo que se había convertido por Harry Potter. Un hombre muy enamorado de su esposo.

Llegó Hermione, en una visita muy sorpresa “Draco, te sienta bien ese bronceado. Me alegra que hayas disfrutado tus tres semanas de luna de miel” se escuchaba muy feliz por él, pero la notaba nerviosa. Muy nerviosa.

“¿Está todo bien?” nunca había visto a su amiga de esa forma, nerviosa y asustada.

Soltó un suspiro “¿Te acuerdas de nuestra ceremonia en Corea?” dijo sentándose junto a él, asintió a la pregunta “Me llegó el correo de nuestras fotos”

Eso lo emocionó, seguro se vería hermoso como emperador “Enséñame las fotos, debemos vernos muy bien” extendió la mano, sin embargo, su amiga se vio reacia “¿Me veo mal?” no podía creer que se viera mal en unas fotos, siempre había sido fotogénico.

“No es eso Draco, sino que cuando…” se quedó callada pensando en sus palabras “Cuando abrí el correo me decía que podíamos tramitar nuestra residencia coreana por… por” empezó a sudar mirando por todos lados “¿Está Harry?”

“Se tuvo que ir al cuartel, pero ¿Qué te pasa? Estás muy extraña” empezaba a ponerlo nervioso.

“Decía que podíamos tramitar nuestra residencia coreana por celebrar nuestro matrimonio en dicho territorio” recalcó el ‘nuestro’

Escuchó mal, estaba seguro de que escuchó mal. Él no podía estar casado con Hermione. No podía. “¡¿Qué?!” estaba entrando en pánico, si estaba casado con Hermione, ¿eso invalidaba su matrimonio con Harry? ¿Si Harry se entera se enojaría con él? No era su culpa, no sabía que se estaba casando con su amiga y la mejor amiga de su esposo ¿Eso contaría como infidelidad?

Pánico, pánico, pánico.

“Cálmate Draco, la que debe estar nerviosa y alterada soy yo. Aunque sea la mejor amiga de Harry, ese hombre esta obsesionado contigo, tal vez me mate” dijo exageradamente, aunque no la culpaba. Harry era muy celoso y le encantaba ponerlo celoso, el sexo siempre era más intenso.

Concéntrate, Draco.

“¿Qué hacemos?” dijo desesperado, no quería que su esposo pensara que le fue infiel. ¿Aún era su esposo? “Espera, ¿Esto invalida mi matrimonio?” exteriorizó su temor.

Hermione negó con la cabeza “Si no tramitamos ese matrimonio en nuestro país, entonces no estamos casados aquí, solo en Corea” bien eso le dio tranquilidad. “Podemos ir a Corea y tramitar nuestro divorcio” dijo haciendo asentir a Draco, era mejor ir desde ese momento. Mientras más rápido terminaban con este problema, mejor para los involucrados.

Su amiga le abrazó para calmarlo, en eso sintió el aroma de su perfume. Olía a coco y le revolvió el estómago.

Estaba vomitando en el inodoro, su amiga preocupada le pasó un vaso con agua luego de terminar de devolver todo su estómago “¿Desde cuándo ha estado así?”

“No había vomitado antes, aunque cuando estaba en mi luna de miel me he sentido mareado y tuve antojos, lo bueno es que el bufet era extenso”

Hermione se lo quedó mirando “¿No son los síntomas de un embarazo?” eso le sorprendió completamente.

Vio su vientre por ahora plano. ¿Estaba llevando el fruto de amor de Harry y él, en su vientre?

Esto los hizo olvidar del problema del matrimonio en Corea.

 

Había pasado un año de su conversación con Hermione, no podían culparlo de olvidarlo. Estuvo muy ocupado con su embarazo, los dolores, las hormonas, el insomnio y el apetito fueron síntomas que lo cansaron demasiado, pero el resultado fue hermoso. Aun no podía creer que había tenido a ese bello bebé en su vientre.

El pequeño James Sirius Potter era el bebé más hermoso que había visto en toda su vida, su bello ángel que se parecía a completamente a Harry, salvo su cabello, que era rubio como el suyo. Era el bebé más amado del mundo. Fue una completa sorpresa, pero muy bien recibida.

Se encontraba cocinando el desayuno, era sábado e iban a tener un día completamente de familia. Harry estaba cambiándose, mientras él iba cocinando el tocino y al mismo tiempo veía a su bello ángel que estaba dormitando en su moisés en la cocina con él.

Draco era un hombre muy feliz y pleno. No podía creer que tener una vida tan familiar fuera tan hermosa. Amaba a su pequeña familia. Y tenía en mente que cuando su pequeño James fuera un poco más grande, podrían darle un hermanito o hermanita.

Nada iba arruinar su tranquila mañana.

O eso pensó cuando escuchó “¡Draco Potter!” por el tono de su esposo supo que estaba en problema.

¿Qué enojó a su esposo? ¿Se dio cuenta que había gastado mucho dinero en una hermosa túnica para el invierno? No podía enojarse, se vería hermoso en esa túnica. ¿Fue por la amenaza a esa nueva secretaria en el departamento de Aurores? No era su culpa que esa mujer haya creído que tenía oportunidad con su esposo, tenía que marcar su territorio. ¿O fue por qué había un nuevo cliente en su tienda de pociones que parecía enamorado de él? Él era hermoso, no podía disminuir su belleza, obviamente había mandado a la mierda cualquier avance de ese cliente, Draco es un hombre casado.

Afortunadamente su bebé no se despertó por el grito de su padre, y decidió lanzar un hechizo al moisés para que no se despierte ante la futura discusión que se iba a formar en la cocina.

Harry entró rápido a la cocina, en sus manos llevaba un sobre de carta que se lo extendió al estar frente de su esposo. “Me puedes explicar…” Harry no podía elegir las palabras exactas. Draco abrió el sobre y se sorprendió al leer sobre su matrimonio en Corea “Eso” dijo enojado mirando la carta con enojo.

La carta decía que estaban esperando que tramitara su residencia en Corea por celebrar su matrimonio con Hermione Granger. Se había olvidado completamente sobre este problema y parecía que su amiga también se le había olvidado porque ninguno volvió a comentar sobre este tema.

“¿Qué significa eso Draco?” dijo Harry desesperado “¿Te casaste con Hermione? ¿Por qué hicieron eso?” se notaba desesperado por una respuesta.

“¿Esto significa que todavía no le pago a Hermione una pensión por abandono de hogar?” estaba nervioso, no podían culparlo por decir una estupidez.

“¡Esto es serio Draco!” le quitó la carta “Le repetimos señores Malfoy, que pueden tramitar una residencia en Corea por celebrar su matrimonio en nuestro bello país” leyó lo que decía la carta con una voz molesta “¿Señores Malfoy? ¿Es en serio?” lo miró buscando una reacción que no encontró porque él estaba congelado “Somos nosotros los señores Potter. Tú y Hermione no son los señores Malfoy” bufó dejando la carta en la mesa, se veía muy berrinchudo, además de desesperado “¿Esto significa que nuestro matrimonio es inválido?”

Estas últimas palabras lo sacaron de su shock, su esposo se veía inseguro sobre esto último “Nuestro matrimonio es completamente válido Harry” lo agarró de su rostro, tuvo que hacer que bajara su mirada. Eso era lo malo de que Harry creciera mucho más que él “Nuestro matrimonio es completamente válido” repitió dándole un suave beso en sus labios “Solo fue un tonto erro mío y de Hermione” sintió sus mejillas sonrojarse “No sabíamos que nos estábamos casando ese día, la señora solo nos dijo que era una celebración coreana y queríamos tener la experiencia. Si hubiéramos sabido que era un matrimonio tradicional coreano nos hubiéramos negado” Harry estuvo evaluando sus reacciones para saber que no estaba mintiendo, Draco supo que todo iba a estar bien cuando su esposo rodeó su cintura con sus fuertes brazos.

Le dieron un beso abrasador que le quitó el aire por lo intenso que fue “Hoy mismo vamos a eliminar ese matrimonio coreano” le dijo gruñendo sobre sus labios, ese tono de voz le excitó completamente. ¿Cómo ese hombre creía que le iba a ser infiel? Si con solo estar en su presencia sus piernas temblaban y su corazón latía con rapidez. “Kreacher, cuida al pequeño James, por favor” dijo y el elfo doméstico que había aparecido con solo escuchar su nombre asintió.

Harry lo cargó llevándolo a la habitación que compartían.

¡Oh! Su esposo iba actuar como todo una macho dominante marcando su territorio en su dormitorio. Iba a ser una mañana muy productiva.

Gracias Corea.

 

Mes y medio después estaban haciendo una reunión familiar, estaban compartiendo la noticia de que estaban embarazados de nuevo. El matrimonio había esperado tener un hijo dentro de unos años más, pero como dicen en ocasiones las pociones no funcionan al 100%, y esa mañana que Harry se puso salvaje en la cama por la situación del matrimonio de su esposo, concibieron al nuevo integrante de su pequeña familia.

Obviamente Harry en la tarde de ese día había hecho todos los trámites posibles para terminar ese matrimonio, y con su título del ‘Salvador del mundo mágico’, los coreanos deshicieron el matrimonio en un santiamén.

Nadie quería estar en el lado enojado del mago más poderoso de los últimos tiempos.

Aparte de ello, Harry había evitado que Hermione se acerque a Draco o a su pequeño James por lo menos por dos meses. En ese momento saludaba de lejos a su amiga que estaba aliviada de que ese sea el castigo impuesto, sabía que ella podía esperar medio mes más para poder felicitarlo con un fuerte abrazo.

Harry la vigilaba mientras tenía un brazo en la cintura de Draco, como si en verdad su mejor amiga quisiera robarse a su esposo. A veces Harry se pasaba de ridículo y celoso.

Era muy divertido y tierno.

En serio amaba a su esposo.

Ama mucho a su familia.