Valentín en Hogwarts

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
Valentín en Hogwarts
Summary
*San Valentín en Hogwarts*La actividad para el 14 de febrero en Hogwarts dice que Scorpius Malfoy y James Sirius Potter son compatibles para ser pareja. Solo hay dos problemas con esa resolución:1) Scorpius no firmó su nombre en la actividad del 14 de febrero.2) James piensa que Scorpius es el estudiante más patético del colegio de lo estirado que es.
Note
El resumen que no puedo poner porque es demasiado largo (solo por eso dice nueve capítulos pero tiene 8).Con Valentín hago referencia a San Valentín (por las dudas, porque quedó como si fuera un personaje y nada que ver)
All Chapters Forward

7 La revelación de James y Scorpius

7

La revelación de James y Scorpius

 

El jueves, Scorpius casi no llega a su anteúltima cita con James. Era una cena en el Aula de Encantamientos, esta vez organizado por los profesores. 

Scorpius, en su afán de ignorar todos los rumores que se habían levantado a raíz de su beso de James, de los puntos que le sacaron en su 2da clase de Herbología, los rumores a los puntos que ganó en Pociones y Aritmancia, se mantuvo ocupado en sus labores de Prefecto. Slytherin odiaba las actividades extras que requería la feria de la semana del amor. La directora ya les había prohibido facilitarse todo de los elfos de las cocinas, pero a cambio, Scorpius los había atrapado pidiendo todo por correspondencia. La misma abuela de Scorpius mandó todo un banquete de snacks para las meriendas. 

La falta de mano de obra en la producción no era un tema en sí, el gran problema era que en cuanto podían, sus compañeros y compañeras se iban y dejaban el stand sucio, y bueno, Scorpius debía mantener su mente ocupada y se quedaba con Sophie a limpiar. A veces se les unía Vincent, solo por su hermana. Albus no. Pasaba de ese tipo de tareas. 

Desgraciado. Esa tarde es lo que pasó. Se vio hundido en tareas de Prefecto  y cuando quiso acordar debió salir corriendo. 

Lo siento dijo Scorpius en el aula de Encantamientos, a un James ya esperándolo. Llevo todo el día entre clases corriendo de un sitio a otro suspiró. Tuve que ayudar a limpiar los stands de Slytherin. Además, la directora me pidió que ayudara a los de primero que les toca decorar el salón para el baile de mañana y no tienen ni la mitad del decorado. ¡Ah! Y Thomas quería ayuda con Transformaciones.

James le sonrió y sacudió la cabeza. 

—respondió casi de forma brusca—, alguien tiene que hacer todo eso porque claro, no pueden hacerlo por sí mismos —Ok, eso era sarcasmo notó Scorpius. 

La verdad no me molesta ayudar en lo que se pueda se encogió de hombros. Si alguien pide ayuda soy el primero en levantar la mano.

James hizo una mueca y se sacudió el cabello. 

Rose tenía razón, eres una buena persona —lo escuchó decir

Gracias entonces vio como James le servía unas empanadas de calabaza, unas patitas de pollo y bastante ensalada.

Come. Tienes aspecto de no haber comido en todo el día. Y la verdad, yo también estoy muriendo de hambre.

¿Por qué? —preguntó, curioso. ¿Qué puede haber mantenido a James tan ocupado? 

Tal vez no sea Prefecto, pero dirijo un equipo de Quidditch, Scorpius —sus mejillas se sonrojaron—, y debo tareas.

De fondo, sonaba música pop, tan alta en algunos lugares que las vibraciones de los altavoces hacían bailar los corazones colgados del techo. Peeves apareció flotando en el aire sonriendo, mostrando tanto sus dientes que todo el mundo podía ver que era una sonrisa maliciosa, pero entonces llegó  la directora y se fue.

Scorpius engulló una empanada y miró a James. La verdad es que él también por primera vez en su carrera académica podría estar a punto de deber una tarea, pues había dejado botada su tarea de Herbología para esta cita. Scorpius estaba sorprendido de sí mismo. ¿Qué le ocurría? Una semana atrás no quería saber nada de James, un par de citas después y un beso, su mente no podía dejar de pensar que…

Tragó muy fuerte. 

No podía dejar de pensar que  James le gustaba.

Suspiró, rendido. Era imposible que llegaran a tener algo más que una relación civilizada. 

Intentó distraerse pensando en los dos ensayos que tenía que Rehacer para Herbología. Longbottom le dio tiempo hasta mañana. Debía tener aunque sea un Apenas aprobado. Pensó en su necesidad de ser Sanador. En su hermana. Cuando se levantó para irse, se excusó diciendo:

—Lo siento, James. En verdad debo irme, también tengo unos ensayos esperándome—Para su sorpresa, James se levantó antes.

Te acompaño. Quedé con Albus en la puerta de la entrada de la casa de Slytherin.

Eso a Scorpius le llamó la atención, pero caminaron juntos. Pronto, se encontró riendo de algunas de las anécdotas de James sobre sus vacaciones en zonas de playa con sus abuelos.

Yo no tengo mucho que decir —dijo él—. Ninguno de mis abuelos moja sus pies en el mar —casi se ahoga imaginando a su abuela Narcissa bajo el sol. Eso jamás pasaría, ni siquiera iban con su padre y con él cuando iban a zonas costeras—. De hecho, papá y yo somos los únicos que nos divertimos en el mar. Cassie, que se ve obligada a ir, se tapa entera puso los ojos en blanco, recordando la última vez en una playa, hace dos años. Mamá lo… —respiró hondo, recordando una vez a su madre en la playa—. Mi madre lo intentó una vez, sin éxito. Su piel se irritó mucho porque se rehusó a ponerse algún protector para el sol.

¿La extrañas? —preguntó de repente James, con una mirada triste. 

Todos los días —confesó. Habían llegado a un extremo del pasillo. Albus no estaba. Le avisaré que lo estás esperando Allí había pocas luces, sólo unas llamas por aquí y allá a cada lado de la puerta de su Sala Común. Entonces, cuando estaba por despedirse, James apoyó las manos en su cadera y lo miró a los ojos. Bajó la boca hacia la de él y... lo besó.

Scorpius cerró los ojos. Fue un beso muy distinto. Él mismo reaccionó de forma distinta. Fue un beso fiero, sin barreras, que pasaría a la historia como uno de los diez mejores besos del mundo (aunque apenas era su tercer beso en sus quince años. El primero no se lo contaría nunca a nadie).

Después de eso, cuando se apartaron, James le sonrió y a Scorpius casi se le derriten las piernas.

Yo... este... Nos vemos mañana para el baile dijo, yéndose muy confundido. Encontró a Albus en el sofá. Su amigo alzó la cabeza y se puso de pie. Tenía una carpeta en sus manos.

¿James está afuera? —le preguntó Albus, acomodándose los anteojos. 

Sí, te está esperando.

***

En su cuarto no estaba ni Vincent ni Thomas. Se sentó sobre la cama. Tenía que tomar mochila, bajar a la Sala Común y rehacer sus ensayos para Herbología, pero su mente estaba tan lejos. Ya llevaba varias citas con James en las que se habían reído, y hoy, casi estaba seguro que James le había coqueteado y... bueno, estaba seguro de haber chocado sus hombros entre ellos cien veces a conciencia. No podía pensar en plantas, sus usos y peligros. Su corazón latía deprisa.

Scorpius se tiró en su cama. No tocó ninguno de sus ensayos.

***

James tenía la carpeta que Albus acababa de darle. Si su hermano notó su sonrojo, no mencionó nada. Albus no tomando la oportunidad de burlarse le decía lo serio que era todo.

Cuando entró a la Sala Común de Gryffindor, se encontró a Rose sentada al lado de Creevy. James le dedicó una mueca. Al otro lado, como perros salvajes, estaban Fred, Louis y Molly. Rose carraspeó y Creevy saltó en su lugar.

Bienvenido —dijo el chico, mirando al piso, respirando hondo—. James, tengo unas preguntas para ti.

James rió con incredulidad.

¿Bromeas, cierto?

No Rose respondió por él. Creevy, el discurso que me diste a mi —le ordenó.

Lo siento mucho, James. Yo... tal vez no tenga excusas, pero es que siempre hablaste tan mal de Malfoy, y al primer artículo le fue tan bien, y el profesor Neville estaba tan interesado. Mis Aceptables se convirtieron en Supera las Expectativas y Extraordinario. Sé que desvirtué todo lo que has dicho de tus citas, pero pensé que... que era lo  que querías. El profesor me alentó. Yo... ya no quiero ser amarillista. Sólo quiero reparar mi error y mi reputación. Solo un par de comentarios sobre cómo han ido las citas, de verdad, y tus palabras exactas serán lo que publicaré.

James miró a su prima y al resto, pidiendo una explicación silenciosa. Rose, por supuesto, fue quien se la dió.

Para mí, Creevy es sincero, James. Algunos miró a Fred, Louis y Molly, tienen dudas. Solo hay una manera de averiguar que tan arrepentido está Creevy de verdad. 

James respiró hondo, supuso que eso era cierto, y podía hacerlo. Y quizá de paso limpiaba los rumores de una vez por todas alrededor de Scorpius. Tomó asiento y miró a Creevy:

Scorpius y yo la  hemos pasado muy bien.

Después de esta semana de citas —dijo con cautela el chico que ya tenía su pluma escribiendo sobre un pergamino—, después del baile de mañana, ¿qué piensas hacer con Scorpius? ¿Pasarán más tiempo juntos? ¿Serán amigos?

James quería decirle que deseaba seguir en citas con Scorpius por siempre. Y si bien por segunda vez ambos se habían besado, no habían hablado. Finalmente, lo que dijo fue:

Tomaremos las cosas como vengan —fue todo lo sincero que pudo—. Mira, hoy tuvimos una cita estupenda juntos y…

O sea —interrumpió Creevy—, ¿él te gusta?

James reprimió una maldición.

¿No era descortés decirlo eso a un periodista antes que al involucrado? Miró el reloj. Faltaba media hora para que fueran a ver a la directora con Rose. ¿Qué podía decir? Miró a su alrededor, todos mirándolo.

Scorpius Malfoy es un chico maravilloso contestó. Rose sonrió y señaló la carpeta en sus manos. James lo entendió. Aunque algunos no lo vean y no lo entiendan, pero de verdad, él es maravilloso. Ayuda a todos, y aunque su casa huya después de terminar sus stands en esta feria, él se queda limpiando, aunque no deba. También ayuda a los primero de otras casas en sus tareas. Y aunque algunos profesores creen que siguen teniendo 15 años y se toman las cosas personales con él, Scorpius prefiere mantenerse en su edad y demostrar de lo que está hecho. Tiene un sueño y desea cumplirlo, y hace todo dentro de las reglas para llevarlo a cabo. Pasa más horas en la biblioteca que con sus amigos. Es... admirable. Yo... de verdad lamento haber provocado algunos de los rumores que lo rodearon. Siempre malinterpeté todo. Me dejé influenciar por lo que algunos  adultos no pueden olvidar.

¡Carajo! Estaba tan enamorado.

Forward
Sign in to leave a review.