Valentín en Hogwarts

Harry Potter - J. K. Rowling
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Valentín en Hogwarts
Summary
*San Valentín en Hogwarts*La actividad para el 14 de febrero en Hogwarts dice que Scorpius Malfoy y James Sirius Potter son compatibles para ser pareja. Solo hay dos problemas con esa resolución:1) Scorpius no firmó su nombre en la actividad del 14 de febrero.2) James piensa que Scorpius es el estudiante más patético del colegio de lo estirado que es.
Note
El resumen que no puedo poner porque es demasiado largo (solo por eso dice nueve capítulos pero tiene 8).Con Valentín hago referencia a San Valentín (por las dudas, porque quedó como si fuera un personaje y nada que ver)
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3 Selección

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Selección

Las semanas posteriores al 13 de febrero fue algo por lo que Scorpius no quería volver a pasar:

"Apenas aprobado. Hubieras tenido más calificación al agregar las características del Herbólogo Gereias Herddlentón en su libroEnciclopedia del Herbólogo aprendiz tomo I

***

Malfoy; Goyle —llamó la profesora Cho Chang—, Slytherin debe hacer panfletos para el evento —le comunicó una clase. Nadie en Slytherin quería ayudar ya que no pensaban participar. Scorpius debió luchar con sus compañeros por eso.

***

-Cinco puntos menos para Slytherin, señor Malfoy le dijo el profesor Longbottom cuando todavía ni siquiera empezaba a trabajar en su planta.

***

No me importa que haya para decorar, Scorp. Hay entrenamiento de Quidditch rugió su capitán.

***

Scorpius estaba exhausto, sin embargo, pese al recelo de la mayoría de Slytherin, vio a Greta, Kenia y a Sophie Goyle poner su nombre en el Sombrero del amor. Siempre veía la sonrisa orgullosa de la profesora Chang cuando estudiantes de quinto a séptimo año ponían su nombre para participar de la Lotería del Amor.

Scorpius y Sophie debieron repartir panfletos por cada aula promocionando la dichosa fiesta el fin del viernes siguiente al 14 de febrero en el Gran Comedor. Todo se complicó más cuando una alumna hija de muggles de Gryffindor dijo de hacer temática “feria”, por lo que pronto todo se convirtió en la semana del amor, y cada día habría una serie de stands diferentes, como un café que organizaría  Séptimo año de Ravenclaw y Gryffindor; un stand de ventas de rosas, dirigido por de Hufflepuff, y varias cosas más. El café sería el lugar donde se llevaría a cabo la primera cita de los emparejados por el Sombrero del Amor. Ah, y las citas también se extendían una semana. 

A Scorpius no le gustaba nada el festejo, de hecho, se rehusó a meter su nombre hasta el último minuto, pero como Prefecto, se aseguró de que no se le hubiera pasado nada por alto respecto a la organización.  Así, llegó el día 13, día en que el Sombrero de Rose nombraría los emparejamientos. La hora de la cena se notó la ansiedad de todo quinto a séptimo año. Los estudiantes de primero a cuarto estaban curiosos. Había estudiantes que no paraban de apostar quién iría con quien a una cita. Cuando Scorpius se sentó, vio que Lulú, la estudiante de cuarto año de Slytherin, estaba enfrente.

¿Con quién crees que te emparejan, Scorpius? —preguntó ella.

Con nadie dijo él, suspirando. No puse mi nombre Lulú  sacudió la cabeza.

Deberías. Puede que tu media naranja esté en el castillo. ¿Tú, Albus?

Por favor, Lulú, sólo quieres verificar si Scorpius está disponible o yo la chica se puso roja. Lamentablemente, yo tampoco puse mi nombre. Esa cosa puede tener una trampa de parte de Rose.

Scorpius vio una cabellera castaña acompañando un caminar digno por el rabillo del ojo, por lo que enderezó su espalda.

Cassi saludó. Su hermana también tenía los ojos grises pero expresaban más frialdad que los suyos. Cassiopea no sonrió, solo se cruzó de brazos.

Hermano siempre tan formal, pensó. Espero que esto acabe mañana.

Sí, yo también. 

La chica siguió su camino y se sentó con su grupo de amigas.

Tu hermana desborda simpatía. susurró con sarcasmo Albus.

Lo sé. Es un amor.

Las cosas sin James no son lo mismo dijo entonces Lulu, estirando el cuello a la mesa de Gryffindor.

Scorpius echó una mirada. Había notado su ausencia en realidad, y es que el chico siempre reía a carcajadas suelta o insultaba a alguien.

Argh dijo entonces, viéndolo entrar con sus amigos. Ya lo llamaste.

***

James alcanzó a ver la expresión que le dedicaba Malfoy al verlo.

Lo odio. Me irrita —dijo apretando los dientes

Molly, que venía con él, puso los ojos en blanco.

Sí, claro. Ese hombre irrita a cualquiera Molly le guiñó un ojo y desapareció al lado de una amiga suya.

James resopló con frustración. Scorpius Malfoy tenía la habilidad de estropearle el día. Terminaba de engullir las empanadas de calabaza cuando la directora y la profesora Chang se pusieron de pie. La directora parecía feliz. 

Hola, queridos estudiantes. ¿Estamos listos para anunciar las parejas? James miró el comedor lleno de estudiantes, todos asintiendo, muchísimos chillando. Lavander y Finnigan se agarraban emocionadas de las manos. Él había puesto su nombre ya ansiaba poder tener una cita dado que este 14 no tenía a nadie. Creo que sí. Oh, no las anunciaré yo. Lo hará la mente maestra detrás del plan: La profesora Chang, por favor. 

La profesora de Encantamientos se puso al lado del Sombrero de Rose. El sombrerero abrió una rendija y escupió un papel. Chang sonrió y esperó que escupiera a otro nombre antes de anunciar a cada pareja. Así estuvo, pronunciando nombres ante una multitud de personas. 

Scorpius encontraba la cosa por momentos algo aburrido, por lo que determinados anuncios se concentró en algunas charlas con Albus. Los susurros entre ellos variaba, a veces eran sobre el próximo partido de Quidditch, a veces de los emparejamientos, especialmente aquellos que le suscitaron muchas risitas. Hubo algunos anuncios que generaron aplausos como el de Ollivander y Finnigan de Gryffindor. En el Gran Salón sonó un rugido de aprobación cuando Fred Weasley quedó emparejado con Issa Ackerman.

Bien dijo Albus en un momento. Parece que ya casi ha terminado. Pronto podremos ir a dormir.

—Yo hacer mi trabajo de herbología dijo Scorpius. Respiró hondo y vio como Chang tomó la pareja siguiente, que, al igual que las demás, sacó dos largos papelitos. Finalmente, oyó un nombre, pero su mente no lo procesó.

Albus le tocó el codo y lo miró.

Dijiste que no pondrías tu nombre.

No lo hice, Al. Lo juro. ¿Por qué dices eso? 

 

James Sirius Potter, desde la mesa de Gryffindor tronó en risa junto a sus primos Fred II y Louis Weasley, y es que James estaba encantado de ver al amigo de su hermano todo estirado en una situación comprometida, pero la sonrisa se le borró de la cara cuando:

James Sirius Potter leyó la profesora Cho Chang. 

—¿¡Qué mierda!? —gritó, poniéndose de pie. La profesora, que lo mal interpretó, le sonrió y esperó a que el nombre que ya había pronunciado antes se pusiera de pie. 

 

El silencio reinaba en el Gran Comedor. Todos parecían contener el aliento con los nombres que la profesora acababa de leer. Scorpius miró a Albus que miraba a su hermano a la distancia. La verdad, Scorpius aún no procesaba lo que estaba pasando, por lo que pensó: Pobre alma la que estuviera destinada a James pensó. 

Scorpius Hyperion Malfoy —volvió a llamar la voz de la profesora Chang. Albus le hizo una mueca. 

E-eres tú.

¿Eh?

Al frente, estaba Vincent y lo miraba con ojos terriblemente abiertos.

Has sido emparejado con.. —Vincent no podía terminar la frase. Scorpius no quería que terminara la frase. 

Joder

Yo no susurró, casi riéndose. No puse mi nombre.

Scorpius Malfoy, de pie por favor —lo llamó otra vez la profesora Chang. 

¿Eh?

Podrías ser el futuro señor Potter dijo Lulú. 

Scorpius hizo una mueca:

Lo dudo. Yo no puse mi nombre —insistió. 

Señor Malfoy Scorpius volvió su rostro a Chang. Estás emparejada con el joven James Potter. Por favor, de pie.

Scorpius se atragantó con su saliva. Tenía que ser un error. Vio al otro lado, a James, de pie, con el rostro blanco. A su lado, Creevy tomando notas para el periodico escolar. Pronto entendió que estaba montando un número y sonrió, se comportó como si estuviera conforme y se puso de pie.

***

Como sabrán —dijo Cho Chang sonriente después de la cena, con todas las parejas reunidas en un salón—, han habido modificaciones por el éxito que está mostrando el evento. Serán una serie de citas desde el 14 al 21 de Febrero  —anunció entusiasmado, sonriendo de oreja a oreja.

Respirar, dijo Scorpius. Necesitaba recordar como respirar. 

¿Una serie de qué? —preguntó, mareado. Él ya lo sabía, pero aún así debió preguntar. 

—De citas, joven Malfoy. Ya lo sabes. 

De pronto la Lotería del Amor parecía la Lotería de la Muerte. 

Joder

Scorpius estaba atrapado en el centro de la tormenta. ¡Y con James Potter!

—Pe-pero yo no escribí mi nombre —dijo por quinta vez desde que empezó dicha reunión. La profesora lo miró con pena. 

—Tendrías que dejar de mentir —le dijo. Él no mentía. Nunca—. Solo tú podrías haber escrito tu nombre en un papel. El Sombrero de Rose es genial, puede identificar la letra de cada estudiante. Ya vez, a Corman no lo ha emparejado y su papel ha salido rojo porque alguien fue quien escribió su nombre, no él. Ah —volvió a anunciarles a todos—. El baile será el 21.

Pero… —lo intentó una vez más. Chang tendría que entender que el Sombrero de Rose no era perfecto, porque él de verdad no había escrito su nombre en un papel. 

—Malfoy —sonrió la profesora—. Todos están felices. Todos aman la semana del amor. 

Sí, pero…

Será fabuloso y es una idea única. 

Scorpius había dejado de escuchar y miraba al otro lado de la ronda de alumnos (parejas) donde esperaba, no,  donde lo esperaba James alejado de él. Eran los únicos separados, las demás parejas estaban todas juntas, mirándose. Notó que James le sonrió a más de una chica emparejada. ¡Era un maldito  egocentrista!

La voz de Chang penetró entre la niebla que envolvía su cerebro:

—Hay algunas citas ya programadas, por ejemplo: Las parejas pueden compartir sándwiches el martes, ir juntos a la feria el jueves. Será la semana del amor.

¿Una semana? —lloró Scorpius. Ya lo había escuchado pero, aun así, valía la pena llorar. 

¿Tenía que pasar una semana entera con James Potter y fingir que eran una pareja feliz?

Joder.

Bueno —dijo la profesora—, no puede esperar enamorarse en el tiempo que se tarda en tomar un té, ¿verdad, joven Malfoy?. Y no lo sabrá nunca si no pasa tiempo con su pareja señaló a James.

Pero yo…

Has accedido, como todos los demás participantes, a dedicarle al menos una cita. 

¿Cómo lo habían emparejado con el bocazas más grande de Hogwarts, y cuándo ni él mismo puso su nombre al maldito invento de Rose?

Respiró hondo y se acercó a James.

 

James notó que Scorpius Malfoy parecía más furioso que nunca. De hecho, se detuvo frente suyo, dando la espalda al resto de los estudiantes allí reunidos, probablemente para que los demás pensaran que todo era felicidad entre ellos.

¿Quién se creería algo así?

¿Sabes que el enojado debería ser yo, Malfoy? preguntó. Scorpius alzó su ceja—. Buscaba una cita, una buena cita —enfatizó—. Pensé haberte escuchado toda la semana decir que esto era una mierda, ¿por qué narices tiraste tu nombre en el Sombrero? ¿No eres un estirado que las cosas muggles le valen nada?

Yo no le di mi nombre y no tengo problemas con las costumbres muggles. Solo... me parece… ¡Argh! Olvídalo.  Estoy muy liado con Herbología, ¿de acuerdo? Debo irme, tengo que entregar un ensayo. Nos vemos mañana en nuestra cita. 

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