CAPÍTULO 7
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CAPÍTULO 7
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Ambos estaban sin camisa en la habitación de Harry cuando Harry se alejó.
—Estoy realmente hecho un lío y esto es una mala idea —dijo.
—Sí, no me importa —dijo Timothy, inclinándose para besarlo de nuevo. Harry lo detuvo.
—No, es como… no te amo.
Timothy se rio.
—¿Y qué?
—Así que no estas…
—… ¿Lastimado? —terminó Timothy— No tomes decisiones por mí. Solo cállate y bésame.
Harry lo hizo. Tres minutos más tarde se separó de nuevo.
—Es solo sexo —dijo— ¿Estás de acuerdo con eso?
—Lo estaré, si alguna vez tenemos sexo —dijo Timothy.
—De acuerdo —dijo Harry— Bien.
Si Timothy notó que Harry no estaba poniendo todo su interés, no dijo nada. Harry no podía pensar, no podía sentir nada. Vertió su mente en su cuerpo y trató de perderse en un placer sombrío y despiadado.
—Mmm —dijo Timothy, cuando terminaron— Creo que así es como se supone que se debe sentir.
Harry se movió para mirarlo.
—¿Estás bien? —preguntó.
—¿Por qué no lo estaría? —dijo Timothy, con un irónico levantamiento de cejas.
Harry se sentó y pasó las piernas por el costado de la cama. Timothy se apoyó en un codo.
—Estabas pensando en él, ¿Verdad? —pregunto Timothy— Draco.
—No —dijo Harry. Empezó a vestirse.
—¿A dónde vas?
—Tengo que reportar una muerte. Una adolescente asesinada.
Timothy se subió las mantas hasta la barbilla. Harry deseó irse, luego se odió a sí mismo por ser tan insensible.
—¿Así que esto fue algo para salir de tu cabeza? —preguntó Timothy.
—Sí —dijo Harry, apoyando la cabeza contra la puerta— Debería haber… dejado eso claro. Antes.
Timothy se encogió de hombros.
—Lo habría hecho de todos modos.
—Realmente debería irme —dijo Harry.
—Fue agradable —dijo Timothy, mientras Harry abría la puerta. Harry hizo una pausa para sonreírle.
—Lo fue —dijo, aunque no lo había sido.
No sabía cómo procesarlo. La chica muerta. Malfoy diciendo «“Avada Kedavra”» tan rápido y fácil, al mismo tiempo que «“Potter, maldito idiota”», como si estuviera limpiando un vaso que Harry había derramado. Malfoy, cuyas manos habían estado por todo el cuerpo de Harry, que había hecho el papeleo de Harry porque sabía que lo estresaba, y dejó notas que decían “Te amo” en los bolsillos de la ropa de Harry.
No sabía cómo lidiar con eso, así que volvió a acostarse con Timothy esa noche.
—Hay una chica que entra en la tienda —dijo Timothy, mientras se acostaban en la cama— Creo que le gusto.
—¿Estás tratando de ponerme celoso?
Timothy se quedó en silencio.
—Lo siento —dijo Harry— Soy un idiota.
—No estaba tratando de ponerte celoso. Yo solo… ella tiene mi edad. Nunca he estado con alguien de mi edad.
Harry se giró para mirar a Timothy.
—Sabes que puedes quedarte aquí pase lo que pase, ¿Verdad? Nunca te voy a echar. Puedes acostarte con quien quieras. O lo que sea.
—¿Quién es L? —preguntó Timothy.
—¿Qué?
—Me llamaste L.
Harry se giró sobre su espalda.
—No, no lo hice.
—Erica me dijo que eso se llama “Manipulación Psicológica”. Cuando intentas hacer que alguien dude de sus recuerdos.
—Erica quien entra en la tienda —dijo Harry— Crees que le gustas.
—Sí.
Harry suspiró.
—Lamento haberte llamado L. No me di cuenta de que lo estaba haciendo.
Timothy se removió en las almohadas.
—Me amas, Harry.
—Timothy…
—No, lo sé, no estás enamorado de mí. Pero hay muchas maneras de amar a una persona.
Harry lo miró fijamente.
—¿Qué quieres decir?
—Me amas como un amigo —dijo Timothy— Un amigo con el que quieres follar. No dejes que te confunda.
—¿Eres la autoridad en el amor complicado, ahora?
Timothy dio una media sonrisa.
—En cierto modo lo soy, sí —dijo.
—Entonces, ¿Qué tal esto? —dijo Harry— ¿Puedes amar a alguien y odiarlo al mismo tiempo?
—Esa es la única forma en que he sabido cómo hacerlo —dijo Timothy.
—No me refiero al odio, como, te hacen sentir una mierda, pero todavía te agradan. Quiero decir, odio, en el sentido de que representan todo lo que desprecias, pero de alguna manera todavía estás preocupado por ellos, lo cual es una mierda, porque deberías preocuparte por las personas a las que están… lastimando…
«“Potter, maldito idiota. ¡Avada Kedavra!”».
Esos dientes perdidos. La angustia en su voz cuando preguntó si Harry quería que lo mataran.
—Sí —dijo Timothy, con una mirada comprensiva en sus ojos— Así es como funciona, a veces.
Hubo una pausa.
—Él era un mortífago, ¿No? Draco Malfoy.
Harry asintió. Timothy sonrió.
—Soy mucho más simple, ¿Sabes? Sería mucho más fácil para todos si simplemente te enamoras de mí.
Harry se rio.
—Sí, lo sería —tocó suavemente a Timothy en la nariz— Pero.
Timothy sonrió.
—Es agradable no sentirse como un desastre, por una vez —dijo.
Harry se rio.
—¡Gracias!
—Cuando quieras —dijo Timothy.
Harry ni siquiera trató de dormir. Se sentó en la cama y miró a Timothy. «“Será mucho más fácil para todos si simplemente te enamoras de mí”». Podría ser. Y, sin embargo, cuando pensaba en la forma en que Malfoy le había tocado suavemente el brazo y lo había llamado K, supo que Malfoy todavía estaba enamorado de él. Lo volvía loco, pensar en eso.
Lo debatió toda la noche, pero por la mañana sabía que tenía que hacer lo correcto. Tenía que contarle al Departamento de Aurores sobre el papel de Malfoy en la muerte de Anna.
Entró al Ministerio por red flu sintiéndose como si estuviera clavando una daga en la espalda de Malfoy. Estaba desesperado por terminar con esto, pero para su consternación, el Departamento de Aurores estaba agitado y ocupado. Robards estaba demasiado ocupado para verlo.
—Tendré un minuto después del almuerzo —le dijo a Harry.
Así que Harry se sentó en su oficina, fingiendo trabajar, con el corazón desbocado. Significaría El Beso para Malfoy. No sería capaz de escapar; los ex‒mortífagos eran demasiado fáciles de rastrear. Todavía no era demasiado tarde para que Harry se retractara, para inventar algo sobre por qué necesitaba hablar con Robards… solo que una chica estaba muerta, y Harry había visto a Malfoy asesinar a ese hombre. Harry no tuvo elección. Tenía que entregarlo. No importaba que hubiera circunstancias atenuantes, se dijo Harry. Que Malfoy no había tenido ninguna opción… que Harry lo había obligado a renunciar «“No sabes a lo que me estás enviando de vuelta”» había dicho Malfoy, pero Harry no lo había escuchado…
No importaba. La gente estaba muriendo. Malfoy no era la persona que había pensado que era. Harry tenía que hacer lo correcto, sin importar lo mal que se sintiera.
Después del almuerzo, fue a la oficina de Robards.
—Bueno, Harry, ¿Qué puedo hacer por ti? —preguntó Robards, dejando su pluma con una sonrisa tensa. Probablemente pensó que Harry iba a renunciar.
—Se trata de Draco Malfoy…
La puerta se abrió y el apuesto joven interno cuyo rostro Harry había tomado prestado brevemente asomó la cabeza.
—¡Lamento interrumpir, señor, solo que atraparon al líder de los Knutters!
—¿Qué? —dijeron Harry y Robards al mismo tiempo. El interno dejó que el resto de su cuerpo siguiera a su cabeza adentro de la habitación.
—¡Aquí está el informe, señor!
Estaba resplandeciente. Afuera, la noticia claramente se había extendido; Harry podía escuchar los sonidos iniciales de júbilo de la oficina.
Robards miró el informe, sus cejas subiendo más y más arriba de su frente mientras leía.
—¡Inefables de mierda! —dijo, pero estaba sonriendo— ¡Han tenido un agente allí durante dos años!
El corazón de Harry vaciló. Pensó en Draco diciendo «“¡No tienes ni puta idea de en qué te estás metiendo! ¡Solo confía en mí y vete!”»
—¿Quién es? —preguntó Harry.
—Ni idea. Debe ser joven, todavía es un aprendiz —Robards silbó— No me hubiera gustado ese trabajo, te lo digo yo. Estas son buenas noticias, justo después del asesinato por los Knutter del que informaste ayer, Harry.
—¿Eso definitivamente lo hicieron los Knutters, señor? —preguntó Harry.
—Mhm, resulta que el padre de la niña es un traficante de drogas de poca monta. Parece que les estaba pisando los talones y querían animarlo a que se fuera. ¡Esto requiere un cigarro!
—¿Está bien el agente?
—¿Disculpa?
—El agente encubierto. ¿Lo retiraron con bien?
Robards echó un vistazo a su informe.
—“Imposible extraer al agente”.
—Imposible de… ¿Qué significa eso?
—Significa que está frito, pobre desgraciado. ¿Un cigarro?
Harry negó con la cabeza.
—¿Para qué querías verme? —preguntó Robards.
—Eh, nada. Yo… eh, solo quería decir gracias por… eh… ser un buen jefe.
—¿Estás bien, Harry? Te ves un poco paliducho.
—Sí, yo… eh, solo tengo dolor de cabeza.
—Sera mejor que vayas a casa y te lo tomes con calma. Te contaré quién se emborracha primero en las celebraciones.
—Sí —dijo Harry vagamente.
Caminó hacia su escritorio enajenado. Se sintió destrozado. Malfoy no había renunciado. Se había infiltrado. Por eso había matado al hombre; porque había visto a Harry, y lo reconoció, y ninguna cantidad de hechizos de memoria podían garantizar que no confesaría eso bajo tortura. Malfoy habría tenido que matar a Harry, si quería mantener su tapadera a salvo sin asesinar al hombre en la silla.
«“Imposible extraer al agente”»
«“Significa que está frito, pobre desgraciado.”»
—Harry —dijo su secretaria, llamando a su puerta cuando entró. No había una buena razón para que Harry tuviera una secretaria. Era solo cosa de prestigio, en realidad.
—Hola, Ed —dijo Harry.
—Recibiste un mensaje mientras estabas fuera.
Harry extendió una mano apáticamente.
«D—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—H»
Harry:
Draco Malfoy aquí, ven pronto
Timothy
«H—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—D»
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...CONTINUARÁ...