Long live

Harry Potter - J. K. Rowling Chronicles of Narnia - C. S. Lewis
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Long live
Summary
"How the kingdom lights shined just for me and youI was screaming, "Long live all the magic we made""Long live all the mountains we moved"I had the time of my life fighting dragons withDonde Edmund Pevensie no llega a Narnia y en cambio aparece en un armario en un antiguo castillo con gente rara vestida con túnicas negras, o, dónde Hermione Granger encuentra a un chico muggle no tan muggle escondido en el armario de Finch.
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01

- ¡Puede que tu tengas tu estúpida vida resuelta, Malfoy, pero en un futuro yo voy a estar triunfando en el puesto más alto del ministerio siendo tu estupida jefa y tú solamente seguirás siendo un idiota que usa su apellido para conseguir las cosas que no puede obtener por si solo! - Hermione gritó después de que, por cuarta vez en el día, Draco Malfoy la haya "insultado", o, al menos así sentía la castaña, ya que el rubio le gritaba cada que tenía la ocasión que ella había quedado en segundo lugar en la clase de adivinación. 

¿Segundo lugar? para Hermione era fallar. Sobre todo si el estúpido de Draco quedaba en un puesto mayor al de ella. 

Después de que Draco se quedará callado y sus amigos y él se retirarán entre risas y miradas de vergüenza ante tal verdad, Hermione siguió su camino hacía la sala de menesteres, lugar que usaría para llorar hasta que fuera la hora de la cena. 

Podría haber guardado la calma si quién hubiera estado arriba de ella hubiera sido Harry (por sus dones raros) tal vez Luna, ya que a ella se le daba demasiado bien aquella materia, se hubiera alegrado por Neville o Ron, pero no, Draco Malfoy encabezaba la lista de mejor promedio en adivinación y Hermione sentía que por más que se esforzara en aquella materia, nunca lograría estar de primera. 

¿Cómo una persona que se le da bien todo afronta el fallar en algo tan sencillo? 

Mientras iba caminando por los largos pasillos de Hogwarts, se cruzó con el armario de Finch, siempre estaba ahí pero ese día en particular se detuvo a observarlo, como si alguien o algo la llamara desde dentro. 

Cuando estaba convencida de que era su imaginación, escuchó un ruido proveniente del armario, después el ruido se convirtió en un murmullo y luego en una queja acompañada de un gritó. 

- ¡Peter, Susan, esto no es gracioso. Ya entendí que no debo pelearme en la estación de trenes! - Se había escuchado una voz masculina. 

Hermione levantó la ceja. No conocía a ninguna Susan o algún Peter, mucho menos aquella voz. 

Abrió el armario con cautela, pues pensaba en la posibilidad de que los gemelos le estuvieran jugando alguna broma, pero descartó aquello al abrirlo, pues un chico de cabello negro y ropa muggle cayó al suelo. 

- ¿Desde cuando hay otro armario para llegar a Narnia? - pronunció el chico mientras se tomaba de la cabeza y ponía de pie - Mejor dicho... ¡¿Cuando tomamos un armario para llegar a Narnia?!

- ¿Que pasadizo secreto es Narnia? - Preguntó Hermione. Lo que hizo que el pelinegro se sobresaltara y se percatara de su presencia. 

- ¿Quién eres? - Dijo el chico mientras la analizaba. 

- ¿Vas a contestarme o vas a seguir preguntando cosas sin responder las mías? - le dijo Hermione mientras se cruzaba de brazos. 

- Soy el rey Edmund, el justo. ¡Y te ordeno que reveles tu identidad! 

Hermione evitó reírse. Quizá el chico había estado jugando quidditch y se golpeó la cabeza fuerte, muy fuerte... demasiado fuerte. 

- ¿Rey? - se rio un poco - ¿Sabes en que siglo estamos? 

Edmund no comprendía. ¿No estaba en Narnia? ¿Donde estaban sus hermanos? ¿Que clase de castillo era ese?

- ¿Dónde estamos? 

- ¿Hogwarts? - Respondió la chica castaña - ¿Te caíste de una escoba o qué? 

- ¿Escoba? 

Hermione suspiro. 

- Te voy a llevar a la enfermería.


Después de que cierto chico pelinegro se resistiera, lo que terminó con Hermione lanzándole un hechizo adormecedor, por lo que tuvo que pedir ayuda de unos gemelos pelirrojos que no se callaban, finalmente llegaron a la enfermería. 

Claramente la presencia del chico con ropa muggle destacó, y la sorpresa de madame pomfrey fue más cuando no encontró al pelinegro en los registros de hogwarts. 

De un minuto a otro la enfermería fue cerrada, con la castaña, los gemelos y el chico misterioso dentro. 

Edmund descansaba en una camilla mientras que Dumbledore, la profesora Mcgonagall, la enfermera, los gemelos y Hermione lo miraban con curiosidad. 

- Díganme que ustedes no lo aparecieron - Exclamó Minerva luego de analizar la situación. 

- Profesora, lo último que quisiéramos aparecer sería a un chico, créame - Respondió George y Fred asintió. Hermione solo hizo una mueca que no pasó desapercibida por la encargada de gryffindor. 

- ¡Señorita Granger! - Exclamó con sorpresa. 

- Es que... - la castaña no encontraba las palabras - hace una semana estaba aprendiendo a aparecerme, pero leí el hechizo que no era, leí uno que era para aparecer gente, pero como nadie apareció... - suspiró- creí que no había funcionado y lo dejé pasar. 

- Felicidades señorita Granger - habló el director - pocos son los magos que pueden traer a una persona a hogwarts sin que nosotros nos enteremos... - hizo una pausa - 100 puntos para gryffindor. 

Minerva Mcgonagall lo miró mal pero a la vez miró orgullosa a Hermione. 

- Dices que mencionó que venía de Narnia... - Dijo Dumbledore después de aquella felicitación a Hermione, ya centrándose en lo verdaderamente importante - que extraño, no conozco esa nación. 

- No existe, profesor, busque en todos los mapas mágicos y en los muggles, Narnia no esta en ningún lado. Es un mentiroso o se golpeó demasiado fuerte con una buggler...

El director soltó una risa. Si bien Hermione era la alumna más brillante de hogwarts, le costaba ir más allá de la lógica. 

- Señorita Granger, lamento informarle que este chico no es alumno de hogwarts. 

Y fue ahí cuando Hermione captó la felicitación de hace unos minutos de parte del director. ¿A quién había aparecido?


Edmund despertó horas después, por lo que Hermione había aprovechado el tiempo para investigar más a fondo. 

- ¿Qué hago aquí? 

- Aparentemente te aparecí por accidente. Te debo una disculpa. 

- ¿Qué hago en una enfermería?

- Te lancé un hechizo adormecedor. Doble disculpa. 

- ¿Sabes si mis hermanos vinieron conmigo?

- Estabas solo cuado te encontré - Comentó la castaña. 

- Genial - Suspiró Edmund - van a matarme...

- Técnicamente... no te pueden encontrar aquí, así que no te preocupes. 

Poco tiempo después Dumbledore y la prof Mcgonagall llegaron, pues la enfermera les avisó que el chico había despertado. 

Después de un interrogatorio por parte de ellos, Edmund terminó contando todo. 

- La verdad es que no me sorprende esto, es decir, la primera vez que viaje a otro mundo claro que me sorprendí, pero luego me secuestraron para ceder mi corona porque aparentemente era un rey, pero después de la guerra y de poder liberarme me acostumbré y resulta que se me da muy bien reinar... 

- ¿Rey? ¿Guerra? ¿De qué libro de cuentos te saliste? - Expresó Hermione. No le creía ni una sola palabra. 

Edmund rodó los ojos. 

- No es un libro, es una nación. Se llega a ella a través de un armario igual al que tenían en el pasillo. 

Todos permanecieron callados. 

- Sigo diciendo que se cayó demasiado alto de su escoba - Fue lo último que dijo Hermione antes de abandonar la enfermería. 

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