
Mi madre me enseña a torear.
—¡Un sátiro! — Hermione rápidamente se dió cuenta de la identidad de Grover.
—¿Un que?
—Un sátiro, criaturas mitad hombre mitad cabra. Pertenecen a la mitología griega…
La castaña rápidamente regresó a su pergamino de notas y anotó,una teoría apareció en su mente y se preguntó si podía ser real, se mordió el labio para no gritarlo ante todos.
—Pero no es posible que exista algo así — murmuró Andrómeda sin seguridad.
—Los centauros existen, y ellos son mitad caballo. — señaló Hagrid interesado en la exigencia de estos sátiros.
—Yo leeré y quizá así lleguemos al fondo de todo este misterio— Mcgonagall se apoderó del libro y pasó los capítulos —Mi madre me enseña a torear.
—Titulo prometedor— los gemelos sonrieron mirando a su madre con ojos brillantes la cual negó divertida.
—Así que tú y mi madre… ¿os conocíais? —se me ocurrió decir.
-Excelente forma de romper el hielo en una situación tan rara — Tonks río
—Te seguía la pista. Me aseguraba de que estuvieras bien. Pero no fingía ser tu amigo —añadió rápidamente—. Soy tu amigo.
Harry y el resto sonrieron, era bueno que a pesar de todo lo que estaba pasando Percy siempre tuvo y tendría la amistad de Grover, y más en esos momentos difíciles.
—¡Así que admites que había una señora Dodds!
—Por supuesto.
—Ahora Percy finalmente podrá dormir tranquilo— Sirius se divertía cada vez más con los comentarios de esos dos.
…Volví a oír aquel aullido torturado en algún lugar detrás de nosotros, más cerca que antes. Fuera lo que fuese lo que nos perseguía, seguía nuestro rastro
La orden del fénix levantó una ceja sabiendo que si era mencionado en el libro probablemente sería algo importante, y más si era algo que los perseguía.
—¡ALERTA PERMANENTE!
—¿Seguro de qué? ¿Quién me persigue?
—Oh, casi nadie —soltó Grover, aún molesto por mi comentario del burro—. Sólo el Señor de los Muertos y algunas de sus criaturas más sanguinarias.
Minerva se detuvo unos segundos extrañada ante las palabras de Grover.
—¿El…señor de los muertos?
—Algo me dice que no se refiere a quien tu sabes— murmuró Luna balanceándose en su asiento.
Hermione abrazó con fuerza su asiento y no pudo soportarlo más — Escuchen, luego de releer todas mis notas y escuchar las palabras de Grover, he llegado a una conclusión…
Hizo una pausa unos segundos con una expresión extraña.
—Todos estos mitos que he leído en mi infancia han aparecido de alguna manera frente a Percy, eso no puede ser coincidencia, y yo creo que…los mitos griegos pueden llegar a ser reales. Monstruos, criaturas,dioses.
Esa última palabra salió como un susurro pero todos llegaron a oírlo.
—Dices que…esas historias de hace miles de años atrás, no están para nada muertas — Ted Tonks se lamió los labios pensando en que lo dicho por la niña tenia sentido.
No estaban seguros pero hasta ahora era la única explicación razonable por así decirlo, pero era difícil creer en que existía un mundo completamente diferente al de ellos y que nunca lo hubieran sabido hasta este momento.
—Y con el señor de los muertos…—Neville miró a su amiga sin terminar la frase.
—Se que lo dirán en los libros pero si no es así lo diré…pero no es nada bueno.
—¡Chicos! —dijo mamá.
Varios se perdieron con la conversación entre el dúo.
—Ya casi llegamos —respondió mi madre, haciendo caso omiso de mi pregunta—. Un par de kilómetros más. Por favor, por favor, por favor…
-Por favor…— se sumaron los demás.
Hubo un resplandor, una repentina explosión y el coche estalló.
Arthur se lamentó por oir lo que le sucedió al coche, pero estaba más preocupado por sus tres pasajeros.
—Comida —gimió, y supe que había esperanza.
Las pequeñas risas no se hicieron de esperar. Incluso en un momento de tanta tensión Grover podía hacerlos reír.
—¡Sal por el otro lado! —urgió mi madre—. Percy, tienes que correr. ¿Ves aquel árbol grande?
—¿Qué?
Otro resplandor, y por el agujero humeante del techo vi lo que me indicaba: un grueso árbol de Navidad del tamaño de los de la Casa Blanca, en la cumbre de la colina más cercana.
—¡De que le servirá ir a un árbol!. —Molly apretó la mano de su marido con extrema preocupación.
—Quizá allí pueda pedir ayuda a…otros magos —Ginny intentó calmar a su madre. Aunque ya dudaba de los magos de Estados Unidos. A menos que en los mitos griegos hubieran magos reales.
—Tenía la cara pálida y los ojos tristes como cuando miraba el océano—. ¡Venga, mamá! —grité—. Tú vienes conmigo. Ayúdame a llevar a Grover…
-Es un buen hijo - La abuela de Neville suspiró, tenía el presentimiento de que algo le pasaría a la pobre mujer.
—No nos quiere a nosotros —dijo mi madre—. Te quiere a ti. Además, yo no puedo cruzar el límite de la propiedad.
—¿A qué se refiere…?— una idea cruzó la mente de Remus— Oh…ella no puede cruzar al campamento.
—¿Es por qué no tiene sangre mágica? — Hestia se preocupaba por lo que pasaría a continuación.
Siguieron escuchando los intentos de Percy de convencer a su madre de que fuera con él con un sentimiento amargo. Luego siguió la descripción de la cosa que los perseguía.
—De cualquier forma todo es mejor que quedarse a solas con esa criatura —Ron tragó asustado, incluso el Troll de su primer año parecía más inofensivo que aquello.
—Maldición…— Charlie silbó impresionado, su madre ni siquiera se esforzó en regañarlo.
—Deben alejarse ahora — agregó Kingsley con tono lúgubre.
—No digas su nombre —me advirtió—. Los nombres tienen poder.
Harry rodó los ojos, la cantidad de veces que había oído eso en su vida. —Por favor, allí tampoco mencionan los nombres.
Dumbledore se detuvo de pelar sus caramelos de limón —Joven Harry, creo que allí no se mencionan por otra razón.
…—Llevo mucho tiempo temiendo este ataque. Debería haber tomado las medidas oportunas. Fui una egoísta al mantenerte a mi lado.
—Su madre parecía bastante reacia a mandar a Percy a ese campamento — señaló Fleur sin entender la razón.
El resto también lo había notado,no entendían que tenía de malo el campamento, además solo era el verano y luego su hijo volvería.
...Así que me mantuve en el sitio y, en el último momento, salté a un lado.
Un alfiler podía romper el silencio de la habitación, nadie pronunciaba palabra alguna, todo era incertidumbre por saber que sucedería.
—¡Huye!
... Un resplandor cegador, y de repente… había desaparecido.
—¡¿Qué?! — fue el grito general. Nadie podía creer lo que acaban de oír.
Sally Jackson había muerto?
Hagrid había empezado a derramar lágrimas junto a Molly, sintiendo pena por el pobre niño. Harry no se podía imaginar lo difícil que era decirle adiós a una madre luego de haber pasado doce años junto a ella. El había perdido a la suya apenas siendo un bebé, pero la extrañaba demasiado,no se quería imaginar a Percy.
—El niño a dicho que desapareció — habló Snape harto de los lloriqueos. Atrajo las miradas y los demás se dieron cuenta que de habían perdido ese pequeño detalle.
—Oh, es cierto…
…El tiempo se ralentizó.Mis piernas se tensaron. Como no podía saltar a un lado, salté hacia arriba y, brincando en la cabeza de la criatura como si fuera un trampolín, giré en el aire y aterricé sobre su cuello.
Los magos estaban sorprendidos por las increíbles habilidades físicas de Percy y por su valentía para enfrentarse a ese monstruo solo.
… Un micro-segundo más tarde, la cabeza del monstruo se estampó contra el árbol y el impacto casi me arranca los dientes..
—¡Comida! —insistía Grover.
-Shhh - chistaron varios como si el Grover del libro pudiera oirlos.
…El monstruo se tensó, soltó un gruñido de sorpresa y entonces… ¡crack! Aulló y me lanzó por los aires.
Solo cuando oyeron que el minotauro había llegado a su fin respiraron tranquilos. Casi les daba algo al pesar que le pudo pasar algo horrible.
Ambos me miraban, y la chica dijo:
—Es él. Tiene que serlo.
—Silencio, Annabeth —repuso el hombre—. El chico está consciente. Llévalo dentro.
—Es el final del capítulo — Anunció la profesora déjando el libro en su regazo.
—Bien, más gente ha aparecido. Ahora sí obtendremos respuestas — Tonks pidió el libro, estaba atrapada en la historia y ya quería saber que le esperaba al pequeño amigo de ojos verde mar.