Pesada es la Corona

Game of Thrones (TV) A Song of Ice and Fire - George R. R. Martin Harry Potter - J. K. Rowling
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Pesada es la Corona
Summary
Jon Snow era un bastardo, el hijo descartado de Rhaegar Targaryen y su segunda esposa Lyanna Stark, criado por los Stark de Invernalia. Jon no penso que tuviera un futuro alguno, sin embargo, una chispa encendio una llama en su interior y todo cuando se encontro mirando un par de ojos, unos indigo como cualquier targaryen y otro de un sobrenatural color verde esmeralda.Haraella era solo una moneda de cambio que su hermano Rhaegar utilizaria, pero ella queria mas que eso, sabia que podia ser mucho mas, sueños y visiones de una vida pasada plagaban su mente, Harriet Potter, escuchaba voces susurrarle. Una vez esclava de una profecia y ahora esclava de los caprichos de su hermano, pero ella una vez ella se habia liberado de sus cadenas y otra vez lo haria. Sus planes toman un giro cuando conoce al bastardo de invernalia, cuando sus miradas se cruzan, algo comienza a arder en su interior.Ni Harry Potter ni Juego de Tronos o Canción de Hielo y Fuego no me pertenecenJon Snow x Fem Harry Potter
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Chapter 3

Haraella II

Invernalia era sin duda un lugar interesante. Sintió la magia en sus viejas paredes, era poca, sin duda el paso del tiempo ha hecho que disminuya considerablemente. Eran pocos los lugares que aun conservaban magia, Rocadragón era uno de esos lugares, el pozo dragón también mantenía cierta magia en su ambiente, a pesar de que hacía tiempo que los dragones habían muerto, a parte de los cráneos, la magia residual daba testimonio de su anterior existencia.

Pensó que la visita al Norte, sería como cualquiera a otro reino al que habían visitado. Claro, el Norte era diferente a cualquier otro reino, una cultura diferente, dioses diferentes, pero, aun eran humanos.

Pero todo cambio ese momento cuando se encontró mirando a esos ojos violetas que le devolvieron la mirada. Inmediatamente, su magia canto cuando otra fuente de magia, sin dunda fuerte, se encontró con la suya. Se sobresaltó cuando sintió un leve dolor en la palma de su mano izquierda, la sorpresa la invadió.

No podía ser posible

Pensó con alarma. Sabía lo que estaba sucediendo, las memorias de su anterior vida le otorgaron conocimiento sobre varios aspectos de la sociedad mágica en la que había nacido.

Esto...esto debe ser una especie de error

Recordaba las lágrimas que Harriet había derramado, recordaba la amargura y el dolor.

Pero a pesar de sus pensamientos, Haraella no podía apartar la mirada de la persona que había provocado esto. Con su pulgar acariciaba la palma de su mano, donde más temprano ese día había sentido ese pequeño dolor, ignoro el bullicio de la fiesta, a su familia, ignoro a su hermana Daenerys quien no paraba de hablar.

--¡Jamás tendré un bastardo! -escucho cuando él le grito a aquel hombre con aspecto Stark. Noto la indignación en esos ojos violetas, sintió su furia, su vergüenza y su tristeza. Noto las miradas que su buena hermana, Lyanna le enviaba a su hijo, su hermano, Rhaegar solo le dedico una fugaz mirada antes de enfocarse en otra cosa.

El resto de su familia pareció importarle poco o ni siquiera sabían quién era.

--Ese es nuestro sobrino bastardo no? Hermana. —su hermana Daenerys, le pregunto.

--Su nombre es Jon.—respondió distraídamente Haraella.

--¿Así que ese es tu bastardo, eh, Rhaegar? - dijo Viserys- El chico no tiene ni una gota de sangre de dragón en sus venas. ¿Todo un lobo eh?

Era más que evidente la burla en sus palabras. Noto como los chicos Stark, Arya Stark y el heredero, Robb, miraban a su hermano Viserys con molestia. Noto mirada indiferente de Lady Stark y de su hija mayor, la expresión fría de Lord Stark.

--¿Él es mi hermano, madre? —pregunto Visenya a su madre. Lyanna miro a su hija con tristeza.

--Si, así es, mi niña.

La reina Elia y sus hijos tenían expresiones indescifrables en sus rostros.

Repentinamente, Haraella se levantó.

--De repente me siento mal, Si me lo permiten, iré a mis habitaciones a descansar, ha sido un viaje largo.

Miro a su hermano, esperando su despido. Este asintió.

-Si, por supuesto. Descansa, hermana.

Haraella entonces se volvió a Lady Stark.

--La comida estuvo maravillosa, Lady Stark.

Y con eso ella se fue de allí.

Con ser Jaime a cuestas.

--Este no es el camino a las habitaciones, su alteza. —le dijo ser Jaime.

Y lo sabía, pero no era ese su destino en primer lugar. Sus instintos y la magia la guiaron y pronto estuvo en el que solo podía ser el bosque de los dioses. Se internó en él, siendo seguida por su guardia.

Lo encontró frente a a un árbol, parado allí en lo que solo podía ser un árbol de corazón, la magia que emitía lo delataba, se sentía igual que al del bosque de los dioses de la fortaleza roja.

--Un ciervo de plata por tus pensamientos. –se encontró diciendo.

Él se giró, una expresión de sorpresa grabada en su rostro, ambos se miraron fijamente, ella sonrió suavemente.

--Hola. Jon.

 

 

....

Más allá de Muro. Norte

Un cuervo voló a través del frio clima de las tierras del frio norte. Voló ciento de millas hasta que por fin pudo divisar su destino. Se posó en una de las ramas del gran árbol. Soltó un graznido que resonó por todo el lugar.

Bryden Rivers jadeo cuando abrió los ojos y se encontró mirando a un cuervo que encontraba posado ahora en el suelo.

--Mi señor—dijo con voz áspera Bryden sin dejar de mirar al cuervo. —Lamento no poder darle una reverencia adecuada, pero estoy incapacitado, me temo.

De repente, en vez de aquel cuervo, ahora un anciano se encontraba frente a Bryden.

El anciano miro, con su único ojo visible, a Bryden.

--Ha pasado bastante tiempo, cuervo. —dijo el anciano comenzando a caminar alrededor del lugar, siempre apoyándose con un bastón de madera. —Sin embargo, no estoy aquí por reverencias. Hay algo mucho más importante.

El anciano entonces se sentó en una de las raíces del árbol.

--Me temo que mi momento se acerca rápidamente, cuervo. Me vuelvo débil cada día que pasa. Debí haber pasado hace tiempo, solo mi terquedad y voluntad me mantienen con vida.

Bryden solo miro al anciano con sombría aceptación.

--Ni dioses ni hombres son inmunes al tiempo. Todo lo que queda de mi reino reside aquí, soy el ultimo que queda, pero no el ultimo que habrá. Fui el principio, pero ahora mi fin llega, pero con mi fin algo nuevo comenzara. En unos años dos personas vendrán aquí, eso es inevitable. Hasta entonces tu guardaras de esto. Será tu deber recibirlos y si son dignos, darles estos regalos.

En las manos del anciano se materializaron un par de objeto, ambos llenaron de sorpresa y asombro a Bryden, por la magia y poder que emitían. El anciano dejo ambos objetos en el suelo. El anciano miro a Bryden.

--No sé si nos volveremos a ver, cumple con tu deber, cuervo. Hazlo y este mundo no sucumbirá a la oscuridad.

Con eso, así como vino, el anciano desapareció en el aire.

Bryden, sin embargo, mantuvo su vista fija en los objetos que dejo el anciano allí.

Entonces, los niños del bosque, que se habían mantenido alejados desde que sintieron la presencia llegar a ese lugar, se acercaron a Bryden.

--En verdad era él? —pregunto Leaf al cuervo de tres ojos.

Sin embargo, Bryden no respondió de inmediato. Su mirada aun puesta en aquellos objetos.

Un martillo no como cualquier otro, aquel que solo una persona digna, ya sea dios o hombre, podía levantar y con su poder reducir a un ejército.

Luego estaba la varita, sintió el toque de la muerte en esta...

Bryden miro a Leaf.

--Si...y ahora tenemos un deber que cumplir.

 

Fin del Capitulo

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