A Siriusly Complicated Situation [Traducción]

Harry Potter - J. K. Rowling
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A Siriusly Complicated Situation [Traducción]
Summary
Sirius entró en el velo pero no estaba muerto, cayó por el otro lado en el aire. Muy por encima de los Alpes en Europa. En plena Segunda Guerra Mundial de los muggles.¿Cómo llega desde allí a cazar Horrocruxes con su ahijado?
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Chapter 27

El teléfono celular que Tony había dejado con Bucky y Sirius zumbó fuertemente, haciendo que ambos hombres saltaran y giraran hacia la mesa en la que estaba el pequeño teléfono negro y plateado, vibrando sobre la superficie plana.

Bucky tocó el punto verde de la pantalla y se lo llevó a la oreja. -¿Diga? Bien, espera-. Pulsó otro punto en la pantalla y dejó el teléfono sobre la mesa. -¿Todavía puedes oírme?- Preguntó.

-Claro que puedo, Buckaroo-. Dijo Tony.

-¿Qué es tan importante, que tuve que ponerte en altavoz?- Bucky preguntó.

-Necesito que te sientes, Bucky-. La ligereza abandonó la voz de Tony. -¿Estás solo?-.

-Siri está conmigo-. Bucky respondió. -Los chicos están todos fuera jugando al quidditch con Harry, los gemelos Prewett y sus damas-.

-¿Peggy está con ellos?-.

-¿Sí...?- Bucky frunció el ceño. -¿Qué está pasando, Tony?-.

-S.H.I.E.L.D encontró a Steve Rogers-. dijo Coulson, uniéndose a la conversación por primera vez.

Bucky se desplomó en su asiento. -Oh, Dios...-.

-¿Cuándo es el funeral?- Sirius preguntó, pasando un brazo alrededor de su marido.

-Bueno, viendo que aún tiene actividad cerebral y un latido... Voy con, 'no habrá uno', no en este momento-. Tony respondió.

-¡¿Vivo?!- Bucky jadeó.

-Sí, hasta ahora. Está conectado a una máquina de EEG que lee la actividad cerebral y se muestra como alguien que está bajo anestesia general. Acabo de hablar con la cirujana de vuelo y quiere mantenerlo noqueado hasta que sea entregado a nuestro personal médico-. Tony dijo. -Creo que dada su relación con Bucky y Peggy, debería ser enviado a la isla-.

-De acuerdo-. Dijo Sirius. -¿Cómo...?-.

-¿Dónde está?- Bucky interrumpió.

-En ruta desde Murmansk-. Coulson dijo. -El avión ha sido desviado de Nueva York a Glasgow. Aterrizará en dos horas-.

-Haré que JARVIS te envíe los detalles a tu teléfono-. Tony añadió.

-Estaremos allí-.

-Excelente-. Dijo Coulson. -¿Sirius? ¿Podrías pedirle a Peggy que entre? Ella necesita saber-.

-Y trae a Harry también, por favor-. Tony añadió. -Necesito hablar con él. Es importante-.

-Ya sabes lo que piensa del quidditch, Tony-. Dijo Sirius. -¿Es tan importante como para interrumpir su partido?-.

-Sí-. Contestó Tony. -No es el fin del mundo, pero es la protección del mundo. Para el futuro, no ahora-.

-Bien, dame un minuto o dos-. Sirius besó suavemente a Bucky y tras una sonrisa alentadora, salió del despacho.

-¿Cómo... cómo está?- Preguntó Bucky.

-El cirujano de vuelo dice que está en condiciones notables, dado el ambiente en el que ha estado los últimos setenta años-. Tony dijo. -Principalmente, lo atribuimos al suero. Combinado con las gélidas temperaturas, parece haber actuado como una especie de anticongelante y haberlo puesto en un estado de animación suspendida. Los electroencefalogramas muestran una actividad cerebral comparable a la anestesia general pero con REM añadido. Físicamente, su temperatura corporal está por debajo de los niveles de hipotermia y tiene algunos golpes y magulladuras, algunos cortes que parecen casi recientes pero que sabemos que han sido causados antes o durante el accidente-. Tony recitó lo que sabía. ¿"Contundente"? -Parece estar en un sueño helado pero, por lo demás, sin heridas ni edad-.

-Tenemos razones para creer que una vez que se le retire la sedación y su cuerpo se caliente a niveles normales, despertará-. Coulson añadió.

-¿Quién despertará?- Peggy entró en la habitación. Ahora tenía veinticuatro años y un aspecto casi idéntico al que tenía durante su época en la SSR.

-Primero tienes que sentarte-. dijo Tony.

-¿Quién?- Preguntó Peggy.

-Escúchales-. Aconsejó Bucky, aún temblando de la impresión. -Siéntate... por favor-.

Peggy no dijo nada, se limitó a mirar fijamente a Bucky, que se limitó a asentir y a dedicarle una débil sonrisa. Inspiró con dureza y, tras entrecerrar los ojos, cruzó la habitación para sentarse frente a Bucky, mientras Sirius había ido directamente hacia su marido y estaba sentado en el brazo de la silla del hombre más corpulento.

-Estoy sentada-. dijo Peggy.

-Hemos encontrado...- Coulson se interrumpió.

-Encontraron a Steve-. Dijo Bucky.

Los ojos de Peggy se abrieron de par en par y la sorpresa llenó su rostro.

-Está vivo-. Dijo Tony.

Los ojos de Peggy intentaron volver a su cabeza y vaciló de su firme posición erguida, meciéndose en estado de shock, sólo la aguda bocanada de aire que tomó, impidió que se desmayara.

-Aún no lo he visto, pero hablé con el cirujano de vuelo que lo atiende-. Dijo Tony y repitió lo que acababa de decirle a Bucky.

-¿Glasgow?- Preguntó.

-En dos horas-. Confirmó Coulson.

-También...- Los oyentes pudieron oír la vacilación en la voz de Tony. -Coulson convenció a Fury de que tener la Iniciativa Vengadores bajo la bandera de S.H.I.E.L.D no sería bueno para S.H.I.E.L.D, así que Fury convenció al CSM para que se la cediera-.

-¿A quién?-.

-A mí y a Harry-.

-¿A mí?- Harry parpadeó.

-Sí-. Tony estuvo de acuerdo. -Fury lo llamó subcontratación pero el papeleo es más como una venta departamental, sólo que sin los dólares. Coulson explicó su razonamiento y... es sólido. La Unidad sigue siendo La Unidad, los Vengadores siguen siendo los Vengadores pero, además de su propio personal, las dos organizaciones están unidas bajo la bandera de la Iniciativa y, en caso de emergencia, pueden llamar a las personas más adecuadas para cualquiera que sea la emergencia-.

-Creo que esto hay que hablarlo cara a cara, Tony-. Dijo Harry. -Kingsley es Director, Moody y Peggy son Subdirectores. Yo sólo soy jefe de equipo. No estoy seguro de que deba involucrarme en esto-.

-Lo mismo digo-. Dijo Tony. -Pero Fury y el WSC nos han nombrado a ti y a mí copropietarios, así que nombré a Coulson como CEO/Director, eso significa que si tú lo apruebas, él dirigirá la Iniciativa, no nosotros. Puede nombrarnos miembros del equipo, pero también puede dejarnos fuera de un equipo, si así lo decide. Si está relacionado con la Iniciativa, él es el que manda, no nosotros. ¿Tú y yo? Bueno... ninguna empresa puede ser dirigida por dos personas en lados opuestos del mundo, demasiadas oportunidades para pasar el paquete, alguien tiene que serlo. Y él es el que tiene la experiencia práctica en la gestión de personalidades... difíciles-.

-Estoy de acuerdo-. Dijo Harry. -¿Y la financiación?-.

-Tenemos un puñado de cheques con los papeles-. Dijo Coulson. -Y hay algunos más en camino-.

-¿Los hay?- Preguntó Tony.

-Aparentemente-. Contestó Coulson. -Hill ha enviado unos cuantos mensajes. La ONU, la OMS, la Cruz Roja, Oxfam, la OTAN y Scotland Yard. Incluso el Palacio de Buckingham está enviando un cheque. Empieza a parecer más bien quién no nos da dinero. Y ya hemos recibido muestras de interés de hombres y mujeres en servicio para unirse a nosotros, como administradores y en servicio activo-.

-Bien...- Harry suspiró. -Voy a tener delante al Wizengamot para esto, ¿no?-.

-Yo diría que sí-. Sirius se rió entre dientes. -Eso te pasa por llamarlos un montón de... 'retratos de imitación anticuados'... creo que fue el término que usaste-.

-Al menos la abuela de Nev es Jefa de Brujos, ella te apoyará-. Dijo Bucky.

-Lo sé-. Harry sonrió. -Nunca pensé que llegaría el día en que Dumbledore se retiraría-.

-Sólo del Wizengamot y de la ICW-. Dijo Sirius. -Sigue siendo el director-.

-Dioses, no estoy deseando que llegue el día en que se retire de allí-. Harry sacudió la cabeza. -Eso va a ser una mierda, decidir quién ocupa su lugar-.

-Pensaba que...- Sirius frunció el ceño. -¿Creía que McGonagall...?-.

-Oh, no-. Harry se echó a reír. -Ella lo dejó muy claro, no está interesada en más responsabilidades. Subdirectora es lo más alto que está dispuesta a llegar-. Se puso en pie y soltó un suspiro. -¿Bucky? ¿Estás listo para recuperar a tu hermano?-.

-Sí, el gamberro siempre llega tarde a las fiestas-, resopló Bucky. -No sé por qué iba a ser diferente después de que fue y se puso a hacer ciencia-. El Comando Aullador utilizó el término que Tony había encontrado, cuando había estado hablando con algunos astrofísicos.

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Alguien habló en voz baja.

Eso fue lo primero de lo que Steve Rogers se dio cuenta. De eso y del hecho de que ya no tenía frío.

Poco a poco otras cosas se filtraron en su mente.

La textura de la superficie sobre la que estaba tumbado y la suavidad de las mantas que le rodeaban. El calor del sol en los pies y las pantorrillas. El ronroneo de un gato vibrando contra su cadera. El olor del océano. El sonido de la risa de los niños. El olor intermitente de limones o naranjas que soplaba en la brisa, a esta distancia era difícil determinar la diferencia entre los dos.

Y detrás de todo eso, alguien hablaba. Pasó un rato antes de que su confusa cabeza se despejara lo suficiente como para darse cuenta de que no sólo hablaban, sino que estaban leyendo en voz alta. Era un sonido familiar y se dejó llevar por la historia tan oída de las aventuras de Bilbo con una compañía de enanos.

La voz se apagó. No, cambió. Dejaron de leer. Hablaban con otra persona. La segunda persona retomó la historia de los barriles y un río salvaje. Las voces cambiaban en distintos momentos, pero siempre estaban ahí, leyendo en voz alta. Hasta que se detuvieron, cerrando un libro con un suave chasquido.

Las voces hacían una pausa y se entablaba un breve debate antes de que entrara una nueva persona. Steve pudo notar la diferencia, el aire se movía a su alrededor de forma diferente. La nueva persona empezó a leer una nueva historia.

Algo le rondaba la cabeza, algo que debería recordar, pero estaba caliente y cómodo y no quería moverse ni pensar. Pero ese algo le molestaba y poco a poco empezó a despertarse, con el ceño fruncido.

-¿Ya estás despierto, gamberro?- Preguntó la voz.

-Hmph...- Respondió con un gruñido.

-No del todo, ¿eh?- La voz soltó una risita y los recuerdos de mil mañanas se filtraron tras sus ojos.

Sus ojos se abrieron de par en par y se incorporó bruscamente, mirando a su alrededor.

-¡Mrowl...!- El gato que tenía en la cadera aulló cuando lo empujó.

-Cuidado, gamberro, últimamente tiene unas garras endiabladas-. advirtió Bucky desde el lado de lo que parecía ser una cama.

Steve miró a la aparición y la sorpresa y el miedo llenaron su corazón.

-¿Steve?- Preguntó la aparición.

-¿Bucky...?- Su voz era ronca y áspera.

-Espera, toma, bebe un sorbo-. Una taza sostenida frente a su cara por manos familiares. -Sólo un sorbo. Mójate la boca. Tranquilo-.

Las palabras y las amonestaciones eran tan familiares que a Steve se le llenaron los ojos de lágrimas.

-Oye, está bien, Stevie, está bien-. La taza desapareció, para ser reemplazada por un bulto familiar y unos brazos familiares lo rodearon. -Te tengo, amigo, te tengo-. Su cabeza cayó sobre un hombro familiar y sus dedos le pasaron por el pelo mientras se apoyaba en la otra persona. -Te volviste pesado cuando te hiciste grande, Steve-. Bucky gruñó.

Eso hizo que Steve levantara la cabeza y mirara la cara de su amigo, a escasos centímetros de la suya.

-Buck, ¿qué pasó?- Preguntó. -Te caíste...-

-Lo hice, pero me atraparon antes de que tocara el suelo-. Dijo Bucky. -Bueno, me golpeé contra el río, no contra el suelo. Me dio un doozy de una conmoción cerebral y tenía una caminata de cuatro días de regreso a la base-. Gruñó. -Llegamos justo a tiempo para que nos dijeran que hiciste algo estúpido-. Steve hizo una mueca. -Hiciste caer en picado un avión, Steve, en el maldito Océano Ártico. No estoy contento contigo y Peggy lo está aún menos-. Steve se encogió. -Pero hay algo más que debes saber. Bueno... un par de cosas-.

-Oh, no...- Steve susurró.

-Oh, sí, amigo-. Bucky sonrió. -¿La primera? La fecha de hoy es... eh... es tu cumpleaños pero es 2011 no 1945-.

-¿Pero qué...?-.

-Además...- Bucky sonrió satisfecho y Steve hizo una mueca al verlo. -Me he casado-.

-¡¿Qué?!- Steve se sacudió entre los brazos de Bucky. -¿Pero no eres...? ¿No te gusta...?-.

-¿Amigos?- preguntó Bucky y Steve asintió con cautela. -Sí, me gustaban, hasta que lo conocí y ahora, no busco en ningún otro lugar-.

-Whoa-. Steve resopló la palabra.

-Incluso tenemos hijos-. Bucky se las arregló para no reírse de la expresión en la cara de Steve, pero sólo por poco.

-¿Niños?- Steve balbuceó. -¿Quién te dejaría acercarte a los niños?-.

-Oh, es peor que eso-. Bucky sonrió y se alejó de Steve. -¿Estás listo para una sesión informativa de mierda, Capi?-.

-¿No...?- Steve torció la cara. -No, no creo que lo esté-.

-Bueno, pues mala suerte-. Bucky asintió con la cabeza. -No deberías haber hecho algo tan estúpido, ¿verdad? Entonces... ¿el tren?-.

-Ugh...- Steve gimió.

-Oh, aguántate-. Bucky se rió. -Me caí. Estaba seguro de que estaba acabado. Aunque eso no me impidió intentar agarrarme a algo. Ese algo resultó ser lo mejor de mi vida. Se llama Sirius. No s-e-r-i-o-u-s, en serio, sino s-i-r-i-u-s, Sirius. Llamado así por una estrella. Tenía una escoba, una auténtica escoba voladora-. Los ojos de Steve se abrieron de par en par. -Sí, esa fue más o menos mi reacción, también, pero no me impidió tomar la mano que me tendió. Nosotros...- Durante la siguiente hora, Bucky le contó a Steve todas las cosas que habían sucedido entre febrero de 1945 y el presente. Julio de 2011.

-... Así que... Hemos estado esperando a que despiertes, durante los últimos cuatro días-. Dijo Bucky. -¿Sabes lo aburrido que es estar aquí sentado leyéndote?-. Resopló. -Bueno, ya estás despierto, así que es hora de que te pongas de pie, Capi. Necesitas una ducha y no te voy a ayudar. Ya es bastante malo tener que lavar a los niños, yo no te voy a lavar a ti-. Señaló una puerta a los pies de la cama. -Ese es tu baño, allí hay ropa y toallas. Te esperaremos aquí, ¿verdad, Peg?- Bucky pasó la mano por la espalda del gato que había estado en la cadera de Steve.

-¿Peg?- Steve preguntó y se quedó atónito cuando el gato resopló y se transformó en una joven muy familiar. -¿Peggy...?- Susurró.

-Dúchate, Rogers-. Su voz era exactamente como él la recordaba y él reaccionó exactamente como siempre lo había hecho.

-Sí, señora-.

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