Se necesitan dos demonios para bailar un tango

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Se necesitan dos demonios para bailar un tango
Summary
¡Noticia de última hora! La princesa del infierno está embarazada.¿El problema? No sabe quién es el padre. Atrapada en este gran misterio, Charlie busca la manera de dirigir su hotel, salvar su relación con su novia, lidiar con la opinión de sus padres y las críticas de todo el infierno mientras se enfrenta a las dificultades de ser mamá. ¿Podrá lograrlo? O fracasará hasta caer hacia el oscuro pozo del fracaso...
Note
"It's not always about money..."https://www.youtube.com/watch?v=txniR3oHNqo
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¡Sorpresa!

Charlie se encontraba dormida en la oficina que compartía con su novia Vaggie y Alastor, su socio comercial, quien había sido muy insistente en tener su propio escritorio dentro de la habitación. La princesa estaba recostada sobre su propio escritorio con los expedientes de algunos huéspedes bajo su cabeza. Ella vestía su traje de negocios, con el cabello desaliñado y pegatinas en su cara. Su escritorio era un revoltijo de papeles, recortes de revistas, periódico, notas, pegatinas, plumas y plumones de colores pastel. A un costado izquierdo de Charlie había un pizarrón móvil lleno de ideas conectadas con líneas y decorado con notas y pegatinas.

En la pared detrás de ella había un pizarrón a un más grande, con notas y recortes conectados con hilos de estambre color rojo. En una esquina de la habitación descansaba el gato del hotel, Keekee, quien estaba acostado en el suelo sobre un cojín rosado. De pronto el gato entreabrió su ojo y miró la puerta de la oficina, que se abría lentamente. Vaggie entró a la habitación vistiendo su uniforme del hotel y cargando en su mano derecha una charola de metal con dos tazas de café. Ella se acercó al costado derecho de Charlie y puso la charola sobre el escritorio.

“Buenos días.” -Dijo Vaggie con una suave sonrisa.

Charlie entreabrió los ojos y lentamente levantó el rostro, revelando las enormes ojeras debajo de sus ojos. Ella dio un enorme bostezo y le ofreció a Vaggie una suave sonrisa “¿Me quede dormida?”

“Eso parece.”

Charlie se frotó los ojos con su mano derecha. "He estado un poco cansada últimamente" -Comentó. Vaggie le ofreció una taza de café y la princesa sonrió en respuesta tomando la taza en sus manos. “Muchas gracias.”

La princesa bebió su taza de café, luego hizo una mueca de disgusto y bajó la taza. Al ver su reacción, Vaggie frunció el ceño con preocupación. “¿Qué ocurre?”

Charlie la miró con una ligera sonrisa, frunciendo las cejas. “No es nada, es solo que... tiene un sabor un poco raro.”

La chica polilla le retiró la taza de café de sus manos y le dio un sorbo. Saboreó el café en su boca con el ceño fruncido. “Hm… a mí me parece bien.” -murmuró, luego regresó a ver a Charlie y agregó. “Pero solo por si acaso iré a prepararte otra taza.”

La princesa se puso de pie. “Te acompaño, estos expedientes ya me están mareando.” 

 

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Dentro de la cocina los mayordomos de Charlie trabajaban diligentemente: Razzle preparaba un par de huevos Sardou, mientras que Dazzle se ocupaba del jugo de naranja. Entonces, Vaggie entró a la cocina con una charola y dos tazas de café en su mano derecha. Ella se acercó a la cafetera, puso la charola sobre la barra y buscó dos tazas para café en la alacena que estaba a un lado. En ese momento, Angel Dust entró a la habitación luciendo desalineado y vistiendo el uniforme de su otro trabajo fuera del hotel. Él lucía agotado y tenía enormes ojeras debajo de los ojos. Caminó hacia la cafetera arrastrando los pies y tomó una de las tazas de café que estaban sobre la barra. Pero antes de darle un sorbo la voz de Vaggie lo detuvo.

“Yo no bebería eso si fuera tú.” -Dijo ella sosteniendo dos tazas limpias en sus manos.

Él regresó a ver a la chica polilla, luego enfocó su vista en el café y miró el líquido con sospecha, frunciendo el ceño. “¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?”

“Charlie dice que tiene un sabor extraño.”

Angel Dust miró el café durante unos segundos, luego cerró los ojos y alzó los hombros con indiferencia. “Meh... he probado cosas peores.” -Dijo y bebió el café.

Vaggie se ocupó de preparar café mientras Razzle servía dos platos de huevos sordou y Dazzle dos vasos de jugo de naranja sobre una charola de metal encima del mostrador de la cocina. Nifty tomó la charola y salió a toda prisa de la cocina. La pequeña pelirroja corrió hacia el lugar designado cómo comedor del hotel, que era una enorme habitación llena de mesas con manteles blancos y sillas de madera. El área estaba completamente vacía a excepción de una mesa donde Charlie se encontraba sentada, esperando a Vaggie. Nifty se acercó a ella y sirvió los platos.

“Gracias Nifty.” -Dijo Charlie alegremente.

Nifty le respondió en japones con la misma actitud. “Kochirakoso.” -Dijo ella y luego se retiró.

Vaggie se acercó al costado izquierdo de la princesa y puso las dos tazas de café sobre la mesa antes de sentarse junto a ella. Segundos después Angel Dust hizo acto de presencia y se sentó al costado derecho de Charlie.

“¿Les importa si me les uno?” -Dijo con una sonrisa, sosteniendo su taza de café en su mano derecha. 

Charlie sonrió en respuesta. “Me alegra verte de nuevo Angel.”

El demonio araña fijó su atención en Charlie. Al ver el rostro cansado de la princesa y sus ojeras abrió los ojos con sorpresa y ensanchó su sonrisa. “¡Ey! ¿Tambien te quedaste despierto hasta tarde?” 

La chica polilla respondió con simpleza. “Charlie estuvo trabajando por una buena causa. Tu por otro lado…” -Trató de decir, pero él la interrumpió.

Angel Dust intervino, con una voz excesivamente aguda. “¿Te encuentras bien Angel?” -Se preguntó así mismo y se contestó con voz normal. “¡Sí! Tuve una excelente noche. Pero gracias por preguntar.” -Afirmó, dándole un sorbo a su café.

Mientras ellos conversaban, Charlie le dio un sorbo a su taza de café. Ella disfrutó del sabor, pero luego frunció el ceño, desconcertada. Sin previo aviso se puso de pie y corrió a la cocina. El demonio araña y la polilla la miraron confusos y la siguieron. La princesa se acercó al fregadero de la cocina y dejó salir lo que había en su estómago. Angel y Vaggie se acercaron a Charlie luciéndose desconcertados, él a su costado derecho y ella a su lado izquierdo.

Angel Dust frunció el ceño con desagrado. “De acuerdo, me convenciste con lo del café.”

Sin prestarle atención, Vaggie miró a Charlie con preocupación y la ayudó a sostenerse el cabello. Cuando la chica terminó de vomitar, alzó la cabeza y miró a Vaggie con una suave sonrisa de ojos cerrados. “Gracias.” -Expresó con amabilidad.

Al ver el rostro decaído de Charlie, Vaggie soltó su cabello y frunció el ceño, molesta. “¡Esta vez voy a matar a Baxter! ¡Sigo diciéndole que se lave las manos antes de salir de ese sucio basurero al que llama laboratorio; ¡de lo contrario, podría envenenar a alguien algún día! ¡Pero nunca me escucha!"

“Tranquila, no es culpa de Baxter, solo… dame un minuto, las náuseas se van después de que vomito un poco.”

Vaggie la miró frunciendo el ceño confundida. “¿Qué?” 

Angel arqueó las cejas con sorpresa. “¿Dices que no es la primera vez que pasa?”

“Estoy bien. Solo me mareé un poco.”

Vaggie agregó. “Alguien debería examinarte. Antes de que el maníaco se mudara aquí, nunca había pasado nada parecido. ¡Pero ahora este hotel está lleno de bichos raros egoístas!" 

Charlie la corrigió amablemente. “Esos bichos egoístas son los que más necesitan nuestra ayuda, Vaggie.” 

Vaggie la agarró de los hombros. “Tú eres quien necesita ayuda ahora, Charlie.”

La princesa la miró y agachó la cabeza, suspirando con resignación, luego alzó la vista y miró a la polilla con una sonrisa. “Está bien, si eso te tranquiliza lo haré. Pero prométeme que no harás algo impulsivo como atacar a Baxter, ¿de acuerdo?"

La chica polilla resopló y apartó la vista de ella. “Está bien.” -Respondió. Luego regresó a ver a Charlie y frunció el ceño con preocupación. “Pero si descubro que él es quien que está detrás de esto me volveré loca.” 

 

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En medio de las calles de la ciudad Pentagrama, un enorme edificio se cernía en los alrededores de unos de los barrios privados de la ciudad. Era una enorme estructura de concreto con lados desiguales que le daban una apariencia retorcida. Por dentro estaba repleto de pasillos que subían y bajaban, conectándose con habitaciones muy grandes y otras muy pequeñas. El espacio era muy concurrido y a veces muy abierto. Demonios y criaturas de distintas clases y especies se paseaban de un lado a otro, entrando y saliendo de las habitaciones o discutiendo con aquellos demonios de aspecto profesional que vestían batas blancas o filipinas médicas.

Dentro de una pequeña sala, la princesa del infierno se encontraba sentada sobre una camilla con las manos en el regazo mientras un íncubo de mediana edad le iluminaba la garganta con una linterna. El sujeto tenía enormes cuernos y ojeras debajo de los ojos, vestía una filipina medica de color celeste, bata blanca y unos antejos. Después de unos segundos el médico apagó la linterna y la guardó en el bolsillo de su bata blanca. Miró a su paciente y habló con seriedad.

“Todo parece estar bien. Veremos qué aprendemos de los resultados de las pruebas, pero no hay ningún problema evidente. Por ahora, un descanso adecuado debería ser suficiente." 

Charlie giró su vista hacia Vaggie, quien estaba de pie detrás del íncubo. “¿Lo ves? Te dije que no había nada de qué preocuparse"

Vaggie le devolvió la sonrisa, se acercó a ella al costado izquierdo y la tomó de las manos. "Lo siento, no puedo evitarlo. Es solo que no quiero imaginar qué haría si te pasara algo." -Expresó con una sonrisa triste.

De pronto la puerta del consultorio se abrió y entró a la habitación un pequeño diablillo femenino de cuernos negros, vistiendo una filipina blanca con un pequeño sombrero y sosteniendo en sus manos una carpeta de color beige. Ella caminó hacia el médico y le entregó el archivo. El íncubo lo recibió y le dio un vistazo rápido ajustando sus gafas. Luego alzó la vista y fijó su atención en Charlie.

“¿Recuerda cuándo fue la última vez que tuvo su ciclo de súcubo?”

Ella agachó la cabeza y miró el suelo meditando su respuesta. “Hm… no.” -Alzó la vista y miró al íncubo. “He estado muy ocupada últimamente como para pensar en eso.” -Dijo forzando una sonrisa.

"También mencionó que no tiene intimidad con nadie más que su novia; ¿es correcto?"

"Sí, eso es correcto.” -asintió

Vaggie se sobresaltó y exclamó con indignación. "¿Qué clase de pregunta es esa?"

El médico miró el documento en sus manos y agregó. "Según los resultados de las pruebas que acabo de recibir, existe una gran posibilidad de que esté embarazada. Lo cual, si me está diciendo la verdad, no debería ser posible. Pero tal vez sea consecuencia del exceso de trabajo.” -Comentó. Luego alzó su vista y miró a Charlie. “En todo caso, ¿Aún mantiene su respuesta?"

Ella respondió sin vacilar. "¡Por supuesto que sí!"

El médico suspiró resignado y se frotó las sienes con cansancio. "Lo enviaré a ver a mi colega para descartar esa posibilidad. Luego, con suerte, podremos avanzar más."

El íncubo se acercó a la diablesa enfermera y se agachó para estar a su nivel. “Lleva a la súcubo con Gina.” -Dijo entregando de vuelta el archivo.

La diablesa recibió la carpeta y salió del consultorio con Vaggie y Charlie siguiendo sus pasos. 

 

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Mientras caminaban por los pasillos, Vaggie observó a su alrededor con cautela. “A veces pienso que la atención médica en el infierno no es tan diferente a la de la Tierra. Los médicos te siguen dando vueltas como si fueras una patata caliente, inventando excusas para mantenerte aquí el mayor tiempo posible."

Charlie le sonrió dulcemente. "Al menos, eso podría convencerte de que nadie está tratando de matarme."

La diablesa se detuvo frente a una puerta de afilados colmillos entrelazados uno sobre el otro en una línea de arriba hacia abajo. Se dirigió a las chicas y habló con una sonrisa. “La doctora Gina está esperando al otro lado, pero antes de que entren les hago saber que ella solo recibe a los pacientes.”

Vaggie se acercó a Charlie y puso una mano en su hombro. “Te espero aquí.” -Dijo con una sonrisa.

Charlie sonrió en respuesta y caminó hacia la puerta, que al sentir su presencia separó sus colmillos para dejarla pasar. La enfermera la siguió y la puerta se cerró detrás de ella, dejando a Vaggie sola en el pasillo. Después de unos largos y tediosos minutos, Vaggie comenzó a impacientarse, así que caminó de un lado a otro para relajarse. Sin darese cuenta los colmillos se separaron y la princesa salió del interior del consultorio al pasillo, sosteniendo un papel de color negro en sus manos.

Charlie tenía la mirada perdida, luciendo perturbada. Al verla, Vaggie corrió a su encuentro y la tomó de los brazos, mirándola a los ojos con preocupación. “¿Qué pasó? ¿Es demasiado grave?”

Sin decir una palabra Charlie le entregó el papel en sus manos. Vaggie lo tomó y se dio cuenta que se trataba de una foto en blanco y negro. La imagen era de color blanco y borrosa como si alguien hubiera intentado pintar con aerosol sobre un papel negro. Pero en el centro había una mancha negra en forma de frijol y dentro de la habichuela se podía visualizar tenuemente una pequeña mancha blanca. Vaggie arqueó las cejas al darse cuenta de que se trataba.

“9 semanas.” -Murmuró Charlie mirando a la nada.

Ninguna de las dos dijo algo más después de eso, simplemente salieron del edificio y subieron a la limusina estacionada a un par de cuadras. Tomaron asiento una al lado de la otra en completo silencio con Vaggie sosteniendo en sus manos lo que ahora sabía que era una ecografía. Los mayordomos de la princesa, Razzle y Dazzle, se encargaron de conducir la limusina en dirección al hotel mientras que las dos chicas permanecieron en completo silencio, con Vaggie mirando la ventana y Charlie con la vista en su regazo mientras jugaba con sus dedos. Después de pasar un par de cuadras la princesa decidió hablar.

Ella no tenía el valor de mirar a su novia, por lo que solo se limitó a abrir la boca. “Yo…” -Trato de decir, pero Vaggie la interrumpió.

“No digas nada.” -Expresó con la vista en la ventana. “No quiero que trates de mejorar la situación usando palabras dulces. Porque... no estoy de humor.”

Al oír sus palabras, Charlie se armó de valor y la miró, frunciendo las cejas. “Yo nunca te engañaría. Y si hubiera alguien más te lo habría dicho en lugar de destruir tu confianza, así que créeme que estoy tan confundida como tú, porque no recuerdo cuándo o quién, pero sin importar cómo haya sido me disculpo por herir tus sentimientos, y te pido de todo corazón que no pienses que no me importas o que nuestra relacion no significó nada para mi.”

Vaggie escuchó atenta sus palabras con la vista en la ventana. Luego regresó a verla con expresión triste. “¿Entonces qué es esto?” -Preguntó, agitando la ecografía. “¿Un error..? ¿o una broma?”

Charlie miró la ecografía, pero no la tomó. “Yo... no creo que sea un error, y.... no recuerdo que hice hace nueve semanas.” -Alzó la vista y miró a Vaggie. “Solo sé que después de la fiesta de bienvenida me mantuve ocupada en recibir a los nuevos huéspedes y en crear planes de redención.”

Vaggie agachó la cabeza y miró el suelo meditando su resspuesta con la ecografía en su regazo. “Y si... ¿La fiesta encaja en el calendario…?” -murmuró.

Charlie apartó la vista de ella considerando su suposición. “Es posible, pero… supongo que no lo recuerdo.”  -murmuró.

No dijeron nada más después de eso y al llegar al hotel subieron a la habitación que compartían juntas. Se vistieron con su pijama y se acostaron sobre la cama: Charlie en el lado derecho con su camisón rosa de tirantes y Vaggie al lado izquierdo con su camisón blanco, dejando un notable espacio libre entre ellas.

En medio de la oscuridad de la noche la princesa habló en voz baja. "Entonces... ¿Todavía quieres hablar de eso?"

"Estoy cansada, ha sido un día muy largo para mí en… para las dos. Pero podemos terminar esto por la mañana si quieres."

Charlie sonrió ligeramente. "Eso podría ser lo mejor. Dormiremos bien y lo resolveremos todo mañana."

“Buenas noches.”

“Buenas noches, Vaggie.”

Finalmente, ambas dieron por terminado el día y se quedaron dormidas.

 

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A la mañana siguiente, Charlie se despertó y sigilosamente caminó hacia su armario para no despertar a Vaggie, luego tomó un cambio de ropa y caminó hacia el baño. Estando dentro se quitó su pijama rosa, quedando en ropa interior color gris, pero antes de continuar decidió mirar su figura durante unos segundos, observando con detenimiento su trasero, caderas y busto. Al final enfocó su vista en su estómago y frunció el ceño haciendo un puchero.

“Me pregunto cuándo empezarán los cambios.” -Murmuró mientras se tocaba el vientre.

Luego de su inspección se desvistió completamente y se metió a la ducha. Al salir se secó con una toalla rosa y se puso la ropa interior de color negro que sacó de su ropero sobre su piel de alabastro. De pronto la voz de Vaggie la sorprendió.

“¡Charlie, ven aquí rápido!”

La princesa arqueó las cejas con sorpresa y rápidamente tomó una bata de baño color rosa antes de salir. En medio del dormitorio Vaggie estaba sentada al costado izquierdo de la cama, vistiendo su pijama y mirando su celular con una expresión de incredulidad. Charlie se acercó a su costado izquierdo y se sentó en el borde de la cama. Vaggie estaba viendo el canal de noticias más famoso de la ciudad pentagrama con Katie Killjoy y Tom Trench como los presentadores. Era bien sabido que la relación que tenía la princesa con estos dos era bastante tensa, desde que la última vez que se vieron fue durante una pésima entrevista que terminó en golpes, con Charlie teniendo que defenderse de una malhumorada Katie. Desde entonces no habían vuelto a cruzar palabra con ellos, y aunque esperaban el día en que Katie Killjoy y Tom tomaran represalias contra Charlie, les tomó por sorpresa verlos abrir su segmento de noticias con un anuncio que involucra a la princesa del infierno.

Katie tenía una mirada petulante en su rostro con sus labios rojos estirados en una amplia sonrisa mientras miraba a la cámara.

“Buenos días. ¡Hoy, nuestra estación es la primera en el infierno en informarles de una noticia verdaderamente exclusiva!”

Tom agregó con el entusiasmo característico de su profesión.

“¡Gracias a una fuente anónima, hemos recibido esta información muy jugosa, que seguramente será una gran sorpresa para todos!”

Katie retomó el protagonismo.

“¡Agárrense los sombreros! ¡El gran jefe, Lucifer en persona, ¡está a punto de convertirse en abuelo! ¡Sí, escuchaste bien! ¡Su única hija, Charlotte Morningstar, está embarazada! ¿No es una sorpresa?”

La transmisión mostró un video de las cámaras de seguridad en el hospital al que Charlie y Vaggie fueron de visita. Al ver esto, Vaggie musitó con fastidio.

“¡Esos médicos idiotas!” -Dijo furiosa.

El rostro de Katie volvió a la pantalla. 

"¡Pero eso no es todo! El elegido de la princesa es esta montaña de pelo que nuestros reporteros filmaron personalmente mientras ambos disfrutaban de la compañía del otro en una fiesta celebrada hace unas semanas en el Hotel Hazbin, un decadente edificio dirigido por la propia Charlotte Morningstar.”

En la pantalla se mostraron fotografías de la fiesta de Bienvenida con los invitados divirtiéndose y Alastor cantando junto a la banda de Jazz que él mismo armó. Pero entre todas las fotografías había una marcada con un círculo en rojo para resaltar a Charlie conversando con un lobo de pelaje negro y ojos oscuros. Entonces la pantalla se tornó de color negro y se mostró el fragmento de un audio en el cual se podía percibir una conversación entre un hombre y una mujer con la música de la fiesta resonando tenuemente en el fondo.

La voz de Katie intervino mientras se reproducía la grabación.“¡Oh! ¡Escuchen a esos dos tortolitos!" -Exclamó.

El audio se escuchaba con una ligera estática mezclada con la música de la fiesta que se percibía en el fondo, pero a pesar de la interferencia se alcanzaba a oír la conversación entre el perro del infierno y la princesa.

“Y yo le dije, amigo, no me pagan para interesarme.” -Dijo el perro infernal sonando despreocupado.

En respuesta Charlie soltó una fuerte carcajada y respondió en tono alegre. “¿Enserio le dijiste eso?”

“Si, pero... con otras palabras.”

Segundos después la grabación se cortó y el rostro de Katie entró de nuevo en escena.

"¿Cuál es la postura de la familia real sobre esta pareja poco convencional?”

Tom agregó. “Quédense con nosotros para saber todos los detalles sobre este apasionante descubrimiento.”

Antes de que pudieran decir algo más, Vaggie apagó su celular y tanto ella como Charlie miraron atónitas sus siluetas reflejándose en la pantalla. Vaggie tenía una expresión de incredulidad y Charlie se cubría la boca con su mano derecha. De pronto Vaggie frunció el ceño y carraspeó.

“¡Ese bastardo se aprovechó de ti! ¡¿Cómo se atreve?!” -Exclamó apretando el celular en sus manos. “Sabía que la fiesta sería un error”-Dijo poniéndose de pie. “¡Nunca debí escuchar a Alastor!” -Gritó azotando el celular contra el suelo.

Charlie se puso de pie y puso su mano derecha en el hombro izquierdo de Vaggie. “Vaggie, tranquila.” -Dijo para calmarla, pero al instante Vaggie regresó a verla luciendo preocupada. 

“¡NO! ¡Yo debí haberte cuidado mejor! Y jamás debí dudar de ti. Ni siquiera debí pensar en qué te atreverías a engañarme.”

Charlie sonrió y la agarró de los hombros. “Está bien, no tienes que culparte por mis errores”

“No digas eso ¡Ese imbécil te utilizó!” -Exclamó molesta, luego apartó la vista de ella y agregó apretando los puños. “¡Y te prometo que lo encontraré y le haré pagar por lo que te hizo!” 

“Aprecio el gesto, pero sabes que no me gusta la violencia.” -Dijo Charlie con una sonrisa.

Vaggie alzó la vista y la miró con el ceño fruncido. Luego cerró los ojos y agachó la cabeza suspirando con resignación. “¿Y qué hacemos ahora?” -Dijo desconcertada con la vista en el suelo.

Charlie apartó la vista de ella mientras meditaba su respuesta inflando sus mejillas. Luego regresó a ver a Vaggie y sonrió dulcemente. “¿Recuerdas cuando hablamos sobre la posibilidad de adoptar un niño algún día?” -Dijo acariciando los hombros de Vaggie.

Vaggie la miró arqueando las cejas con sorpresa y luego frunció el ceño. “No estás pensando en…” -Murmuró. Charlie entrecerró los ojos y ensanchó su sonrisa de labios cerrados. 

Al ver la expresion de ternura en el rostro de la princesa, Vaggie cerró los ojos y suspiró. Luego abrió los ojos y miró a Charlie con una sonrisa. “Quieres conservarlo ¿cierto?"

La princesa se llevó las manos al estómago, miró su vientre y respondió en tono alegre. “Sé que es una gran decisión, pero siento que esta pequeña galletita merece la oportunidad de vivir, incluso si no fue planeado.”

Vaggie arqueó una ceja. “¿Galletita? ¿Ese es su nombre?”

Charlie la miró con una sonrisa. “¿Te gusta?” -Preguntó con las manos sobre su vientre.

Vaggie puso su mano sobre el estómago de Charlie y respondió con voz suave. “Es lindo.” 

“Muy bien. Entonces el siguiente paso será contactar a su padre.” -Dijo con determinación.

Vaggie hizo una mueca de desagrado. “Charlie, él te obligó a tener relaciones sexuales. Un sujeto así no tiene ningún interés en criar a un niño.”

“¡Pero es lo correcto!” -Exclamó con una enorme sonrisa.

El celular de Charlie, que estaba sobre una mesita junto a la cama, empezó a sonar como loco interrumpiendo la conversación. Charlie se acercó para contestar, pero en el momento en que tomó el celular se quedó paralizada al mirar la pantalla. Miró al usuario unos segundos y luego contestó con una actitud alegre.

“Hola mamá.” -Al oír de quien se trataba, Vaggie se sobresaltó.

“¿Es cierto?” -Dijo la voz de Lilith con calma.

“¿Qué cosa?” -Preguntó Charlotte fingiendo inocencia.

“Sabes de lo que hablo.”

“Hm…” -Murmuró Charlie haciendo una mueca.

“El hecho de que no me des una respuesta directa me da a entender que el rumor es cierto.”

Charlie frunció el ceño preocupada. “Puedo explicarlo.”

“No te molestes. Enviaré a nuestros sirvientes más leales para que te lleven a un centro privado donde puedan encargarse del asunto discretamente”

Al oír las palabras de su madre, la princesa frunció el ceño y habló con determinación. “No.”

"¿Qué quieres decir con qué no?"

"No voy a hacerlo. No me importa lo vergonzoso que sea esto. Sé que es importante mantener una buena imagen, y me gustaría ser tan perfecta como tú, pero no lo soy. Lamento si me convertí en una pésima hija y decepción para la familia, sin embargo, soy una adulta ahora, mamá. Tengo mi propia vida y mis propios sueños, así que deja que todo el infierno se ría de mí, puedo manejarlo y lo haré. Créeme.”

Un silencio se produjo durante unos segundos hasta que Lilith suspiró con resignación.

“Te enviaré un contacto en el área clínica dentro del anillo de la pereza. Es un… lugar elegante y sofisticado donde todos conocen su lugar y saben cómo guardar silencio. Yo hablaré con tu padre sobre el asunto y le haré saber sobre tu decisión, pero solo si me prometes hacer visitas periódicas e informarme sobre tu condición.”

Charlie sonrió en respuesta. “Lo prometo.”

“Muy bien.” -Respondió, luego hizo una pequeña pausa y agregó. “Por cierto, ¿quién es el padre?”

Charlie arqueó las cejas y dio un respingo. “Ahm…” -Murmuró y luego se soltó una risa nerviosa frunciendo las cejas. “Bueno… es gracioso que lo preguntes porque es una historia muy divertida…”

“Charlotte.” -Dijo seriamente.

Al oír la voz de su madre, la chica cerró los ojos y se desinfló encorvando la espalda. “No sé quién es.” -Declaró con voz triste.

“En ese caso lo encontraremos antes de que se le ocurra cómo sacar provecho de la situación, pero... si se pone en contacto contigo avísame ¿de acuerdo?”

“Sí.”

"En estos momentos tengo asuntos importantes que atender así que te llamaré luego.”

Ella sonrió. “Gracias, mamá. Te amo…” -Trato de decir, pero antes de que pudiera terminar su frase la llamada se cortó. “Adiós.” -dijo finalmente.

Bajó el celular de su oreja y miró la pantalla antes de cerrar los ojos y suspirar con pesar. Vaggie se acercó a ella desde su costado derecho y puso su mano izquierda en su espalda para darle consuelo.

“No te preocupes por lo que digan tus padres. Tú y yo podemos con esto." -Dijo Vaggie con una sonrisa en el rostro y Charlie sonrió en respuesta.

Después de eso ambas se vistieron con ropa más formal, Vaggie con una blusa roja y una falda color negro, mientras que Charlie se vistió con su traje de negocios. Tomaron la decisión de bajar al comedor del hotel para desayunar y se sentaron en una de las mesas vacías, con Charlie al lado izquierdo y Vaggie al lado derecho. De pronto Alastor apareció detrás de ellas y puso una mano en sus hombros mientras se interponía en medio de ambas chicas con su enorme sonrisa y alegre actitud.

“Me entristece no haber sido el portador de tan maravillosas noticias, pero me parece que el peor de sus problemas está por llegar.”

Al verlo, Vaggie frunció el ceño. “¿De qué estás hablando?”

Al instante, Alastor enderezó su postura y puso las manos detrás de su espalda cuando Angel Dust y su amiga Cherry Bomb aparecieron y golpearon la mesa con las palmas de sus manos.

“¡¿Es cierto?!” -Preguntó Angel. 

“¡¿Cuándo pasó?!” -Agregó Cherry.

Antes de que ellas pudieran responder, Nifty la pequeña pelirroja se metió debajo de la mesa y apareció en el regazo de Charlie, mirándola con ojos curiosos. “¿Cuándo rompieron? ¿En la fiesta? ¡Tienes que contármelo todo! ¡Cada detalle!" -parloteó ensanchando su sonrisa.

Charlie arqueó las cejas y alzó las manos con sorpresa al ver a la insistente pelirroja. “ahm…” -murmuró. Luego miró a su novia quien le asintió en respuesta. Entonces Charlie regresó a ver a Angel y Cherry y trató de responder. “Nosotras no…” -Dijo a medias. 

Antes de que pudiera decir más, Alastor respondió por ella en tono alegre. “Siguen juntas, y a pesar de las circunstancias me parece que no tienen intención de cambiar el estatus de su relación.” -Explico. Luego regresó a ver a Charlie y agregó. “¿O me equivoco?”

Ella lo miró atónita y luego regresó a ver a Angel y Cherry con una sonrisa. “Alastor tiene razón. Y de todo corazón espero que todos le den la bienvenida a nuestro nuevo invitado cuando llegue, aunque sea un poco inesperado."

Al oír esto, Alastor respondió con entusiasmo poniendo su mano derecha en el hombro derecho de Charlie. “¡Por supuesto! Y para nada es una sorpresa que quieras conservarlo, porque todos sabemos que tú harías lo crees correcto, y para todos aquellos que creyeron lo contrario…” -Murmuró y luego extendió su mano izquierda hacia Cherry y Angel.

Ellos rodaron los ojos y sacaron un par de billetes de sus bolsillos y se los entregaron al demonio de la radio. Luego Nifty alzó su mano derecha con un par de billetes.

“¡Falto yo¡¡Falto yo!” -Murmuró y Alastor tomó el dinero. 

Cherry le dio un codazo a Angel. “Te dije que estaba embarazada.” 

Angel Dust miró a las dos chicas con una sonrisa. “¿Ya decidieron quién se encargará de los pañales?”

Charlie se miró el estómago y se llevó una mano al vientre mientras respondía la pregunta con una sonrisa. “Bueno, todavía hay que esperar a que nazca.”

Nifty agregó con emoción estirando sus manos para tocar el vientre de Charlie. “¡Ay, qué maravilla! ¡Tendremos cachorros!”

Alastor agregó alzando las manos con dramatismo. “Un sabueso infernal. La mascota oficial del Hotel.”

Al ver esto Vaggie frunció el ceño con desagrado. “¿Y con estos idiotas queremos criar un niño?”

Charlie simplemente cerró los ojos y rió ligeramente.

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