El hurón de Potter

Harry Potter - J. K. Rowling
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El hurón de Potter
Summary
Draco solamente quería un día normal. Nunca creyó que terminaría siendo el hurón mascota de Potter.
Note
Está obra estaba principalmente en Wattpad, pero debido a que se están borrando usuarios e historias en dicha aplicación, me ví en la necesidad de comenzar a pasar mis historias aquí para mayor seguridad.

Chapter 1

El clima era frío, como hacía mucho tiempo ya. Despertar y ver los alrededores bañados en una fina capa de nieve era una constante en esa época del año.

Hogwarts, a pesar de contar con cientos de hechizos de calefacción, el frío seguía congelando el cuerpo estudiantil. Había corrientes de aire heladas que hacían temblar a más de a uno. Ya nadie salía de sus salas comunes a menos que fuera estrictamente necesario.

Esa mañana todos se encontraban desayunando en el comedor.

Las vacaciones de Navidad o Yule (como se conoce popularmente en la comunidad mágica), se acercaban. A lo largo y ancho de todas las mesas se podían escuchar las conversaciones de los alumnos y el tema que más estaba de boca en boca era lo que se haría en las semanas en las que regresarían a sus hogares. Pero entre toda esa gente que platicaba con ánimo, había un chico de cabello rubio, piel blanca, uniforme verde, llamado Draco Malfoy que solo escuchaba, no aportando nada a las conversaciones de sus mejores amigos.

Él no regresaría a casa esa Navidad, había peleado con su padre. Así que por esa vez, se quedaría completamente solo en el colegio. Sus amigos, Blaise, Theo y Pansy se habían ofrecido a quedarse junto con él, pero Draco se había negado, alegando que no quería que por él se arruinaran sus planes para las fiestas. Así que muy a regañadientes el cuarteto de plata se iba a separar.

Mientras sus amigos trataban de subirle los ánimos, Draco solo podía pensar en la razón por la que peleó con su padre.

" Su padre lo había citado en su despacho dentro de la Mansión Malfoy Manor. Draco se encontraba en la biblioteca estudiando lo aprendido en la clase de Herbología pues ese día era sábado por la mañana. Hasta que su tranquilidad se vió interrumpida por su padrino Severus, quién le dijo que su padre había sacado un permiso especial para hablar con él en privado en la residencia Malfoy.

Draco se limitó a asentir y acompañar a su profesor a la red flú para aparecerse en el despacho de su padre. Al llegar se sacudió pequeñas motas de polvo que habían caído sobre su uniforme pulcramente planchado. Al ver a su padre sentado al otro lado de su escritorio, Draco inclinó levemente la cabeza a modo de saludo para después proceder a sentarse al frente del patriarca de los Malfoy.

—Draco, sé que debes preguntarte el por qué de mi llamado. Pero descuida, seré breve.

El joven Malfoy asintió.

—Quiero que elijas a una — Acto seguido le mostró tres fotos de tres chicas diferentes que reconoció al instante —Cuando cumplas dieciocho años te comprometerás con una de ellas. Como bien sabes, necesitamos un heredero.

Draco tomó las fotos mientras simulaba evaluar cuál sería su mejor opción, cuando en realidad estaba tratando de controlar la explosión mágica que trataba de golpear al machista de su padre. En la primera foto se podía observar a su mejor amiga desde la infancia. Pansy. Tan bonita como siempre, con su cabello corto hasta los hombros. Con su dulce sonrisa que podía tanto encantarte como intimidarte. Ella era como suu hermana de otra madre.

En la segunda foto se podía observar a otra chica que conocía muy bien, su amiga Astoria, su pequeña Astoria. Que desde que llegó a Hogwarts la cuida de estúpidos supremacistas de sangre que la ven como escoria por no pensar como un sangre pura. Ella es como una hermana menor para él.

Y por último, la tercer chica pero no menos importante, Daphne. La hermana mayor de Astoria. Ella era la hermana mayor que nunca tuvo. La chica que lo molestaba todo el tiempo con lo de ser muy meticuloso a la hora de cuidar su piel. Ella era la chica que lo llevaba a espiar los vestuarios de los jugadores de Quidditch y le hablaba de "chicos para chuparse los dedos" cada que hacían pijamadas.

No.

No podía casarse con ninguna de ellas. No podía hacerles eso, no cuando tienen todo un futuro por delante. Pansy quiere ser profesora de Transfiguración. Además, está enamorada de Granger.

Astoria quiere ser Medimaga y siente algo por Luna.

Daphne quiere ser una gran cuidadora de Dragones en Rumania, quiere una vida independiente y sin ataduras.

—¿Y bien? — preguntó Lucius impaciente.

—No me voy a casar con ninguna de ellas — espetó. Su padre enarcó una ceja.

—Bien, supongo que ellas no son una buena opción de todas formas. No son más que una mujerzuelas.—Antes de que Draco pudiste replicar algo, su padre le volvió a acercar más fotos de docenas de candidatas. —Elige alguna de ellas, pero si me lo preguntas... Nos conviene que elijas a Ober-

—No pienso casarme con ninguna de ellas — lo interrumpió. —No me pienso casar con ninguna de ellas ni con ninguna otra mujer. Ellas no son objetos que pueda elegir o desechar — su voz se elevó en lo último dicho, sus puños apretados a sus costados, su mandíbula tensa. 

—¿Y por qué...?

—Padre, soy gay.— Los recuerdos después de eso no son nada agradables."

Sacudió un poco su cabeza para alejar aquellos pensamientos, ya le había dado demasiadas vueltas al asunto y aunque dolió como el demonio las torturas, no se arrepentía de nada, al menos por el momento no tendría que obligar a nadie a casarse con él.

Reacio comenzó a comer de a poco tranquilamente, realmente no contaba con mucha hambre pero aún así se obligó a probar bocado aunque sea un poco. Pero minutos después sintió como su cuerpo se tensaba al percibir que alguien lo observaba fijamente. Quién sea que fuere quién lo veía, lo hacía con mucha intensidad pues parecía que quería hacerle un agujero en su cabeza. Levantó la mirada tratando de averiguar de dónde venía, no tardó mucho en reparar en un par de ojos esmeraldas que lo veían desde la mesa de Gryffindor. El chico, Harry Potter, al verse descubierto desvío su mirada de una forma para nada discreta, y desde su asiento junto a los Slytherins, pudo notar el tono carmesí que comenzaban a cubrir las mejillas del chico.

Draco no pudo evitar recordar lo mucho que Potter se la pasaba observándolo. ¿Es acaso que de alguna forma está obsesionado conmigo?, se preguntó. No lo diría en voz alta, pero comenzaba a asustarse por esas miradas que prometían futuros problemas. Pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos por su amiga Pansy. 

—Draco. — habló con un tono de voz preocupada.— Se que no tengo que meterme en tu vida privada, pero como tu hermana de otra madre me veo en la obligación de preocuparme por tu seguridad y tu integridad. Así que dime. — su tono de voz de repente sonó tan serio que haría temblar a cualquiera — ¿Es verdad que Lucius te torturó?, si es así, ¿me dejas asesinarlo? - después en su hermoso rostro se formó una sonrisa macabra. El mencionado la miró a los ojos y después a Blaise. El chico movió sus labios formulando un "Perdón, no quería decirle pero ya conoces como es Pansy."

Finalmente regresó su vista a su plato casi vacío y dijo: — Si, pero hazlo parecer un accidente, no quiero que termines es Azkaban — río un poco. Pansy miró a Theo, quién se encontraba sentado junto a ella y chocaron los cinco.

—Conozco métodos muggles que podrían desintegrar el cuerpo y no dejarían marca mágica.— agregó Theo.Lo ojos de Pansy se iluminaron con una malicia indescriptible. Y aunque Draco era conciente de que solo decían todo eso para subirle los ánimos, estaba feliz de que sus amigos se preocuparan por él. Los chicos siguieron hablando de formas de tortura muggle y formas de desaparecer cuerpo cuando Draco volvió a sentir la mirada de Potter.

Draco dejó de ponerles atención pues levantó la mirada hacia la mesa de los Gryffindors para encontrarse nuevamente con esa mirada intensa que le dedicaba el niño de oro. De nuevo, Potter se dió cuenta que había sido descubierto y se giró para mirar a su mejor amigo, pero éste soltó una carcajada, ganándose un golpe por parte de Hermione

Potter se sonrojó de sobremanera, mirando de soslayo a Draco, este mismo no pudo evitar dejar escapar una leve sonrisa, una sonrisa que sus amigos Slytherin notaron. Los tres chicos siguieron la mirada del rubio hasta dar con un Potter sonrojado.

—Uy. — Blaise le regala una sonrisa ladina antes de volver su vista a la mesa de Gryffindor. —Mi Gay radar apunta a cierto chico Gryffindor que se la pasa observandote —se mofó. Draco abrió los ojos de sobremanera.P

—¿Potter? — incrédulo, preguntó —¿Es una broma, no?

—Nop —contestó Pansy, su sonrisa cada vez más ancha pero sin llegar a ser perturbadora —Los homosexuales nos reconocemos entre nosotros y Potter, — lo señaló —Es el chico más homosexual de Hogwarts... después de ti, de Blaise, de Theo y de mi, claro. Y para mí que el chico está enamorado de ti, es que, ¡Solo míralo!, Apuesto a que se le para con solo verte.

—Theo —llamó frustrado —Eres el más racional aquí, diles que se equivocan.

—En realidad tienen razón — respondió impasible.

—No puedo creerlo. Se supone que de entre Blaise, Pansy y tú, tú eres el más cuerdo y listo, ¿Cómo puedes apoyar esa idiotez?

—Sabés, pasarás las próximas semanas aquí sólo con Potter, creo que podrías averiguarlo por ti mismo —Theo le dijo subiendo y bajando sus cejas de manera sugerente.

—¡Cierto! —  Pansy al ver que las miradas de todos a su alrededor se posaban en ella, se avergonzó y volvió a hablar bajo. — Te quedarás con Potter estas semanas, podrías aprovechar y entablar una amistad con él y, bueno... la vida da muchas sorpresas.

—Disculpa creo que no he entendido, ¿Dicen que me haga amigo de la persona que más odia mi padre y después ser algo más? — Sus amigos asintieron divertidos. —Están locos.

—A ti también te gusta desde hace tiempo. Apenas Potter entra a una habitación toda tu atención se ve acaparada por él. No te hagas pendejo. — Blaise se burló.

•••

Draco caminó hacia el campo de Quidditch, acababa de despedirse de sus amigos.

Llegó hacia las gradas de Slytherin y se sentó. Se sentía muy solo, era la primera vez que pasaba las fiestas completamente solo, aunque realmente no era mucha la diferencia a cuando pasaba la navidad en la mansión.

Dió un largo suspiro y comenzó a lanzar hechizos al hazar a los bancos e insectos que pasaban por ahí. Entonces, mientras intentaba hechizar una mosca que reposaba en el barandal de las gradas, esta emprendió vuelo repentinamente y el hechizo salió volando hacia una chica que caminaba por el campo, de la cual no se había percatado hasta ahora.

Cuando el hechizo estuvo a punto de golpear a quien parecía ser Ginny Weasley, Draco cerró los ojos con fuerza. Carajo, se metería en problemas. Segundos después los abrió justo cuando una luz blanca lo golpeó en su vientre. Al instante comenzó a sentirse mareado, había una extraña sensación en su cuerpo, parecía que algo lo comprimía. Sus parpados comenzaron a pesar. Caminó un poco y a los segundos se sintió caer, cerró con fuerza los párpados esperando el impacto, el cual nuca llegó pues una calidez lo envolvió llenandolo de paz. Fue entonces que se dejó llevar por la oscuridad.

•••

Cuando recuperó la conciencia su cabeza daba vueltas y quería vomitar, cuando alzó la vista se percató de que estaba en los brazos de Ginevra, quien se acercaba a paso apresurado a el retrato de la Dama Gorda, susurró la contraseña y entró.e

Se abrió la puerta. Afortunadamente para ella, Potter se encontraba en la sala común con Ron y Hermione.

Ginevra se acercó y tocó el brazo de Potter. —Hola, Harry — Saludó con una sonrisa apenada —perdón por interrumpir, y perdón por mi atrevimiento pero... Me preguntaba si podrías hacerte cargo de este pequeño hurón. — descubrió la cabeza del hurón y se lo mostró.

Draco se quedó congelad. ¡¿Era un hurón?!

—Awww —Hermione se levantó —¿De quién es?— preguntó mientras comenzaba a acariciar la cabeza del hurón. Draco se sintió un poco incómodo pero no se movió.

—No lo sé, lo salvé de una caída, estaba en las gradas de Slytherin y el pobre pequeñín resbaló.— relató, se dirigió a su hermano —Lo cuidaría yo, pero ya conoces a papá.

—Si, nada más verlo le daría un ataque de estornudos. —Suspiró. —Oh. —Harry miró al pequeño animal. —Yo no tengo problema con cuidarlo. — ahora una amplia sonrisa adornaba su rostro.

Genial, ahora Draco estaba condenado a pasar las vacaciones en esa torre llena de colores de mal gusto. Y si, tendría que quedarse ahí, no podía ir con su padrino ya que él no se quedaría en Hogwarts, al parecer tenía asuntos pendientes que resolver en quién sabe dónde.

Potter se acercó y la Weasley le entregó el hurón.

—No hace tanto frío aquí por la chimenea, pero tendré que darle algo con que taparse, porque eventualmente se alejará de ella y no quiero que se muera de frío. — Murmuró para sí mismo mientras acariciaba a la pequeña bola de pelos, la cual se veía muy feliz siendo mimado por Harry. Después de una breve charla, era hora de que todos se fueran a su respectiva casa, excepto Potter.

El Gryffindor tapó al hurón con su bufanda , lo cubrió también debajo de su capa. Después se dirigió a la salida del castillo, se despidió de todos.

Finalmente se quedó solo.

—Bueno, volvamos — Algo de tristeza en su voz, ocultada tras una brillante sonrisa. — No queremos morir congelados. —Potter dió media vuelta y se dirigió a la torre de Gryffindor con un pequeño hurón entre sus manos.