Prólogo
«Severus Prince»
El Gran Comedor quedó en silencio, las serpientes voltearon a ver al mencionado, quién estaba congelado al escuchar su nombre de los labios del Director.
—Mierda. —susurró lo suficientemente alto cómo para que sus amigos y los Slytherin cercanos lo escucharán.
Vio la sonrisa burlona de Avery, claro que el tipo se reiría de su suerte. Wilkes parecía estar procesando lo que estaba pasando, mientras parpadeaba varias veces. Mulciber dejó escapar un sonido ahogado al mismo tiempo que volteaba a verlo con asombro.
Aunque Aurora y Charity no estaban en la mesa de Slytherin, podía jurar que la Ravenclaw le mostraría una sonrisa para tranquilizarlo y le susurraría "Serás el campeón."
Charity lo abrazaría con emoción y proclamaría en voz demasiado alta "Mi amigo ganará porque es el mejor." después depositaría un beso en su mejilla, si, así era de expresiva la tejona. Agradecía que ese día Dumbledore los obligara a estar en sus respectivas mesas.
Maldecía el momento en qué aceptó tomar con la bola de sus amigos. Y más aún, aceptar un reto tan estúpido, pero eso ocurría cuando no le puedes decir que no al chico del que estás enamorado.
Se giró hacia Mulciber y le mostró lo más parecido a una sonrisa, aunque quizás era más una mueca. Debió esperarlo, con la suerte que se carga no tendría que ser sorpresa escuchar su nombre.
Sé levantó con fingida tranquilidad para caminar con firmeza hacia dónde los otros dos campeones habían desaparecido, sin percatarse de la mirada sobre su persona de ciertos alumnos.
—La copa será de Hogwarts. —escuchó una voz emocionada proveniente de la mesa de los tejones. Definitivamente Burbage debía estar conteniéndose para no levantarse y abrazar a Severus.
Cuándo ingresó a la sala común de su casa no esperó ver a tres sangre pura sentados en los sofás de gran calidad, quienes se levantaron apenas notaron su presencia.
—¿Por qué? —fue lo qué preguntó Crouch.
—¿Qué cosa? —no entendía al joven al qué alguna vez llamó amigo.
—El torneo, ¿por que tu nombre salió de la copa? —ahora fue el turno de Black.
Severus se sorprendió ante el tono del menor, parecía preocupado pero eso sería imposible.