Una Pequeña Broma

Harry Potter - J. K. Rowling
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Una Pequeña Broma
Summary
Los merodeadores planean una broma a su víctima eterna: Severus Snape. Sin embargo, esta broma toma un giro que obliga a los 4 a hacerse cargo de sus acciones, pues la broma llevó a Snape....a convertirse en un infante de nuevo.Teniendo que cuidarlo, aprenderán más de su enemigo jurado en un par de semanas que en los años que llevan juntos.
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Pequeña Broma

Pociones podría era la peor clase para los merodeadores, ninguno entendía ni una mierda y era inmensamente aburrida, sin mencionar qué el profesor tenía un marcado favoritismo en Snivellus, ese estúpido grasiento era todo un pródigo en pociones. Sirius sólo podía rechinar los dientes cuando veía que otros estudiantes, siempre de Slytherin, se acercaban a él a pedirles consejos. Remus hacia el esfuerzo y es por eso que él profesor Slughorn lo pasaba con una nota aceptable, Peter no hacía desastre y James y Sirius se colgaban de Remus.

Esa clase en especificó estaba siendo un martirio, ¡la poción a realizar estaba en chino! ¡Ya habían explotado fácilmente 6 calderos! Remus sabía que su poción estaba mal pero intentaba arreglarla. Los ojos de Sirius fueron al otro lado del salón, donde Severus trabajaba sólo y su poción estaba....justo cómo decía que debía estar: perfecta. Aunque no pudo evitar mantener la vista en él al ver que también estaba teniendo problemas, pues se mordisqueaba el labio inferior nerviosamente mientras leía las instrucciones, revisaba sus a puntes y hacia un movimiento.

-Oye Padfoot- llamó James a su amigo- ¿y si le jugamos una pequeña bromita a Snivellus? -le susurró en su oído.

-Chicos, dejenlo ya- les riño Remus.

-O vamos Moony, es sólo una pequeña broma.

Remus les soltó un bufido y regreso la mirada a su propia poción, Sirius sonrió, ambos vieron a Severus levantarse de su lugar para ir a buscar un ingrediente, James hiso una esfera de diversos ingredientes que sólo Merlín sabrá que carajo son. Con gran puntería, James lanzó la esfera de materiales y encesto justo en el caldero de Snape, ambos intercambiaron risas y regresaron la mirada.

Severus regresó a su lugar y empezó a leer la instrucciones cuando escucho algo que llamó su atención, un burbujeo, pero....la poción no debía hervir, se asomó por sobre el caldero y se sintió morir cuando vio que la tranquila mezcla que había hecho antes de irse ahora era una gruma de color café opaco que burbujeba y humeaba. ¿Que había hecho mal? Todo lo había hecho según sus apuntes e indicaciones del libro, ¿por qué estaba..... Y que idiota. Gryffindor.

Apretó los dientes, no estaba haciendo nada, ya ni siquiera le hablaba a Lily, ¿por qué simplemente no lo dejaban tranquilo?

No sabía cómo arreglar la mezcla, no sabía que habían o cuánto habían agregado, intentó buscar una solución en el libro, pero otra vez un sonido lo alerto, se asomó al caldero y....explotó.

James y Sirius se rieron un poco cuando el caldero explotó, llámando la atención de toda la clase, Remus les dedico una mala mirada, igual que el profesor, pero se sobresaltaron un poco al no ver a Snape. Slughorn se acercó meticulosamente, pero sus ojos se abrieron grandemente cuando se asomo a la mesa. Movidos por la curiosidad muchos alumnos le imitaron, entre ellos los reyes de Roma, James y Sirius.

Estaban los negros y desgastados ropajes que Snape siempre usaba, regados en el suelo, pero envolviendo algo, un pequeño bulto que se movió.

Mierda.

Un niño de no más de 2 años, cabello negro, acostado en el suelo usando aquella tunica y camisa cómo manta y almohada. James y Sirius intercambian miradas, la habían regado en grande.

Slughorn mandó a todos a sus lugares mientras el recogía al pequeño infante.

-Señores Black, Potter, Lupin y Pettegrew, vengan conmigo con el director Dumbledore.

-¡Pero maestro, yo no hice nada! -se trató de defender Lupin

-Exactamente, señor Lupin, usted no hiso nada- recalcó el maestro.

****************

El pequeño Severus seguía inconsciente, Madame Promfey estaba revisando al niño. Todos en la enfermería.

-Bueno, esto....no me la esperaba- exclamó Dumbledore después de ser informado de la situación.

-Esto es ir lejos- soltó indignado Slughorn- ¡merecen un castigo!

Dumbledore vio a los 4 chicos y al maestro, por más que quisiera, tenía razón, entonces trató de pensar en un castigo adecuado.

-Ya lo tengo- dijo- ustedes cuidaran del joven Snape hasta que regrese a la normalidad.

Se escucho un genérico "¿¡QUE?!" en toda la enfermería.

-¡Lo van a matar! -refutó Slughorn- ¡es un bebé! ¡No un gato!

-Es para qué aprendan las consecuencias de sus errores, es necesario.

Slughorn no se veía muy de acuerdo pero no dijo más.

Los merodeadores estaban que querían morirse, no querían cuidar a un ruidoso y molestoso bebé, si Snivellus ya tenía mal carácter de grande, seguro de pequeño era insufrible.

Promfey entró en el cuadro, el pequeño estaba dormido en su brazos con ropa a su medida y tal vez a ojos de los merodeadores era uno de los bebés más lindos que habían visto.

-Al parecer su....accidente, lo regresó a su infancia...real- explicó la enfermera mientras dejaba al niño en una de las camillas- Director ¿Podemos hablar?

Dumbledore asintió y siguió a Promfey para detrás de unas cortinas, los merodeadores se acercaron un poco al bebé, queriendo verlo, pero sin atreverse a tocarlo. Remus vio muy preocupada a mandame Promfey, así que se pasa la mano tras la oreja y agudizó el oído.

-Esta realmente bajo de peso y presenta secuelas de heridas intensas en el torax, el tipo de heridas de un montón de patadas con fuerza- eso alarmó a Remus, ¿por qué Snape tenía esas heridas? Ninguno se las había hecho.

-¿cómo se supone que lo cuidaremos? - la pregunta de Peter lo trajo de regreso.

-No lo se y sera mejor que lo resuelvan- respondió Slughorn, tapando mejor a Snape, ninguno lo diría pero se veía y hasta angelical ahí, durmiendo tranquilamente.

Dumbledore volvió de hablar con Promfey.

-Bueno, caballeros, ustedes lo cuidaran mientra regresa a su estado normal, no acepto objeciónes, si necesitan ayuda aquí está mandame Promfey para ayudarlos con lo que no sepan.

-Pero-

-Nada- le corto Dumbledore- pueden retirarse.

Remus suspiro y recogió a Snape con cuidado, preocupándose cuando pesaba muchisimo menos de lo que esperaba, y en compañía de los demás merodeadores salieron de la enfermería, sólo para ser interceptados a la salida.

James Potter se paró de golpe al sentir una varita en su cuello, alzando ambas manos antes su atacante: Regulus Black.

-¿Que le hicieron a Severus? -exigió saber, ira contenida en la voz.

-Regulus, tranquilo, fue un accidente, nosotro- trató de explicar Remus

-Dígame loco pero no haces estallar el caldero de alguien más en su cara por accidente- se metió a la conversacion Bartemius Crouch Jr

-Snivellus esta bien, sólo se encogió y tenemos que cuidarlo- explicó Sirius.

-¿Cuidarlo? ¿Ustedes? Terminaran por matarlo- se quejo Lucius.

-¿porque todos dicen eso? -susurro para sí Sirius.

-Trae acá- le pidió "amablemente" Crouch a Remus, señalando al bebé. Remus dudo pero al final se lo paso a Crouch, quien no tardó en destaparlo un poco para, Malfoy y Regulus se pegaron para ver.

-No nos podemos ir sin ese pequeño pedazo de carne- informó Sirius acercándose.

Regulus le dedico una mirada asesina a su hermano mientras Barty le regresaba a Severus, a regañadientes.

-Le haces algo más a Severus y juro que lo vas a lamentar- amenazó, Sirius sabía que Regulus tenía un enorme aprecio por Snape, así que se limitó a asentir y retirarse con el pequeño en brazos.

Su peso le puso los pelos de punta, no podía ser sano que pesará tan poco. Llegaron a su sala común y de ahí a su dormitorio, escondiendo al pequeño Snape y cerrando la puerta con seguro. Remus transfiguró uno de los muebles a una cuna, donde Sirius dejó a Snape.

Los 4 merodeadores se le quedaron viendo, sería una semana....interesante

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