Slytherin ¿afortunados?
Al avanzar el tiempo, una nueva visión del hombre se iba mostrando frente a James al ver sus múltiples facetas.
Tales como la forma tan severa que tenía al dar clases, pero al mismo tiempo estar completamente enfocado en cada alumno que mostrará dificultad e intervenir al instante si la poción se vuelve dañina.
Se podía decir que era un mejor profesor que Slughorn, quien sólo causaba distracción y disturbio con sus vagas explicaciones.
James era capaz de contar más de diez veces en las que el viejo profesor lo había distraído con preguntas de su padre haciendo que sus pociones se vieran arruinadas.
Snape era completamente lo opuesto, incluso parecía que poseía ojos en su nuca cuando veía a más de un estudiante causar una media de pata, incluso estando estos al otro lado del salón.
Sí, Snape era un desgraciado en su forma de tratar a sus estudiantes, criticando su resultado hasta el punto de hacer llorar a muchos primeros y porque no, a algunos de sexto, pero lo que nadie veía a excepción de James, era lo dedicado que Estaba en cuidar a esos mismos estudiantes que hacia llorara a yeguas.
James siempre supo que pociones no era una materia fácil ni del todo seguro para alguien que no conocía las cosas básicas. Y eso era gracias a la educación que recibió en casa.
Fleamont Potter era un pocionista consumado, no era un genio, él mismo lo decía, pero siempre estuvo de acuerdo con su madre de lo peligroso que era tener a niños de solo 11 años con nula experiencia en una habitación llena de calderos hirvientes.
James escuchó más de una vez de parte de ambos sobre la chica que murió por un pequeño descuido, claro que en ese momento creía que solo eran cuentos e historias para que se enfocara más en sus estudios que en bromas.
Pero al final, la misma historia se repitió mientras cursaba su tercer año.
Tuvo suerte de no presenciar a la Ravenclaw que se retorció de dolor cuando una poción la quemó viva cuando su caldero se estalló.
Esa fue una de las razones por las que sus amigos y él dejarán de intentar hacer bromas a Snape con pociones, aterrorizados de que realmente podrían causar algo como lo que oyeron durante toda la mitad de ese año.
Bueno, eso y que el Slytherin rara vez se veía incapaz de no volver a encaminar su poción e incluso hacerla más efectiva, rápida o precisa que las normales.
Tal vez y muy posible era por eso que Snape sabía cuándo intervenir al ver un estudiante estar a punto de hacer explotar medio salón, aunque eso no quitaba que dejaba a más de un primero equivocarse con pociones para curar forúnculos y hacer que el niño termine lleno de granos enormes y asquerosos en la cara.
James no sabía si lo hacía por diversión o para dejar como ejemplo y conocimiento de que las pociones no eran un juego, ya que esa situación pasa con cada grupo de primero.
Pero al final, James no podía quejarse por los pobres niños porque a pesar de que Snape permite con gran libertad esas equivocaciones no dañinas, pero si humillantes, el amargado y joven profesor preparaba más de una docena de pociones listas para curar inmediatamente cualquier efecto secundario. causado por alguna poción hecha en su salón de clase, que por si no se sabe, estas toman más de un mes de preparación y reposo.
Era muy complicado clasificar a Snape como un buen o malvado profesor cuando sabes todo lo que hace por los estudiantes de sus clases.
Pero lo que siempre le sería más difícil es decir si los estudiantes de Slytherin son los más suertudos o con la peor suerte al tener al hombre como jefe de casa.
Fue una sorpresa que Snape hubiera sido nombrado como jefe de casa a solo un año de ejercer como docente, pero tras la partida del anterior profesor de runas quien suplantó a Slughorn cuando se retiró, Dumbledore estaba completamente encaprichado de que Snape tomará el puesto.
Para desconcierto de James, parecía que los profesores no sabían que estaban tratando con un ex espía, quien, aunque él mismo quisiera olvidar el hecho, engañó y mintió a uno de los magos más oscuros y poderosos que sólo hace poco había aterrorizado a todo el país.
Porque si bien Snape se veía algo reacio a aceptar tal posición por razones que James realmente desconocía con el poder que tendría, busco muchas veces la opinión de otras personas sobre el puesto, aunque muchas venían a él con solo pasar por los corredores y escuchar a los profesores ponen en duda su capacidad sin percatarse de su presencia.
James en un principio no lo creyó tan malo.
“Snape había sido un Slytherin, entre serpientes se deberían entender” pensó más de una vez sin siquiera preocuparse por los estudiantes de la casa de Salazar.
Pero mediante Snape iba hablando con los profesores que no lo veían realmente como una mala elección o mejor dicho, los otros tres jefes de casa que respondían a cada pregunta de lo que se esperaba de ellos en el puesto, James pudo entender que esos estudiantes seguían siendo niños y quedaba claro que todos los jefes de casas los veían así.
Esa afirmación resonó en su mente cuando los vio en la próxima clase y la verdad ellos se vieron tan pequeños.
Tuvo una vista más de cerca cuando Snape se metió en la sala de Slytherin después de lanzarse igualmente hechizos que ocultaron su presencia.
Todo en Slytherin se veía más frío, más tranquilo y maduro de lo que era Gryffindor, pero incluso cuando las interacciones eran más calmadas que con los leones era claro cuando las máscaras de frialdad y perfección caían de las caras de los niños.
Sirius le había dicho que los sangre pura más fieles educaban a sus hijos para verso siempre elegantes y mantener el honor de sus casas y que solo bajaban las barreras donde se sintieran con una mínima de confianza, pero no lo creyó hasta que vio.
Ellos actuaban como niños, realmente como niños.
Los más pequeños entraban emocionados por lo nuevo que aprendieron en sus clases y los más grandes reían con libertad y sin ninguna moderación autoimpuesta de las tonterías que los jóvenes hacen. Incluso, él mismo pudo empatizar con los del equipo de quidditch a los que se le acercaba el día de juego por el cual se veían muy emocionados por ser el decisivo.
“¿Así que es oficial que el profesor Snape será nuestro jefe de casa el año que viene?”
Esa pregunta fue lo que llamó su atención de todos los demás que pasaban en la sala para él y para Snape, muy notoriamente en este último ya que se acercó a una distancia respetable, a diferencia de James que floto sobre todo y fue directo a la mesa que estaba en el medio del grupo de los jóvenes sentados en los sillones junto a la chimenea.
“El profesor Griffith dice que todavía no han dicho nada, pero que es algo casi oficial considerando que el director está ignorando las quejas de los demás profesores”.
Comentó de uno de ellos sentado en uno de los sillones individuales. James pudo ver la mirada intensa del profesor invisible que permanecía con una expresión sin emociones, algo muy parecido a algunos niños antes de entrar a la sala.
Pero a pesar de tanto interés, la primera cosa que ambos obtuvieron cómo reacción ante el inminente ascenso de profesor a jefe de casa, fue bastante pobre de un último año de forma muy desinteresada.
“No es mi problema, no estará aquí el año que viene”.
James se indignó junto a los demás Slytherins en ese momento.
“Pero nosotros sí, Moore. Aún nos quedan dos años para terminar.”
Exclamó uno sentado en el mismo sillón largo de Moore. James estaba seguro de haber visto entre las clases de quinto año con los Hufflepuff, pero eso de retener más de cincuenta nombres de estudiantes es algo que le dejó a Snape.
“No veo que se preocupen con respecto a Snape”
Moore volvió a hablar generando algo más de descontento en los que lo rodeaban, salvo por James que sintió algo conocido la cara del chico ahora que lo miraba bien.
"Es el profesor Snape".
Declaró una de las perfectas, parada de brazos cruzados detrás del sofá que estaba enfrente del chico y que James conocía cómo Anders por ser la más aplicada en pociones y quien Snape siempre llamaba para que respondiera correctamente.
'Si, ya se'
Respondió James saliendo de sus pensamientos de porque le resultaba tan familiar Moore, para al segundo darse cuenta de que el comentario no podía ser dirigido a él.
“Disculpa, pero es que sigue siendo raro que alguien que estudiaba con nosotros ahora enseñe cuando solo nos lleva cuatro años.”
Contestó Moore haciendo una mueca, mientras apoyaba su cabeza en el respaldo del sofá en el que estaba sentado de forma relajada sin intención visible de abrir el libro en su regazo.
“Si, exacto también está su inexperiencia. Recién comienzo a trabajar este año.”
Remarco la perfecta, a la cuál James había nombrado Cindy para acortar su apellido (el cuál ya no recordaba). La muchacha se sentó en el otro sillón individual que había a la derecha de Moore, mostrando fastidio.
“Es ambicioso, es un Slytherin ¿Qué más quieren?”
Moore se desplazó unos centímetros de distancia del respaldo del sofá, destruyendo lo que quedaba de su postura de heredero de sangre pura bien educada.
“Un jefe de casa nos tiene que escuchar y cuidar. Entendernos ¿Crees que el profesor Snape puede hacer eso?”
En el sillón de tres en el que se apoyaba Anders, uno del último año que estaba hasta el momento con la mirada enfocada en un libro de runas, resopló para luego soltar con notoria burla.
“Sí, tus dinos, Alaric. Después de todo tu lo tuviste de tutor ¿no?”
'¡Alarico!' Soltó con James con emoción.
Alarico Moore.
'Tú te veías los martes y jueves con él en la biblioteca en nuestro último año.' James volteo para decirle a Snape aun sabiendo que este no lo escucharía, mientras recordaba ver el nombre del chico flotando junto al de Snape en el mapa de los merodeadores.
Alaric resopló atrayendo su atención de vuelta. El chico se refregó los ojos y contestó de malas ganas deteniendo el interés y el montón de preguntas que su compañero había despertado en los demás estudiantes.
"Si. Él fue mi tutor. Cumplio con lo que prometia y listo. Hará bien esto de jefe de casa ¿Si?”
Aunque Moore parecía estar dando por terminada la charla, Cindy lo detuvo antes de que siguiera con su clara intención de escapar del lugar.
“Oh, ni creas que vas a irte sin decir lo que sabes, Moore”.
James siempre dijo que moriría el día que mostrará admiración por algún Slytherin y era bueno que ya esté muerto porque esta pequeña serpiente le llenaba de orgullo al estar metiéndose en el camino de un estudiante mayor y más experimentado en hechizos por algo que ayudaría a sus compañeros. .
'Creó que esta chica tiene algo de Gryffindor.' Le comento a Snape que parecía notarlo también al despegarse un poco de la pared en la que estaba apoyado escuchando la conversación.
“Sí, Alarico. Sería muy cruel dejarlos sin la más mínima información para lo que les espera el año que viene.”
Aunque todo lo que dijo el chico con el libro de runas fue con notoria ironía, los demás estudiantes asintieron y muchos taparon los lugares de escape del Moore.
'Así que esto es quedar atrapado en un nido de serpiente ¿eh?' James rió mientras el pobre chico suspiro viendo que era obvio que no había salida sin respuestas sobre Snape.
“Oigan, miren Snape era de esas personas inalcanzables en habilidad y en todo lo demás, los únicos que podían acercarse eran los que más cerca estaban de ser marcados. El señor Oscuro tenía sus ojos puestos en él desde que Malfoy lo nombró, todos sabían dónde iba a acabar, por lo que los que se veían más cómo neutrales no se acercaban a alguien que ya llevaba una marca aunque no estuviese en su brazo. Así que la verdad no se si era por eso o porque realmente no sabe tratar a las personas, pero los únicos que se le acercaban y lograban que les capaces como iguales eran tres personas: Avery, Rosier y Mulciber.”
“¿O sea que tendremos un jefe de casa que no nos escuchará?”
Resoplo el perfecto de sexto sentado en el sillón individual.
Alaric rió con burla antes de contestar.
“No, Everson. Yo no dije eso. Estamos acostumbrados desde que Slughorn se fue al profesor Griffith, Snape no es como él. Él si escucha, escucha cada palabra que digas. Cada maldita palabra.”
Remarcó el chico gesticulando con sus manos, de una forma que parecía que estaba reviviendo un recuerdo. James conocía ese sentimiento en relación al profesor, y al parecer el chico del libro también por su media sonrisa.
“Incluso las que cree que está ignorando en su salón de clases.”
Antes de que el silencio se formará el chico del libro tomó la palabra y los ojos volaron a él.
“Recopila toda su información de la situación y la utilización para su beneficio como cualquier Slytherin debería hacer. La mayoría de veces sabrá las cosas antes de que se las digan.”
“¿Debemos estar aliviados o asustados por eso?”
Pregunta Everson.
“Asustado. Siempre asustado, pero no te atrevas a demostrarlo. Aunque también deberíamos comunicarnos con él, Owen”.
Dijo Alaric dandole por fin un nombre al chico del libro y extrañamente James se volvió a sonarle conocido ahora este otro chico.
“Cierto, Alarico. Si no se comunican con él, posiblemente los aplaste.”
Los únicos dos perfectos que no se asustaron fueron los de sexto que por los cálculos de James habían entrado un año antes de que Snape y él salieran de Hogwarts por lo que tal vez ya estaban acostumbrados a este dúo y tal vez tenían una media idea de Snape.
“Deja de jugar y diles lo que tienen que saber.”
Los cortos la chica que junto a Owen completan la pareja del premio anual de Slytherin.
La chica, a diferencia de Owen, no se había dejado distraer de todo de su lectura y su toma de apuntes cuando los menores llegaron a interrumpir la hora de estudio.
Los ÉXTASIS de transformaciones fueron duros incluso para él, recordó James mientras leía lo que la chica escribía.
“Le quitas la diversión a la vida, Parques”.
Parks sentado en la otra punta del sillón que ocupaba Owen, contestó sin levantar la mirada del papel en el que garabateaba.
“Estamos a dos semanas de los ÉXTASIS. No hay ni diversión, ni vida, Matthews”
'¡Owen Matthews!'
'¡También te veías con él en la biblioteca en nuestro último año! Creó que era los lunes' Dijo alegre James a Snape.
“Ay, deja de mencionarlos. Estoy agonizando.”
Suplico Alaric tirando a un costado el libro y pasando las manos por su cara con exasperación.
“Te dije que comenzarías a estudiar un mes antes.”
Se burló Owen.
“Cómo si alguna vez hiciera caso a lo que le dicen.”
“Cállesen los dos.”
Tanto Owen cómo Parks le hicieron caso a Alaric, pero no detuvieron las sonrisas y miradas de 'te lo dijimos'.
“¿Podemos volver al tema de nuestro jefe de casa?”
Cindy pidió de malas ganas.
“Oye, estamos sufriendo aquí.”
Alaric dijo con dramatismo.
"No me interesa."
“Ya vas a estar donde estamos y cuando pase voy a venir a ver cómo sufres con tus ÉXTASIS.”
Alaric entrecerró los ojos mientras decía su amenaza y señalaba a la chica de pelo miel de quinto año.
“A mi me va ir bien porque no soy tan idiota cómo para ponerme a estudiar dos semanas antes de los exámenes.”
Mientras la cara de Alaric mostraba lo ofendido que se sentía, ninguno de los presentes pudo detener la risa, pero nadie superaba a Owen que se había tentando.
“Pudrete, mocosa. Ojalá Snape te ponga un Troll en tus TIMOS”
"Profesor Snape, Luna"
Anders, sospechoso.
"Es lo mismo."
Dijo Alaric antes de comenzar una tirada de “Ojalá reprueba” con Cindy, hasta que Parks se cansó y los hizo llamar a ambos.
“Estoy en la misma página desde hace diez minutos y no puedo avanzar. Y todavía me quedan cuatro temas más, así que daremos una idea de cómo era cómo tutor y cómo tal vez sea de jefe de casa y está reunión improvisada y sin previo aviso se acaba porque si no voy a arrancarle la cabeza más de uno ¿Entendido?”
James estaba igual de asustado que los otros prefectos y Alaric Moore.
Siempre había visto a la chica Parks tranquila y aplicada en las clases de pociones y rara vez se la escuchaba subiendo el tono de voz, así que tal vez era algo razonable que lo sorprendiera ya la vez irónico siendo él el fantasma aquí.
El único que parecía relajado y extrañamente divertido por la amenaza era Snape, que desconcertó a James y resoplar una risa.
Parks respiro hondo después de las afirmaciones de sus compañeros y comenzó a hablar dejando sus libros y hojas sobre la mesa, regresando a su estado educado y sereno.
“Lo que tienen que saber de Snape es que es alguien que no acepta el fracaso. Si algo se puede hacer bien, entonces se deberá hacer bien.”
El comienzo de Parks hizo que los prefectos contuviera la respiración.
“Esto no quiere decir que no valore el trabajo que hicieron para llegar a hacerlo bien. Lo hará, pero posiblemente no se los dirá.”
Parks se tomó un segundo para pareciere ordenar sus ideas, suspirar y luego continuar.
“Miren, si él se vuelve su jefe de casa los llevará a lo más alto, pero eso significa que solo esperara lo mejor de ustedes como sus estudiantes. En este momento debes estar viendo lo que un jefe de casa debe hacer sumado con sus expectativas, la verdad no la tendrán fácil si no cumplir con sus objetivos. Cuando se volvió mi tutor solo esperaba a un meztiso cualquiera con un poco de inteligencia al cual podía aplastar fácilmente si se me daba la gana, pero Snape estuvo siempre muy lejos de dejar que pasarán sobre él. Que ni se les ocurre ni siquiera intentarlo. Será su muerte”.
“Cómo dijo Owen, él sabe lo que está pasando en su salón y va a saber lo que está pasando en esta casa cuando se vuelve jefe, pero no va a saber lo que pasa por sus cabezas, así que si es importante tanto cómo para detener sus ambiciones a las que aspiran, él va escuchar.”
Anders, aun con los brazos cruzados tomó la palabra de imprevisto.
“Sigue estando la otra cuestión. La guerra sólo terminó hace menos de un año y todos sabemos cómo se declaró ante el mundo mágico. Es el espía de Dumbledore ¿Quién dice que los que tenemos padres que siguieron a él Señor Tenebroso vamos a estar a salvo?
La notable frustración se notó en su tono.
“Si no me das pruebas de lo que hizo por la ganancia de algo no te lo creo. Por lo que mi padre dice él estaba en uno de los puntos más altos para un mestizo e incluso estaba por superar a Malfoy.”
Alaric Moore contestó con una gravedad que no había mostrado desde que comenzó la conversación.
“Sea del lado que sea en que estuvo, engaño a uno sino ambos de los magos más poderosos de nuestro tiempo, solo un idiota se pondría de su lado malo.”
Razono Everson con la mirada fija en el pie de James, quién pensó que el chico sólo estaba viendo a la nada pero por las dudas revisó su zapato.
Tras un suspenso, Everson retomó.
“Supongo que solo nos queda darle una oportunidad y ver que pasa. Si no se adecua a lo que es ser un Jefe de casa veremos que hacer.”
Terminó y se paró dando terminada la reunión con:
“Eso es todo. Gracias por la información y lamentamos interrumpir. Suerte con sus solicitudes.”
Después de recibir una respuesta de Parks, Everson se marchó seguido de los demás prefectos que lo imitaron en la despedida.
En el lugar sólo quedaron los tres jóvenes del último año en completo silencio mirando a la nada.
Hasta que Alaric Moore habló.
“¿Tú familia no se había mantenido neutral?”
La confusión y pequeña diversión se mezcló en el rostro de Alaric mientras miraba a Parks.
“Lo hizo, pero el profesor Snape siempre vio por su propio beneficio que por los de los demás, por lo que perder por motivos ajenos a él no era algo que iba a hacer. "
La respuesta de Parks vino con una sonrisa que parecía traer un recuerdo.
La cara de Owen se iluminó al parecer entender lo que decía la chica.
“¿Te cobramos extra para mantener en silencio que te daban tutorías? Ah, por Salazar. Si lo puedo imaginar.”
Una sonrisa se formó en la cara de Alaric y siguió con él mientras hablaba.
“Aun recuerdo cuando me cobró extra por llegar media hora tarde. Siento pena que esos chicos no puedan usar el dinero con él. Solo imaginan los castigos que les va a dar.”
Los tres rieron y tras unos comentarios más, decidieron dar por terminada la sesión de estudio e ir a comer algo, al ver que ya habían perdido el hilo de concentración.
Mientras los chicos juntaban sus cosas y se marchaban, algo rondaba en la cabeza de James.
'Parques, parques'
La respuesta a la duda de James vino de la boca de ese chico Moore.
'¡Elizabeth Parques!'
'La veías los jueves por la tarde en la biblioteca.'
Anunció James a Severus muy feliz, mientras este último aprovecha la salida de los chicos del último año para salir sin ser notado.
Y James lo seguía cómo siempre siendo arrastrado detrás de él, en la posición que estaba, sentado en la mesa, pensando otra cosa que le impedía darse cuenta de que acababa de atravesar un sofá.
'¿Por qué sé eso?'
