
Recuerdos
-Cissy, estás aquí! -Andromeda dijó entrando a su casa.
-Sí Dromeda, tu me dijiste que hoy estarías libre. Por eso vine.
-Lo siento, estuve resolviendo varias cosas y olvidé decirte que iba a estar ocupada. Que diría mamá, pésima anfitriona....
-Maman, te diría que cualquiera de las niñas de la más antigua y distinguida casa de los Black, debían saber como comportarse. Nadie podía ver una falla en la sangre pura. -le dijó Narcissa con una mueca que denotaba sarcasmo.
-Su madre era siempre así? -les preguntó Hermione.
Ambas hermanas se habían olvidado momentáneamente de la presencia de la joven, al estar absortas en sus pensamientos y compartiendo una mirada de esas, en las que desde pequeñas sabían comunicarse cosas sin necesidad de hablar. En este caso, entendimiento.
-Maman era...alguien complicado por decir algo. Desde pequeña nos marcó como debían ser las cosas. Desde las ideas, posturas hasta el sentir. Era una mujer que a veces carecía de amor maternal, no tanto como Tía Walburga pero sus silencios y miradas nos marcaban más que cualquier golpe que nos pudiera dar. -le dijó Andrómeda.
Narcissa estaba sentada allí, con la mirada en la lejanía.
-Cissy, estas bien? -le pregunto Andromeda, al notar que su hermana menor estaba ausente.
-Si, estoy bien Dromeda. Simplemente...me quedé recordando algunos momentos.
-De los malos?
-No, todo lo contrario, los que podrían decirse como buenos. -contestó la rubia mientras se estrujaba las manos en un gesto nervioso.
-Puedes compartir alguno? -le preguntó Hermione.
Narcissa le clavo sus ojos claros en la mirada marrón de la joven, noto allí que estaba interesada pero genuinamente.
-Si quieres Narcissa. No es una obligación, simplemente me intrigaba saber como es crecer con dos hermanas mayores en...
-Está bien Hermione, lo entiendo.
-Wow ya pasaron a los nombres. Me costó tanto que Hermione no me dijera Sra Tonks. Que rápidas son ahora las cosas! -dijó Andromeda.
Narcissa se sonrojo levemente, lo que no pasó desapercibido a los ojos de su hermana mayor quien sonrió con picardía.
-Sacando las tonterías de Dromeda, te contare algo. A ver...que puede ser? -dijo pensativa la rubia.
-Ay yo tengo uno! Puedo? -dijo emocionada la hermana más grande Black.
-Iluminanos hermana. -le dijó Narcissa.
-Recuerdo un día que nos fuimos de vacaciones a Francia. Cissy siempre fue la que se oriento mejor con los lugares. Sirius en esa ocasión se unió a nosotras en nuestro pequeño viaje, ya que el se quedaba más en su casa o si viajaba era solo con su grupo de amigos.La cuestión es que íbamos caminando y Sirius habló y habló tanto que nos hizo perder, a Cissy! Por Merlín! No podíamos creerlo jaja recuerdo esas vacaciones con mucha alegría. Parecía que nada malo se estaba ya filtrando entre nuestra familia, menos entre nosotras.
-Sí...fue un lindo viaje. Fue allí cuando nos quedamos casi sin dinero no? -le pregunto Narcissa.
-Sí jaja Bella te pidió prestado dinero para comprarse un juego de ajedrez porque estaba aburrida. Por suerte ya volvíamos sino, no se que hubiésemos hecho. Aquí Cissy, Hermione, en esas vacaciones gasto el dinero que nos habían dado nuestros padres a cada una, comprándose libros.
Tanto Narcissa como Hermione se miraron y sonrieron.
-Así que ustedes eran muy felices y unidas como hermanas. -dijó la bruja más joven.
-Si, dentro de todo fuimos felices. Más que nuestros primos por lo menos. Amarnos a su modo, mamá lo hizo. Hasta la disculpó un poco al entender como era nuestra abuela con ella. Cuando fui madre de Dora entendí que la maternidad no es fácil, por lo que traté de cambiar eso con mi hija. -dijó Andromeda.
-Ojala hubiese pensando así, como tu Dromeda. -le dijo Narcissa a su hermana -Desde que me enteré que estaba embarazada de Draco, fue todo incertidumbre y pedir que todo saliera bien. Traté de ser diferente con mi hijo, si, darle más amor que el que yo había recibido pero la vida, el tratar de aguantar todo lo que pasaba por miedo a perder mi familia, lo terminaron lastimando más que si no lo hubiese amado.
-Pese a que Draco fue un dolor de cabeza en la escuela, creo que lo criaste bien. Ver que no es una mala persona solo que tuvo que seguir malas decisiones de los demás, demuestra su verdadero ser. -le dijo Hermione tocando suavemente la mano de la bruja rubia. A lo que esta última la acaricio con timidez y sin rechazo alguno.
Andrómeda vio allí el amor. Ella sabía reconocerlo. Lo había visto pese a todo lo malo en su vida, en el mundo tan frío y fabricado de intereses en el que había crecido.
Las tres niñas Black se había amado y cuidado demasiado hasta que ese amor estalló en pedazos al ponerse por debajo de las reglas absurdas de la sociedad de sangre pura.
Lo había sentido con Ed, con su amada Dora. Ambos eran únicos y tan cariñosos.
Dora había amado con locura a Remus, y ambos amaron tanto a su dulce niño. Ahora ella amaba con todo su ser a Teddy.
Narcissa amó a Lucius pero al final ese amor se rompió, se diluyó. Sabía que su hermana amaba demasiado a Draco, tanto para mentir sin importarle la seguridad de su vida.
Y Hermione... sabía que la joven era amada por sus padres y ella los amo tanto como para arrancarles todos los recuerdos de si, con tal de protegerlos. Amaba a Harry como el hermano que nunca tuvo, como quería a sus demás amigos. Había querido a Ron, pero esos sentimientos los llegaron a herir y terminaron al igual que la guerra.
Este amor era nuevo, parecía inocente, tierno y cargado de todo lo bueno que es que las personas involucradas no saben siquiera que lo tienen.
Ella debía idear algo...un amor así, es único en la vida. Sería como el hada madrina de ambas, esperando que cuando dieran las doce ni su hermana ni Hermione la odiaran por entrometerse.