
Idea
Sirius estaba quejándose por séptima vez en el transcurso de 4 días.
James amaba a Sirius; daría su vida por ese chico. Pero dios, eran las tres de la mañana y el de ojos grises no dejaba de parlotear "enojado" sobre su tonto hermano pequeño y lo idiota que era por no revelarse contra su familia y blah blah blah.
Hace cinco días, noches para ser exactos, Sirius había logrado que lo desheredar su horrible familia y escapado casi intacto de esa, casi tan horrible como su familia, casa. Fue un evento muy feliz, los padres de James lo recibieron con los brazos abiertos, James le ayudo a desempacar lo poco que traía y Sirius parecía feliz. Lamentablemente eso cambio cuando al día siguiente llegó el correo y Sirius pareció desanimado; más tarde James comprendió, gracias a la diatriba de Sirius contra Regulus, que Sirius había esperado que su hermanito, con el que no hablaba desde hace cinco años, le mandara una carta después de haberse ido de esa casa.
James sabía que la relación de los hermanos era complicada, cuando estaba en su primer año Sirius no dejo de hablar de lo adorable e inteligente que era su hermanito, cómo creía firmemente que Regulus terminaría siendo un Ravenclaw o un Hufflepuff, cada día era el primero en levantarse para mandarle una carta a Regulus, y cada viernes esperaba con ansias el paquete semanal que este le enviaba.
En su tercer año las cosas cambiaron con la llegada de Regulus a Hogwarts, siendo un Slytherin, Sirius se sintió traicionado y no le hablo a regulus por semanas, al principio el niño intentó contactarlo a través de James, Remus o Peter, luego pareció rendirse y para cuando Sirius decidió hablarle ahora era Regulus quien ignoraba su existencia por completo, y así han pasado cinco años. En los cuales el pequeño Black demostró que después de Sirius, James era definitivamente la persona que menos le agradaba, seguido de cerca por Remus y Peter.
James no era un acosador, simplemente dio la casualidad de que un día salió al mundo muggle y vio a Regulus con su amiga rubia entrando a una biblioteca muggle.
Regulus Black, alguien que se movía en el mundo muggle con familiaridad, al que la bibliotecaria saludó, y Regulus le respondió, muy cálidamente, definitivamente no era un idiota sangre purista.
Darse cuenta de esto le dio una idea que resolvería todos los problemas de Sirius, y de James en consecuencia. Arreglaría la relación entre estos hermanos.
Paso uno: hacer que Regulus le hablara a Sirius en lugar de ignorarlo.
Para eso tendría que convencer a Regulus de hacerlo por lo que antes del paso uno tiene que haber un paso cero; hacer que Regulus le hablara a James. Cosa que parecía imposible a menos que cambiará su cara, voz, nombre y casa de Hogwarts.
Dio la casualidad de que su padre había estado creando una variante de la poción multijugos que en lugar de copiar la apariencia de alguien, hacia que tú apariencia cambiará en cuanto los genes recesivos de tu ascendencia. También dio la casualidad que Regulus era muy amigable con los muggles.
James se convertiría en el amigo muggle de Regulus.