Demasiado enojon
Ser golpeado por un gemelo Weasley y por Potter de manera muggle no era exactamente algo que Draco tenía en sus planes de vida, pero después de perder contra Gryffindor y soltar comentarios ácidos, todo se había ido en picada.
Ahora estaba siendo curado por la enfermera de la escuela, bajo la atenta mirada de Snape. Sabía que después de eso tendría un sermón, pero no tenía ni fuerzas para pensar en eso. Por muy extraño que sonara, se sentía culpable, más que nada por recordar la mirada de enojo de Harry. Tal vez se había pasado un poco con sus provocaciones.
Negó internamente. No debería de importarle eso, el cara rajada podía verlo como quisiera, no le podía importar menos.
“Ya deja de poner cara de cachorro abandonado.” Se quejó Pansy en una de las clases. “No se porque te arrepientes, fue gracioso.”
“Ahora tiene prohibido jugar Quidditch.” Lloriqueo. “¿A quien le pateare el trasero sinó?”
“En realidad creo que el te lo paseaba a tí.” Comentó divertido Theo detrás de ellos. Draco gruño. “Oye, es la verdad.”
Soltando un suspiro se enderezó en su asiento. “Está bien, es mejor, habrán más victorias en Slytherin de ahora en más.”
“Cierto, ahora que no tienes a nadie con quien competir...” Se burló la chica.
“Ya déjalo Pansy.” Regaño Blaise, aunque también parecía divertido con la situación. “Yo lo que no entiendo es el porque te importa tanto Draco.”
El nombrado lo volteó a ver, abrió la boca para responder pero no supo que decir.
¿Por qué le importaba tanto?
Seguramente en tercer año hubiera estado saltando de alegría con la noticia, pero ahora simplemente se le hacía raro.
¡Eso es!
“Es solo que se me hace raro que ahora no tenga que jugar contra Potter. No pienses demás, Zabini.” Por su tono orgulloso realmente parecía que era así.
Desde aquel incidente, cada que Draco conseguía una mirada de Harry, esta era de furia, pero no como las de antes, sinó que realmente parecía querer transmitir su odio a través de la mirada.
« Razón número 9: No controla sus emoc »
Draco lo tacho, y volvió a escribir.
« R̶a̶z̶ó̶n̶n̶ú̶m̶e̶r̶o̶ 9̶:̶ N̶o̶c̶o̶n̶t̶r̶o̶l̶a̶s̶u̶s̶e̶m̶o̶c̶
Razón número 9: »
Pensó un rato en que escribir, pero no se le ocurría nada muy notable.
Su próxima clase compartida fue bastante extraña. Draco lo golpeó con una bola de papel, pero Harry ni siquiera se inmutó.
En ese momento decidió que ya no haría nada, si el estúpido de Potter estaba enojado, pues que se enojara solo.
“Psst, Potter.”
“Potter.”
“¡Cara rajada!” Exclamó por lo bajo, para no llamar la atención del profesor.
“¿¡Qué quieres!?” Respondió de la misma manera, solo qué con el ceño fruncido.
“¿Estas enojado?” Cuestionó de manera algo tonta.
“¿Qué te parece?” Harry volvió su vista al frente sin decir más.
Por suerte el enojo de Harry no duró mucho gracias a que Draco le termino ayudando a librarse de un castigo con Umbridge.
« R̶a̶z̶ó̶n̶n̶ú̶m̶e̶r̶o̶ 9̶:̶ N̶o̶c̶o̶n̶t̶r̶o̶l̶a̶s̶u̶s̶e̶m̶o̶c̶
Razón número 9: Se enoja con facilidad, espero que su futura pareja tenga paciencia.»