A través de la multitud rugiente. ¿Hagámoslo juntos?-Traducción

Harry Potter - J. K. Rowling
F/M
G
A través de la multitud rugiente. ¿Hagámoslo juntos?-Traducción
Summary
AU, donde Draco y Hermione son Buscadores en dos equipos diferentes, que resultaron ser oponentes, por lo que ambos tienen que lidiar con su propio odio mutuo.
All Chapters Forward

LOS HUESOS ROTOS

"Te ves muy mal..."

"Eres realmente un idiota"

Guau. Es como si nunca hubieran pasado diez años. Malfoy seguía siendo el mismo...

"Pendejo", dijo con los labios apretados.

Hermione se acercó al siguiente jugador y le estrechó la mano con una sonrisa amistosa en su rostro.

Ese día había sido un dolor de cabeza.

Ya en la mañana, antes de los partidos eliminatorios, tuvo que enfrentarse al que preferiría evitar durante una década más. Pero el maldito Malfoy estaba parado justo frente a ella con el uniforme negro del equipo de Londres y sin quitarle los ojos de encima.

Draco estaba sonriendo. Tenía una sonrisa cruel y mordaz en su rostro. Todo en él eran bordes afilados. Desde la época escolar. Uno nunca puede deshacerse de los viejos hábitos.

Malfoy ha sido la principal espina en su vida desde el primer año de Hogwarts.

Al principio fue agotador, pero con el tiempo Hermione parecía haber encontrado un antídoto para su veneno y desarrollado inmunidad a todas sus acciones. Las malas palabras no la lastimaron y todas sus acciones no la afectaron en absoluto. Al menos eso pensó ella. Al menos estaba tratando de convencerse a sí misma de ello hasta que se convirtió en la Buscadora del equipo de Gryffindor.

Fue entonces cuando comenzó la pesadilla. Los recuerdos hicieron que la mandíbula de Granger se apretara peor que con un calambre.

Desde que Hermione era niña, sus padres la llevaban a los partidos de fútbol. Su mamá y papá eran los fanáticos más devotos de ese deporte.

Recordaba cantar himnos los domingos en su pequeña sala,mientras su mamá pintaba sus mejillas con banderas de los equipos favoritos, salir todos juntos al estadio después de eso y gritar a todo pulmón mientras apoyaba a los jugadores como si su vida dependiera de ello. Eso fue maravilloso.

Hermione absorbió este amor como la leche de su madre. Incluso en la escuela muggle era la capitana del equipo de fútbol y no tenía intención de dejar atrás sus ambiciones deportivas mientras estuviera en Hogwarts.

Segundo año. Esto sucedió durante el segundo año.

Hermione Granger, la buscadora más joven de la historia de Hogwarts. Su padre estaba más que feliz y extremadamente orgulloso de su hija.

Al día siguiente, cuando Hermione asumió oficialmente esta posición, la lechuza trajo su nueva Nimbus 2000 con una breve nota:

“Sé más rápida que el viento”

Bueno, no todos estaban contentos con eso.

Malfoy se había vuelto loco.

Su apetito por las humillaciones había alcanzado su punto máximo, rasgó la atmósfera y se dirigió al espacio. Tan negro y vacío como él mismo. Todo lo que escupía de esa asquerosa boca dolía más que ser golpeada con un hechizo.

"Granger, me voy a reír mucho cuando te caigas de la escoba en los primeros diez minutos"

Granger no se cayó.

Es más, consiguió la snitch en esos minutos y el silbato del árbitro detuvo el partido que apenas comenzaba.

La sala común de Gryffindor estaba sumida en el caos.

Harry, Ron y los gemelos estaban lanzando su diminuto cuerpo al aire y todos sabían que Hermione se había convertido en el talismán de la casa.

Un regalo del cielo.

Más rápida que el viento

Hermione no mentiría si dijese que estaba muy contenta de vencer al idiota rubio. Ella no mentirá porque le molestaba solo mirarlo a la cara cuando lo buscaba entre la multitud solo para que él pudiera leer en sus ojos: “Chúpalo”.  

Pero todo estaba en calma antes de la tormenta. 

El año que vino se enfrentaron en el aire, cuando Slytherin anunció a su nuevo buscador. 

"¡Al menos no compré mi entrada al equipo, Malfoy!" Lanzó  minutos antes del partido, Draco no respondió. 

Hermione asumió audazmente que él simplemente masticaba y tragaba sus palabras. 

El buscador de Slytherin se vengó de ella. Simplemente atrapó la snitch dorada y consiguió la victoria para su equipo demostrando que el dinero no tiene nada que ver con su talento. 

Así que ahora el marcador estaba igualado. 

Uno a uno. 

El juego comenzó.

"¿Crees que jugaremos contra Londres mañana?" Krum le ofreció una botella de agua, mientras se hacían a un lado dejando entrar al otro equipo para la sesión de fotos. 

Hermione bebió para deshacerse del nudo en la garganta causado por el mal humor inducido por Malfoy. 

Ella no apartó la mirada del rostro de Viktor y una aterradora comprensión le vino a la mente una vez que ve en sus ojos a la misma persona que la ha estado mirando desde el espejo todas las mañanas. 

Cansado, estresado y enojado. 

El último mes estuvo lleno de entrenamientos. Y cada jugador de su equipo estaba entrenando duro, esforzándose hasta el límite. 

Bueno, después de todo, era la Copa Mundial de Quidditch. 

“No lo sé, ya veremos mañana” dijo con indiferencia, se dió por vencida y se maldijo por mirar. 

Malfoy estaba de pie con su equipo dando una entrevista. 

Glorioso, magnífico, guapo y maldito...

“Vamos, que nos toca salir al campo. Necesitamos prepararnos...:”

Más. 

Más lejos de él. 

Afuera, donde no haya tensión entre ellos. 

Después de todos estos años, la herida infligida por Malfoy todavía se pudre en ella…

No intentes recordar. 

No recuerdes aquellos sucesos repugnantes por los que alguna vez había pasado. 

El pájaro salvaje fue alimentado de la mano y le rompieron el cuello. Como en una maldita parábola.

Mientras se dirigían al estadio, Hermione hizo girar su propia snitch en la mano, un regalo de Harry en su cumpleaños número 15. 

Miró a su alrededor para asegurarse de que nadie la viera tocando la snitch con los labios. 

Una vibración corta y se abrió mostrando el interior vacío. 

Estaba atormentada por el anhelo. Solía guardar un anillo en él, era barato pero significaba mucho para ella. 

Su talismán. 

Había desaparecido, pero su fantasma siempre estaba ahí, cuando Hermione pensaba en el pasado. 

“Tenemos dos horas, hagamos la táctica y luego somos libres”

Krum era un capitán de equipo increíble,amable, receptivo y amaba el Quidditch más que nadie. 

Él era así cuando se conocieron durante el Torneo de los Tres Magos mientras los estudiantes de Durmstarng y Beauxbatons pasaban ese año en Hogwarts. 

Su simpatía mutua nunca creció hasta convertirse en algo más grande, sino que se convirtió en una base sólida para futuras amistades y largas cartas durante meses separados. 

Ya entonces el famoso portero se dio cuenta de las extraordinarias habilidades de Hermione y le ofreció unirse a su equipo en el futuro. 

Así sucedió todo. 

Después de terminar la escuela, Granger alquiló un apartamento en Bulgaria y se convirtió en la nueva buscadora de su equipo. 

Tenía dos casas. De ida y vuelta, de Inglaterra a Bulgaria. 

No era nada cansador para ella y con el tiempo se convirtió en una rutina.  

Su hogar real estaba en el aire.
Su alma siempre estaba volando. 
Su mente se estaba aclarando cuando el viento golpeó su rostro. Eso es lo que le traía pura alegría. 

Hermione se estaba estirando en el suelo, mientras otros seis jugadores ya estaban en el aire. 

La forma física equivale al éxito para el buscador. Nunca se sabe desde qué ángulo alcanzará su snitch. 

Se estiró con tanta fuerza que sus huesos chirriaron y se odió por ese movimiento. Después de tener un incidente, Hermione nunca dejó de estirarse. 

Sus músculos eran flexibles como arcilla. 

Tomó los zapatos y apoyó la cabeza entre las rodillas. 

Escuchaba cómo Viktor le gritaba a Dimitry, su golpeador. Todas sus peleas siempre terminaban con una risa de este último. Ella sonrió una vez que lo confirmó con la risa ronca de Dimitry. 

Granger se enderezó y sintió que le picaba la mejilla. Algo imperceptible. Como si alguien la estuviera mirando. 

Se levantó, tomó su escoba y trató de descubrir quién era. 

No hubo resultados.

 El enorme estadio construido especialmente para el Mundial era como un océano y en el fondo había un grano de arena. Así de grande era el estadio. 

En las gradas había gente que había llegado para el inicio de los partidos eliminatorios de mañana. Los fanáticos devotos están presentes incluso en los calentamientos y entrenamientos de los equipos. La adoración de los fans hace que su corazón se contraiga. 

Puro deleite. 

El sol de julio lo derrite todo sin piedad. Proteger el estadio contra los rayos UV sólo empeoraba las cosas. Era como una sauna. Es mejor no imaginar cómo será dentro de una semana, cuando el estadio esté lleno con cientos de miles de personas.

 Más caliente que el infierno, probablemente. 

Hermione voló un rato en la escoba para sacar la snitch de su bolsillo. Para liberarla, extiende sus alas. Una vez hecho esto, puede escuchar claramente el dobladillo de alguien. 

No te des la vuelta gritó en su cabeza.

Pero ¡joder! ¿Cuándo ella seguía las reglas? 

Giró suavemente su escoba y sus ojos se toparon con el iceberg. 

Ella se estaba ahogando. 

Malfoy estaba parado junto a las barandillas de las gradas a cinco metros de ella. 

Querido Dios. ¿por qué?.

Hermione quería tirarle latas de gasolina y explotarlo con un Bombarda sólo para calmarse. 

Quémalo. 

La situación, ella misma, la mirada del soldado desde el otro lado, su guerra fría en los ojos grises. 

Sí... estaba exactamente igual que hace diez años. Y su “Te ves muy mal” es muy irónico. Porque tenía razón. Malfoy la estaba matando ahora. Despertó en su memoria y le golpeó el lóbulo frontal.

“Recuerda, recuerda y muere de nuevo. Vamos, Hermione, lo recuerdas…”

Y lo hacía. 

Granger se permitió, allí y en ese momento, flotando en el aire, frente a él, recordar en detalle esa vieja imagen y casi diez años de intentos de olvidar el colapso frente a él. 

Voló bruscamente, sin mirar atrás . 

El ruido sordo en sus oídos. Su garganta seca como durante la histeria. La snitch frente a ella. El recuerdo que aparece está frente a ella...

     ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

“¿Qué vas a hacer?”, se queja Ron tratando de copiar la tarea y sumergirse en la conversación.

Gryffindor venció a Ravenclaw hace una semana, justo antes del baile de Navidad.

Dumbledore, ya sea por diversión o simplemente por que si, inventó una nueva regla de recompensa, ofreció Un Deseo al equipo ganador. Todo, dentro de la cordura claro está, lo que pidan se hará realidad.

"Harry, ¿qué deseaste?" Dijo Hermione, mirando la llama de la chimenea con las piernas dobladas debajo de ella. Su cabeza estaba completamente vacía.

No tenía ideas, pero El Deseo tenía la fecha límite. Exactamente hasta el final del baile de Navidad.

“Recibir todos los créditos sin realizar los exámenes”

Ron suspiró y se quejó como si estuviera condenado, pero luego siguió copiando la tarea.

Hermione sabía que Weasley era el único que podía reprobar los exámenes de su trío. Por eso hizo todo lo que pudo para ayudarlo. Y Harry simplemente aprovechó la oportunidad. Fue inteligente y descarado, pero Dumbledore lo aprobó.

Pero ella no sabía qué pedir para sí misma. Hermione era la mejor estudiante y podía aprobar todos los exámenes fácilmente ya en cuarto año sabiendo casi todos los materiales escolares de antemano. Ella no quería desperdiciar su Deseo.

La estaba molestando mucho.

También odiaba la clase de Adivinación. Le pareció una hora inútil en su agenda, pero aun así asistió.

Estaba tomando un lugar junto a la mesa redonda con Parvati al final de la habitación sólo para evitar los ojos de Trelawney y no responder a sus preguntas.

La profesora llegó tarde como siempre y la clase era bastante ruidosa.

En algún lugar desde la zona izquierda del aula,las risas llegaban a sus oídos. Los Slytherins se lanzaban la bola de cristal en busca de profecías entre ellos, probablemente encontrándolo divertido. Idiotas de diecisiete años que actúan como estudiantes de primer año.

"¡Granger!"

Su tono era repugnante y por eso Hermione giró la cabeza y se inclinó bruscamente hacia un lado tratando de protegerse.

"Pensé que no le tenías miedo a la bludger" Draco lanzó la pelota sonriendo ante su propia broma.

Amenazar pero no lanzar el balón.

Ella sintió como su sangre comenzaba a hervir. A chisporrotear. A quemar desde dentro.

Los demás chicos se ríen de las acciones de su líder.

¡Merlín! Imbéciles.
Harry estaba a su lado lanzando las peores maldiciones a Malfoy, pero nada le llegaba.

Nada le llegaba a ese rostro arrogante.

“¿Deseabas que tus compañeros te protegieran?” él la mira a los ojos.

Su mente hizo clic.

Granger lo llamaría un error pero estaba tan harta que no pudo evitar decirlo.

"No, Malfoy", se levanta y pasó junto a Harry para estar lo más cerca posible del Slytherin. “Pero usaré mi Deseo ahora mismo…”

De nuevo se oían silbidos y ruidos.

Todos los ojos en el aula estaban puestos en ella.

Tomó la decisión inmediatamente porque no habría tiempo para pensar en la guerra.
Que luego duela, que sea juzgada por todos.

Joder.

Ella se deshizo de estos pensamientos, ahogándolos como gatitos.

Aquí mismo.

Ahora mismo.

“¿Irás al baile conmigo?”

La derrota en sus ojos era obvia.

Observó a Draco tragar. Echando un vistazo a su manzana de Adán. Por puro placer.

Los huesos se rompen con sólo palabras.

Se sentía como si estuviera flotando en el aire tratando de encontrar el equilibrio con una pierna en la escoba. Sólo el abismo ahí abajo.

Van a caer juntos.

Ella estaba agarrando a Malfoy en el último momento. Es más aterrador así. La adrenalina va a subir.

Hermione escuchó a Blaise riendo "Draco, no puedes decir que no", pero en los ojos grises de Malfoy podía leer "Joder".

Ella estába allí de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho, inmóvil, con una sonrisa burlona, cortándolo con su mirada. Ella estába esperando su respuesta, pero él se la guarda para sí.

Trelawney saludaba a todos los que entraban al salón de clases.

De todos modos, todo el mundo sabía la respuesta. Draco estaba condenado. Y no podía a salir de ahí.

     ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

'Si intenta hacer algo...'

“Ron” Hermione suspira, “¿Qué puede hacer él? ¿Pisarme el pie durante el baile?

"¡Merlín! ¿Vas a bailar con él? ¿Estas loca?".

Hermione arreglaba el dobladillo de su vestido y sintió la tensión en algún lugar de su interior. Este hilo que la mantiene en la superficie amenaza con romperse.

Estaban saliendo de la sala común de Gryffindor y dirigiéndose al Gran Comedor.

“Tengo que humillarlo aún más”, responde finalmente.

Él estaba de pie, apoyado de espaldas a la pared. Con un traje negro.

¡Y era extremadamente molesto!.

Tenía un aspecto asquerosamente deslumbrante. Esa era la discordia en su cabeza.
Asqueroso y podrido por dentro detrás de esa hermosa apariencia.

Pensó que incluso sus huesos estaban blandos debido a esta toxicidad. 

"¿Vestido de la tienda de segunda mano?" silbó tan pronto como ella aparece.

"Sí"

Era cierto, ella no quiso molestarse en elegir el vestido.

Un vestido negro, ajustado, sin ningún adorno especial, con tirantes finos,que le sentaba perfectamente.

¿Por qué distraerse con accesorios adicionales cuando la principal joya era ella misma?.

Granger era hermosa.

Tan hermosa que incluso ella misma lo admitió y admiró su apariencia actual.

Un moño bajo y prolijo y dos mechones que enmarcaban  su rostro.

Nada extra.

La belleza es simple.

Elegante.

"Atrévete a hacer cualquier cosa, Malfoy" Harry se acercó a él. 

“No te preocupes papá, traeré a tu hija y a la hija de Weasel de regreso a medianoche”

Alma desagradable y podrida...

“Su mano, señorita” Draco dice mendazmente y se acerca a ella, demasiado cursi. 
Hermione niega con la cabeza y lo toma del brazo con sus brazos desnudos. Ella misma provocó todo esto. 

Aguanta y disfruta, Granger. 

Tal como ella supuso, todos los estaban mirando. Porque dos enemigos bailaban lentamente uno en brazos del otro sin siquiera discutir. Las miradas ardieron. Los susurros se podían escuchar a pesar de la música alta. 

"Entonces, ¿cuál es el problema?" Malfoy sostiene su cintura con ambos brazos dejando un par de decenas de centímetros entre ellos. 

Se sorprendió al notar que sus manos estaban calientes. Allí mismo, sobre su piel desnuda, incluso ardía.

“Me gusta verte sufrir” eso fue un descaro. 

Demasiado descarado. 

Él frunció el ceño.Pudo ver una pequeña cicatriz en su labio. Delgada y pálida, casi imposible de notar. 

“¿Me ves sufriendo? Creo que tu plan falló”.

Hermione suspiró y miró alrededor del pasillo. 

Sus ojos se topan con Harry bailando con Ginny y él es quien realmente sufre. 

Él la mira con sus ojos de "¿necesitas ayuda?". 

Hermione sonríe y sacude la cabeza y se siente como… Draco tiene razón. Por primera vez. Su plan fracasó. No escupe veneno y no parece que esté a punto de morir, incluso su baile se convierte en algo personal para los ojos de los observadores.

Dios. 

"Entonces, ¿qué vas a hacer cuando termines la escuela?"

Es un golpe bajo, Draco.

Él toma el control de la situación. La lleva por el camino serpenteante. ¿Cómo diablos es capaz de hablar con tanta calma? Hermione no asumió que él tuviera esta función. Entonces su respuesta es algo automática. 

“Me iré a Bulgaria. Viktor me ofreció un lugar en su equipo”.

No hay sorpresa en su rostro. Ni siquiera movió un músculo. Vacío. Libre de cualquier emoción. 

“Entonces mira en el aire” suena como una pregunta, pero Granger la ignora. “Yo también planeo avanzar en esa dirección”

“¿Vas a jugar Quidditch también? ¿Ya has elegido el equipo?

“Estoy considerando las “Serpientes de cascabel”, pero su capitán no es el mejor estratega”

"Escuché que bebe 15 onzas de jugo de Arboreal antes de cada juego, él piensa que..."

“Le da más poder”, terminó por ella y se rieron juntos. 

Sucede al mismo tiempo. Se congelan. Se miran el uno al otro con sorpresa silenciosa. Justo en medio de la pista de baile. 

“Yo… iré a tomar algo…”

Ella también debería hacerlo. Preferiblemente whisky de fuego. Porque…

¿Cómo?

¿Lo que acaba de occurrir? 

¿Una comunicación real? ¿Entre ella y Draco? La quema. Este pensamiento le gustaría protegerlo de todos. No es miedo ni orgullo, es sólo joder-sabe-qué. 

Puede oler su perfume en el aire. Algo fresco, cítrico. 

Joer,su favorito…...

Se dirige a la mesa de Gryffindor tan rápido como un rayo, mira a los lados para no llamar la atención y se lleva la palma de la mano a la mejilla.

El corazón traicionero deja hematomas en el interior de sus costillas. Casi no duele. Se siente incluso placentero.

Mientras piensa en irse, puede escuchar los pasos detrás. Alguien se acercó mucho. Alguien se cierne sobre ella y guarda silencio. Analizando. Destruyendo con los ojos. Ella sabe exactamente quién es.

Hermione se da vuelta lentamente y trata de mantener su rostro quieto. 

"¿Hablemos?"

Ella no responde, simplemente se da vuelta y se dirige a la salida del pasillo.

Ella sabe que él la está siguiendo. Paso a paso. Silencioso todo el camino. Ignoran las miradas ocasionales, simplemente caminan juntos, hasta que Hermione se detiene en el pasillo vacío. Ve un banco y se sienta. Le fallan las piernas. Y no se trata de los tacones altos. Está en algún lugar más profundo. En algún lugar de su mente.

Draco se sienta a su lado, casi cerca. Puede jurar que siente el calor proveniente de su hombro.

“Ya que has decidido “castigarme” de esta manera, entonces escucha”, dijo con voz firme. “Falta sólo un semestre hasta que nos graduemos. Y estoy bastante cansado de todo esto”

Hermione suspira cansada, entendió lo que dijo. Intenta mantener la cabeza en alto aunque está siendo aniquilada por dentro. Ahora no está como por la mañana: tranquila, con los hombros arqueados y los ojos somnolientos. Ella está explotando ahora mismo.

Ella frunce el ceño y siente el hervir en su pecho. Es difícil soportar su mirada sobre ella, aunque ella no le devuelve la mirada. En su lugar, corta la pared en piedras pequeñas. Porque Malfoy tiene razón. Por segunda vez esta noche. El sistema falla. Todas las ecuaciones están mal. Todo se va al infierno, porque...

Malfoy tiene razón.

No importa cuándo comenzó su guerra. Levantó la bandera blanca. Y ella no es como la capitana de “Rattlesnakes”, es una buena estratega.

"¿Paz?" estalla bruscamente al igual que el giro de su cabeza y ella se acerca a él con la mano abierta.

Él frunce el ceño. No mira su mano sino directamente a los ojos. Dentro de ella. Y finalmente la vuelve a quemar con su mano cálida y fuerte. Dirige una línea con un dedo y se congela. Él mira hacia abajo, gira su mano y examina su anillo.

“Parece caro”

Hermione se recupera y se inclina hacia atrás.

Ella estira su brazo hacia adelante y ahora también mira el anillo de plata en su dedo. Su talismán. 

“Lo compré cuando fui a España al campeonato de fútbol con mis padres” disfruta con los recuerdos y luego se da cuenta, se corrige. “Es un deporte muggle, donde dos equipos juegan con la pelota en el campo y la lanzan a las porterías”

“Como el Quidditch”dijo Draco

“Como el Quidditch” asintió

Silencio. Este silencio viscoso otra vez. La música suena en algún lugar lejano. En algún lugar donde no están.

Ella lo mira a los ojos de repente y están tan oscuros que parece que no hay color alguno, sólo oscuridad.

¿En que esta pensando? ¿Cuál es su hobby? ¿Materia favorita? ¿Cuántas veces se cayó de la escoba? ¿Cuáles son sus miedos?

Crece el número de preguntas y las ganas de hablar y prolongar este momento estúpidamente encantador. Pero tiene miedo de romper el silencio, teme que esta burbuja de jabón explote y todo resulte ser sólo un sueño.

Entonces sale espontáneamente:

“¿Cuántas veces te caíste de la escoba?”

"Entonces, ¿cuáles son las reglas en este fútbol?"

Juntos. 

Hecho número 1: Malfoy tiene una hermosa sonrisa.
Hecho número 2: a ella le gusta. 

La conversación se prolonga cómo el chicle de la tienda de Fred y George, que se promete que nunca explotará. 
Así de simple se sientan en el banco y estiran este chicle rompiendo todos los estereotipos y fronteras entre ellos. 

Discutiendo algunas cosas. Malfoy se ríe y dice que si el Quidditch tuviera el mismo sistema que el fútbol, habrían perseguido la snitch sin cesar. 

A Hermione le dolían las mejillas. Nunca se había reído tanto. En realidad, es muy fácil en su compañía. Granger se da cuenta de que está mirando su pequeña cicatriz en el labio cada diez segundos. Draco dijo que se hizo este corte en el jardín de rosas de su madre y nunca le permitió curarlo normalmente, porque las cicatrices se adaptan a los hombres. 

Entonces así es él. Draco Malfoy. 

Con buen sentido del humor, responsable, educado, atento. Al igual que cualquier otra persona que se escondía en la anterior: mala, venenosa, rencorosa y desagradable. Maldito Géminis. El bueno la atraía más. 

¡Le atraía! ¡Merlín!

Y Hermione siente cómo ese hilo que la mantiene a flote finalmente se rompe. Ella se está ahogando. Y nadie le está lanzando la boya. 

“Te mentí” siente que se le quiebra la voz dentro de la garganta. Intenta arreglarlo, pero falla. Está mirando a Draco fruncir el ceño sin decir la pregunta en voz alta. “No usé mi Deseo cuando te invité al baile”

"Pero tu dijiste…"

“Sí, sí”, lo interrumpe. “Te dije: “¿Irás al baile conmigo?”. Era una pregunta. No estaba destinado a ser el Deseo. Así que aceptaste ir conmigo tú mismo. Sin fuerza…” 

Draco piensa. 

Piensa demasiado alto. 

Literalmente puede oír su voz interior. 

Por supuesto que fue al baile con ella por voluntad propia, lo que hizo durante la lección de Trewlaney fue pura suerte. Si hubiera adivinado que no era el Deseo, la habría puesto en una situación terrible. Por eso trató de hacer que su pregunta sonara como si Dumbledore le hubiera prometido el Deseo. 

"Así que supongo que tu plan era mucho peor", traga. Y maldita sea, ella está mirando sus labios otra vez. “¿Querías humillarme, pero hacerlo de otra manera?”

Malfoy es inteligente. Muy inteligente. Pero Granger perdió la oportunidad de avergonzarlo públicamente. Él derribó toda su estrategia pensada. 

Ella asiente. 

“¿Cuál es entonces el gran plan? ¿Qué querías hacer para humillarme? él se pone de pie. "Entonces deberíamos regresar al salón"sonríe algo nervioso. 

Granger no siente sus piernas pero se levanta con él. Frente a él. La diferencia de altura es casi imperceptible debido a sus tacones. 

Ojo por ojo.

Es la falla del sistema en su cuerpo, la mutación cosida en su cerebro. Eso estaba ocurriendo en ese momento. Va a arruinarlo todo. Entonces tal vez sea la única posibilidad de sobrevivir. Ella solo tiene que decirlo... 

"Quiero que me beses, Draco..."

Ese era su Deseo. 

Se suponía que sucedería en medio del salón con todos mirando. Romper todas sus actitudes. Para que cada mirada crítica los quemara. Pero ahora estaban solos. En el pasillo vacío. 

Ojo por ojo. 

La sangre abandona su rostro por sólo un segundo y deja escapar el aliento cuando él se acerca a ella. 

Hacia ella.

Draco gruñe, la parte de atrás de su cabeza arde bajo su mano, la acerca más y un momento después agarra su moño dirigiendo su cabeza contra la de él. 

Maldición. 

El beso era húmedo, caliente, profundo. 

Follando su boca con su lengua, lamiendo su paladar. 

Ella se ahoga. 

Hermione lo muerde. Ella apunta exactamente a la comisura derecha de sus labios. Donde la espina afilada dejó la marca. 

Ella lo agarra por los hombros y se aferra a ellos. Más duro, más enojada. Por todas las ofensas pasadas. Vengándose. No hay derecho a perder. Ella se acerca. Ella puede sentirlo excitarse, él mueve las manos hacia su espalda, luego hacia la cintura y hacia las caderas, aprieta su trasero hasta que le duele, hasta que aparecen pequeñas arrugas en la piel. Él la empuja con las caderas. Y…

Mierda…

Granger gime directamente en su boca. Se adapta a él. Obedece. Ella se acerca a él con cada movimiento. Dios mío, la forma en que la mata ahora mismo, ahogándola en sus brazos. 

La empuja contra la pared, sacando el aire de sus pulmones, inclinándose hacia atrás durante unos segundos para tomar aire y aplastar sus labios contra su cuello. La muerde. Cura las heridas. Es una verdadera serpiente inyectando su veneno una y otra vez. Casi está aullando por la falta de aire. 

Ella le pone el muslo en la cintura, joder, se la follará justo en el pasillo del colegio. 

No importa. 

¡Más! 

Ella quiere más. 

La última célula del cerebro le pide sentido común como un insecto molesto. Ella susurra algo así como: “Sólo pedí el beso…”

“Mis besos siempre terminan en sexo, Granger, esto es tu culpa. ¡Salazar! Quítate las bragas o lo haré yo mismo”

Le quita una tira del hombro dejando al descubierto su pecho, lo chupa con la boca, besa y muerde el pezón rosado. 

Ella se va a desmayar. Lo hará si él no se detiene. Pero se siente tan placentero. La tensión en su estómago aumenta. 

Hermione quita la mano de su hombro y finalmente obedece. Levanta ligeramente el dobladillo de su vestido y baja el pequeño trozo de encaje, que desaparece de sus manos directamente al bolsillo de Draco. 

Un intercambio justo por su deseo. Él puede quedarselas. 

Sus pómulos se calentaron cuando Malfoy la presionó más cerca de él mirándola directamente a los ojos, por lo que quiso quejarse como una perra. Su mano sube por su muslo, se mueve hacia su pecho, cuello y hasta su boca abierta. 

"Lamelos" 

Su rostro arde de vergüenza. 

Su exnovio de Hufflepuff nunca pidió algo así. Nunca la mandó como una bestia. Nunca la había hundido así con sus ojos. La forma en que la mira es peor que la Maldición Imperius, porque Hermione abre la boca y chupa ambos dedos, finalmente cediendo, hasta la última falange y casi se cae solo por el gemido de Malfoy. 

Ni siquiera tiene ganas de decirle que estuvo lista hace mucho tiempo. Ella permanece en silencio, lamiendo sus dedos nudosos y largos,  sólo para ver este colapso en él. Este lado de él que tan pocos pudieron ver. Este es el verdadero Malfoy. Sin su piel de serpiente y sus afilados colmillos. 

Ella balbucea algo ronco e incoherente cuando él mete los dedos dentro. Ella le muerde el hombro, pero él no reacciona. El material grueso del traje es como una armadura. 

"Joder, estás tan buena", le susurra al oído. Él también está al borde. 

Esto es una agonía. Nada más. La fiebre alta es causada solo por sus dedos dentro de ella. Por sus empujones que cambian la dirección. Merlín, ella explotaría en ese momento. Pero sucede más rápido... 

Se alejan el uno del otro cuando escuchan risas que se acercan desde la esquina del pasillo. Hermione lo mira como si hubieran matado a alguien y la verdad estuviera a punto de ser revelada. 

Draco mueve su hombro, se lame los labios y se da vuelta dejándola atrás más rápido de lo que dos estudiantes de primer año aparecen por la esquina. 

Pero Hermione sólo tiene una pregunta: ¿Qué carajo...? 

Luego vino la calma. 

      ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Después de las vacaciones, Hermione casi no vio a Malfoy, solo se cruzaron en el campo y en los entrenamientos. 

Se saludaban con cautela. A veces incluso diciendo algunas palabras. 

Todos en su círculo notaron el cambio en el comportamiento, pero sus amigos asumieron erróneamente que habían logrado resolver los problemas entre ellos. Pero sólo Draco y Hermione sabían que habían firmado el tratado de paz con un beso y una especie de caricias.

¿Lo han discutido? 

No.

Hermione asistió al partido entre Slytherin y Hufflepuff en primavera. 

Se escondió en el rincón más alejado de las gradas y observó en silencio la táctica de los verdes. 
Ureghart, su capitán, jugaba con brusquedad. Hizo los viajes hasta el punto de casi recibir una penalización y, a menudo, encontró una solución, rompiendo las reglas de manera imperceptible. No todos podían verlo, pero ella sí. 

Draco atrapó la snitch en el minuto 40 del juego. Cortando el juego con orgullo, lanzando la bola dorada al pasar por las gradas de Gryffindor, cuando la vió a ella. Pocos segundos. Se miraron y se dieron cuenta de que se encontrarían cara a cara en el juego final. 

     ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

"Hola…"

Hermione levantó la vista, alejándose del libro, y sus ojos se toparon con las mangas de la camisa blanca primero y luego con el dueño mismo. Malfoy estaba ahí, apoyado en la estantería con una ceja levantada.

"Hola", vuelve a mirar el libro. Se consideraba una cobarde, pero ahora, en la biblioteca vacía, donde están solos, se siente incómoda.

Él se sienta en la silla junto a ella sin preguntar y se recuesta, se ve extremadamente relajado. Hermione sabía que simplemente estaba cansado. Así es como siempre se sentía después de los partidos: agotada, incluso si el partido duró menos de una hora.

"¿Cómo encontraste nuestro juego?"

Lo que Granger escucha es: ¿Cómo encontraste mi juego?

“A tu capitán le importan una mierda las reglas”, pasa la página del libro sin ver el texto.

“Estoy de acuerdo, siempre discuto con él sobre ese tema”

Se revuelve inquieta en la silla y se arruga la falda, mientras los recuerdos del pasillo oscuro pasan por su mente en imágenes brillantes. Siguen en su mente. Los flashbacks se cambian unos a otros como los caballeros de una dama en la serie favorita de su madre.

Maldición.

“¡Salazar! Nunca podría suponer que una chica de Gryffindor pueda estar tan nerviosa”.

Hermione levanta sus ojos hacia él. La han atrapado. Quiere decir algo como: estás equivocado. Pero ella guarda silencio y vuelve a mirar sus labios. Ella siente esta amenaza. Como si alguien hubiera encendido una cerilla y la hubiera tirado al pajar. El humo ya estaba llenando la habitación, porque…

"¿Quieres hablar?"

Malfoy apaga el fuego con gasolina.

Granger realmente deseaba que todo esto nunca hubiese sucedido. Ese beso nunca hubiese sucedido. Sus dedos. Su maldita sonrisa. Ese momento entre ellos nunca hubiese sucedido. Caliente, húmedo y muy dulce. Pero sucedió. Era un axioma.

Ella rompe el contacto visual, porque la vida le ha enseñado a nunca confiar en un Slytherin, incluso con su tregua. Pero no hay ninguna trampa en su voz. Como si acabara de pedir la tarea para mañana. Y esto se siente desagradable. Ella quiere más. Quiere repetir el momento que han tenido, pero no se rinde tan rápido. ¿Otra aventura de una noche para él? No. Granger no es así.

"Si tu equipo gana el juego hoy, entonces estoy de acuerdo..."

Malfoy se endereza, cruza las manos sobre la mesa inclinándose hacia ella y entrecerrando los ojos. Tan bestial. Impúdicamente. Justo como a ella le gusta.

“¿Y si tu equipo gana?” se lame los labios.

“Entonces tu problema no se resolverá. Y seré la única chica que no terminará en tu cama después de un beso.

Hermione se levanta tratando de no mirar en su dirección. Ella sabe exactamente que él está excitado. Este juego suyo se convirtió en algo más grande. En algo imprudente.

Ella toma sus cosas y se va sin soltar una palabra, dejándolo atrás. Lo más importante ahora es no pensar en eso.

Sin arrepentimientos...

     ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

“Tengo un mal presentimiento” Ginny se estiraba en el campo y trataba de no mirar hacia atrás donde ya estaba sentada toda la escuela.

El último partido del año.

Estaba en juego el título del campeón de 1997 y la copa de oro, donde estará grabado el nombre de los ganadores.

Slytherin contra Gryffindor...

Malfoy contra Granger.

“Vamos a ganar, ya lo verás”. Harry se acerca a ella y le arregla el uniforme.

Mira al frente, donde los verdes se preparan para la batalla.

Estaba convencida de que esa era la palabra adecuada para el partido de hoy.

El cielo está cubierto de nubes oscuras y los truenos se escuchan desde lejos. El clima está poniendo aún más picante el juego.

Hermione se quita el anillo, besa el talismán y lo guarda en su bolsillo.

El silbato suena.

Que empiece el juego.

Dos equipos enfrentados.

Granger intenta con todas sus fuerzas no mirar a Malfoy, que está justo delante de ella. Ella no quiere ponerse de mal humor.

Ureghart la mira con una notable sensación de superioridad. Víbora. Ella sabe que él es capaz de cualquier cosa. Hermione tendrá cuidado. Este bastardo puede hacer cualquiera de los trucos.

Los equipos despegan y tras el pitido del árbitro el partido ha comenzado.

Los primeros diez minutos parecen un calentamiento. Familiarizarse. Los equipos intentan saber más sobre el oponente.

Hermione estaba suspendida en el aire sobre las cabezas de los jugadores, que ya cruzaban el campo como relámpagos.

Harry golpea la Quaffle hábilmente y la apunta directamente a las manos de Ginny.

El ambiente se calienta. Granger puede sentirlo.

Por el rabillo del ojo nota la chispa brillante. Un clima como este es perfecto para el Quidditch.

La Snitch se puede ver muy fácilmente. Su oro brilla mucho en estas nubes oscuras.

Ella corre hacia adelante sin pensar. Ella siente el movimiento detrás. Gira la cabeza y ella se topa con su sonrisa. Están volando espalda con espalda. Un metro de por medio.

La snitch frente a ellos cambia de dirección y descienden en picada, metiéndose en la masa de ambos equipos. El corazón se acelera. Hermione guarda silencio. Los ojos duelen por el viento y la lluvia. Ella echa su mano hacia adelante, sólo un poquito...

Ureghart aparece de la nada frente a ella.

"¿Qué carajo estás haciendo, Korn?"

Ella y Malfoy apenas escaparon del colapso.

La multitud grita.

La lluvia se siente como dardos en la nuca. Le castañetean los dientes, ya sea por el frío o por la adrenalina. Intenta herir al capitán de Slytherin con sus ojos, con rabia y energía en ellos. Malfoy tiene razón.

¿Qué carajo?

“Tengo algo para ti”, le está hablando Ureghart.

Y no hay buenas intenciones en ello.

Mete la mano en su bolsillo y saca un trozo de tela negra. Y el corazón de Hermione se detuvo. Justo ahí. En el aire, en medio del estadio, con cientos de personas mirándolos.

Sus bragas de encaje están en la mano de Korn.

Y la sorprende aún más cuando mira a Draco, quien acaba de congelarse en la pregunta silenciosa. Mira directamente al trapo negro y tiene las fosas nasales sonadas. Como un toro.

Pero a Granger no le importa, gira la escoba y corre más lejos. De esta imagen traidora.

Todo es guerra.

Y Malfoy lo demostró humillándola.

Mientras busca de nuevamente la Snitch, Ureghart  ata las bragas al mango de su escoba y vuela por encima de los fans gritando:

"¡Nuestro nerd resultó ser una puta!"

La risa de los espectadores estalla en sus oídos. Tiene la boca tan seca que abrir la boca para atrapar las gotas de lluvia no parece mala idea. Merlín, eso es abominable. Ni siquiera puede mirar a su equipo, que no tiene ni idea de lo que está pasando.

Hermione se siente rota.

Traicionada.

Asquerosa.

Ella apaga el volumen para escuchar el grito proveniente de las gradas de Slytherin. El ruido en sus oídos es cada vez más bajo. Ella se abstrae de los cánticos:

"Granger es una puta"

"Puta"

Ella corta el aire, vuela por encima de las cabezas y siente su presencia nuevamente. Él la alcanza muy rápido.

"¡No tengo idea de dónde los sacó!"

Suena como una excusa.

Demasiado tarde.

Es demasiado tarde.

Hermione ve la bola dorada y cae bruscamente, casi golpeando a Ginny, estira el brazo. Solo un poco.

Pero Draco la deja atrás y esa es la última gota.

Incluso en una situación como esta, revela su yo podrido. Ella no le cree. No… ni una sola palabra.

Hermione hace un gran esfuerzo para inclinar su escoba hacia la izquierda y choca con Malfoy. El golpe de ella fue tan imprevisible para él, que se cae de la escoba...

Todo se vuelve silencio.

Draco está tumbado en la arena. Su tobillo está muy torcido, mostrando el hueso desnudo. Hermione lo mira a los ojos que apuntan al cielo, directamente a ella y se da cuenta.

Es el final.

El silbato.

Siente vergüenza y disgusto.

Ella se siente tan mal. Mal porque su caparazón se rompió y expuso todos sus lados débiles.

Ella está rota.

Derrotada.

Se acabó.

Su tregua fue sólo polvo en los ojos.

Una mentira y un puto error.

     ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

La selección búlgara vence a España. 

Ocho equipos divididos en grupos de cuatro en el calendario, que debían competir todos los días. La mañana de hoy fue una mañana de suerte para su equipo. 

"¡Salud!"

Krum saluda a todos en la tienda con su copa. Aquí están todos los miembros del equipo, familiares y amigos. Hoy pueden beber, mañana juegan otros equipos. Inglaterra contra Francia. 

“¡Casi me muero cuando te inclinaste sosteniendo la escoba con una mano y con la otra sacaste la snitch! Es sólo… ¡Maldita sea! ¡Eso fue increíble!"

Los alfareros llegaron temprano en la mañana, pero Hermione recién los conoció ahora. Harry estaba describiendo el juego, que duró 2 horas antes de que Hermione viera la snitch, con adoración. 

"¡Me voy a emborrachar si ganas la copa!" 

Ginny pone los ojos en blanco ante la frase de su hermano. Ron se emborracha en cada juego de Hermione. No importaba el resultado. Probablemente así es como intentaba calmarse. 

Hermione se sienta en el sofá y simplemente asiente. Los poderes la abandonaron tan pronto como tocó el suelo. Todavía podía oír los gritos del estadio en sus oídos. Era la primera vez que actuaba frente a miles de cientos de personas. Una experiencia que no se puede comparar. 

Puro éxtasis. 

Su amiga se sienta a su lado y cae sobre su hombro. 

"Realmente te extrañé…" 

Hermione extiende su brazo y abraza a Ginny. No se habían visto en más de medio año. Todo este tiempo su equipo se estaba preparando para la copa. Había demasiado en juego. 

"Yo también", le susurra Hermione al oído. "¡Te extrañé mucho!"

La pelirroja se ríe. 

Ella le cuenta todas las novedades y le pregunta sobre su vida, las respuestas de Hermione son breves. En este mismo momento, toda esta gente y el ambiente en general la hacen sentir como en casa, sintiendo felicidad. Está dentro de ella. Donde late el corazón. 

"¿Lo has visto?"

No necesita preguntar de quién está hablando Ginny. Y todo ha terminado de nuevo; Mirada de soldado con la guerra en los ojos y el odio devorador. 

"Sí…"

Ese año, durante el partido escolar, la victoria se la dieron a Gryffindor por los puntos que consiguieron con goles. 

Ambos buscadores quedaron exentos del campo. 
Hermione fue expulsada y Draco fue sacado en camilla. 

Ella nunca lo volvió a ver. 

Escuchó rumores de que Malfoy fue llevado a San Mungo debido a la grave lesión. Su tobillo se aferraba a los hilos de músculos y piel. Se convirtió en un héroe de la escuela y Hermione nunca se deshizo del estatus de zorra de Hogwarts, que nunca seguía las reglas...

Su tregua terminó ese día. 

Cada uno de ellos guardaba rencor al otro. 

Diez años. 

Han pasado diez años… 

Granger estaba demasiado cansada para hundirse en los recuerdos. Ella se levanta y le sonríe a su amiga. 

“Te veo mañana, ¿de acuerdo? Me muero por dormir”

Potter asiente. 

"Buenas noches" 

Hermione intenta pasar desapercibida y sale rápidamente de la tienda. Las tiendas del equipo están cerca y ella caminaba hacia la suya disfrutando del viento frío. 

Se oye un ruido detrás. 

Miles de personas celebran su victoria al otro lado de la valla. No puede creer que alguna vez haya sido una niña de catorce años en ese lado de la cerca. Y ahora… ahora Hermione es una de las Buscadoras más famosas del mundo.  

Las tiendas están en fila. Todas se parecen como gotas de agua. No podría distinguir la suya a menos que memorizara la ubicación exacta y el número. 

Ella da un paso más y cuenta.

Primera,Segunda,Tercera. 

“La cuarta a la izquierda es mía” y entró con valentía. 

Estaba oscuro. 

Ella no está dispuesta a usar Lumos. Ella recordaba dónde estaba la cama y avanzó hacia ella, tropezando con la silla o la esquina de la mesa en su camino. 

Tan pronto como el suave colchón se hunde bajo su cuerpo, deja escapar un suspiro. 

No hay suficiente energía ni siquiera para quitarse la ropa. 

Esta exhausta. 

Sus ojos se cierran como si los párpados estuvieran hechos de plomo, Hermione se relaja. 

“No recuerdo haber llamado a una mujer aquí” 

Su voz entra en sus oídos como un shock de dolor, rápido y abrupto. 

Se levanta inmediatamente y enciende Lumos, donde al otro lado de la cama yace semidesnudo Malfoy. 

“¿Qué diablos estás haciendo en mi tienda?” ella grita. Mirando a su alrededor y finalmente la realidad la golpea. 

Puede oler su perfume, que Hermione sólo lo sintió ahora. A pesar de que los muebles tenían la misma ubicación, todos los demás eran diferentes. 

No era de ella. 

Era oscuro y lúgubre, como él. 

Merlín, la cagó otra vez. 

Salió corriendo de la tienda como si le hubieran picado. 

¿Cómo diablos su tienda terminó siendo la de él? ¿Cómo diablos podían mezclar izquierda y derecha? 

Hermione entra a su tienda ahora y solo para asegurarse, iluminó el lugar con su varita. Su maleta. Sus jeans, que dejaron en el respaldo de la silla. 

Es todo suyo. 

Se quita la ropa rápidamente y se acuesta en la cama debajo de la manta. Puede sentir que su corazón todavía está acelerado. 

Incluso después de todos estos años, esta herida todavía duele. 

Gravemente. 

Y lo peor está por llegar...

Forward
Sign in to leave a review.