
"Primeros días de clases y alguien ya tiene la nariz rota"
Al llegar al castillo nos apresuramos a llegar lo antes posible al comedor, Luna y yo nos sentamos en nuestra mesa, y como siempre, a nuestro alrededor los demás evitaron sentarse, hasta que fue inevitable, en su mayoría eran estudiantes de nuestro año o de tercero.
Mientras esperábamos a que los de primero llegarán, todo el mundo estaba hablando sobre las extrañas criaturas del tren, Dementores, y sobre un extrañó llamado Sirius Black y el desmayo del niño que vivió.
Al estar enfrente de la mesa de Gryffindor pude notar que estaba solo Ronald Weasley en la mesa, lo más seguro es que Harry Potter se encontraba en la enfermería o algo así, y no tenía idea de dónde está Hermione Granger.
Lo que era un poco triste, ya que este sería el primer año en que el de menor estatura podía ver la selección, ya que el año pasado no estuvo en ella, por alguna razón. Aunque antes de la entrara de los de primero, por la puerta entran los dos leones faltantes.
Cuando los dos se sentaron, entraron la profesora Mcgonagall con un gran grupo de niños detrás de ella.
-¿Vos cuantas personas crees que están en nuestra casa este año Lu?- le preguntó a mi hermana.
-Es imposible saberlo Elena, las probabilidades son muchas, pueden ser pocos, como pueden ser muchos- Luna estiró la cabeza para ver los de primer año alinearse.
Desde la mesa de profesores, el director Dumbledore se levantó de su silla, y con un movimiento se manos todas las voces cesaron produciéndose un silencio. El director con un movimiento de cabeza a la profesora se volvió a sentar.
-Abad, Penny- fue el primer nombre de la lista.
La niña se sube emociona a la silla y el sombrero cae en su cara, no pasa más de un minuto cuando el sombrero da su veredicto.
-Slytherin- la mesa verde empezó a aplaudir a su nuevo miembro.
Y así siguió la ceremonia, con todo tipo de reacciones, entre tímidas, emocionas, neutras, tristes. Al final Zurin, Nina fue la última en ser llamada, quedando en Hufflepuff. Al acomodarse en su lugar, Dumbledore se volvió a levantar.
-Bienvenidos a un nuevo año en nuestro querido Hogwarts, como saben este año va a ser un poco diferente debido a la fuga del prisionero Sirius Black- en ese momento el ruido se empezó a intensificar, pero con un movimiento de su mano, Dumbledore los volvió a callar- El ministerio decidió, por la seguridad de los estudiantes, poner Dementores en el castillo, así que se les pide que no intenten interactuar con ellos, y si alguno se encuentra con uno, por favor salga de ese lugar enseguida y comuníquese lo a un profesor o perfecto- dio una mirada general a todos, con una suave sonrisa continua- en noticias mucho más amables, me gustaría presentarles al nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, el señor Remus Lupin.
Un señor con ropas un poco pasadas de moda y unas cicatrices en la cara se paró de su lugar para saludarnos, se le podía notar algo cansado, para después volver a tomar su lugar.
-Así que eso es todo, recuerden que el bosque prohibido está prohibido y que el toque de queda empieza a las 11pm, después de la cena, los perfectos de su respectiva casa les mostrarán el camino, a comer- y el comido apareció en la colina baja.
Ya con la comida servida, se empezó a escuchar el murmullo de los platos sirviéndose y los estudiantes hablando. Yo por mi parte me concentre en elegir lo más que pude en mi plato, junto a mi característico jugo de manzana.
-Oye Lu, ¿Me pasas la ensalada?- al ver que ella no me contesta me gire para verla, solo para ver qué estaba viendo la mesa de profesores fijamente- ¿Pasa algo?
-¿Que?- Luna se volteó a mirarme- Oh, no, no pasa nada- volvió a mirar la mesa de profesores- Solo tengo una duda.
-¿Así?- me estire un poco para intentar ver lo que le interesaba- ¿Qué es?
-No importa- la mire con mí mejor puchero, no podía dejar a una Ravenclaw con la duda, ella solo negoció con la cabeza y una sonrisa- Prometo decírtelo después, si resulta que es verdad.
Antes que pudiera decir algo más, me pasó la ensalada. Resignada me dispus a comer, mientras escuchaba las conversaciones de los demás, ya veces intercambiaba algunas palabras con Luna.
En estos momentos me encantaría que tan solo una persona supiera que estoy aquí, que me preguntará cómo había estado mis vacaciones, o me preguntará sobre alguna asignatura.
Ya terminada la cena nos fuimos cada uno a nuestras casas, Luna y yo nos apresuramos a llegar a nuestra habitación, antes de que lleguen todos y nos quedemos atrapados en la entrada.
Al terminar de subir las largas escaleras de caracol, nos paramos enfrente de la estatua de águila de bronce.
-Me ves en verano y no en invierno y estoy metido en entre las manos, ya sea abierto o cerrado. ¿Qué soy?- el águila dijo cuando nos vio en la entrada.
Para poder entrar a la sala común tienes que resolver un acertijo, a veces pudieron ser fáciles o difíciles, recuerdo haberme tendió que quedar varias veces esperando a que alguien más resolviera el acertijo para poder entrar.
-Un abanico- dije con confianza, viendo cómo el águila nos abría el paso.
El entrar nos encontramos con la gran biblioteca y los grandes ventanales, junto a la puerta que se dirigía a los dormitorios estaba la estatua del fantasma de Ravenclaw, Helena Ravenclaw; recuerdo que cuando me enteré que se llamaba casi igual que yo, fui corriendo a mandarle una carta a papá preguntado si fue por ella que me pusieron así, solo para que se riera de mí, diciendo que me habían puesto Elena solo porque le gustaba el nombre.
Subimos a los dormitorios, que por suerte solo estaban ocupados por cuatro personas, dos de ellas nosotras, nuestras otras compañeras eran Maya Taller y Holly Apple, dos chicas que nunca nos habían hablado.
Nuestros baúles ya estaban ahí, así que nos cambiarnos nuestras túnicas por los pijamas, y como en nuestro primer año, nos acostamos en la cama de Luna. Desde pequeña e tenido problemas para dormir en lugares donde no estoy acostumbrada, así que las primeras noches siempre dormimos juntas hasta que me acostumbré nuevamente.
•~•~•~•
Fui la primera en despertar, al mirar las otras camas vi a Maya y Holly durmiendo todavía, así que despacio corrí un poco del largo cabello de Luna para despejar su oreja.
-Luna- le susurré- Luna despierta- ella solo soltó un gruñido para darse la vuelta- Luna despierta vamos a desayunar.
Con eso se levantó.
-Buenos días- le dije mientas me paraba de la cama, ella solo me contestó con una especie de gruñido.
Al abrir mi baúl para sacar mi uniforme que había usado ayer, lo encuentro justo donde lo deje “Al parecer los Nargles decidieron no robar nuestras cosas hoy”, me puse el uniforme. Tenía ganas de saber cómo sería mi horario de este año, mi clase favorita es transformaciones, la profesora McGonagall simple fue muy amable conmigo y Luna.
-¿Estás lista Ele?- Luna me estaba esperando en la puerta.
Nos dirigimos al comedor con nuestras mochilas con todos nuestros libros, sería más fácil primero ver el horario y después buscar los libros, pero cuando tu sala común está en la torre más alta de todo Hogwarts, es mejor llevar todos tus libros el primer día. , a llegar tarde a tu primera clase.
Cuando entramos en el comedor nos sentamos en nuestro lugar ocasionalmente, no habían muchos estudiantes, así que pudimos desayunar tranquilas. Usualmente a las personas les gustaba tirar nuestras copas, la de Luna más, cuando pasaban.
En medio del desayuno el profesor Flitwick se nos acercó con lo que parecía ser nuestros horarios.
-Señoritas Lovegood, sus horarios- nos entregaron unas hojas con nuestros horarios.
-Gracias Profesor- dijimos al mismo tiempo. Al mirarlo vimos que nuestra primera clase es Herbología con Gryffindory en el invernadero. Emocionadas, nos dirigimos hacia ahí, ansiosas por comenzar el nuevo año escolar con una clase tranquila.
Al llegar al invernadero, nos encontramos con la profesora Sprout, quien nos dio la bienvenida con entusiasmo. La clase comenzó con la exploración de plantas mágicas, Luna y yo nos sumergimos de inmediato en el fascinante mundo de las hierbas mágicas.
Entre risas y bromas, la clase transcurrió de manera amena. Al terminar la clase nos dirigimos a Transfiguración con Slytherin, estaba dando saltos a casa paso, en serio amaba transformaciones.
A medida que avanzaba el día, nos dimos cuenta de que este año prometía mucho, lleno de desafíos y descubrimientos mágicos. Estábamos listas para afrontar cualquier cosa que Hogwarts tuviera reservada para nosotras.
Después de una clase intensa de Transformaciones, nos dirigimos a Pociones esta ves con los Hufflepuff. El aula estaba llena de estudiantes, y nos acomodamos junto a algunos compañeros de Ravenclaw, que no sé dio cuenta de nuestra presencia.
Está clase fue un poco más aburrida, ya que a diferencia de Draco, quien era un genio en esta era, parecía que cada vez que intentaba hacer una poción estaba salía mal de alguna manera.
Al final de la clase termina con una poción mediocre y una regañada del profesor Snape por no prestar la atención suficiente para hacer una poción por lo menos decente.
Con la tarde avanzando, nos dirigimos hacia el almuerzo y luego de un rato a nuestra última clase del día, defensa contra las artes oscuras con los Slytherin.
Al llegar al salón nos dimos cuenta que todavía no llevaba el profesor, ojalá que fuera mucho mejor que Lockhart. Por el rabillo del ojo pude ver a Luna intentar acomodarse un poco en su silla, antes que pudiera decirle algo la puerta se abrió.
-Buenas tardes- un señor alto de cabello castaño, ropa andrajosa y parchada, con piel pálida y cicatrices en la cara, al llegar al frente se dio la vuelta para vernos- Mí nombre es Remus Lupin y como podrán darse cuenta, voy a ser su profesor se defensa.
Después de esa pequeña presentación se puso a tomar asistencia.
-Muy bien, como primera lección vamos a estudiar la teoría del encantamiento Verdimillious duo- Todos nos dispusimos a sacar nuestros libros- ¿Alguien sabe de qué es el encantamiento Verdimillious duo?- Varias manos se levantaron, lo cual es normal teniendo en cuenta que es una clase de Ravenclaw, el profesor Lupin señaló a una chica de Slytherin- ¿Su nombre señorita?
-Lena White- la chica se enderezó un poco en su asiento- El encantamiento Verdimillious duo es un encantamiento que produce una energía verde o roja en la punta de la varita, se utiliza para diversos objetivos- Lena termino con seguridad.
-Muy bien señorita White, 5 puntos para Slytherin- un chico al lado de Lena le dio un codazo- Al igual que su precursor, Verdimillious Duo puede tener dos formas con efectos muy diferentes, aunque a diferencia del encantamiento Verdimillious, las dos formas de este hechizo se marcan con diferentes colores- empezó a explicar el encantamiento mientras anotábamos lo que nos iba diciendo.
Estuvimos así durante la mayor parte de la clase, nos enseñó el movimiento que teníamos que hacer, ayudando a los que lo necesitaba, y siempre con cariño y paciencia.
Al final del día, nos dirigimos a la sala común de Ravenclaw, agotadas pero llenas de emoción por las clases del día siguiente. Luna y yo compartimos nuestras impresiones sobre los profesores y las asignaturas, y planeamos estudiar juntas para los desafíos que se avecinaban, aunque puede ver una cierta curiosidad en su mirada.
-¿Vas a contarme?- Luna se sobre salto por mí pregunta- ¿Vas a contarme que te tiene tan curiosa?- volvió a repetir mí pregunta.
-Oh es eso- se estiró para darme una palmadita en la cabeza- No es nada, tranquila- se dirigió a la puerta- Vamos, ya casi es hora de comer.
Con un suspiro la seguí, era habitual que cunado Luna no querría que me metiera en algo o sabía algo pero no estaba segura me daba una palmadita en la cabeza.
Durante la cena mire a la mesa de Slytherin, con la intención de buscar a aquella cabellera rubia tan idéntica a la mía, solo para ver a Draco hablando con Theodore Nott.
Parece haber sentido mí mirada ya que levantó la vista mirándome por un momento solo para volver a poner toda la atención en el castaño.
-Tranquila, sea lo que le pase a Dray, ya nos lo va a decir y vamos a estar los tres juntos como antes- Luna se dio cuenta de mí estado de anime e intento animarme, a lo que solo pude asentir.
Era un poco triste todo esto, enserio extrañaba a Draco y aunque Luna decía que lo que sea que le pasaría ya se le iba a parar, podía ver en sus ojos la misma tristeza que apuesto que había en los míos.
•~•~•~•
A la mañana siguiente nos encontrábamos en el gran comedor estábamos almorzando. Casi llegamos tarde a nuestra primera clase, Defensa, ya que los Nargles habían decidido llevarse los zapatos de Luna y uno de mis libros de encantamientos, pero rápidamente los encontramos, o bueno, ellos nos encontraron a nosotros, ya que al salir del comedor un rato antes para buscar, los encontramos al lado de la puerta del comedor.
Nuestras primeras clases fueron tranquilas con el Profesor Lupin dejándonos practicar el encantamiento, y después encantamientos dónde el profesor Flitwicknos nos enseñó el Encantamiento desinfectante.
Estamos tranquilos cuando de repente llegan tres chicos y dos chicas de Ravenclaw de quinto año, el que se encontraba al frente, Jacob Montoya, el mismo chico que nos encontramos en el tren.
-Pero miren nada más, si es mí lunática favorita- apoyo una mano al lado del plato se Luna- Pero que son estos lentes tan curioso- antes que Luna o yo pudiéramos reaccionar, Jacob le saco los lentes de la cabeza.
-Son espectrogafas, son gafas regaladas en la revista Quibbler que permiten ver a los Wrackspurts- Luna contestó a la pregunta no echa. Jacob solo soltó una risita.
-Nunca te pregunté para que servían lunática- agarró las dos patillas de los lentes e hizo la intención de doblarlos.
-Hey ten cuidado las vas a romper- le dije, Jacob levantó la vista como sorprendido, como si recién se diera cuenta de mí presencia.
-¿Y tu quien sos y cuando llegaste?- tiro los lentes a la mesa, donde Luna se apresuro a guardarlas en su bolso, y puso sus manos en sus caderas.
-Eh estado aquí siempre y mi nombre es Elena Lovegood, soy hermana de Luna- le dije, pude ver cómo el y sus amigos se daban miradas confundidas.
-No mientas niñita la lunática está no tiene hermanos- soltó una risita- O tal ves no y solo seas un pequeño fantasma, un fantasma ignorado por todos.
El y su grupo rieron, volteó a ver a la mesa de profesores para ver si alguno de ellos estaba prestando atención, pero al parecer no había nadie, y al mirar a mí alrededor todos estaban comiendo, como si lo que estuviera parando ahora fuera de lo más común o que al parecer mí recién “descubrimiento” no fuera nada, como si es verdad fuera un fantasma.
Baje mí mirada a la mesa, mientras escuchaba a los de quinto seguir diciendo cosas de Luna y, ahora también, de mí.
-Oigan imbéciles- hasta que una vos gritando me hizo levantar la cabeza- dejen a mis primas en paz.
Todo el comedor quedó en silencio por las palabras de Draco, al parecer nadie sabía lo que estaba pasando, lo cual tiene sentido, hace unos minutos estaban todos comiendo y al otro Draco Malfoy grito que al parecer era primo de Luna “Lunática” Lovegood y Elena “Fantasma” Lovegood.
-Deja se joder Malfoy, no te vengas a hacer el héroe cuando tu haces lo mismo- una de las chicas soltó una risa.
Pude ver cómo Draco solo pudo aprender la mandíbula, al momento siguiente estaba sacando su varita, cuando estaba por levantarla el Jacob vuelve a hablar.
-Oh, y no pienses en hechizarnos, no vas a querer tener un castigo con Snape o peor Filch tan temprano en el año- el y su grupo soltó una risa. Donde estaban los profesores cuando son necesarios.
Draco dirigió su mirada así nosotras, pude ver distintas emociones en su rostro, el siempre había sido bueno en ocultar sus emociones a todo el mundo, pero nosotras siempre fuimos la experiencia a esa regla.
-Aparte como si estás perdedoras eran tus primas- eso tuvo que ser la gota que derramó el vaso si nos basamos en como sus ojos se dilataron.
-Sabes que- todos los ojos se pusieron en el- No tengo ganas que me castiguen por hechizar a algún – Draco dio media vuelta y guardó su varita en el bolsillo.
Tense que eso era todo, que la segunda interacción, la primera fue en el tren, que hemos tenido en los últimos dos años era solo eso, lo vi girarse solo para darse la vuelta rápida y dándole un puñetazo en la nariz a Jacob, quien Estaba al frente de todos, el cayó para atrás levantando la mano a su nariz, ahora rota.
-Pero no me importaría tenerlo por darle un golpe a un estúpido- nos garro de las manos haciendo que nos paramos e intentar salir de ahí, antes de llegar a la puerta, se dio la vuelta para mirar a todos los demás- Quién se atreva a decir un solo comentario o tocarle un pequeño mechón de pelo a Luna y Elena- hizo un gesto a Jacob, a quienes sus amigos estaban ayudando a levantar- Ya saben que les va a pasar.
Mientas nos sacamos de la habitación pude ver a un reflejo verde mirar solo para ser interrumpido por la puerta cerrándose.