Once upon a december

Harry Potter - J. K. Rowling Anastasia (1997)
M/M
G
Once upon a december
Summary
Regulus Black es el príncipe de Rusia, cuando su familia fue atacada el escapa junto a su hermano Sirius, aunque fueron separados durante el ataque.No volvieron a verse hasta dentro de 10 años, cuando Regulus cambio totalmente y perdio toda su memoria. Mientras su hermano lo busca sin parar.AU de Anastasia de 1977
Note
ES MI PRIMER FIC y tal vez no es tan bueno pero prometo ir mejorando.Esta idea no se si existe pero literal se me ocurrió mientras veía la película y pense: Wow Anastasia y Dimitri es Jegulus.
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Las últimas estrellas de la oscuridad

Mi familia había gobernado Rusia por siglos, no todos estaban contentos con que fuera una autocracia, pero muchos dudaban en volverse en contra del imperio.

Hasta que un día dejaron de dudar.

Mi país era antes lo que varios llamaron, un cuento de hadas, había bailes elegantes y felicidad por donde sea que miraras, esa noche, la noche donde todo se volvio oscuro, la estrella más brillante del baile era mi hermana, Regina, la única persona que si algo pasaba yo salvaría, ella bailaba con nuestro padre y nuestras primas, mientras yo admiraba de lejos lo que sería la última vez en un buen tiempo, a toda mi familia reunida.

Reggie me vio enseguida y corrió hacia mi sentándose en mi regazo con una sonrisa nostálgica.

-¿Puedo contarte algo?- me susurro como si fuera el mayor de sus secretos, tal vez lo era.

Asentí lentamente abrazandolo y ocultandolo de la multitud, como un pequeño tesoro qué no quería que nadie viera y la verdad para mi lo es.

-A veces me gustaría ser como tu, ser un chico me refiero, ser fuerte, valiente y guapo-

Le mire sorprendido, no era algo que me sorprendiera qué sintiera si no por la situación, pues si esto salía a la luz se volvería su pesadilla, más que su secreto sería una maldición.

-Ya eres linda, fuerte y valiente, Reg-

Hizo un pequeño puchero y miro a otro lado, probablemente ofendido, pero no podía apoyarlo en eso, lo apoyaria en lo que sea pero no esto, no queria qué sufriera, algún día, tal vez muy lejano podría ser libre, podríamos ser libres.

Pero no aquí, no con todos mirándolo.

Giro a verme con el enfado ya olvidado y apoyo la cabeza en mi hombro.

 

-¿De verdad tienes que irte Sirius? No se como voy a sobrevivir sin ti-

Le sonreí para tranquilizarla, aún ocultando el mayor secreto qué le había guardado

-No tengo muchas opciones para elegir, prometo que te mandare cartas contando todo lo que pueda sobre mi internado. Pero mientras tanto tengo un regalo para ti-

Había estado esperando dárselo justo al último momento, tenía esta rara sensacion de que solo tendría una oportunidad para dárselo, saque la pequeña caja mientras el se sentaba en frente de mi con ojos brillosos.

-Es un joyero...- agarró la caja delicadamente, como si fuera algo que se fuera a romper fácilmente, tan tierno como siempre habia sido.

-No Reggie, mira abrelo- le acerque una pequeña llave mirándolo con ilusión.

Lo abrió lentamente y fue como si el mundo desapareciera para el, años después esto sería lo único que me acordaria de el, ese brillo en sus ojos mientras escuchaba la música de su caja de música, esa pequeña sonrisa y lágrimas qué resbalaban por sus mejillas rosas gracias a los bailes que había bailado antes.

Cuando acabo la música me abrazo fuerte, sin contener las lágrimas, le devolví el abrazo sin poder contener una sonrisa.

-Cuando yo esté en Londres, quiero que escuches esto y te acuerdes de mi, aunque no creo que lo necesites mucho, dale la vuelta a tu llave-

Me miro sospechando, giro la llave y me miro sorprendido, ya no aguantando las lágrimas me abrazo riendo.

 

"Juntos en Londres"

Lo que yo no sabía, mientras le confirmaba que vendría conmigo, es que nunca llegaríamos a estar juntos en Londres.

No nos volveríamos a ver.

Se escucho un horrible estruendo en la puerta, escondí a Reg en mi espalda mientras avanzaba a ponerme a lado de mi padre como heredero qué protege a su progenitor.

La música se había apagado, todo estaba oscuro y la gente asustada.

Tom Riddle el antiguo consejero de mi padre camino hacia nosotros lentamente, nunca había sentido tanto miedo en mi vida, su mirada era vacía como si no hubiera una sola alma en su cuerpo.

-Hola, familia Black e invitados, lamento llegar tarde pero la verdad es que no puedo llegar tarde a un lugar al que no fui invitado-

Mi padre se acercó a el, con una mirada de puro asco pero que también se acercaba al miedo.

-Vete de aquí, eres un traidor.-

Riddle saco un pequeño relicario verde con una serpiente en el medio si no tuviera miedo hubiera pensado que era hermoso, pero había algo en el que me daba escalofríos.

-Te arrepentirás de esto Orion, toda tu familia morirá en menos de lo que esperas. NADIE DE LA FAMILIA BLACK QUEDARÁ. Aunque tampoco es que nadie los fuera a extrañar ¿no?-

Y no mentía, tan solo unos días después, solo la noche anterior a mi partida, Riddle atacó, trayendo con si a los que antes dudaban de levantarse, trayendo con el un miedo que yo jamás había sentido.

 

-Reg vamos, tenemos que salir de aqui-

-Espera, mi caja de música-

Salió corriendo a su habitación y con un terror qué no me gustaba sentir lo seguí para convencerlo de salir.
Agarró su caja pero ya era demasiado tarde, todos estaban acá y no tardarían en encontrar nuestro escondite.
Un niño salio de la puerta de servicio y nos hizo señas para seguirlo.

-No sé, preocupen yo los sacare de aquí, pueden salir por la puerta de servicio-

Lo seguimos sin soltarnos nunca de la mano, Reg lloraba mientras entraba con manos temblorosas, la caja de música totalmente en el olvidó.

Corrimos lo más rápido que pudimos, sin soltarnos nunca por miedo a perdernos, era lo único bueno que tenía, no podían quitarmelo, no a él.

Riddle nos venía siguiendo, agarró a mi hermano como si fuera un muñeco de trapo y no pesará.

-Nadie de los Blacks va a quedar, ni siquiera una niña inocente debilucha-

No solté a Reg jamás, no podía hacerlo, lo jalé lo más fuerte que pude hasta que Riddle lo soltó.

Nunca supe que le pasó.

Seguimos corriendo hasta la estación del tren, me ayudaron a subirme pero dejaron a Reg atrás.

-REG NO ME SUELTES, CORRE, TENEMOS QUE QUEDARNOS JUNTOS-

Se soltó.

-Te quiero Sirius-

No volví a ver mi hermano de nuevo.

No volví a ver esa estrella en sus ojos.

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